¿Por qué están aquí?
Narra Shadow:
Tras la incómoda conversación que tuvimos los tres candidatos nos dirigimos al saloncito donde la reina nos espera. Es algo repentino debo decir, solo espero que su charla no sea del tipo que tuve con el rey hace ya un tiempo. No creo que pueda procesar el hecho de que sea la reina quien ahora me amenaze con el filo de la espada cerca mi cuello. En fin, dejando eso de lado, la mirada que Sonic le dirige a Silver desde hace un rato comienza a molestarme. No es que esté del lado de alguno ni mucho menos, después de todo ambos son mis rivales. Pero esa situación intimida al albino y no puedo evitar querer protejerlo. Por más extraño que suene.
-Sonic si sigues mirando tanto a Silver creeré que te gusta. - digo burlón, pero con el propósito de que lo deje tranquilo.
-¡No digas estupideces! - se sonroja el azulado y desvía la mirada hacia adelante - De todas formas no es de tu incumbencia, además, que no hago nada malo.
-Tal vez no afecte, pero Silver comienza a sentirse incómodo. - lo reto - No veo el motivo por el que no dejes de mirarlo tanto.
-Tranquilos muchachos. - trata de intervenir el albino que se nota bastante nervioso - Acordamos que trataríamos de llevarnos bien. Además, no me molesta que se me queden mirando. - una extraña sonrisa aparece en su rostro - Con lo atractivo que soy no me sorprendería que se interesaran en mí.
-Tienes que estar de broma si te consideras todo un Adonis muchachito. - responde Sonic ya un poco más relajado y sin poder reprimir su risa.
Por otro lado, yo me limito a sonreir. Pero me tiene intrigado la repentina actitud del albino de ojos dorados. Esa clase de respuestas y reacciones son muy características de mí. Ver ese tipo de expresiones en alguien tan ajeno a mí se me hace un poco raro, incluso fascinante. Supongo que la afinidad que siento con este erizo se debe a las similitudes que encuentro conmigo mismo.
-Príncipes ya hemos llegado. - nos informa el sirviente que nos condujo hasta la reina - En un momento los anuncio con su Majestad y podrán pasar.
Asentimos en afirmativa y el sirviente ingresa tras tocar la puerta. Son breves los segundos antes de escuchar nuestros nombres ser pronunciados. Sin embargo, ese momento nos pareció eterno ya que más de una vez cruzamos nuestras miradas buscando dudas o alguna vacilación en nuestros rivales, pero ese no es un sentimiento bienvenido para ninguno de nosotros. Finalmente, las puertas se abren de par en par y los candidatos nos disponemos a ingresar en el orden por el cual hemos sido nombrados. Primero, Sonic que se enderaza y lleva una mirada decidida; segundo, Silver que disipa todas sus dudas adquiriendo un porte seguro capaz de derribar cualquier muro que se le atraviese; tercero y por último yo mismo, Shadow, que me deshago de cualquier rastro de debilidad pensando en conseguir con lo que nosotros los príncipes deseamos. Por supuesto, esta oportunidad es única para los candidatos ya que es un buen momento para buscar el favor de la reina y tener un punto a favor como futuro prometido de la princesa que ha logrado ver más allá de mi corazón, Amelia Rose.
-Por favor príncipes tomen asiento junto a mí. - dice la reina apenas logra vernos a los tres con una frágil sonrisa en su rostro que me recuerda a la propia princesa - Espero que mi llamada tan repentina no les haya causado inconvenientes.
-Para nada su Majestad. - me apresuro a decir buscando llamar su atención - En realidad creo que ha sido muy certera con su petición ya que nos ha dado la oportunidad de conocernos mejor entre los candidatos.
-Que gusto me da escuchar eso príncipe Shadow. - responde su Majestad con alegría.
-Usted disculpará Majestad, pero sería todo un honor para mí que me llamase solo por mi nombre. - digo con cortesía y demostrando humildad - La princesa Amelia insiste en que deberíamos llamarnos así para crear un ambiente amigable lo que me resulta admirable.
-Con gusto llamaré a los tres príncipes por su nombre ya que concuerdo con el pensamiento de mi hija. - dice la reina conforme con mis palabras - Parece ser que se está relacionando muy bien con ella Shadow.
-Es encantadora. - me limito a decir en medio de una ensoñación que tengo con la sonrisa de Amy.
-Más que encantadora. - interrumpe Sonic que también busca atención - Es sorprendente por como desprende calidez y amabilidad.
-Parece que Sonic está más que encantado con mi niña. - la sonrisa de la reina no hace más que ampliarse - ¿Qué opinas Silver?
-Tras escuchar tan magníficas cualidades no sabría como expresarme Majestad. - dice el albino con una sonrisa melancólica - Solo me restaría mencionar que es un ser único que desde siempre ha sabido llegar a los corazones de todos con aquel toque angelical que posee. Llenando de esa manera las inseguridades con simple amor.
-Son unas palabras hermosas Silver. - dice la reina conmovida - Todo esto me lleva a la pregunta que he querido hacerles desde que llegaron. ¿Por qué están aquí? Sé bien que las alianzas son un factor importante en los reinos, pero yo quiero saber la respuesta personal de cada uno, por supuesto solo quiero honestidad.
-Yo solo busco la felicidad de la princesa. - comienza a decir Silver - No por el hecho de conseguir una simple alianza, sino porque deseo ver como disfruta de una vida sin restricciones, ni muros que la priven de la libertad para la que ella está hecha. Su puro corazón merece a alguien que la haga volar a lugares inimaginables, llenos de fantasías y maravillas que esperan por ella. Mi misión aquí es verla al lado de quien escoja, rodeada de bellas flores. Para que de esa manera su futuro logre lo que su pasado no ha conseguido.
Silver menciona todo eso mientras me observa fijamente. Sus palabras de alguna forma me llegan ya que más que una razón me parece un deseo puro que nace desde el fondo de su corazón.
-Yo me encuentro aquí por ella. - comienza a decir Sonic sin perder más tiempo - En un principio el haber sido elegido fue como una oportunidad para mí mismo en encontrar a alguien con quien pueda reinar. Pero apenas la conocí, Amelia Rose, se robó por completo mi corazón. No sé bien como explicarlo, pero cuando la encontré en medio de aquella batalla algo dentro de mí tan solo gritaba que la protegiera. Con el paso de los días y mientras más la voy conociendo mi corazón se encuentra más a su merced. Debo decir mi reina que ahora mismo me encuentro en su reino con el puro deseo de ser correspondido y tener la oportunidad de brindarle a Amy todo y cuanto yo le pueda entregar.
Sonic se ve tan decidido que no puedo evitar sentirme como un intruso en este reino. No por el hecho de mi comportamiento inicial con Amy, sino por lo que yo considero una maldición en mi familia. Si con mis sentimientos que recién van aflorando llego a manchar su pura esencia no me lo perdonaría jamás.
-¿Y tú shadow? - la reina se dirige a mí - Seguro que tú también tienes tus razones para permanecer aquí.
-En efecto Majestad. - supongo que lo mejor que puedo hacer ahora es descubrirme y dejar en claro todo - No obstante, mis intenciones no fueron puras en un principio. Desde que tengo uso de razón he renegado de todas las tradiciones y obligaciones de mi reino que, generalmente, me veo forzado a cumplir. Ya tengo 21 años y lo que todos esperan es que suba al trono con una esposa digna del título. Por lo que esta oportunidad representa una victoria asegurada. De modo que mis padres me obligaron a participar sin estar enterado siquiera de mi nominación, me enviaron aquí con la única meta de ganar y llevarle a mi reino gloria junto a una nueva reina y por supuesto una alianza beneficiosa. Siendo así que fui enviado contra mi voluntad, pero con la idea fija en destrozar a la princesa si era necesario con tal de deshacer la alianza y regresar a mi reino cuanto antes. - la reina me mira con preocupación - Sin embargo, no me esperaba lo que encontraría cuando llegué aquí. Conocí a una bella damisela que se adueño sin razón alguna de mí, sentimientos extraños afloraron con solo verla esa primera vez. No tenía idea de quien se trataba podría ser tan hermosa criatura, pero el destino me la jugó muy bien ya que esa doncella no era otra que la propia princesa. Por más que quise alejarme y seguir con mi plan inicial las extrañas sensaciones podían más. De modo que ahora me encuentro aquí, pero no como el mismo erizo, mas como un digno heredero que busca no solo una vulgar alianza que no tiene significado alguno. Sino como un idiota que cayó a los pies de una princesa de gentil corazón. Las ideas que pude tener sobre ella dejaron de existir en el momento en que Amy vio más allá de lo que cualquier otro, incluido yo, tengo en lo más profundo de mi ser. Se preguntara que fue lo que ella vio, pues nada menos que mi corazón que ahora se encuentra cautivo y confundido por lo que está llegando a sentir. No puedo decir que me encuentre enamorado, pero tenga por seguro que quiero descubrirlo. Amelia abrió mis ojos con pura amabilidad y estoy dispuesto a llegar ser herido, incluso a ser destruido, porque su esencia permanezca hasta la eternidad. Si mis intenciones le desagradan su Majestad puedo entenderlo, pero desde este instante estoy dispuesto a demostrar todo y cuanto mis sentimientos por Amelia están dispuestos a entregarle.
-No hay necesidad de eso Shadow. - dice con voz serena la reina - Puedo verlo en tus ojos. Tus intensiones con Amy son tan puras y nobles como las de los otros pretendientes. - se pone de pie - En realidad, ahora estoy más tranquila con la decisión que Amy llegue a tomar. Ustedes, los tres príncipes, han demostrado total desinterés por las relaciones diplomáticas. Dejando a la vista que Amy es mucho más que un simple trofeo conveniente y que puedo entregársela con total alegría. - pequeñas lágrimas se desbordan de sus ojos - Les agradezco su honestidad de corazón. Ya pueden retirarse.
Los tres nos levantamos y nos disponemos a retirarnos. No sin ofrecerle una reverencia a la reina antes de marcharnos. Algo impresionados por la reciente charla nos dirigimos a la salida en el mismo orden en que fuimos llamados. Pero antes de que yo pudiera salir una mano se posa en mi hombro impidiendo que me retire. Me giro para ver de quien se trata y mi mirada se cruza con los ojos ya algo desgastados de la reina.
-Solo procura cuidarla muy bien. - dice con una sonrisa algo triste - Confio en que serán muy felices caballero Lancelot.
En ese momento nuevas imágenes llegan a mi cabeza.
***
-Yo, Lancelot, juro ante la luna que esta noche es mi testigo, protegerte hasta el final de mis días. - digo de rodillas con una espada en mano - Cuidar tu corazón, incluso a cuestas del mío propio. - sostengo la delicada mano de la eriza de ojos jade frente a mí - Pero sobretodo, amarte aún si eso va contra mis anteriores votos. Amarte incluso si todo Camelot se viene contra nosotros. Amarte incluso hasta que mi corazón deje de latir.
Un beso es lo que sella aquel pacto, con la luna como testigo del mismo.
***
Regreso a la realidad y me encuentro totalmente solo. La misma reina ya se ha marchado, pero los pasos constantes de los sirvientes por el palacio de escuhan como de costumbre. Estoy temblando y me siento débil.
"Amelia me temo que estoy enloqueciendo por tí, pero tengo miedo."
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Holiwis mis sensuales lectoras y lectores.
Después de varias lunas ya me hice presente de nuevo. Hehehe no me odien por desaparecer así. Pero tuve algunos contratiempos que si quieren saber cuales fueron pásense por mi sección de avisos y de paso me conocen un poco más.
En todo caso espero que les haya gustado esta parte de la historia. De ser así no olviden picarle a la torpe y sensual estrella. Además, de dejarme sus comentarios y contarme que le parece la historia hasta donde vamos.
También, les agradezco a todos ustedes por su constante apoyo. Que es el impulso para seguir con esta y mis otras historias.
Los amodoro.
Sin más que decir...
...Eve cambio y fuera.
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