Por favor, ayúdame

Antes de empezar con este capítulo quiero darle mi agradecimento a dos bellezas que siguen esta historia.

LyzAvalos Muchas gracias por estar siguiendo esta historia y picarle a la estrellita, espero que este siendo de tu agrado. Te mando un abrazo.

Juliana_the_dark Preciosa muchas gracias por picarle a la estrella y comentar, me alegra mucho que te este gustando la historia y espero la sigas más adelante junto a otras historias futuras.

Por supuesto también les agradezco a todas ustedes, bellas y sensuales lectoras (o lectores si es que por allí en algún lugar hay un muchacho), espero que esten disfrutando de la narrativa y de ser así haganmelo saber a través de los comentarios (y si por casualidad ven una estrella por allí no olviden darle un toque).
P.D. Les estoy eternamente agradecida por la paciencia que me tienen para que actualize. <3

Ahora podemos continuar con la historia. \(*w*)/
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Las lágrimas que derrama Silver se descontrolan y su fuerza lo abandona, provocando que caiga de rodillas. Aún no logro descifrar este sentimiento que tengo al estar junto a él, pero en este momento no me cabe la menor duda de que verlo en este estado me parte el corazón. Debo hacer algo.

-Silver - empiezo a llamarlo para que me dirija la mirada - tranquilo, todo saldrá bien.

-Nuevamente - me responde entre su llanto - cada vez que escucho esas palabras salir de tu boca... me es tan reconfortante.

No digo nada más, en realidad, no sé que más puedo decirle para calmar esa amarga sensación que lo lastima. Sin embargo, mis acciones son las que me sorprenden. Sin darme cuenta apoyo a Silver en mi regazo, como si de un niño se tratase. Empiezo a cantar algunas nanas que mi madre me cantaba cuando era pequeña.

Los minutos pasan y la tarde se va despidiendo. Mientras tanto, el erizo plateado que se encuentra recostado en mi regazo termina por quedarse dormido. Tengo que admitir que de alguna forma me reconforta verlo de esa manera. Acaricio sus púas con el mayor de los cuidados para así no despertarlo, pero ese esfuerzo de delicadeza es inútil ya que termino despertándolo de todos modos.

-Hasta que despiertas nene - digo mientras acaricio las púas de su cabeza, pero de inmediato me doy cuenta de lo que acabo de decirle y me retiro bruscamente.

Trato de ponerme de pie y alejarme lo más rápido que puedo antes de que Silver note mi sonrojo, sin embargo, una mano firme me sujeta del brazo evitando mi escape. Todo lo contrario. Aquel erizo de pelaje plateado jala suavemente, pero con la suficiente firmeza como para atraerme hacia su esponjoso pecho. Me abraza con delicadeza y escucho una pequeña risa.

-A decir verdad "nene" suena muy bien - me dice conforme.

Nos separamos un poco y lo primero que noto es su sonrisa, por la cual no puedo evitar sentirme un poco cautivada. Siento que me pierdo en sus ojos dorados. Es extraño, de alguna manera sus ojos tienen el mismo don hipnótico que los ojos carmesíes de Shadow.

-Amy si no dejas de verme así podría interpretar que te gusto - me dice en un tono serio y preocupado.

-No puedo decir aún si me gustas Silver - digo sin retirar la vista de él - Pero no puedo negar que me gustan tus ojos. Aunque estoy segura de que es lo que menos te importa ahora - ya basta de rodeos - dígame Príncipe Silver the Hedgehog cual es su confesión.

-Amy perdóname te lo ruego - dice mucho más nervioso - pero no encuentro otra forma para actuar. ¡Por favor, ayúdame!

La expresión de Silver cambia drasticamente. Sus manos empiezan a temblar, su mirada es desesperada, su respiración es entrecortada. Todos esos signos son evidencia de que esta asustado. Me corrijo, creo que lo correcto es decir que está aterrado.
Tomo suavemente sus manos, le dedico una sincera sonrisa y lo invito a sentarse en la hierba junto a mí.

-¿Qué es lo que pasa Silver? - empiezo decir con total calma - si puedo ayudarte en algo dime que es lo que atormenta tu corazón.

-Amy debo ser directo contigo - dice tras haber dado un gran suspiro - la verdad es que yo no estoy aquí para competir por tu mano.

-¿A qué te refieres? - escuchar eso me tomó por sorpresa, pero debo mantener mi compostura.

-Me refiero a que mi verdadera intención no es tratar de comprometerme contigo - dice casi quebradizo - estoy desesperado Amy, si no fuera por mi insensatez... yo no... yo...

-Confía en mí - digo al sostener sus manos con mayor firmeza y lo obligo a mirarme directo a los ojos - ahora te ruego me digas con toda sinceridad cuales son tus intensiones aquí.

-Estoy buscando algo - empieza a decirme sin retirar sus ojos de los míos - a decir verdad no estoy seguro de lo que sea, pero sé muy bien que es lo único que puede ayudar a mi reino sumido en la desesperanza. Ese algo se encuentra aquí Amelia Rose.

-¿Cómo piensas encontrarlo si ni siquiera sabes lo que buscas? - lo cuestiono.

-Lo sabré por la energía que emana - me responde de inmediato - ya que su energía es afine a la mía.

-De ser así, no te parecería más fácil que me comprometa contigo (?) - digo a modo de prueba y revelar sus verdaderas intensiones - si llego a elegirte a tí podrás tener libertad total sobre este reino y obtendrás todo lo que contiene, incluyendo lo que buscas.

-Tienes razón, sería más sencillo - dice despreocupado (seguro trata de engañarme para que lo elija a él) - pero aunque así fuera no puedo hacerlo.

-¿Cómo? - le pregunto, estoy confundida ante su respuesta.

-Que no puedo comprometerme contigo Amy - dice como si nada - Al menos no cuando mi corazón le pertenece a alguien más.

Los latidos de mi corazón se aceleran. Silver me acaba de confesar que está enamorado de alguien más. Me lo dice a pesar de que conoce el riesgo que puede tener. No puedo evitar una sonrisa.

-Entonces no hay nada más que hacer, te ayudaré a encontrar lo que sea que estes buscando - digo mientras me pongo de pie y suspiro - mas debo admitir que es un poco triste. En tan solo mi primera cita he sido rechazada por mi "pretendiente".

-Tienes razón - dice Silver levantandose a la par mía - no puedo ser tu pretendiente Amy Rose. Pero si lo deseas, y lo que sería un gran placer, puedo ser tu amigo.

-Un amigo - susurro al escucharlo y lo observo por un tiempo - ¿a quién le pides esa amistad?

El erizo plateado me mira un poco confundido, pero de inmediato me dedica una gran sonrisa y me señala.

-Se lo estoy pidiendo a la linda eriza rosada que esta frente a mí, Amy Rose.

Sin poder contenerme por más tiempo me lanzo a los brazos de Silver. Lo abrazo con fuerza y sin poder retener mis lágrimas que se desbordan.

-Desde que llegue aquí - comienzo a decir - he escuchado y recibido elogios, pero sé muy bien que no van dirigidos a mí sino a la princesa de este reino.

-Amy... - trata de calmarme, pero continúo.

-De repente, escucho las primeras palabras que estan dirigidas a mí, a la persona que esta detrás del título y la corona. - me aferro con más fuerza - Silver the Hedgehog, me acabas de obsequiar el tesoro más grande que pueda exitir... tu amistad sincera. Por lo tanto, haré todo lo que sea necesario para ayudarte.

-Amy... te estoy agradecido desde el fondo de mi corazón - dice con su inusual triste mirada - pero no puedo pedirte imposibles... no quiero que te pase algo si me llegan a descubrir.

-No lo harán - digo con seguridad.

-¿Cómo estas tan segura? - me pregunta con intriga.

-Porque nadie lo sabrá, te mantendré aquí como mi prometido hasta que encuentres lo que buscas. Tienes todo mi apoyo.

Silver vuelve a abrazarme con fuerza y me levanta al estilo nupcial.

-Muchas gracias ma... Amy - dice Silver con nerviosismo.

Al observarlo mejor me doy cuenta de que esta sonrojado y asustado. No lo diré por ahora pero sé que Silver me esconde algo mucho más grande, sin embargo, también sé que todo lo que me ha revelado es sincero y puro de buenas intensiones.

-Amy creo que ya es momento de que regresemos al palacio - dice al observar el atardecer.

-Estoy de acuerdo ya es algo tarde - digo tratando de bajarme de los brazos de Silver.

-Entonces vamos - me dice evitando que me baje.

-No podremos empezar a caminar si no me sueltas Silver - digo divertida con la situación.

-¿Quién dijo algo de caminar? - nos elevamos un poco - Si volar es una maravilla de la que podemos gozar.

Me sujeto con más fuerza al cuello de Silver, al notar que cada vez nos elevamos mucho más alto. Nos dirigimos al palacio sobrevolando la arboleda y diversos paisajes.
Mientras pequeñas lágrimas se desbordan de mis ojos y son secadas por el sueve tacto del viento.

"Mi alegría se desborda en forma de lágrimas. Todo gracias a esta amistad que va dirijida a quien soy de verdad, Amy Rose".

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