Me molesta verte

Narra Amy:

Por fin llegamos al castillo y la sonrisa que llevo en el rostro no se me quita con nada. El que Silver haya sido tan sincero conmigo es una dicha que no había sentido hace mucho tiempo. Bien sabido es que gracias a mi entrenamiento y privacidad con el exterior mis amistades son muy reducidas. Cuando me refiero a reducidas es porque me refiero a solo tres amistades que no tengan nada que ver con los habitantes de mi reino.

Silver me baja con delicadeza hasta que mis pies estan por fin sobre tierra firme, a pesar de que volar es maravilloso no puedo evitar sentir un poco  de miedo. Pero gracias a que Silver está conmigo el miedo se disipa sin dejar nada más a su paso.

-Muchas gracias por traerme Silver - le digo dejando escapar un suspiro.

-No tienes porque agradecerme Amy - me responde Silver con una sonrisa - de todas formas ya era hora de regresar.

-Lo sé, aunque no me refería a eso. - digo perdiéndome en el sol que se va ocultando tras las colinas - Lo que quiero decir... es... gracias por ser mi amigo.

-En todo caso soy yo quien realmente debería agradecerte - dice sujetando mi mano con delicadeza - ya que gracias a tí me siento liberado y con más fuerzas para seguir con mi misión.

-Me alegra saber eso, pero Silver... ¿Cómo fue que te armaste de valor para decirme la verdadera razón por la que estas aquí? - cuestino impresionada por su valentía - De haber estado en tu lugar yo no habría podido.

-A decir verdad, tenía mucho miedo de como podrías reaccionar - me dice observándome atentamente - pero luego de ver en tus ojos me sentí más seguro y sentí... como si de alguna manera te conociera de antes.

-¿A qué te refieres con que lo viste en mis ojos?

-Es sencillo - me regala una de sus adorables sonrisas - pude ver tu amabilidad.

Tras escuchar eso no puede evitar devolverle la sonrisa. De un momento a otro ya nos encontrabamos riendo de cosas vanas y cotidianas. Sin duda alguna un gran momento que compartir. El tiempo pasa rápido y ya nos vimos alumbrados por la luz de la luna mientras paseabamos por los pasillos del palacio.

-Hey Silver, ¿te gustaría tomar el té conmigo mañana? - digo con ilusión.

-Claro, si es lo que quieres - me afirma, pero de inmediato se pone algo nervioso - pero... ¿no crees que deberías pasar tiempo también con los otros dos? Podrías pasar tiempo con el príncipe Shadow.

-Sinceramente, no quisiera estar cerca de ninguno de los otros dos pretendientes - le respondo mientras desvio mi mirada hacia la luna - en especial no quiero estar cerca de Shadow.

-¿Por qué? - cuestiona con preocupasión el erizo albino.

-No lo sé - digo con sinceridad - me siento extraña cuando estoy con ellos. El que más me confunde es Shadow.

-Pues nunca sabrás a que se debe eso si no convives con ninguno.

-Tienes razón - digo al escuchar sus palabras - Trataré de darle un oportunidad a esos dos. Eres maravilloso Silver.

-Jejejeje eres tú quien es maravill... - Silver no termina de hablar y su sonrisa es reemplazada por una expresión nerviosa.

Sigo su mirada perdida y termino girando para mirar detrás mio. No puedo evitar quedarme petrificada al igual que Silver, incluso las palabras se quedan atoradas en mi garganta.

Narra Shadow:

Ya era de noche. Tras el encuentro y "conversación" que tuve con el rey estoy más confuso sobre este reino. De modo que decido pasearme por los pasillos del palacio en busca de distraer mi mente y pensar lo menos que me sea posible en este desquiciado intento de compromiso. La luz de la luna brilla con intensidad y eso logra relajarme, el mero sonido de mis pasos chocando contra el piso de los pasillos me parece una melodía tranquilizadora. No obstante, escucho no muy lejos de donde me encuentro voces. Decido acercarme al lugar de donde provienen las voces, son mucho más claras.

-...Eres maravilloso Silver.

La voz de la princesa Rose es inconfundible. Mi mandíbula se tensa al escuchar salir de sus labios el nombre del erizo albino de ojos dorados. No sabría explicarlo bien, pero desde que vi a ese erizo me he sentido algo ansioso y nervioso por cada acción que ejecuta. Sin embargo, este no es el caso, en este momento solo me enfurece su mera presencia. Entonces decido avanzar y dejarme ver por ambos.

-Jejejeje eres tú quien es maravill... - el erizo albino no termina la oración al darse cuenta de mi presencia.

Nuestros ojos se cruzan, pero a pesar de lo agresivo que trato de ser Silver se muestra nervioso y un poco ¿emotivo? No sé como decirlo, pero en definitiva no esta asustado. Por otro lado, la princesa se muestra confundida ante la reacción de Silver y no tarda en buscar lo que lo esta provocando. Apenas se da la vuelta nuetras miradas se cruzan de manera fugaz y se queda petrificada al notar mi presencia.

-Buenas noches - digo algo divertido ante la reacción de ambos erizos que estan frente a mí - parece ser que estoy interrumpiendo un momento íntimo. No quise molestarlos.

-En absoluto - reacciona primero Silver mientras la princesa solo evita verme - solo estábamos conversando, es más, ya me retiraba. Por supuesto no sin antes acompañar a la princesa a su habitación.

-De ser así - observo mejor a la princesa Rose - sería un placer conducir a la princesa Rose a su habitación. Si ella me lo permite, por supuesto.

-¿Amy? - le cuestiona Silver. Me pregunto desde cuando se tienen tantas confianzas como para llamarse por sus nombres.

-Esta bien Silver - dice ella dirigiendose con calma - puedes retirarte a descanzar, el príncipe de Tenebris me llevará a mi habitación.

-Si eso quieres - dice con una sonrisa Silver - que descanses Amy.

-Tú también Silver. - dice Rose, pero antes de que Silver se retire ella le da un beso en la mejilla.

Por su parte, el erizo albino se sonroja y se retira, dejándome a solas con la princesa de Silentium. Lo que es una buena oportunidad para "hablar" con ella y buscar su respuesta a esta competencia por su mano.

-Debe ser lindo tener a tres erizos de donde escoger para futuro esposo - empiezo a decir - ¿No está de acuerdo princesita?

-Para nada - dice sin mirarme a los ojos - si fuera mi decisión no elegiria a ninguno de ustedes. Pero no puede ser así de fácil.

-Entonces porqué forzarce, yo mismo la ayudaría a liberarse de tomar una decisión - la tiento un poco - así ambos podriamos ser libres de buscar nuestra propia felicidad.

-Si esta buscando que decline, príncipe Shadow, esta perdiendo su tiempo - dice secamente. - Si no tiene más que discutir conmigo le deseo buenas noches.

Mi paciencia se termina. Cuando la princesa Rose se dispone a retirarse yo reacciono y en un rápido movimiento la arrincono contra la pared, de la misma forma que hice en la biblioteca. Pero a diferencia de esa noche sus ojos no demuestran miedo, todo lo contrario, me miran desafiantes con un extraño brillo que parece ver más allá de mi propio corazón.

-¿Qué es lo que está buscando príncipe? - dice con voz retadora - ¿Qué es lo que quiere de mí?

No digo nada. Mis sentidos están totalemente perdidos en sus hermosos ojos jade que parecen reflejar al propio brillo de la luna que nos alumbra esta noche. Estoy adornecido por ella, pero no puedo dejar que esta extraña sensación siga avanzado. Por lo que solo y de manera inesperada paso mi lengua por su mejilla. Provocando que ella grite.

-Shhhh... - coloco mi dedo índice sobre sus rojos y carnosos labios - no te pienses cosas raras niña. Yo no estoy aquí para competir por tu mano ni mucho menos.

-De ser así ¿Por qué perder tu tiempo quedandote aquí? - me reta con la mirada - Su no quieres nada entonces puedes irte.

-Lo consideré no hasta hace mucho, pero al verte esta noche me das una razón para quedarme - digo serio y malicioso - quiero destruirte.

-¿P-por qué? - dice con algo de espanto ante mis palabras.

-Sencillo - digo formando una sonrisa macabra en mi rostro - Me molesta verte.

Sin nada más que decir Rose me empuja con todas sus fuerzas y sale corriendo por el pasillo, perdiéndose así en la oscuridad.

Narra Silver:

Mis lágrimas caen, pero no me molesta ya que gracias a la oscuridad de la noche es más fácil ocultarlas. Después de mucho tiempo, por fin, pude vernos juntos como antes. Claro que no en la situación que me hubiese gustado. Pero eso es lo de menos, poder verlos es suficiente para mí.

"Sin importar lo que pase, ningún tropiezo me impedirá cambiar el futuro. Para así poder remediar el error, mi error, que costó la vida de todos a quienes amo".

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