El tesoro del Rey

Narra Shadow: (Actualidad)

El Rey me pidió tiempo para, según él, conocerme un poco más. Pero de alguna manera eso no pica conmigo. Pidió ese tiempo a partir de las cuatro de la tarde, lo que por ende me da media hora libre antes de presentarme ante él. Entonces decido dar un pequeño paseo por el palacio.

Camino por los distintos pasillos que encuentro a mi paso e ingreso a todas las habitaciones que llaman mi atención. Pero termino por aburrirme y aún me queda tiempo antes de mi encuentro con el rey. Por lo que me dirijo al único lugar en el que me he sentido cómodo (al menos algo cercano a mi comodidad). El jardín. Al estar en este jardín me siento mucho más relajado, lo cual no comprendo ya que nunca me había pasado ni siquiera en mi propio reino. Sin darme cuenta ya me encuentro frente a la fuente que tiene al lado su rosal de rosas rojas. Sujeto una de las rosas entre mis dedos y el vivo recuerdo de mi llegada invade mi mente.

Flashback

La suave brisa de la noche golpea mi rostro al bajar del carruaje. Tal y como había planeado he llegado tarde a la presentación de la dichosa princesa. Desde mi lugar puedo escuchar el sonido del vals y los zapatos de los invitados que bailan al compás. Lo más probable es que uno de esos sonidos provengan de la princesa y ahora mismo este luciendo su vestido y su elevado título a todo el que se cruce con ella. Por otro lado, a mí es lo que menos me interesa. Camino en dirección a las puertas del palacio, pero de repente escucho la bella melodía de un violín. Mi corazón empieza a acelerarse hasta un punto que me lastima, pero el deleite que siento al escuchar cada nota es mayor. No es la precisión de las notas, ni tampoco el instrumento es lo que me atrae; lo que me atrae es la melodía en sí. Una canción que nadie debería de conocer más que yo, esa canción a la que nunca he logrado darle una voz. La frustración va aumentando a medida que aquella melodía avanza ya que me doy cuenta de que esta llegando a su fin. Pero es inútil, la melodía termina, no llego al lugar del que provenia ni mucho menos encuentro a quien interpretaba esa canción.

Estoy confundido, nadie ni siquiera mi padre, conoce esa melodía que ronda en mi cabeza todo el tiempo. Toco mi rostro agotado y siento la humedad en mis mejillas, sin darme cuenta las lágrimas ya desbordaban de mis ojos. Es extraño, no tengo la menor idea de que es lo que me pasa. Nunca antes me habia sentido tan confuso y anodado, tiene que haber algo en este lugar que me este confundiendo o trate de ocacionar extrañas emociones en mí para confundirme y atacarme en el momento menos esperado.

Recorro el lugar con la intensión de encontrar algo extraño o la causa del suceso inexlpicable de hace un momento. Pero por más que trato de encontrar respuestas, simplemente, no encuentro ninguna. De modo que me relajo y me recuentro en la copa de una árbol que esta cerca de una fuente (he de admitir que el brillo del agua es todo un espectáculo) que se encuentra junto a un inmenso rosal de rosas rojas brillantes, casi tan hermosas como las que hay en mi reino. No obtante, también logro divisar una silueta delicada y frágil a la vez. No comprendo, con solo ver la silueta mi corazón da un vuelco y mi ritmo cardiaco aumenta considerablemente. Me acerco con cautela de no ser descubierto. Apenas logro diferenciar de quien se trata siento como mis nervios recorren mi espalda, una eriza de púas rosadas que le llegan a cubrir la cintura y un poco más abajo, su vestido es adorable, y por lo que observo estamuy concentrada en las rosas.

-Hermoso - la escucho decir de repente.

Su voz es melodiosa, casi como el propio suspiro de un bello ángel que produce un estrepito en mi cabeza al llegar a mis ojeras las ondas sonoras que produce.

-No tanto como usted - digo a modo de halago.

Lo que hace que la eriza reaccione de inmediato y su expresión de sorpresa se haga evidente apenas logra verme. Sin embargo, mi sorpresa es mayor al ver su angelical rostro.

Nimue esta frente a mí.

No logro disimular mi asombro ante este encuentro, que por supuesto no me esperaba, pero logro recuperar mi compostura antes de quedar como un idiota.

Sonrio ante la dicha de ver que ella es real y sin poder controlarme más doy el primer paso para dirigirme a ella. Ella simplemente se queda estática, como si ella misma no lo pudiese creer, seguro que ella también ha estado esperando por mí. Finalmente, nos encontramos a unos centímetros cerca frente a frente. Y nos quedamos mirándonos el uno al otro. Parece que el tiempo se hubiera detenido, acompañado por un silencio sepulcral, el cual se ve interrumpido por los hermosos latidos de su corazón. ¿O acaso es mi corazón el que late con semejante fuerza? No lo sé, sin embargo, no me importa. Lo único que siento ahora es la dicha de haber encontrado a mi princesa perdida.

Fin del Flashback.

Al menos eso fue lo que pensé antes de enterarme que esa eriza rosada, no es nada más que la princesa Amelia Rose, heredera de Silentium. Mi decepción fue momentánea, pero al instante solo me carcomía la ira. Trato de cambiar el destino que mis padres me imponen y creí que si encontraba a Nimue eso sería posible, pero ahora resulta que cuando me creí victorioso el destino se desquita conmigo una vez más. Aunque no me lo explico ¿Qué tiene esa niñata de especial? Cuando tuve la oportunidad de deshacerme de ella en la bilioteca, me detuve al escuchar mi nombre de título de realeza.

"Lancelot".

La forma en como lo pronunció y me vio directo a los ojos, con esos cristalinos ojos color jade, resquebrajó algo muy en el fondo de mi ser. Me detuve en ese preciso instante y solté su cuello.

"A partir de hoy, sólo caerás por mí".

Esas fueron mis palabras antes de perder la cordura. Ella seguro no recuerda el beso que sin pensar robé de sus labios y que devoré como si los hubiera esperado por siglos. No sé la razón de mis acciones, pero tengo por seguro que no dejaré que se interponga con mi meta inical.

-Príncipe Shadow, me alegro coincidir con usted - la voz del rey interrumpe mis pensamientos - justo ahora iba camino a su encuentro, pero parece que me ha ahorrado viaje - dice sonriente frente a mí (no me di cuenta de su presencia, hasta que me llamó).

-Una coincidencia afortunada, su Majestad - digo poniendo mi mejor sonrisa.

-Y que lo diga - me dice en respuesta - la razón por la quería esta reunión con usted es para conocerlo más a fondo, sin embargo no puedo evitar ir directamente al grano. ¿Está de acuerdo en que sea muy directo?

-Por supuesto Majestad, est... - no logro terminar lo que iba a decir, me toma por sorpresa.

-De ser así Príncipe de Tenebris - dice furioso mientras acerca más el filo de su espada a mi garganta - ¿Qué intenciones tienes con mi hija? Y te recomiendo ser muy sincero si no quieres terminar de regreso a tu reino en un ataúd.

-No sé a que se refiere, ya quite la espada - digo tratando de controlar mi ira (no perdonaré a este infeliz por atacarme).

-Entonces dejame ser más específico - acerca más el filo - ¿Por qué atacaste a Amy la noche del baile? - me quedo helado ante lo que dice - No creas que no lo note, este castillo es como si fuera yo mismo y lo veo todo.

-Y-yo no sé de que habla. - me observa por un momento más y se aleja bruscamente.

-Te dije que mentir es inútil - me mira de reojo - no puedo acusarte sin tener pruebas, por lo que te doy una advertencia: "alejate de Amelia, si piensas hacerle daño yo mismo me encargaré de destruirte". - aleja la espada y su filo de mi garganta -  Espero que la charla te haya quedado muy en claro Príncipe de Tenebris.

El rey se dispone a irse dejándome envuelto en una gran confusión, cosa que no dejaré que haga.

-No lo entiendo Majestad - digo a la par de que él se detiene para mirarme.

-¿Qué es lo que no entiendes? - dice curioso.

-Se nota a simple vista que usted nos detesta, a los tres candidatos, y si fuera por usted no dudaría en degollarnos en la más mínima oportunidad - digo afirmando todas mis sospechas - Entonces, ¿por qué llevar a cabo esta selección de prometido y esposo?

-Tienes razón - sonrie con malicia el rey de Silentium - ninguno de ustedes me agrada. Si fuera por mí Amelia se quedaría soltera toda su vida, siendo solo su padre el único erizo dueño se su amor y respeto.

-De ser así anule toda esta locura - digo retador, a lo que el rey solo se ríe.

-Aunque quiera no lo haré por el bien de Amelia - me responde, a lo que yo me aturdo sin entender lo que pasa por su mente - observa con atención príncipe. Todo esto: los cuadros, la joyería, las finas vestiduras, la vajilla costosa, los jardines más bellos, las antigüedades más codiciadas; el castillo entero. Todas estas riquezas son solo pura basura en comparación a Amy. Y si he llegado a este punto de querer comprometerla, se debe a mi puro afecto y amor por mi hija. Quiero a alguien digno de sujetar su mano, su ver su sonrisa todos los días y mucho más. Pero más que nada imploro por que elija a alguien que cuide de ella.

-¿Cuidar de ella? Eso pueden hacerlo los guardías y ejércitos, no veo la necesidad de esto - la conversación se pone intensa.

-El ejército como tal lucha por el reino, no por sus monarcas. - tiene razón en sus palabras - por eso es que busco al erizo que pueda dar su vida por mi mayor tesoro.

-¿Su mayor tesoro?




"Así es Shadow the Hedgehog, ahora sabes que el mayor tesoro del Rey de Silentium es su hija, Amelia Rose".






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Holiwis bellas y sensules lectoras, ya por fin actualize un capítulo más de esta historia, que por supuesto, espero que esten disfrutando. De ser así no olviden picarle a la torpe estrella ☆ y comentar.

Ya voy a mitad de exámenes, lo que significa que en poco tiempo estaré nuevamente más ágil y veloz para continuar con la historia.

Sin más que decir, me despido.

NO sin antes agradecerles desde el fondo de mi kokoro ♡  su apoyo constante al seguir esta historia.

Ahora sí... Eve cambio y fuera :3

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