- Tú...- Shadow dijo con odio, pagaría muy caro haberle pegado a la madre de su hijo.

- ¿Qué, Shadow? No me digas que te importa esta cualquiera.- Dijo con odio aquella misteriosa persona.

- Claro que me importa, idiota, vete ahora mismo o de lo contrario tendré que echarte al asqueroso lugar al que perteneces.- Shadow habló serio, estaba muy enojado.

- No puedo, erizo mío, tristemente tengo que debatirme la vida para que te fijes en mi.- Habló la chica.- Y lo haré con esta eriza rosada debilucha.

- Hmph, tú siempre tan tonta, ¿no, Bunnie?- El azabache habló con asco, jamás se fijaría en Bunnie Rabbot.

- He intentado de todo, Shadow...- Dijo Bunnie triste.- No puedo creer que no me prestes nada de atención.

- Ni lo haré, ahora tengo una nueva familia, y tú, coneja estúpida, no vas a arrebatármela esta vez.

- Eso lo veremos, amado mío.- Fue el último comentario que hizo Bunnie antes de desvanecerse.

Shadow estaba tan enojado, no podía creer que aquella coneja se hubiese obsesionado tanto con él. Mientras pensaba en las desgracias que le hizo pasar la coneja, cargó a Amy hasta su habitación y fue por una toalla con agua.

Shadow comenzó a frotar el lugar del golpe y se dio cuenta de que había dejado un gran hematoma en la mejilla de Amy.

- Maldita coneja estúpida.- Murmuró Shadow muerto de coraje.

- ¡Ogh...!- Se quejó Amy al sentir el tacto de la toalla.

- ¡Rose! ¿Te encuentras bien?- Preguntó Shadow muy preocupado, sabía que Bunnie entrenaba mucho y era muy fuerte.

- Sh-Shadow...- Tartamudeó Amy.- ¿Qué me pasó?- Le preguntó con un hilo de voz.

- Una estúpida coneja vengativa te golpeó.- Le respondió Shadow.

- Jaja... Vaya que es estúpida.- Afirmó Amy riendo y tocando el lugar del golpe.- Y fuerte.- Añadió.

- Perdóname Rose, no quería meterte en mis asuntos personales.- Se disculpó el erizo bajando la mirada, realmente fue estúpido de su parte no darse cuenta de la coneja.

- No pasa nada Shad...- Amy le sonrió dulcemente.- Hey, ¿dónde quedó Silver?- Cambió el tema.

- Está abajo, iré por él en un segundo.- Shadow se paró y fue a buscar a Silver.

Amy vio que Shadow salió del cuarto y quitó la sonrisa que tenía en su rostro.

- "Maldita débil... Y si le quisieran hacer algo a tu hijo, ¿cómo lo defenderías?"- Pensó Amy con aires de tristeza.

Amy realmente se sentía mal, un sólo golpe de esa coneja la dejó noqueada, realmente se había hecho débil.

- Necesito entrenar.- Murmuró por lo bajo, pero Shadow la escuchó perfectamente ya que recién había llegado con Silver en sus brazos.

- ¿Entrenar?- Preguntó arqueando una ceja.

- Si Shadow, ella me noqueó con un sólo golpe, ¿qué pasaría si fuera otro enemigo? Uno más fuerte que Eggman, y que quisieran hacerle daño a Silver...- Pausó Amy.- Yo no me perdonaría jamás que le pasara algo sólo porque su madre es una débil.

Amy volteó a ver a Silver y le otorgó una sonrisa melancólica.

- No eres débil, es sólo que esa coneja está modificada genéticamente, entrena demasiado y fue creada con el propósito de matar.- Explicó Shadow.

- Pues no me importa, entrenaré tanto que la venceré de un sólo golpe, ¿quién se cree que es esa tonta?

Amy siguió hablando mal de Bunnie y Shadow sólo asentía dándole la razón, todo era miel sobre hojuelas hasta que llegó la pregunta esperada e incómoda.

- ¿Y... Cómo conoces a la coneja?- Le cuestionó Amy con un poco de enojo en su voz.

- Es una historia muy larga e innecesaria.- Respondió el azabache.

- Vamos, ahora que somos padres debemos tenernos confianza.- Chantajeó Amy.

- Agh, bien, tu ganas...- Dijo Shadow girando los ojos.- Tu sabes que mi familia murió, pero nunca entré a detalle en el tema.

- Hai.- Dijo Amy moviendo ligeramente la cabeza de arriba hacia abajo.

- Bien, en realidad yo no tengo familia genética ya que fui creado científicamente por dos humanos: el Doctor Robotnick y su nieta María.

Amy no daba crédito a lo que escuchó, jamás se había imaginado que Shadow fue creado por ciencia.

- Sin embargo, ellos fueron la mejor familia no genética que tuve.- Añadió Shadow con una sonrisa melancólica.- Cómo sea, ellos fueron asesinados por soldados G.U.N. en una colonia espacial llamada "Ark".

- ¿Asesinados?- Preguntó Amy al borde de las lágrimas, no podía creer lo que escuchaba.

- Si... Y fueron asesinados por esa estúpida coneja, su objetivo era yo pero el Doctor Robotnik y María intentaron protegerme, lo demás es historia.

- ¿Por qué no te asesinó?- Preguntó Amy con una lágrima resbalando por su mejilla.

- Porque algún idiota la creó con sentimientos... El amor fue su "talón de Aquiles".- Respondió Shadow con la mirada afligida.- En cuanto tuvo la oportunidad de matarme, se arrepintió y mató a sus aliados, me dejó escapar junto a María, pero cuando estuve en la cápsula ella fue asesinada frente a mis ojos.

- Shadow...- Amy susurró llorando amargamente, ¿cómo pudo pasar por todo eso?

- Tranquila Rose, eso fue hace demasiado tiempo, de hecho ni siquiera habías nacido.- Shadow le dijo calmándola.

- ¿No se supone que tenemos la misma edad?- La curiosidad de Amy se hizo presente.

- Técnicamente sí, pero realmente no.- El azabache dijo confiado.- Pero esa es otra historia.

- Bien, sólo por esta vez.- Amy guiñó un ojo y luego posó su mirada en Silver.- ¿Crees que él pueda controlar las esmeraldas Chaos?

- Seguramente, después de todo es nuestro hijo, ¿no?

- Entonces tenemos el mismo presentimieto, ¿cierto?- Habló Amy con una media sonrisa.

- Hmph, ya me lo suponía.- Shadow hizo el mismo gesto.

- Oye Shadow.~- Habló Amy.

- ¿Si?- Respondió el mencionado.

- Sigo teniendo hambre.- Rió Amy.

- ¡Diablos! Con todo el asunto de Rabbot olvidé la cocina.- Dijo Shadow odiándose por dentro.

- Hey, ¿vamos a comer a algún lado?- Propusó Amy.- Hace bastante que no como Ramen, ¿qué opinas?

- Suena bien, ¿te sientes bien para salir?- Preguntó el azabache, realmente le preocupaba el golpe.

- Si, tranquilo.- Respondió Amy incorporándose de la cama.

Fueron al restaurante pero esta vez caminaron, no quedaba muy lejos.

- Me trae un tazón de Ramen, un plato de Teriyaki y un tazón de arroz al vapor, por favor.- Pidió Shadow amablemente.

Shadow y Amy hablaban tranquilamente, buscaban una niñera o alguien conocido pero no encontraban quién.

- ¡Ya sé! Tengo muy buena amistad con una chica, le diré que si puede cuidarme a Silver y ella va a aceptar con gusto!

- Perfecto, en cuanto lleguemos a casa llámala, mañana debemos ir a clases.

- Sólo espero que no le importe lo de Sonic.- Pensó Amy en voz alta.

- Aquí está su pedido, chicos.- Llegó la camarera con el encargo.

Ambos se dispusieron a comer, esta vez Amy alimentó al pequeño Silver ocasionando miradas de ternura de parte de los presentes.

Nuestros tres protagonistas comieron en una hora y media, pagaron lo que consumieron y regresaron a casa, el regreso fue muy rápido debido al Chaos Control tan utilizado por Shadow.

Amy tomó el teléfono y marcó el número que tenía en su agenda, estaba demasiado nerviosa por el asunto de Sonic.

- ¿Bueno?- Se escuchó del otro lado de la línea.

- Hola Sonia, habla Amy.- Respondió la rosada.

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Continuará...

¡Gracias por leer una parte más! Espero que les haya gustado, es la primera historia que actualizo en 2018. :')

Quiero desearles que pasen un muy feliz año, aprovéchenlo al máximo chicos!

Los amo, sin nada más que decir