Intercambio inesperado

✧・゚ 𝙀𝙨𝙥𝙚𝙘𝙞𝙖𝙡 𝙣𝙖𝙫𝙞𝙙𝙚𝙣̃𝙤・゚✧

— ¡Acérquense todos! - gritó Amy con rostro brillante mientras cargaba una caja forrada con papel rojo. En la tapa, un gran círculo hecho especialmente para la dinámica.

Su sonrisa mostraba la impaciencia que sentía, esperaba que todos participaran con la misma emoción que ella, no había nada mejor que los intercambios navideños.

— Ay no, esa maldita caja otra vez... - murmuró Rouge con descontento al verla desde la sala.

— Vamos, no es tan mala como piensas - respondió con poca indignación — sólo que tu compañero, eh bueno...

Knuckles atravesó a ambas con la mirada mientras se cruzaba de brazos, evidentemente indignado.

— Te regalé una tarjeta de descuento en perfumería ¿Sabes lo difícil que es conseguir una tarjeta de esas hoy en día?

— ¡Yo te diré que es difícil cabeza de..!

— ¡Tranquilos! - interrumpió Sonic con las manos alzadas — si les toca la misma persona que el año pasado, sólo regresen el papel a la caja.

— Y no olviden comprar algo mayor a cien dólares - recordó Tails haciendo énfasis en el regalo de la navidad pasada, el grupo lo acompañó entre risas. 

Amy sostuvo la caja mientras el resto metía la mano para después leer el papel, algunos trataban de esconder la emoción y algunos otros la decepción.

— Dos, cuatro... - se detuvo a contar al resto, quedaban dos bolitas de papel en el interior y se preguntó mentalmente si había hecho mal los cálculos porque aunque una era para ella, seguía sobrando la última — casi lo olvido ¿dónde está Shadow?

Dijo mirando a Rouge que regresaba de la cocina con un ponche de frutas en la mano, a punto de responder, la puerta principal se abrió y el azabache entró con una bufanda gris alrededor del cuello.

Sus púas estaban llenas de un poco de nieve, tuvo que sacudirse antes de entrar por completo.

— Hablando del rey de roma - la mención de Rouge no pasó desapercibida por él, quien malhumorado achicó los ojos para ver en su dirección — acércate querido, pensé que no ibas a venir.

— No iba a venir - afirmó con dureza — olvidé las estúpidas llaves de la casa y eres la única que tiene las copias.

Los ojos de Amy se iluminaron y sin perder tiempo, se acercó con la caja para dejarla casi frente a su nariz. Él la miró de una manera tan fría que la hizo estremecer, pero le sonrío abiertamente.

— Saca un papel, es para el intercambio. Espero no te moleste que te haya anotado sin antes consultar - dijo apenada — me emocioné demasiado cuando Rouge dijo que pasarías la navidad con nosotros.

Él frunció el ceño en dirección a la murciélago, odiaba cuando abría la boca para contar sus asuntos y, nunca había dicho que pasaría la navidad con la bola de tontos. Ella se escabulló hasta la sala para evitarse el regaño.

— No me gustan los intercambios - evadió la caja y divisó el bolso de su compañera sobre la barra, necesitaba las llaves.

— Será divertido, lo prometo - ella lo acompañó hasta la cocina, aún con la caja mientras intentaba convencerlo — quedan dos papelitos, sólo tienes que sacar uno y darle un regalo a la persona que te haya tocado.

Relató con facilidad las reglas, incluyendo el mínimo permitido para gastar, para los oídos de Shadow era imposible ignorar su voz, su perfecta audición lo interrumpía con la búsqueda por las llaves, la bolsa de cuero parecía infinita. 

Se giró hacía Amy con irritación y antes de contestarle, observó de pies a cabeza el extraño conjunto navideño que vestía. Un bonito vestido blanco con bordes rojos y unos guantes del mismo color, su diadema ahora cubierta por algunas piedras doradas y sus botas de invierno que le daban una apariencia adorable. 

Lo pensó por un momento, ¿Por qué una fecha tan normal como el resto parecía gustarle tanto? al grado de hacer semejantes tonterías como el intercambio o vestirse para la ocasión.

— ¿Entonces...? - ella agitó la caja tras acercarla, no dejaría de molestarlo hasta que tomara el papel.

Miró su cara aniñada y rodó los ojos antes de meter la mano y agarrar el dichoso papel, en cuanto lo tuvo ella lo detuvo antes de que intentara desdoblarlo.

— ¡No digas quién te tocó! tienes que mantener el secreto hasta que sea la fecha de la cena - este gruñó desinteresado más ella sonrió de vuelta — y recuerda comprar algo que sea de su agrado. 

— ¿Cómo mierda voy a saber lo que le gusta? ni siquiera me interesa - soltó de forma brusca, odiaba todo tipo de actividades que incluyera a los héroes. 

Antes de que Amy pudiera responder, escucharon algunas risas y gritos en la sala. 

— Amy ¿puedes ayudarme con las luces? - Silver se asomó desde el marco de la cocina con una extensión enredada por todo el cuerpo, algunas esferas se hacían enredado también y parecía un perfecto árbol de navidad. 

Ella se aguantó la risa poniéndose una mano en la boca y acudió a su auxilio. 

Mientras tanto, el azabache guardó el papel dentro de la bolsa de Rouge hasta que encontró las llaves. El día para él era desastroso con tanto trabajo pendiente en GUN, odiaba el papeleo y solo quería descansar. Se olvidó por completo el papel de intercambios y se fue de la casa sin despedirse. 

— Oye, maleducado- una bolita de papel chocó contra su rostro, arrugó el ceño y abrió los ojos con gesto agotado.

Agarró la bolita que quedó entre sus púas y volvió a recomponerse en el sofá, no podía tener unos minutos de descanso. Observó el rostro de Rouge y torció la boca con desagrado.

— Pensé que me traerías de regreso y tuve que volver caminando, el frío es horrible siento que se me congelaron las alas y luego mira ¡mis hermosas botas! - se quejó con molestia y luego se señaló las botas arruinadas — y deja de meter basura en mi bolsa, que no es cubo. 

Tras quitarse los zapatos, subió con escalofríos a su habitación mientras él se quedaba viendo el papel, ¿era algo importante? 

Al desdoblarlo recordó el tema del intercambio, algo ñoño. Pero cuando logró acomodarlo leyó el nombre y su cuerpo quedó estático. Ahora si el día se había echado a perder, apretó el puente de su nariz mientras suspiraba con derrota y se pasaba las manos por todo el rostro.

¿Qué iba a comprarle a Rose? 

Al día siguiente buscaba en su computador, abrió una página popular de compras en línea y no tenía la menor idea por dónde empezar. Trató de recordar algo, pero solo podía pensar en la ridícula ropa que a veces usaba y puso en el buscador "prendas femeninas"

— Ay Shadyyy, no pensé que te gustaran esas cosas - dio un respingo y se dio la vuelta muy ofuscado ¿estaba tan concentrado que ni siquiera se percató de su presencia? ella sonrió y soltó una carcajada al haberle sorprendido de esa forma. 

Gruñó y volvió la vista al ordenador mientras ella entraba en la cocina. 

— ¿Te tocó Amy verdad? - Rouge sonrió disimuladamente — no le compres ropa, será una decepción si a ella no le gusta. 

— ¿Rosa y con brillos no es suficiente? - espetó de manera brusca al estar tan frustrado. 

— ¿Por qué no vas a preguntarle a Sonic? debe saberlo. 

— No le voy a pedir ayuda a ese idiota - respondió tajante mientras cancelaba la compra y cerraba la pestaña. 

Horas más tarde, revisaba su celular múltiples veces esperando una respuesta cada veinte minutos para ver si había leído tan siquiera los mensajes, pero nada. 

Estaba en el centro comercial en una pequeña cafetería, las bebidas eran buenas y el café amargo le resultaba exquisito. Bebió un poco más para tratar de calmar su impaciencia hasta que escuchó la agitada voz del erizo. 

— ¡Perdón por llegar tarde! - dijo este para pasar a sentarse, luego sacó su celular y le mostró la pantalla destrozada — una señora arrolló mi celular cuando bajé del ZUber, espero que el ponche de huevo le resulte asqueroso. 

— Cómprate otro y ya - contestó sin mucho interés y el albino infló sus mejillas. 

— Mira quién lo dice, el favorito mantenido de GUN... - murmuró lo último a pesar de saber que lo escucharía, él lo miró como lo hacía siempre, molesto — En fin, ¿para qué me llamaste? 

— El intercambio navideño - continúo — me tocó Amy y no tengo ni puta idea de qué darle. 

Se encorvó un poco y notó en Silver un extraño brillo pícaro que le pareció tonto, este situó ambos codos sobre la mesa y se inclinó mientras formaba una sonrisa. 

— Solo diré que todo es una linda coincidencia - parecía hablar consigo mismo y comenzaba a molestarle no tener el contexto de la situación — En fin, ¿quieres que te ayude a encontrarle un regalo? 

Shadow asintió con los brazos cruzados mientras esperaba impaciente, la idea del regalo le comía la cabeza, si no hacía algo volvía a pensar en ella y en lo qué podría gustarle. Y si algo le molestaba al azabache era no tener el control, ni siquiera de sus propios pensamientos. 

— No tengo idea ¿Por qué no le preguntamos a Sonic? 

Shadow apretó sus labios e hizo lo mismo con los puños, no estaba de humor y nunca le pediría ayuda al farsante azul, ya se había rebajado un poco al contactar con Silver y que este le diera nada fue la gota que derramó el vaso de su vergüenza. Se levantó de la mesa bruscamente y dejó el café sin escuchar al albino. 

Silver se levantó rápidamente y comenzó a seguirlo mientras trataba pensar sin dejar de decir que lo esperara. Pero Shadow lo paró abruptamente al llegar a la esquina de la plaza, se llevó un dedo a los labios indicándole que callara y señaló con un gesto de cabeza la tienda de enfrente. 

Era Amy visitando una tienda, ambos se quedaron un tiempo observando desde la esquina como ella revisaba un bonito horno con descuento, además de una preciosa máquina para hacer café que era la que más le llamaba la atención. 

— ¡Por supuesto! a ella le encanta la repostería - Silver se golpeó la frente y Shadow rodó los ojos, cuando ella salió de la tienda con una pequeña bolsa, Shadow se acercó a la tienda y el albino le siguió. 

— Tch, si quieres que las cosas salgan bien hazlas por tu cuenta - dijo al entrar y al mirar la máquina de café le pareció lo mejor. Cuando una encargada se acercó pagó por ella y solo esperaron la entrega. 

Con la máquina en manos, bajaban al primer piso por las escaleras eléctricas mientras Silver revisaba las funciones que venían escritas en la caja.

— Deberíamos buscar una tienda donde puedan envolverlo - el azabache se limitó a escuchar mientras confirmaba si la marca era tan buena como la encargada le había dicho — ¡Mira, ahí está de nuevo!

Silver señaló hacía abajo, en una tienda de artículos deportivos. Shadow se fijó en que ella revisaba muy emocionada un par de guantes rosas de boxeo, pero cuando leyó el precio su expresión cambió a una decepcionante. 

— Creo que Knuckles y ella entrenan juntos - dijo el mismo.

Cuando Amy salió con las manos vacías, el azabache se acercó a la tienda y Silver no pareció comprender.

Después de unos minutos salieron de la tienda, siendo Shadow quien cargaba la bolsa con los guantes dentro. 

Al caminar hacía la salida, vieron a Amy cruzar el pasillo y se escondieron detrás de la fuente central para no ser vistos, ella observó en su dirección creyendo haber visto algo pero se encogió de hombros al no encontrar nada y se acercó a una tienda de brazaletes. 

Shadow asomó un poco la cabeza y se percató de un brazalete en especial que ella observaba con detenimiento desde la vitrina.

Por otra parte, Silver logró notar la importancia que Shadow le ponía a los intereses de Amy ¿No se suponía que ella no le importaba para nada?

La noche de la tan esperada cena llegó, y mientras todos disfrutaban de la comida, algunos ya estaban emocionados por abrir los regalos.

El pino estaba abarrotado, bolsas grandes decoradas con grandes moños junto con cajas en la parte de abajo. La más emocionada del grupo era Amy, le gusta a ver a sus amigos contentos.

Al terminar de comer se acercaron a la sala y comenzaron a repartir los regalos, Rouge gritó eufórica al desenvolver de una preciosa caja un par de botas nuevas marca Zuuci.

— ¡Las amo, las adoro! - chilló y abrazó a Blaze con euforia.

Mientras el resto continuaba, Amy encontró a Shadow mirando por la ventana la nieve caer, sacó entonces una bolsa de regalo y exclamó.

— ¡Felíz intercambio! - al decirlo, el azabache se giró con sorpresa y al verla su asombro incrementó.

Se tomó unos segundos para procesarlo todo y cogió la bolsa, no tenía idea de que ella fuera a darle un regalo.

— ... - no sabía qué decir, frunció el ceño al ver la bolsa entre sus manos y la abrió, era un disco de "Patrulla motorizada" una vieja serie policial muy difícil de conseguir.

Relajó su rostro y observó con detenimiento la portada ¿Cómo sabía que estaba buscando la serie? arrugó de nuevo la frente pensando que Rouge había abierto la boca de nuevo, pero ella tampoco lo hubiese sabido.

— ¿Te gusta? - preguntó ella con temor a la reacción.

— ¿Cómo sabías? - se dio cuenta algo tarde que su pregunta fue brusca, ella lo tomó como un regaño e incluso el resto de los presentes ya volteaban a ver la escena algo incómodos. 

— Cuando estuvimos de misión, sin querer vi tu computador y tenías el título en tu buscador. Empecé a investigar y un amigo mío había descargado la serie completa en buena calidad, así que le pedí que me diera una copia...

Se mordió el labio y apretó sus manos desviando la mirada, se sentía un poco avergonzada por hurgar en sus cosas cuando no debía. Le pareció una buena oportunidad aquella vez. 

Shadow vio como ella se enrojecía apenada y como era incapaz de sostenerle la mirada. Relajó su cuerpo tenso y metió el disco de vuelta en la bolsa, no podía culparla por revisar sus cosas cuando él la estuvo siguiendo por el centro comercial. 

— Está bien - dijo y ella lo miró esperando algo más — me agrada el regalo. 

Amy sonrió y se relajó, escucharon bulla en la sala nuevamente y Silver señaló tres regalos grandes aún debajo del árbol con expresión de asombro.

— ¿Ya todos tienen su regalo? que extraño, aún quedan tres- en efecto todos revisaron a su alrededor y mientras Silver se hacía el confundido tratando de empujar a Shadow, el azabache parecía de piedra.

 — Amy ¿ya recibiste tu regalo? - Rouge se unió a Silver, siendo parte de los incentivos necesarios para que Shadow diera un paso al frente. 

— No, aún no... - observó a todos incluyéndolo a él, cuando sus miradas se encontraron, tragó en seco y sintió la vergüenza subir por su cuerpo rígido. 

— Son para ti - dijo Shadow tan solo, tuvo que lidiar con las caras del resto, nadie lo esperaba ¿Shadow comprando regalos para Amy? ¡jamás!

— ¿Tu los compraste?, ¡¿todos son para mi?! - él asintió y desvió la mirada con poco rubor. Ella se acercó al árbol y comenzó a desenvolver y abrirlos todos. 

Chilló de emoción al ver la máquina de café, seguido de los guantes y al final, el precioso brazalete con dijes diferentes que vio en la vitrina ¿Cómo lo sabía?. En cuanto lo tuvo en sus manos se fijó en él y supuso que alguien tuvo que haberle ayudado.

Observó discretamente a Silver quien sonreía con complicidad hacía Rouge, ¿ambos le habían ayudado? que adorable.  

Amy no se lo pensó dos veces y se acercó de vuelta para abrazarlo con fuerza casi levantando sus pies del suelo, estaba tan contenta por los regalos y no sólo eso, definitivamente se había esmerado en conseguirlos y en investigar. No era del tipo que bajaba su orgullo para pedir ayuda. 

Shadow no pudo evitar sonreír discretamente, por alguna razón no le desagradaba el abrazo para nada, y su sonrisa, esa sonrisa resplandeciente con su dulce rostro era la mejor parte. 

— ¿Puede ser Shadow quien me regale algo en el próximo intercambio? - dijo Sonic al final refiriéndose a lo costosos regalos.



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