Bienvenido a Coffe-Key
Hoy sigue mi rutina en el Coffe-Key una pequeña cafetería donde mi amiga Cream y yo trabajamos diariamente.
Sonic mi mejor amigo viene por mi todos los sábados como es su costumbre, me espera al terminar el trabajo y juntos vamos a la casa de Tails para ver alguna serie.
Pero hoy no es así, un chico nuevo llega y alguien debe enseñarle lo básico. Cream se despide al terminar su turno y me dedico a acomodar los vasos de café mientras espero al chico, ¿Podrá hacerlo bien? espero que sí, ¿Cómo será su aspecto?...
Escucho el golpeteo en la puerta, observo y apenas puedo distinguir una silueta, creo que es Sonic, ¡le dije a ese tonto que no necesitaba venir por mi!. Me acerco con las llaves y abro la puerta directo a jalar a Sonic por la muñeca, lo jalo dentro y cierro la puerta de manera inmediata.
— ¡Tonto, te dije que no necesitas venir!, el chico está por llegar y necesito explicarle cómo se trabaja en el café.. – Me volteo y lo que miro me deja casi petrificada.
Un erizo albino me mira confuso mientras acaricia su muñeca, sus ojos miel me observan inesperados y curioso, es algo alto y se ve muy apuesto.
— ¡Lo siento!, yo pensé que eras otra persona, lo lamento tanto – Dije de avergonzada, ¡¿Cómo pude confundirme?!.
— Lo noté – Me dijo mientras formaba un sonrisa amigable, le devuelvo el gesto aún estando avergonzada — Tú debes ser Amelia, es un gusto, la señora Vainilla me dijo que serías como una tutora para mí – Sonríe mientras respira gustoso el aroma de café.
— Así es, lamento no saber tu nombre...
— Silver – interrumpe — ¿Qué es lo que tengo que hacer? – Pregunta emocionado mientras aprieta sus manos de forma contenta y entusiasta.
¡Esa es la actitud!, lo guío hasta la estación de café, donde le muestro las máquinas, la parte de la crema y como cobrar con la computadora nueva.
Le indico varios productos e incluso ingredientes que se encuentran guardados en la parte trasera por si llegan a terminarse tendrá que acomodarlos. Le muestro los precios de cada café y los horarios que debe seguir.
Estuvimos casi toda la noche ahí, yo enseñándole como se prepara cada café, las máquinas deben tener tanta cantidad de cafeína, algunas más, otras menos. Fue divertido mostrarle lo que debía hacer. Me recuerda a mí cuando llegué la primera vez.
Su risa, su sonrisa y su forma amigable que tiene conmigo, como si fuéramos amigos desde hace años me llena de confianza.
Al final termino por entregarle su uniforme. Sus ojos miel brillan contentos al recibirlo y no puede esperar. Decide probárselo, comienza desabrochando el cinturón de su pantalón y rápidamente cubro mis ojos para no verlo.
Escucho su suave risa seguido de algunos pasos, lentamente voy quitando mis manos y no veo a nadie.
Debe estar en el baño, lo espero paciente hasta que sale con una camisa color café con el logo de la cafetería en su espalda, una pequeña gorra negra y su mandil de color café claro y líneas blancas, incluso el pantalón de color negro.
Se ve muy bien.
Ya pasó más de una semana, él se acopló muy bien al ritmo de la cafetería, atiende con amabilidad a los clientes y trabaja de forma rápida y eficaz, se ha vuelto tan popular que más gente viene a la cafetería con solo el pretexto con verlo a él.
Cream ya no trabaja conmigo como antes, la extraño un poco, pero ahora se encarga de pagar los recibos junto con su madre en las oficinas mientras Silver y yo nos dedicamos a mantener la cafeteria en buen estado. Estoy feliz por ella.
Le gustaba atender a los clientes y es muy amable, pero ahora le toca el papeleo y su madre le paga un poco más.
Sonic no viene tan seguido por mí desde que Silver llegó, algunas veces él me acompaña a mi casa, cuando le conté Sonic le molestó la idea. Según él no debería tenerle tanta confianza a Silver.
Hoy sábado Sonic viene por mí, Extrañamente Silver está despistado desde la mañana, ha confundido cinco órdenes y tuvo que disculparse de forma avergonzada, no se que es lo que le ocurre pero debo preguntarle antes de que sus errores se vuelvan más frecuentes o aumenten. Se ve preocupado.
La cafeteria comenzó a vaciarse, quedando nuevamente los dos solos. Cerró la puerta del local mientras quitaba su gorra y pasaba sus manos por sus púas.
Se mira tenso, incómodo e incluso preocupado por lo que fuera que pase por su mente. Me acerco preocupada, me observa y aparta la mirada mientras se aleja al mostrador, cerrando la caja y apretando la gorra que tiene en su mano derecha.
— ¿Ocurre algo? – Vuelvo a acercarme, lo veo y me preocupa demasiado — Desde la mañana estas extraño, ¿qué pasa, sabes que puedes decírmelo verdad? – Levanta la vista y sus ojos sin brillo me dejan con duda.
— Voy a dejar mi puesto, Amy – Sus ojos reflejan la tristeza, ¿Se va...?
— Vainilla nunca me dijo de esto, ¿Por qué?, solo llevas como cuatro semanas, pensé que el trabajo te gustaba – Intento buscar una respuesta fiable, no tiene razones para irse, su universidad le queda cerca, el salario no es mucho pero tampoco es lo peor.
— El dinero en mi casa no alcanza, necesitaba otro trabajo y decidí dejar los estudios desde hace dos semanas – Ignora la mirada sorprendida que le dirijo, ¡¿Por que nunca me lo dijo?! — Encontré un trabajo distinto, aun así con ese trabajo y éste busque otro... – Rasca su cabeza incómodo ante la honestidad.
¿Tiene tres trabajos diferentes y todos los días llega con una sonrisa?...
— Silver... — Me quedo sin palabras, nunca me contó de su situación y no espere que fuera tan grave, nunca noté lo cansado que estaba por que lo disimula muy bien.
— Hablé con la señora Vainilla, ella aceptó el cambio de mí por el de mi hermano. Ahora él trabajará contigo – Esta vez, sus ojos me miraban suplicantes, pidiéndome perdón y sin dejar ese brillo de tristeza que lo invade al dejar el trabajo — De verdad que éste trabajo me encanta, trabajar contigo fue... una maravilla – Sonríe nostálgico, puedo sentir el leve sonrojo en mis mejillas la mencionarse.
— Tú sonrisas, tus charlas de motivación... todo me encantó – Acaricia mis manos con ternura, puedo sentir mi corazón palpitar tan rápido y como mi mente deja de pensar en todo problema — El olor a café en las mañanas será lo que más extrañaré de este lugar, en especial tú – Sus orbes miel vuelven a brillar, su rostro se acerca con lentitud, tiene ganas de besarme y no se que pensar, ¿debería...? mi vista no deja de mirar sus labios acercarse.
— ¿Esto es una historia romántica o una capacitación de trabajo? – Ambos nos giramos hasta el umbral de la puerta de servicio, la mirada rubí de un azabache me deja anonadada. Unos jeans negros y una chaqueta roja mientras come una de las paletas del mostrador.
Puedo sentir la tensión de Silver incrementar mientras aprieta mis manos con un poco de fuerza, me separo y el albino se acerca al erizo imprudente. ¡Estuvo a punto de besarme!.
— ¿Cómo entraste aquí? estoy seguro de que deje la puerta cerrada – Señala la puerta principal.
— Pero no cerraste por atrás – Menciona y se acerca observando la cafetería, el dulce que tiene en la boca es agrio, ¡iugh! yo los odio.
Su mirada se encuentra con la mía, es casi de la misma estatura que Silver, yo podría decir unos dos centímetros de diferencia, me mira de arriba hacía abajo examinandome. No puedo evitar sentirme incómoda ante la atenta mirada imprudente.
— ¡Deja de mirarme así! – Entrecierro mis ojos, mostrándome molesta mientras me cruzo de brazos llamando nuevamente su atención.
— Disculpa, ¿y tu eres? – Me pregunta, mientras Silver lo mira furioso y con los puños apretados.
— Trabajo aquí, si no tienes ningún asunto que hacer aqui te pido que te vayas antes de que llame a la policía, delincuente – Su mirada afilada me reta a continuar, se posa delante mío con su semblante rudo y yo no pienso cambiar mi postura.
— ¿Delincuente? veo que ya me conoces, niña – Sonríe divertido mientras mi enojo incrementa, ¡¿Niña?!.
— ¡Suficiente! – Nos interrumpe Silver alejando nuestra cercanía — Shadow, ella es Amy la encargada y la que será tu capacitadora de ahora en adelante, y Amy, él es mi hermano, Shadow – Mi semblante enojado cambia a suplicante, ¡No, por favor! — Por favor Amy, ¡Enséñale todo lo que sabes!, te prometo que mi hermano tratará de hacer su mayor esfuerzo – Inclina la cabeza, Shadow carraspea mientras aleja su mirada de Silver.
— Silver no tienes por qué hacer esto – Le digo y levanta la cabeza de forma lenta, un sonrojo cubre sus mejillas y rasca su nuca.
Sus orbes miel no brillan como antes, espero una respuesta positiva y dirijo nuevamente mi mirada a su hermano, no parece un sujeto de confianza por tales pintas, pero es hermano de Silver y él a dado tanto. Shadow no puede ser tan malo.
— Tranquilo, le mostraré al delincuente como se prepara un buen café – Sus ojos brillan esperanzados y le guiñó con seguridad. El azabache levanta una ceja
Una sonrisa sincera se forma en los labios de Silver, esta contento y me abraza con fuerza, susurra un "gracias" y se dirige al baño a entregar el uniforme.
Shadow y yo nos quedamos solos, escuchó como tira el palito de la paleta en el cesto de basura mientras estira los músculos de su cuello y estos suenan, me causa un escalofrío, podría romperse algo haciendo eso o lastimarse. Sus ojos rubíes son tan oscuros.
Se me acerca dejando casa nada de separación.
— No eres su tipo – Me dice, puedo sentir una ligera punzada en el pecho al escucharlo, se va al baño en cuanto sale Silver me mira sobre su hombro. Mi mirada cae en el albino que sale y le da una charla a su hermano en el pasillo
¿No soy su tipo?...
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