Hoy me levanté temprano, ¡esta mañana será la mejor!, o eso espero. Papá me prometió pasar el día conmigo, a pesar de que siempre se mantiene al teléfono y en su aburrida oficina, o detrás de ese computador blanco. Pero hoy será diferente.

Quité las cobijas color menta de mi cama y me levanté realmente feliz y emocionado, busque mi mochila rápidamente, guardando dentro una pistola pequeña de agua. Tambien busque mi pequeño arco de juguete con sus flechas, el parque debe estar lleno de niños y padres también.

Antes de salir recordé por completo la pijama que traía puesta, sin perder más tiempo me cambié y salí, corriendo por el pasillo y bajando las escaleras con rapidez, el olor a pan tostado llego a mi nariz, ¡La señora Vainilla debe estar preparando el desayuno!

Y era verdad, me acerque a la cocina y vi a la señora vainilla preparar pan tostado y meterlo en una bolsa de almuerzo para los patos, en el parque hay un lago y mi mamá me llevaba antes para darles de comer a los patos.

Agradecí y metí con cuidado el pan a mi mochila, después ella me sirvió un plato de frutillas y un vaso de chocolate tibio. Escuché a mi padre bajar por las escaleras, arreglado con uno de sus trajes de pingüino y su celular en mano. La señora Vainilla le acerco la taza de café cuando se sentó en la mesa, sin ni siquiera mirarme.

Iba a decirle un buenos días pero no me dejo ni hablar, su celular comenzó a sonar y contestó con voz irritada y cortante, debe estar enojado. Comí una de las uvas del plato un poco triste, los hombres de su trabajo nunca me dejan decirle buenos días.

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Apenas llevaba medio plato de frutillas cuando papá se levantó apresurado, tomando un último sorbo a su café mientras apagaba su celular.

- Se me hace tarde para la junta - dijo molesto - Vámonos Silver - Casi corriendo, se dirigió a la puerta principal, ¡Ni siquiera termine de comer!, iba a reprocharle pero si no lo alcanzaba lo más seguro era que me dejara encerrado de nuevo en casa.

Dejé mi plato de frutillas y corrí detrás de él, cargando mi mochila sin rendirme mientras él estaba por cerrar la puerta, logré llegar y cruzarla, lo cual me observó un una ceja alzada. Supongo que creyó que no iba a lograrlo.

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El carro de papá es demasiado grande, él está sentado a mi lado, pero parece que la distancia es mayor, su chofer Steven no es muy hablador, y me da un poco de miedo. Pero decido ignorarlo y sonrió, podré tener un día con mi padre y eso es lo que me importa.

Me da un poco de pena, pues al bajar del carro cuando estamos cerca de esos grandes edificios, la gente de alrededor nos mira asombrados e incluso se hacen a un lado cuando papá tiene que pasar. No entiendo porqué le tienen miedo, mi papá es genial, aunque algunos inservibles dicen que es como un chupa sangre, Oh cierto, ¿inservibles?, mi padre me dijo que podía decirle así a los señores y mujeres que trabajan aquí.

Así como a otra gente de la calle. Recuerdo que mi maestra anterior me dijo que eso estaba muy mal. Le conté a papá y después de eso no volví a asistir a clases con esa señora. Me gustaban sus clases, es una pena.

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Al entrar al elevador no podía evitar mirar a mi padre hacia arriba todo el tiempo, es el mejor, es un gran padre y lo quiero mucho, tenía ganas de abrazar su pierna pero...no le gusta que haga eso.

Supongo que ensucio su traje, y por eso se molesta.

Voltea la mirada y me mira apenas, le dedico una sonrisa y no me corresponde, papá a veces puede ser muy serio.

Las puertas del elevador se abren y mi padre es el primero en salir, después yo salgo mientras sigo a papá por los pasillos oscuros, le digo así por que la mayoría de los colores son apagados, en realidad todo el edificio parece mi casa, con los colores y la decoración son muy similares.

Llegamos a la gran puerta de madera, donde mi padre la abre como si nada, y es que yo intenté empujarla una vez y fue bastante difícil, ni siquiera pude moverla ni un poquito.

Mi padre me detiene la puerta y entró rápidamente, mirando su oficina grande y bonita mientras me siento en uno de sus sofás negros, me acomodo dejando mi mochila aun lado y él se va a su escritorio, buscando algunas hojas en blanco mientras yo observo otros papeles encima de una mesa.

- Tengo que ir a la junta, NO salgas de aquí por nada a menos que Rouge te lo diga, si quieres algo dile a ella, no toques mis cosas y... - Me mira mientras yo me mantengo callado y serio en mi lugar - No quiero desorden con ninguno de tus juguetes o haré que alguien los recoja y los tire - Sale por la puerta de madera.

Miro mi mochila, y entiendo lo de los juguetes, hace una semana mi tío sonic me compro unas figuras de acción y cuando vine a la oficina, los dejé regados por el suelo, papá se resbaló y realmente se enfado ese día. solamente se levantó del suelo y agarró las figuras, después solo vi como las tiraba al bote de la basura y me prohibió agarrarlas de nuevo.

Desde entonces no puedo sacar ningún juguete, ni siquiera en casa a menos que sea en mi habitación.

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Pasan horas y horas estoy acostado en el sofá, ya he caminado de aquí y allá, sentandome en la silla grande de mi padre pero sigo aburrido. Rouge me trajo un jugo de durazno mi favorito, y se lo agradecí mucho. Mi estómago aún ruge por que mi papá no me dejo acabar mis frutillas, y Rouge se fue a comer, no creo poder salir de aquí ni pedir comida. Y tengo el pan tostado en mi mochila...pero si me lo como los patos ya no tendrán que comer.

Realmente no sabia que hacer, solo mire las hojas regadas en la mesa de papá y se me ocurrió una idea, ¡Dibujar!, a mi mami le encantan mis dibujos y creo que tengo mi caja de crayolas en la mochila.

Saqué la cajita mientras miraba los papeles, y por atrás comencé a dibujar, haciendo algunos barcos piratas conmigo arriba de ellos, dirigiendo junto a mi padre, algunos otros eran yo y mi padre luchando contra los monstruos del lago. y por último uno donde estoy con mi mami en su florería. Ahora ella se encuentra en un viaje en parís, organizando una boda para una artista con ayuda de sus flores.

A veces me manda fotos o hablo con ella cuando Vainilla me dice como usar mi celular. Después de dibujar en casi todas las hojas, la puerta se abre y mi papá entra a la oficina, acompañado de una caja pequeña, y más hojas en sus manos.

Un compañero suyo lo ayuda y dejan las cajas sobre su escritorio, su amigo me observa y pone una cara de horror, ¿Qué sucede?.

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- ¡¿Cómo se te ocurre?!, ¡Esos papeles eran muy, MUY importantes Silver!, que parte de no toques nada es no tocar absolutamente nada, ¡¿Que no fue lo que entendiste?! - Sentía ganas de llorar, mi papá nunca me había gritado de esa manera, ni siquiera frente a alguien.

Me sentía muy avergonzado y decepcionado de mí, ni siquiera me atrevo a verle a los ojos, solo aprieto la caja de crayolas y miro mis pies mientras sorbo de mi nariz. No quiero que mi padre me vea llorar.

- Basta Shadow, fue un accidente, de seguro él no sabía que...

- ¡No Vector!, él es un niño mimado que tiene que aprender, él ya sabía que no debía tocar nada y aún así... - Suspiró, levante un poco la cabeza y lo ví, realmente me siento muy mal y arrepentido. No vi exactamente como pero sentí un jalón en mis manos, y cuando me di cuenta mis crayolas a no estaban en mis manos, papá las tenía y solo basto un apretón para que las hiciera añicos.

Sostuve las lágrimas en cuanto vi pedazos de las crayolas caer en su alfombra, después solo los echó al bote de la basura y regresó a su lugar, su amigo el cocodrilo me miraba con lastima y eso me hacía sentir aún más avergonzado.

Ni siquiera mire a mi padre y volví a sentarme en el sofá negro, agarrando mi mochila con fuerza por temor de que fuera tirarla o a romperla como mis otras cosas.

Papá a veces es muy malo conmigo.

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LLegó el momento de despedirse con estos últimos One-shots, y nada mejor que una despedida así.