- Ella no... ella jamás me dejaría solo, no, no lo haría... ¡no se iría sin mi!

- Sabes lo que le ocurrió a Amy, no va a volver jamás Shadow, es suficiente con todo lo que haces, ¡te haces daño y a nosotros también! - Las lágrimas de la murciélago no cesaban, el pecho del azabache comenzaba a doler

- No entiendo que pasa - habló sincero, pero sus amigos ya sabían la absoluta verdad. No se puede cubrir, existe y así será... Amy Rose no puede volver de la muerte

- ¿Sabes dónde está Amy Rose? - Le preguntó John, su terapeuta. El único que realmente quería ayudar a Shadow, le debía mucho a la rosada, la que alguna vez estuvo presente. Conocía a Shadow también, lo suficiente para querer ayudarle

- Esta aquí - Le contestó Shadow con neutralidad, alzando una ceja sin comprender, lo que el veía era la clara imagen de Amy a su lado, sentada en un sillón aparte

- Te equivocas Shadow, ya habíamos echo esto varias veces - John apretó el puente de su nariz un poco irritado, dolido más por la mente de Shadow que se negaba a comprender

Para todos era algo horrible, tener que sufrir los comentarios que el azabache hacia sobre Rose como si realmente estuviera ahí

- Sabes lo que ocurrió, ¿sabes que pasó el día de su aniversario? - La pregunta le ocasionó una punzada en el pecho, si, lo sabía y no quería decirlo. Quería seguir en su mentira

Negó con la cabeza, asustado y mirando al lado contrario de la habitación, mirando lo que él quería creer. A Rose de vuelta

- Parece que quieres que lo explique - Susurró John, sabiendo que Shadow sería capaz de escucharlo. Suspiró con fuerza tomando valor y se enfocó en ayudarlo - Amelia Rose, falleció el dos de octubre, en el puente de luces el día de su aniversario

El horrible sentimiento de opresión, debilidad, e impotencia rodeó al azabache, «¡detente, ella está conmigo!»
es lo que gritaba su mente con fuerza

- Ella...

- ¿Quieres explicarlo tú mismo? - John estaba seguro de que así podrían dar el siguiente paso

- Ella ni siquiera sabía que el puente estaba mal construído, ...fue mi culpa por invitarla ahí - Se lamentó, apretando su pelaje blanco y derramando varias lágrimas agrias

- No Shadow, no fue tú culpa, no tienes por qué culparte

- Ella... ella no lo sabía y, de pronto parte del puente... ¡maldita sea ella calló al río, la corriente y las rocas que hay debajo..!, ¡¿Por qué nadie lo aseguró?!, ¡¿Por qué ella tenía que sufrir ese error?!

Lloró, lo que no quería permitirle a John, no le gustaba que nadie lo viera dolido ni derrotado. Solo Rose era la única con el poder de consolarlo

- ¡Esos malditos constructores no hicieron nada!, ¡fue tan fácil arreglar su mugroso puente!... Amy no lo merecía, no tenía por que morir de esa forma... - Apretó la tela del sofá, cerrando sus ojos y respirando con dificultad

- Shadow, debes recordar que yo, y tus amigos estamos aquí para ayudarte... sabes bien que Rose no está aquí... tienes que dejar de imaginaria por que un día de estos puede ser peor, podrías comenzar a ver más cosas irreales. Puedes afectar tu salud - Explicó el terapeuta

- No quiero que se vaya, quiero seguir viéndola todas las mañanas, ¡¿es tan díficil de entender?!, ¡no voy a olvidarla de la noche a la mañana, y no lo haré! - Gritó con dolor, sosteniendo la mirada asustada y dolida de su compañero

- No pido que la olvides, nadie puede olvidarla...pero te aseguro que ella no querría esto, ella misma diría que deberías seguir tu propio camino. Shadow, no puedes quedarte atrapado

- ¿Y que tengo que hacer?... si la veo y sigue aquí, presente y sonriendo de forma melancólica, con lástima sin decirme nada - Shadow volteó de nuevo, mirando el sillón vacío donde se encontraba Amy. Eso es lo que veía él

- También la ilusión debe irse, intenta...
volver al puente de luces y despedirte, tal vez, ¿había algo que quisieras decirle...? - Pregunto curioso, podía ser un problema con su mente y de así serlo, solo tenía que decirlo. "Hablar", pero el azabache no quería hablar con nadie

Nadie merecía saber el secreto

Las manos entre los bolsillos de su chaqueta negra, miro con calma aquel puente que comenzaba a encenderse. Acercándose a paso lento siento seguido por una figura rosada

Amy, la Amy de su imaginación no dejaba de seguirlo, lo atormentada y John le había dicho que sería algo normal, su mente no para de hacerse aquella ilusión y no lo podría detener hasta completar lo que siempre quiso hacer

Tenía que despedirse, no olvidarla por que eso sería imposible.

Llegando a la mitad del puente, se detuvo. Tomando entre sus manos lo que parecía ser una pequeña caja color negra. Suspiro con pesadez

Notó de soslayo a la figura Rosa recarga sobre los barandales del puente, mirando el hermoso paisaje que el lugar regalaba y ofrecía

Shadow la miro, no queriendo se puso a su lado, dejando la Caja abierta mostrando el anillo de compromiso.

- Es, es mejor que te alejes por favor - Pidió a susurros, Amy levantó una ceja confusa, «No entiendo, ¿no querías que estuviera contigo por toda la vida?» musito con calma

- ¡Estas muerta! - Gritó dolido - Necesito dejar de verte, estoy loco y tú no me ayudas, molestas aquí, no eres real

«¿No soy real?» las palabras se escuchaban en su cabeza, tanto que comenzó a tener una repentina migraña insoportable, negó y ascendió no sabía que hacer para que ella se fuera

- Te amo Rose, y siempre lo haré... pero estoy loco y se que no puedes volver - Soltó lágrimas, limpiandolas con su brazo siendo brusco

- No me dejes ir, quédate conmigo, deja que me quedé - Se hacía el sordo, negando y apretando sus párpados

- Por favor vete ya - Suplicó cansado, las luces cambiaban de color mientras él se sostenía - No quiero verte más, no... no puedo - Se maldijo así mismo por ser tan estúpidamente débil cuando se trataba de la eriza

Al abrir sus ojos nuevamente, no encontró rastro de ella, en ninguna parte. Parecía haber funcionado a la perfección

¿Estaba arrepentido?, lo dudaba. Pero era lo mejor, sin Rose parte del mundo era aburrido. Tendría que vivir así.