Hunter

Shadow Pov

- Papi, ¿Podemos tener un perro? - Me pregunto White, mirándome con ojitos suplicantes mientras volvía la vista al camino. 

- No, ustedes tres lo dejarían tres o cinco días después de jugar con él, y luego yo tendré que cuidarlo - contesté girando el volante, entrando por una calle cerca de tiendas comerciantes, hemos hablado de este tema muchas veces y lo he dejado bien en claro. 

Pero son tan persistentes y molestos como es su madre, mire a Rose buscando apoyo, quien también me miraba esperando una respuesta aprobatoria, ¿De qué lado esta?. Es igual a esos tres.

- Eres tan malo y grosero con nosotros - Escuché a Silver quejarse, mirando por la ventana mientras Patrick solo se encontraba mirándome con sus mejillas infladas en puchero.

- No soy malo, estoy siendo estricto y realista, ustedes tres son demasiado caprichosos y tienen que entender - Mire a los tres sin desconcentrarme, gire por una curva.

Pasamos horas en la carretera, viajar para ver a Rouge y su nuevo bebé es muy cansado y estresante. Ella molesta y sin dormir por el bebé, y nosotros cuidando de tres niños inquietos y muy curiosos, ¿De quién lo habrán sacado?.

Más aún cuando los tres se ponen de acuerdo y usan el chantaje para que el tonto de Knuckles les regale chocolate a escondidas.

Las luces de la carretera no funcionaban del todo, la única luz presente era la que tenía mi camioneta, alumbrando el camino y teniendo cuidado por si algún loco andaba suelto.

No me percate del pequeño bulto que tenía mas enfrente, se arrastraba por el camino hasta que sentí el pellizco en mi brazo derecho causado por Rose frenando con cuidado. 

- Shadow, no quiero hablar fuerte, creo que hay un perro en el camino y esta lastimado - Me susurró con cuidado, gire mi vista a la parte trasera de la camioneta. Los niños dormidos y Silver soltando baba en el hombro de Patrick. 

- Lo sacaré del camino - Abrí la puerta de la camioneta y encendí las luces por si algún carro venia detrás. Ahora es un perro el problema.

Salí de la camioneta, buscando al cachorro con mis ojos hasta encontrarlo arrastrándose en el suelo, la parte de su cabeza un poco lastimada y con sangre corriendo, sus dos piernas traseras de peor manera y gimoteaba de dolor. 

Con cuidado lo tomé entre mis manos, quitándolo del camino dejándolo sobre un jardín del otro lado de la carretera, seguía gimoteando, podía sentir mis púas tensarse ante los sonidos de dolor. Maldito quien le haya hecho daño a esta pobre criatura. ¿pero qué puedo hacer?.

Se ve demasiado lastimado para ayudarlo en estos momentos. Ingresé de vuelta a la camioneta, quitando mis guantes ensangrentados primero, me senté y le entregué los guantes a Rose. su boca se abrió con sorpresa y sus ojos se volvieron cristalinos, ya podía verla llorar por el sentimiento.

Cerré la puerta cuando ambos escuchamos los gimoteos del cachorro.

- Papi, ¿Por que el cachorro esta en el jardín?, ¿podemos ayudarlo? - Preguntó White de forma inocente, las luces del carro no llegaban hasta el jardín, por lo tanto, ella no podía ver el estado del cachorro. ¿cómo explicarle a tu hija algo así?.

- No podemos - conteste normal, poniendo las llaves en su lugar encendiendo la camioneta.

- ¿Vamos a dejarlo ahí? - Esta vez me preguntó Patrick, mirando de igual manera por la ventana sacando una pequeña lámpara de su kit aventurero. 

- ¡Espera Patrick! - Rose intentó detenerlo pero fue demasiado tarde, la luz se había encendido y el cachorro gimoteo de nuevo al encontrar la luz - Oh no...

- Es mejor irnos - Arranque el carro mientras manejaba con cuidado, mire por el retrovisor como White y Patrick aun seguían mirando por la ventana como nos separábamos del cachorro.

- ¡Papá regresa! - White pidió suplicante, queriendo bajarse de la camioneta golpeando el vidrio con sus manitas.

- Basta white, no podemos ayudarlo - Le dije al momento de verla con seriedad, no quería que se hiciera daño. 

- Shadow, tal vez, si lo llevamos a una veterinaria podamos ayudarlo - Rose me miró suplicante, nos alejabamos muy poco y nos acercabamos a una curva de retorno, ¿Volver o no hacerlo?.

- ¿Vas a ser tan malo para dejarlo morir papá? - Escuché la voz de silver, quien se encontraba en medio de sus hermanos mirándome con desilusión, decepcionado de mí mientras agachaba la mirada.

Después White y Patrick se sentaron de vuelta, guardando silencio mientras pasábamos el retorno y White sostenía las lágrimas por aquel cachorro. Rose ignoraba mi mirada en el trayecto, un tanto desilusionada también.

Me voy a arrepentir por esto. Detuve el carro y me fije en la reversa, mirando de nuevo y regresando por el retorno para ir por ese cachorro. Los ojos de los cuatro que me acompañaban me miraban sonrientes, con esa pizca de ilusión de nuevo en sus ojos mientras regresamos por él.

◇☆★☆★☆★☆◆

Al bajar de nuevo, esta vez White me entregó una de sus mantas para cobijar al cachorro, el pequeño solo gimoteaba de dolor y el frío se apoderaba de su cuerpo. Lo subí a la camioneta, entregándolo a Rose quien lo sostenía con cuidado ante las miradas curiosas y lastimosas de mis hijos.

Conducí a la veterinaria, solo espero que aun este una abierta, o en el peor de los casos estos niños verán al pobre morir aquí.

Aumente la velocidad de la camioneta, buscando de nuevo en los centros de comercio alguna veterinaria, algún hospital canino o a alguien con especialidad que pudiera ayudarnos. Hasta encontrar por suerte y tal vez por milagro una clínica abierta. 

Rose bajó con rapidez en cuanto estacione la camioneta, seguida por los tres de mis hijos entrando a la clínica dejándome solo, preferí esperar aquí dentro; me acomode en el cómodo asiento mientras descansaba la vista unos momentos. Dejar a un ser indefenso es horrible, lo sé. Pero se que esos niños van a encariñarse con él, además tiene pocas probabilidades de sobrevivir. Me lo veo venir. 

Escuché el golpeteo suave de la puerta, abrí mis ojos y abrí la puerta con cuidado, viendo como silver me esperaba alzando una de sus manos para que la tomara. Suspire cansado y la tome sin problemas, ahora él me llevaba dentro de la clínica donde lo primero que vi fue a Patrick y White junto con Rose en recepción.

White llorando mares y Patrick con preocupación y su mochila de aventurero. Los tres me vieron entrar y una ilusión mas apareció en sus ojos. 

- Papi, ¿puedes prestarme dos pesos para ayudar al perrito? - Pregunto inocente mi hijo albino, mirándome con ojos suplicantes mientras rascaba su cabeza avergonzado.

Mire a mi esposa quien me decía algo con su boca, formando la palabra "Mil", y abrí mis ojos como platos al entenderlo, dos mil por ayudar al cachorro, el dinero no me preocupa, GUN me recompensa muy bien por mi trabajo pero. ¿Realmente vale la pena pagar tanto por él?.

Sentí un jalón en mi pierna, ahora White y Patrick también estaban junto con Silver, los tres agachando sus cabezas mirando el suelo con los ojos acuosos de querer llorar.

- Prometo que no comeré chocolates por una semana....y que me comeré todo el brócoli que quieras papá - Me aseguró Patrick con valor y su voz romperse por las lágrimas. 

- Yo prometo no dejar mis dibujos regados por la casa papi - Completo White, Oh dios, se por donde va esto. 

- Por favor - Suplicaron los tres, al tiempo que sacaban los pocos centavos y monedas que tenían dentro de la mochila de Patrick.

Observé el bulto que Rose traía entre manos y como su pequeña nariz salía de entre las cobijas, No puedo decirles que no cuando se ponen así.

◇☆★☆★☆★☆◆

Después de una semana de dinero gastado en medicamentos para el cachorro, el pequeño no obtenía mejoras pero los niños siempre estaban y querían estar al tanto de lo que ocurría, con Rose llevándolos los fines de semana a visitarlo y llevando regalos para perro que seguramente el pobre no podría consumir.

Pero ellos esperaban ansiosos a que llegara, comprándole una cama y varios juguetes junto con comida. Pero les advertí que el cachorro no se quedaría con nosotros, buscaríamos una familia para él y ellos a duras penas aceptaron. Después de todo solo querían que el perro se encontrará mejor.

Y sin querer, quieran creerlo o no, el perro se veía tan débil cada vez que íbamos a visitarlo, aunque puedo jurar, que tal vez se mantenía fingiendo por mi hijos, algo extraño.

Y desde ese día, como nos despedimos de él al salir de la clínica, pude sentir ese extraño sentimiento reconfortante de alivio, como si el cachorro nos agradeciera la ayuda, el tiempo y el dinero invertido en él.

◇☆★☆★☆★☆◆

Al día siguiente, la mañana del siete de agosto, el cachorro falleció en la clínica. La enfermera nos habló por teléfono y lo único que quedaba del ya pobre cachorro eran los recuerdos.

Suspire resignado sin nada más que hacer, mirando como Amelia me abrazaba con fuerza, ella tambien le había agarrado cierto cariño. 

¿Y cómo no?, si ella tiene ese gran corazón que tanto enamora.

Ambos tuvimos que mentir a nuestros hijos, diciendo que el pequeño cachorro se había recuperado y ahora estaba muy feliz con su nueva familia, hay cosas que son mejores como un secreto. Así, las mentiras a veces no afectan el corazón de otros; Terminé de poner el dibujo de Hunter en el refrigerador.

White había dibujado al cachorro mucho antes de su muerte, teniendo el dibujo en su habitación, ella me pidió que lo pusiera aquí y eso hice y aunque Hunter no tenga realmente una familia ahora, se podría decir que nosotros lo fuimos durante ese corto tiempo.

---------------------------

En memoria del pequeño cachorro real.
Agradecimientos a mi dentista por la hermosa historia que relató, que os juro que llore en su consultorio. Y que sus hijos aparte son todo un amor.

Me hacen querer tener unos como los suyos :'c























Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top