- Papá, tengo novio.

El azabache sobresaltado escupió el café confundido y enojado, ¡No podía ser posible!, ¡Su pequeña no podía tener novio!.

- No, no, y ¡NO!, no te merece, eres demasiado pequeña para tener uno - Se cruzo de brazos molesto, no iba a permitirlo.

- ¡Tengo diecisiete años!, además, mamá estuvo de acuerdo - Sonrió triunfal alejándose de la cocina, podía sentir el aura negativa que desprendía su padre.

Sabia que la noticia afectaría a su Papá, pero debía saberlo tarde o temprano.

El azabache podía sentir toda esa ira rodearlo, ¡¿Quién era el desgraciado que estaba con su hija?!. Solo alguien tenía la culpa, su hermosa esposa rosada.

- Buenos días cariño - Su voz se escucho en la cocina, la observo acercarse con una sonrisa inocente, esperando no ser regañada por su esposo.

Se encogió de hombros al ver la mirada de desaprobación de su esposo. ¿Qué iba a hacer?

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- No podemos hacer nada, debemos dejarla ser feliz - Sirvió de su taza de té, amaba el aroma de la manzanilla en la cocina y el sabor caliente que relajada su cuerpo, era perfecto.

- No lo entiendes, White es, única, ¡Es perfecta!, merece lo mejor, yo tengo que asegurarme que el chico sea el adecuado - Recalcó molestó.

- ¿Piensas dejarla soltera para siempre?, ¡Vamos Shadow!, ¡Déjala madurar!, Yo aun recuerdo cuando tu y yo teníamos nuestros encuentros secretos a esa edad...- Suspiró con nostalgia, cierto aire coqueto y un corto y lindo sonrojo en su rostro.

- Eso es diferente - Dijo el azabache, sonrió recordando los momentos. Algo que no se arrepentía, momentos en los cuales ambos podían divertirse y escapar entre la obscuridad.

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El sonido del timbre alarmó a Shadow, ¡Era él!, ¡Debía ser él!. El novio de su hija.

Con velocidad llegó hasta la puerta, la abrió revelando a un lobo albino, ojos anaranjados y cabello peli rojo.

- ¡Buenas noches señor!, es un placer conocerlo - Entró a la casa con normalidad, sin afectarse ni asustarse con la presencia del azabache.

El par de hermanos miraban asombrados desde la sala como el lobo desconocido entraba y saludaba a su padre sin problemas, sin sudar, ni asustarse ante la retadora y amenazante presencia del azabache.

Extraño, fue lo que pensaron.

- Valla, es un gusto conocerte, White me ha hablado mucho de ti - Se acercó emocionada la eriza saludando al lobo cordialmente.

Aceptando gustoso el saludo, sonrió amable, esa sonrisa, le recordaba a alguíen.

- Es un gusto para mi conocerla señora Rose, mi padre me ha contado mucho de ustedes dos - Comento divertido, la pareja de casados se miraban sin saber que decir, ¿De dónde era este chico?.

- ¿Cuantos años tienes? - Fue lo primero que pregunto el
azabache.

- Tengo veinte señor - Shadow fruncido su ceño, quería saber las intenciones del chico, era muy mayor para su hija, pero quien era el para decirlo, si tenía mas de cincuenta años.

- Soy Patrick, hermano de White - El azabache se acerco tranquilo, saludando y conociendo a su cuñado.

- Yo soy Silver, cuida mucho de ella, puede ser...muy orgullosa y testaruda - Rasco su nuca un poco incómodo, el lobo solo ascendió riendo, conocía a la perfección a su chica.

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- No me gusta, no lo apruebo - Susurró Shadow.

– Shadow, intenta llevarte bien con él en la cena, tal vez tengan algo en común - Amy sacaba del refrigerador una ensalada con tomate y lechuga.

– Dudo mucho que tengamos algo en común.

– Hazlo por White, sabes que es muy difícil para ella - Suspiro rendido, su esposa tenía razón, no podía aceptarlo del todo, pero tenía que intentarlo.

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– Entonces, Logan, ¿Qué te gusta hacer?, ¿Qué es lo que haces todos los días? - Pregunto interesado el azabache, Patrick podía ser muy curioso y entrometido.

– Bueno, practico artes marciales, hacía natación, trabajo en un laboratorio con mi padre y también trabajo medio tiempo en un café, ahí fue donde conocí a White - Observo a la albina con una sonrisa - Y por ahora también estudio gastronomía, ¡Amo la comida!.

¿Artes marciales?, pensaba Shadow, ¿Gastronomía?, pensaba Amy.

– Uh~ Sacaste el paquete completo hermanita - Patrick le Guiño un ojo divertido a su hermana. Aunque solo recibió una patada por debajo de la mesa por parte de ella. Y una mirada molesta de su padre.

– Eso es asombroso Logan, espero con ansias que vuelvas a la casa y practiquemos algunas recetas - Comentó Amelía con emoción.

– Será un honor para mi deleitarme de su comida señora Rose, con usted a mi lado estoy seguro que seremos un magnífico dueto de cocina - Sonrió coqueto.

– Solo dime Amy - Sonrió divertida, Logan era un gran sujeto.

– ¡Ejem! - El azabache aclaró su garganta un tanto celoso, ¿Ese niño le estaba coqueteando a su esposa?, que ni lo pensara.

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En cuanto a la cena, transcurrió mejor de lo que White esperaba, Su novio Logan se integró como si ya los hubiera conocido desde antes.

Sonriendo, riendo, haciendo comentarios de vez en cuando sobre algún tema o las excelentes habilidades de Logan para hacer cualquier cosa.

Era perfecto.