Colapso

Niki, alfa de 29 años, casado y con un hijo de 6 años, abría un libro de recuerdos que tenía con su esposo.

-Papá, ¿Mamá era así cuando era joven?- preguntaba el pequeño niño sentado a su lado.

-Así es, Beomgyu, cuando mamá tenía 17, su pelo era ondulado, utilizaba lentes redondos y era el omega más hermoso de toda la preparatoria- Beomgyu, así se llamaba su pequeño hijo, Nishimura Beomgyu.

-¿Este eres tú?- señaló una fotografía algo borrosa.

Niki rió recordando el momento en que la fotografía fue tomada, era una fotografía de él tomada por Sunoo, cuando todavía eran mejores amigos.

La fotografía fue tomada de imprevisto de Niki en una fiesta, de alguna manera, en su rostro se había pegado un poco de brillantina de uno de los globos que explotó a su lado.

-Así es, mamá me tomó la fotografía.

-¡Él es el tío Sunghoon!¡Y él el tío Jake!- Señaló a dos jóvenes de 18 años que nadaban en un río.

-Wow, hace tiempo que no veía esta fotografía- pasaron ya 13 años desde que se tomó -fue mucho antes de que naciera tu primo Minghao- no eran familia de sangre ni nada, pero eran tan cercanos que se trataban como familia.

-¿Quiénes son ellos?- señaló una fotografía de un omega y dos alfas haciendo una pose extraña para la fotografía.

-¿No los reconoces?- Niki limpió un poco el polvo que había encima de la fotografía -Si son los tíos Jay, Jungwon y Heeseung.

-Oh~~- ahora si se parecían.

-¿Mamá era modelo?- señaló unas fotografías en seguidilla de Sunoo en la playa.

-No, pero ¿Verdad que podía ser uno?- en todas las fotografías se veía tan bien, sus ojos tan bonitos y su hermosa sonrisa.

-¡El tío Jungwon!- señaló una fotografía cuando Niki pasó de página -¿Quién es el bebé?- Jungwon sostenía un bebé de aparentes 6 meses en brazos.

-Eres tú- Niki rió -ese día te dejamos en casa de tus tíos porque tu mamá estaba en cel-- no podía decir eso delante de su hijo -estaba enfermo y no quería que te contagies- cambió rápidamente sus palabras.

Creyó que el libro de fotografías había terminado, pues Sunoo siempre decía que lo demás del libro era para sus "aventuras", viajes y todas las cosas locas que harían juntos, pero con la llegada de Beomgyu, ya no fue posible.

Pero cuando estaba cerrando el libro, lo vio más grueso de lo que debería ser, así que pasó a la página siguiente, que tenía de título "La aventura de estar contigo" con letras escritas a mano.

La primera fotografía era una de ellos dos, en su segunda cita, hace 12 años.

La segunda fotografía era del rostro dormido de Niki, con su mejilla siendo apretada por una de las manos de Sunoo, otra de las fotografías era de cuando se hicieron novios oficialmente hace 11 años, de sus manos entrelazadas con los primeros anillos de pareja que tuvieron.

-Oh... mi amor...- miró una fotografía de Sunoo colgando de un árbol sosteniéndose con sus piernas, luego otra donde se toparon con el final de un arcoíris y Sunoo tenía el pelo pintado de diferentes colores que combinaba con aquel hermoso fenómeno natural.

Abajo de esas fotografías estaba una fotografía de Sunoo presumiendo su anillo de compromiso siendo alzado por Niki quien también presumía su anillo.

La foto de su matrimonio, las fotografías de la fiesta de matrimonio, su luna de miel.

-Eres...- balbuceaba mirando una fotografía de Sunoo con una prueba de embarazo positiva haciéndose el sorprendido, pues fue él quien planeó todo para poder quedar en cinta.

Fotografías de Niki saliendo a buscar sus antojos de media noche, doblando ropa de bebé, pintando la habitación de su hijo.

La primera fotografía después del parto, los primeros pasos de Beomgyu, su primera fiesta de cumpleaños, su primer día de kinder, Sunoo desfilando de champiñón y Beomgyu de 4 años vestido de árbol.

Y la última fotografía, tomada por Beomgyu de sus padres bailando un vals en la cocina.

-Extraño a mamá- Beomgyu habló -¿Cuándo volverá?

-No lo sé...- besó la frente de su pequeño hijo.

Sunoo, hace un año y dos semanas que estaba en coma, un día, antes de recoger a Beomgyu de la escuela, un tiroteo se hizo presenta en la calle por la que pasaba, perforando su estómago, los doctores hicieron todo lo que pudieron, y ahora estaba postrado en esa cama, desde hace 12 meses y medio.

Solo pido una señal...

Sin Sunoo, le era tan difícil continuar, pero estaba su hijo a su lado, él era la razón de ir a trabajar todos los días, por él no se rindió hace tiempo, por él sus esperanzas seguían vivas.

Quiero abrazarte otra vez.

Quiso hablar pero una llamada a su teléfono lo interrumpió.

-¿Si?

-¿Usted es Nishimura Riki?

-Así es...

-Su esposo, el señor Kim, sus signos vitales volvieron a la normalidad hace 7 minutos.

Niki se quedó en shoock, todo este tiempo, sus signos vitales eran lentos e indicaban que no despertaría pronto, pero esto, era una señal realmente buena, significaba que despertaría en 4 semanas o menos, en cualquier momento.

-Se le están haciendo estudios, sus feromonas volvieron y están algo descontroladas, si usted podría venir en este momento para--

-Estaré ahí enseguida.- colgó la llamada, sintiendo algo en su corazón que hace tiempo no sentía. -Mi amor, te llevaré a la casa de los tíos Jake y Sunghoon, ellos te llevarán al hospital conmigo y con mamá después.

-¿Mamá volverá?

-Creo... que si- levantó a su hijo para llevarlo a su automóvil y dejarlo donde sus tíos, explicándoles la situación.

Condujo rápidamente hasta el hospital donde Sunoo estaba internado.

Me haces tanta falta.

Estacionó y entró al ascensor para llegar a su habitación

La casa se siente vacía desde que te fuiste.

-Sunoo...- aún estando en el pasillo sentía su aroma, sus feromonas, las estaba liberando.

De su habitación salió un doctor, pero no preguntó nada o algo, solo necesitaba ver a su omega.

Y ahí lo vio, sentado en esa camilla en la que había estado postrado por 54 semanas, entonces volteó su cabeza un poco y conectaron miradas.

-Sunoo...- el alfa se puso a llorar mientras abría sus brazos para poder abrazar a su omega -M-me hacías tanta falta, y-y las fotografías... yo...

-Niki...- su voz era delgada y suave, lo calmó por completo -volví- le sonrió otorgándole paz en su corazón, acarició el rostro de su alfa.

-No vuelvas a hacer algo como eso- no quería dejarlo ir otra vez, tomó su cintura y besó su suave y esponjosa mejilla, el alfa era un manojo de sollozos y lágrimas.

-No pretendo irme otra vez- intentaba secar todas esas saladas lágrimas que caían de sus felinos ojos.

Se miraron y sin soportar más, sus labios se unieron con suavidad y dulzura, como Niki extrañó tanto en todos esos días.

Ahora... ahora soy feliz.











Cami~

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