— ¿Tu esposa? Jungkook de qué está hablando esta señora.

— Dile cariño, dile que mientras él fantaseaba con tener un romance con su jefe por un papel en una película de quinta, yo te esperaba en casa siendo tu mujer oficialmente ante la ley.

— ¿Jefe? ¿Jungkook de qué está hablando?— Taehyung se veía cada vez más desconcertado por todo lo que estaba revelando Jennie.

— Cariño, no les dijistes que esta productora y todo en lo que está pisando es tuyo, que tú pagas su salario, que tú la compraste. Si no les dijiste la verdad, ¿qué se supone que haces aquí?

Taehyung sentía que su cabeza daba un gran tumbo, cada palabra le demostraba que no sabía nada de la persona con la que compartió su vida por un año entero.

— ¡Cállate Jennie! No tienes nada que hacer aquí, lárgate de una buena vez— Jungkook estaba a punto de perder los papeles en ese momento al ver a Taehyung en tan mal estado— Tae mi vida, yo...— una fuerte cachetada le cayó haciendo que su casi caiga al suelo.

— ¡Jeon Jungkook o como quieras llamarte, en mi vida quiero volver a verte! Te odio y jamás voy a perdonarte esto, eres un hijo de puta. Jugaste con mis sentimientos. ¿Te parecía divertido jurarme amor todos los días para luego pasar las noches con tu esposa? Te odio, no quiero verte jamás.

— No Tae por favor, debes escucharme. Yo nunca me he burlado de tí o he jugado con tus sentimientos. Yo iba a decirte la verdad, todo. Además los papeles del divorcio ya están firmados, yo quiero de verdad tener un futuro junto a tí.

— Eres tan descarado Jungkook, sigues mintiéndole al pobre chico. Nosotros no nos vamos a divorciar, además vamos a tener un hijo

Esa fue la gota que rebasó el vaso, Taehyung se soltó del agarre de Jungkook y salió corriendo de ahí seguido por Jimin y Eun-woo; mientras todo su mundo y planes de futuro se destruían Jennie se reía de todo el esèctáculo que había montado.

— ¿Creías que no me daría cuenta Jungkook? El otro día tu asistente se equivocó y mandó los papeles del divorcio a la casa, ahí supe de tus planes. Luego te seguí y vi cómo lo tratabas a ese actorcito de quinta, esto es lo menos que te mereces por tratar de dejarme. Tú y yo no vamos a divorciarnos nunca, tenlo por seguro eso.

— Eres una víbora, ahora entiendo porqué mi madre no quería que me casara contigo y yo como tonto te quise, te perdoné tus infidelides y nunca te armé ningún escándalo hasta traté de arreglar nuestro matrimonio. Para una vez que encontré a alguien que me quisiera y me respetara por amor y no por quien soy o mi dinero, y lo alejaste de mí. Esta vez no te lo voy a perdonar tan fácil, nuestro divorcio se celebrará sí o sí y vamos a ver quien aguanta más porque tú comenzaste esta guerra entre ambos y no me pienso perder.

— Mucha suerte cariño porque no me iré con las manos vacías y si para eso debo sacar todo a la luz lo haré.

Ambos cortaron la batalla de miradas, Jennie salió de ese edificio decidida a dar el mayor escándalo que cualquiera pudiera imaginar en contra de su futuro ex marido, llamó a varios periódicos y revistas de prestigiosa reputación y vendió la exclusiva de la infidelidad de su marido con un actor porno amateur.