Taehyung había tomado una decisión, regresaría a su ciudad natal. Se sentía profundamente agradecido de que sus padres estuvieran disfrutando de unas merecidas vacaciones en Estados Unidos, gracias a él, lo que significaba que no se enterarían de todo el escándalo que había ocurrido. Aunque ya habían pasado semanas desde que los rumores y la persecución habían cesado, sabía que no podía quedarse más tiempo en Seúl.

Su carrera como actor estaba prácticamente terminada; no podía volver a la compañía y no tenía intención de hacerlo. Además, aunque intentara unirse a otras productoras, sabía que, debido a los escándalos, no lo aceptarían o le ofrecerían menos de lo que realmente merecía por su trabajo. Esa misma tarde, tomaría un tren hacia Daegu, llevando solo lo necesario para el viaje, y en un par de días, le enviaría Jimin el resto de sus cosas a su casa una vez hubiera cambiado su número de teléfono.

Salió dando el último vistazo a la que fue su hogar durante varios años, donde vivió muchos de sus mejores momentos así como aquellos caóticos acontecidos recientemente. Subió al uber que lo esperaba en la entrada de su edificio, no quería llamar la atención así que irse solo sin que nadie lo supiera era lo mejor; sabía que Jimin estaba informado que cuando se fuera tardaría unos tres o cuatro días en contactar con él y darle las reseñas para que le mande todas sus pertenencias así que no habría problema.

Iba mirando por la ventanilla del auto, un trayecto de quince minutos no eran para tanto, solo se dispondría a ver aquellos lugares donde había pasado buenos tiempos, la cafetería donde se conoció con su mejor amigo, aquel restaurante cerca de casa que frecuentaban todas las noches que volvían tarde de grabar y no querían cocinar, aquel gimnasio donde se apuntaban a inicio de año y a mitad se salían porque les daba pereza ir o la primera vista que tuvo cuando llegó de Daegu con una pequeña maleta cargada de poca ropa pero repleta de sueños e ilusiones.

Ahora volvía a sus orígenes pero lo hacía con el corazón roto y todos sus sueños arruinados. Él quería crecer dentro de industria cinematográfica, el iniciarse como actor porno fue algo que nunca imaginó pero aquel sustento le ayudaba para costearse sus clases de saxofón y deseaba sacar bastante dinero como actor para en pocos años retirarse y poder ser el integrante de algún grupo de jazz y tocar en el bar que tenía pensado montar con su mejor amigo. Todo quedaba en el pasado, como aquel amor que solo había sido una bella mentira en la que vivió por un año.

Si bien no supo en qué momento el conductor del uber no siguió el camino marcado, solo sus pensamientos le dejaron ver todo lo que estaba ocurriendo cuando las luces de la ciudad se alejaban de ellos, volviéndose más y más diminutas a cada que el auto se alejaba. Primeramente checó la aplicación por si su destino fue modificado en uun error informático, le avisaría al conductor y todo se solucionaría; pero al comprobar que su conductor había marcado el viaje como no presentado lo supo, algo iba mal y lo estaba siendo llevado por un desconocido.

— ¿Qui- Quién eres? ¿Qué quieres de mí?— en ese momento el cristal de la parte trasera del Tesla se subió sin más y un humo blanco comenzó a llenar la cabina dejando inconsciente a Taehyung.

Cuando Tehyung despertó se encontraba atado de pies y manos a una cama, no sabía en donde se encontraba pero sí tenía claro que esto era cosa del conductor falso de su uber, Por más que trataba de soltarse no podía y las cadenas se estrechaban cada vez más haciendo que sus muñecas sangren; pero no se rendiría, él no se quedaría esperando la muerte sin tratar de soltarse.