Santuario

Transcurrieron las horas y los caballeros encargados de hacer la guardia se dirigieron a sus Templos.

Estaban exhaustos pero por fin podrían ir a descansar, el Patriarca les permitió descansar en la mañana pero en la tarde deberían de hacer su entrenamiento.

Casa de Marín

Marín se despertó temprano, como casi todos los días, salió de su cama y luego procedió a tender la, preparó su café con leche junto con unas tostadas y tomó asiento para degustar su desayuno.

Regresó a su habitación para vestirse, se peinó y una vez alistada se colocó su máscara.

Marín se encontraba lista para ir al campo a entrenar con sus compañeras.

Al abrir la puerta se encontró a Shaina quien justamente iba a tocar la puerta.

— Oh Shaina ¿Ocurrió algo? — preguntó un poco sorprendida ya que siempre se veían en el campo por las mañanas.

— Marín te vine a buscar para ir juntas, luego del entrenamiento te quiero comentar algo. — comentó Shaina.

— Sabes que detesto que hagas eso, mejor dímelo cuando lo tengas que hacer y no dejarme con la duda. — declaró, no era la primera vez que le dejaba con la duda, le intrigaba mucho el saber que diría, pero a Shaina le gustaba dejar a su amiga en suspenso.

Continuaron su camino y hablaban de cosas triviales hasta que Marín le preguntó por su novio.

— ¿Cómo van las cosas entre Aldebarán y tú? — preguntó curiosa.

— Es sobre eso de lo que te quería comentar. — respondió — Pero tendrás que esperar para que te lo diga. — anunció riendo un poco.

— ¿Te gusta ser misteriosa verdad?— cuestionó resignada.

— Si, la verdad es que si me gusta mucho. — soltó una sonora carcajada.

Las horas pasaron y concluyó el entrenamiento de las jóvenes, Marín y Shaina caminaron hacía un local de comida rápida.

Se sentaron y la mesera llegó a pedir su orden.

— Yo quiero una hamburguesa y de bebida una Fanta, por favor. — pidió amablemente la japonesa.

— Pediré pollo frito y una Sprite.

Una vez anotado la camarera le sonrió y ellas devolvieron el gesto y procedió a retirarse.

— Antes de hablar sobre mi relación quisiera saber como va la tuya. — eran amigas y confidentes desde hace mucho tiempo.

— Todo va bien con él, es fantástico,  muy lindo y atento, se preocupa mucho por mí, aunque no podamos vernos tan seguido, disfrutamos mucho cuando estamos juntos. — ella podía hablar todo el tiempo sobre él pero no quería aturdir a su amiga.

Shaina lo observó, puedo ver que sus ojos brillaron y sonría sin darse cuenta, a su amiga le dieron fuerte el flechazo.

— Me alegra que todo esté bien entre ustedes dos, aunque usen protección, aún no estoy lista para ser madrina. — bromeó pero si estaba feliz por ella.

— ¿Q-u-é qué cosas dices? — tartamudeo sonrojada el Santo de Águila. Su amiga subía y bajaba las cejas de manera pícara.

La mesera se acercó con la comida de ambas, "que lo disfruten" pronunció y se fue. Degustaron de su comida la cual estaba súper deliciosa y al igual que sus bebidas.

— Ahora sí hablemos, te quería comentar que ocurrió algo entre Aldebarán y yo.

— ¿Qué es lo que pasó? — se preocupó al ver tan seria a su compañera.

— Nuestra relación inició hace un año, todo era lindo y romántico, de hecho lo sigue siendo, tiene detalles conmigo y trata de conquistar me cada día. — una sonrisa nostálgica se pudo apreciar en su rostro. — Sin embargo, yo ya no siento eso. — susurró en un tono de voz casi inaudible, pero la pelirroja alcanzó a oírlo.

Marín prefirió callar y esperar a que su amiga acabara con su relato.

— Siento que algo cambió, que el amor se desgastó, pero creo que solamente de mí parte, yo trato de hacer lo posible para que todo esté como antes pero no debo engañar me a mí misma. — hizo una breve pausa y continuó. — no sé que hacer, necesito tu ayuda.

— Claro que te ayudará Shaina, no tienes que dudar sobre eso. — le sonrió para hacer que se relaje un poco. — Primero, es bueno que no quieras mentir te. Segundo, tendrías que hablar con Aldebarán ya que él se enteré sobre esto y tal vez de ese modo encontrarán una solución a esto, la comunicación

Tomó las manos del Santo de Ofiuco y las acarició un poco, quería hacerle sentir que contaba con todo su apoyo y no la dejaría sola.

— Gracias Marín, es buena idea contarle ya que él no se merece esto, pensaré en cómo decirle.

Terminaron su comida, procedieron a pagar la cuenta y salieron del local y caminaron hacía sus casas. Antes de separarse se abrazaron.

— Te agradezco todo, fue un buen día y me distrajo mucho, mi mente ya está tan agobiada.

— No tiene que agradecer Shaina, para eso están las amigas.

Se despidieron y cada una siguió su camino.

El Santo de Águila llegó a su casa y decidió escribir una carta para su querido novio, por estos momentos a las amazonas no se les permite el ingreso al Santuario, pero le pediría ayuda a su amigo Orfeo de Lyra para hacerle llegar la carta.

Para: Aioria

De: Marín

" Hola Aioria, ¿Cómo estás? Yo estoy bien, espero que te encuentres del mismo modo, hoy salí con Shaina y todo estuvo increíble, también quiero salir contigo uno de estos días, ya quiero verte, te extraño, ojalá tu guardia no haya sido tan agotadora.

P.D: Te quiero y adoro tu cabello ondulado.

🌊

Holaa gente linda, de seguro el lunes les llegó una notificación de que actualicé y así fue, pero la verdad era un capítulo horrible, éste me gustó un poco más.

¿Me podrían ayudar y darme ideas de cómo Shura y Aioria podrían empezar a acercarse? Sería genial y se los agradecería mucho.

Guerra Fioreluu💕

📌22/11/20📌