Templo de Virgo

— Mu, hay algo que me tiene intranquilo y tú estás involucrado en el asunto. — Shaka lo abrió sus ojos lentamente mientras presionaba con suavidad las manos del ariano. El hindú no estaba totalmente seguro de sus sentimientos, tal vez si lo comprobaba quedaría todo claro.

— ¿Qué? — Mu se sorprendió por sus palabras y ver sus lindos ojos celestes, pero más aún cuando el sexto guardián miró sus labios y este comenzaba a inclinarse — Yo... yo me tengo que ir, debo de hacer la guardia. Adiós.

Mu salió prácticamente corriendo en dirección hacia Libra sin voltear a verlo, Shaka pensó en lo ocurrido y se dijo a sí mismo "Eres un tonto, lo hiciste sentir incómodo". Suspiró con pesadez, lo mejor sería hablar con el mañana después del entrenamiento.

Tal vez todas esas tardes hablando, esas noches mirando el cielo nocturno mientras revelaban sus más íntimos secretos, sólo ellos, sin nadie más. Debía de admitir que en compañía de Mu podía ser él mismo, se sentía totalmente cómodo, podían hablar de lo que sea y nunca se aburrían, escuchar la risa del ariano era melodía para sus oídos, cuando meditan Shaka abre sus ojos para ver como lo hace Mu, ver ese cabello lila, sus piel tersa, sus pestañas largas, lo único que no podía ver eran sus preciosas esmeraldas, pero hace unos minutos tuvo la oportunidad de observar las.

Mu era la personificación de un Ángel, no solamente por ser hermoso físicamente, sino porque es maravilloso, amable, tranquilo, atento, fuerte y muchos otros adjetivos.

Shaka perdió la calma, y se preguntó "¿Todo este tiempo he estado enamorado de él y no lo noté?" En serio que era tonto. No quería perder su amistad así que lo mejor sería mantenerse al margen del asunto por un tiempo, no desearía que se aleje de él o no se sintiera cómodo a su lado.

Ahora debía control a su corazón e impulsos.

Luego que Mu escapará de Virgo continuó subiendo las escaleras pero por pensar en cierto rubio pisó mal el peldaño y se cayó.

Se levantó aturdido y miró a todas partes, para su suerte nadie vio su caída. Se quedaría en Escorpio un buen rato.

Lo cierto era que el tibetano tenía sentimientos hacia Shaka pero imaginó que él no sentía lo mismo ya que siempre se mantuvo serio. En varias ocasiones soñó en que eran una pareja, dándose cariño, abrazos, besos, pero para su mala suerte imaginó todo eso en el entrenamiento y Kanon aprovechó para enviarlo a otra dimensión, golpe bajo. Quiso devolver el ataque pero finalizaron el encuentro.

Quizás ir a Jamir sería una buena oportunidad para aclarar sus pensar y sentir. Ver si valía la pena pelear por su corazón o dejar este sentimiento en un lugar alejado de su ser.

Mañana sin duda iría a ver al Patriarca, le diría que repararía armaduras de los Santos de Plata, aunque fuera una buena excusa para escapar también las repararía, de lo contrario estaría completamente aburrido en aquella torre, además era una excelente ocasión para que Kiki adquiera los conocimientos de un herrero.

Templo de Capricornio

Hace mucho llegó a su Templo Shura, se encontraba agotado físicamente por cargar a Death Mask toda la noche pero su mente estaba más que despierta. Pensó que era bueno ya no tener problemas con Aioria, las cosas ya no serían tan incomodas como antes, ya no lo ignoraría o eso quería creer, pero ahora ya no tenía ningún pretexto para acercarse a él.

Recuerdos llegaron a su mente, ellos eran muy unidos de niños, le hacían travesuras a Aioros y el centauro sentía que su corazón se detendría por cada locura que cometía ese par. Aquella vez cuando Shura tenía vendados los ojos y una manzana sobre su cabeza, Aioria trato de lanzarle una flecha para comprobar que tan buena era su puntería, el centauro a ver eso sin dudar realizo un tackle a su hermano y la flecha se desvió hacia un árbol, el español se quitó la venda al oír como el griego menor lloraba y exclamaba "AY MI BRAZO, AIOROS ME ROMPISTE EL BRAZO". Lo llevaron inmediatamente al doctor, el medico les informo que debía de usar un yeso por algunas semanas, Aioros le pidió que cuide de su hermano ya que él debía salir del Santuario para realizar un misión que le asignaron. Shura lo cuido, le ayudo a cambiarse a ropa, a comer y todo lo que necesitara el menor.

Qué recuerdos, los atesoraba con todo su corazón, y siempre lo haría.

Dejó sus pensamientos de lado cuando escuchó que caminaron por su Templo, se levantó de inmediato mientras preparaba su afilada excalibur pero bajo el brazo al ver que allí estaba Aioria.

— ¿Qué haces aquí?

— Tengo que inspeccionar todos los Templos que me han asignado, disculpa si te desperté. — mencionó con su tono de voz neutro.

— Descuida, no estaba durmiendo.

Aioria asintió y continuó con su camino, para él aún era un tanto incómodo, eso no desaparecería de un momento a otro y lo comprendía Shura.

Fue directo a su cama y decidió dejar su mente en blanco, ya no quería pensar, sólo quería dormir porque sino las consecuencias vendrían al día siguiente por la falta de sueño.

Mientras tanto, Milo abandonó el Templo de Géminis ya que el caballero le ofreció una bebida alcohólica, el obvio que la quería aceptar, pero no debía de hacerlo, no era el momento, mientras descendía los demás Templos pensó en Camus, recordó cuando le declaró su amor innumerables veces pero el mago del hielo lo rechazaba pensando que Milo sólo quería jugar con él, obviamente él no aceptaría ser uno más del montón.

Pero Milo jamás bromeó con los sentimientos que le tenía al francés.

Aquella noche en la cuál acepto sus sentimientos fue tan feliz. Era uno de sus momentos favoritos de la vida.

🌵

Holaa, me llegó la inspiración nuevamente aunque no estoy tan segura si el capítulo quedó bien, ojalá que si.

Trataré de actualizar cuando termine mis tareas de la escuela, los profesores están enviando mucho :(

En fin, estoy feliz por esto, gracias por sus votos y comentarios, me hacen feliz, pude llegar al #1 shuraxaioria mil gracias <3

Guerra Fioreluu💕

📌04/10/20