Capítulo 3

Parque

Marín les dió la espalda y rápidamente se colocó su máscara.

Shura en estos momentos es cuando deseaba tener poderes de telequinesis como Mu para desaparecer de allí.

Quiso seguir el camino hacia el Santuario como si nada hubiese ocurrido.

Para su suerte la pareja camina hacía el sentido contrario.

— ¿Qué acaba de suceder? Aioria.

— No tengo idea cariño, pero será mejor irnos.— El Santo de Leo acompañó a su novia a su casa, durante el camino se tomaron las manos y hablaron sobre la guardia que haría con Mu y Milo. Cuando estuvieron frente a la casa de Marín comenzaron a despedirse.

Aioria tomó sus manos y las besó.
—Marín, ya debo irme, te extrañaré mucho, pero mañana iré a ver te en tu entrenamiento.

— Yo también te extrañaré Aioria, pero estaré todo el día con Shaina.

— De acuerdo, nos volveremos a ver pronto.

Marín soltó las manos de su novio para dirigir las suyas hacía su máscara para poder quitársela.

Luego levantó su cabeza para que el leonino observará su rostro.

Para él, ella era la chica más hermosa que jamás vería, sólo con él mostraba su rostro, eso lo hacía sentir inmensamente feliz. Mirar esos hermosos ojos azules le fascinaban, era como ver el cielo, y su armadura le resaltaba su hermosa figura.

Colocó sus manos en ambas mejillas de su linda novia.

— Eres preciosa Marín.— se acercó a ella y besó su frente con mucho cariño. Juntó su frente con la de ella y se miraron a los ojos.

Para su sorpresa ella tomó la iniciativa y lo besó. A decir verdad no se lo esperaba pero aun así no dejaba de gustarle, pasaron unos segundos y el correspondió a su beso. A Marin le encantaban los labios de su novio ya que son sumamente suaves, ambos disfrutan el tacto del otro, el griego posó sus manos en la cintura de su novia mientras que ella acariciaba sus cabellos castaños. Lamentablemente se quedaron sin aire por lo que les obligo a separarse, se miraron fijamente y sonreían, ella quiso retomar el beso pero él la alejó.

— Lo siento Marin, pero si seguimos así ya no querré regresar al Santuario.

— Comprendo Aioria, no quisiera que te fueras pero sino tendrás un castigo del Patriarca.

Se dieron un último beso y un abrazo, él espero que ella entrara a su casa y una vez dentro se fue.

Durante su caminata al Santuario pensó en organizar algo para Marín, tal vez un día de campo sea bueno pero debería de conseguir la autorización del Patriarca, cosa que no sería nada fácil ya que lo consideraba un traidor.

Le sería fiel a su Diosa, pero comenzaba a cuestionar las decisiones del Supremo.

Ya no quería pensar en eso así que sólo se concentró en llegar.

Comenzó a ascender hacia el Templo de Aries, al llegar Mu lo recibió y juntos subían los demás Templos, esperarían a Milo en Leo.

— Te veo de buen humor Aioria.— dijo mientras lo mira de reojo, él sonreía.

— Si, estuve con mi novia, siempre consigue animarme.

— Me alegró. Luego de la guardia quisiera hablar contigo y Milo.— Leo lo vio y en la mirada de Mu había determinación en ella.

Aioria sólo atinó a asentir con su cabeza, quería preguntarle que ocurría pero sabía que no le respondería en ese momento. Llegaron al Templo de Leo y tomaron asiento en unas sillas que están en el living para esperar a su compañero.

— ¡Ya llegó por quién lloraban!— El Escorpión lanzó su capa hacia atrás queriendo hacer una entrada asombrosa, la cuál así fue.

🌵

Un capítulo un poco más extenso.

Así me imagine a Milo en la última parte. XD


🍃¡Feliz Primavera a todos!🌻

Guerra Fioreluu🌾

📌21/07/20

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