39. De vuelta en Corea
Flash Back
Hace unos días atrás, Berlín, Alemania.
Cuando apareció en aquel departamento se encontró la figura de Yukhei sentada en un sofá con el computador portátil sobre sus muslos y los dedos viajando de una tecla a otra como si la inspiración impidiera que hiciera otra cosa. Estaba concentrado y de eso no había dudas.
—¿Qué estás escribiendo?
—Cosas —murmuró aunque sus ojos no se desprendían de la pantalla— ¿Todo bien?
Xiao De Jun tenía la libertad para aparecerse en el departamento de su mejor amigo cuando él quisiera, así que no hacía gran alboroto cuando lo llegaba o algo por el estilo.
El aludido se sentó en otro sofá de manera cautelosa y reparó en cada detalle que tenía la figura del mayor, como la postura que había adoptado, la manera en la que fruncía el ceño de vez en cuando al momento en el que una idea particular cruzaba su mente, apretaba sus labios o como sus ojos iban de un lado a otro en la pantalla. Sí, era todo un artista y seguía viéndose bien en esta apariencia, una de pantalón de chandal verde y camiseta sin mangas negra, sin olvidar los lentes ópticos que llevaba puesto.
—Tengo algo importante aquí —en ese instante Yukhei dejó de ponerle atención al computador y se centró en él, fue tan rápido que llegó a asustarle— ¿Quieres escuchar las noticias?
—Dilo pronto.
Ramsés dormía en el respaldo del sofá detrás del cuello de su "padre", de alguna forma se sentía tranquilo teniéndolo cerca.
—El gran incremento de suscriptores en tus redes sociales proviene de personas en Asia, incluso países en los que algunos de tus libros estaban vetados, he necesitado ayuda de Yangyang para filtrar algunos mail que han llegado a mi correo para ver las potenciales ofertas pero... hay una en particular que me llamó la atención —vio como se movía su manzana de Adán al tragar saliva— hay marcas en China, Corea y Tailandia que te quieren como modelo, hay marcas en todo el mundo que te quieren contratar, revistas... hay un Talk Show del canal KBS en horario estelar, nuevo, en el que te quieren de invitado un par de capítulos.
Su mandíbula parecía querer desencajarse pero mantuvo el rostro aparentemente calmo, el hecho de que KBS tuviera acceso a parte de la "intimidad" de Huang Xuxi despertó el interés del público y generó la molestia de otros canales como JTBC o SBS, ellos también estaban mandando invitaciones para sus programas estelares.
—Sé que significa una cantidad exorbitante de dinero pero nada me importa más que tu salud —en aquel momento Yukhei guardó el computador y lo dejó sobre la mesa de centro antes de mirarlo con los ojos peligrosamente sensibles— tú sabes que Dongyoung dijo que el peligro había desaparecido y que si queríamos podíamos regresar, es... una enorme responsabilidad y... dejando de lado mi papel como manager, yo sé lo que te pasa aquí —tocó con un dedo el lugar donde latía el corazón de su amigo— si vamos a tomar una decisión debe ser de ambos.
Suspiró.
—Estoy cansado de tener miedo —murmuró, sus dedos se enlazaban entre sí con ansiedad— y lo que sucedió en la Comic Con no hace más que reforzar la idea de que para poder salir adelante debo enfrentar lo que me duele.
Y aunque eran hombres no temían tener la confianza para sostener las manos del otro y mirarse profundamente, el miedo era compartido aunque uno llevaba un dolor que no había podido superar, un dolor que había crecido después de que aquella noche tuvo a Jungwoo entre sus sábanas como hace 6 años atrás, besándolo, teniendo sexo, abrazándolo contra su piel mientras dormían.
"No he pisado Corea en 6 años así que necesito pedirte el favor de responder esas ofertas cuando estemos allá. De Jun, hagamos esta llegada privada, necesito sentirme seguro y bien, porque estoy aterrado y... y quiero un abrazo de mis padres sin que las cámaras nos acosen".
Fin Flash Back
El silencio seguía allí pero no una que significara tranquilidad, muy por el contrario, era de absoluto desconcierto entre ambas partes.
Descendió los ojos a Ramsés que estaba acurrucado entre sus brazos, se negó a dejar que el nudo se instalara en su garganta al verlo con la medalla en forma de pescadito que Kim Jungwoo le obsequió para la navidad hace años atrás. Una sonrisa triste tomó poder de sus labios, que inocente haber pensado esto como un modo de tregua cuando evidentemente las cosas no iban a solucionarse, no ahora ¿Alguna vez siquiera?
—Tengo una explicación muy sensata para que me veas fuera de tu departamento —su voz sonó plana incluso si sus rasgos decían otra cosa— pero... es... —meneó la cabeza— no, de todas formas ya no importa en este momento, lamento interrumpirlos.
Y fue una mala sensación la que tuvo Jungwoo cuando ese hombre los observó por última vez antes de caminar erguido hacia el elevador por el que ambos habían salido para molerse contra una pared, algo que lo hizo temblar.
—Yukhei —gimió pero cuando atinó a avanzar las puertas del elevador se cerraron frente a su rostro y el de ese hombre casi de golpe, impidiendo cualquier tipo de comunicación.
Ramsés trató de trepar por el hombro de su padre ¿Qué tanto una mascota podía intuir cuando algo malo estaba sucediendo? Quizás más de lo que él mismo podía hacer en este momento.
Llegó hace no más de 15 minutos con la intención de hablar, se había armado de valor para conseguirse la dirección del nuevo hogar de Jungwoo pero cuando estuvo frente a su puerta tocando el timbre nadie había aparecido. No quería rendirse, necesitaba hablar, quería avanzar de forma definitiva hacia un estado donde no le doliera pensar en él así que decidió esperar sentado en el suelo acompañado de su gatito.
Ni siquiera estaba procesando del todo lo que acababa de suceder, dentro de todas las posibilidades nunca pensó que iba a ver tan de cerca como el rubio era empujado a una pared para que sus labios fueran devorados por los de otro hombre, para que su cuello y cuerpo estuvieran a mercedes de Kim Dongyoung.
Ni siquiera habló con el conserje, salió caminando rápidamente por el hall del edificio hasta que el ruido del exterior le dijo que ya podía avanzar donde había dejado el vehículo estacionado unos metros más lejos pero, fue en ese momento que sintió como alguien se le acercaba clamando su nombre, y no, no era Kim Jungwoo.
—Xuxi debemos hablar ¡Xuxi! —colocó una mano en su hombro, había bajado en el otro elevador— por favor debemos...
No, ni siquiera lo pensó dos veces.
Yukhei se volteó sobre sus zapatos y con toda la velocidad que su cuerpo le dio, apretó su mano derecha para darle un puñetazo en la mandíbula a Dongyoung, un golpe tan duro que provocó que cayera de espaldas al suelo, una caída en la que solo pudo afirmarse con las manos para no golpearse también la cabeza.
¡¿Pero qué demonios?! Pestañeó aturdido antes de enfocar la mirada en el otro.
—No tengo nada que hablar contigo, Kim Dongyoung, porque cuando tuve que huir de este país aterrado, llorando, te pedí que lo cuidaras, te pedí que lo protegieras, tuve que dejar al hombre que yo am... al hombre que yo deseaba en las manos de otro y... —gruñó, la ira estaba volviéndolo loco y apenas podía pensar— ¿Sabes qué? Maldita sea, ambos son adultos, haz la mierda que quieras, de todas formas ni siquiera he participado en su vida más de lo que tú has estado pero —lo apuntó con asco— no te acerques ¡No te atrevas a acercarte a mí creyendo que puedes hablarme!
No le importaba en lo más mínimo que ese hombre perteneciera a un selecto grupo de la policía, en este momento todo lo que podía ver era a alguien que había roto su promesa.
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Sus ojitos estaban perdidos en el vacío de la sala de estar, sus brazos alrededor de un cojín, su corazón latiendo desesperado junto a una respiración irregular. Todo lo que podía pensar era en ese momento en el que desvió la mirada hacia el lado derecho y notó la figura de Wong Yukhei observando todo con desconcierto, abrazando a Ramsés.
Sí, fue un flash back perfecto de lo que hace años había sucedido cuando lo fue a buscar por sorpresa al lugar donde se atendía con Dongyoung como psicólogo, con el pequeño gatito entre unas mantas, con la esperanza de pasar un buen rato ¿Juntos?
Mierda, ni siquiera debería permitir sentirse así de mal, todos eran hombres adultos y no se pertenecían en absoluto, era dueño de su propio cuerpo y vida, no tenía que darle explicaciones pero incluso si eso sonaba racional, no podía dejar de sentirse en el rol de antagonista.
Trató de bajar por las escaleras cuando vio desaparecer a Yukhei por el elevador pero tal era su desesperación que Dongyoung le dijo que debía calmarse, que él trataría de solucionar las cosas. Mala idea, se dio cuenta de ello cuando lo vio aparecer en la entrada con la mirada apagada, los labios rotos y la mandíbula inflamada.
—¡No puede ser! —de un solo salto ya estaba en pie— siéntate, iré por hielo.
—No, déjalo así... yo...
—Eres un imbécil si piensas que dejaremos eso inflamarse más —lo apartó con una mano y a los segundo después volvió con hielo envuelto en un paño mojado— ten, presiona así.
"No tienes que hacer esto" murmuró avergonzado.
—Dijiste que tratarías de solucionar las cosas, no hablaste de andar golpeando personas.
—Fue Yukhei quien me golpeó.
Silenció cuando sintió el dolor volver como pulsación en su barbilla, había dolido mucho y no se había atrevido a devolverle el gesto o ponerlo bajo arresto por golear una autoridad de la ley, porque en el fondo iba a causar más estragos, porque quizás el otro no estaba tan equivocado después de todo.
Apartó el hielo y miró a su alrededor, tampoco podía procesar bien lo que había pasado.
—¿Cómo te sientes? —movió el hombro tratando de restarle importancia— Jungwoo...
—¿Acaso no es obvio que su presencia nos desconcierta? Quiero decir ¡¿Qué tiene que estar haciendo en Corea y fuera de mi departamento?!... —frunció el ceño— ¿Puedes decirme por qué razón te ha golpeado?
Una pregunta que lo tomó desprevenido, una sorpresa que fue evidente en sus facciones y aunque quiso ocultarlo no pudo hacerlo, el silencio decía más que las palabras.
—Lo he provocado, eso es todo —tragó saliva— después de lo que ha sucedido no creo que sea conveniente que esté acá, lamento que haya pasado esto pero Wong Yukhei ha de tener sus razones, recuerda que es un famoso escritor, bien podría ser por contrato.
Jungwoo ni siquiera hizo el menor intento por retenerlo porque en el fondo se sentía lo suficientemente mal como para que ocurriera algo más, incluso el hecho que hubiera "provocado" a Yukhei le causaba cierta molestia ¿Con qué necesidad? ¿No era un hombre maduro para saber llevar las cosas? ¿Para eso había perdido la oportunidad de hablar con él?
Cuando la figura de él desapareció por la entrada, Jungwoo soltó el aire retenido en los pulmones. Se hundió aún más en el sofá dejando que algo parecido a la ansiedad subiera por su garganta mientras retomaba la imagen de hace unos minutos atrás. No iba a solucionar algo ahora pero si debía ser honesto consigo mismo, podría admitir que quería tenerlo al frente para explicar las cosas.
Santo cielo. ¡Él estaba de vuelta en Corea!
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El color del alcohol en aquel vaso parecía cambiar conforme las luces del local a su alrededor lo hacían, quizás había bebido más de lo que estaba acostumbrado porque pequeños detalles como ese, en este momento, parecían interesantes.
Suspiró antes de llevarlo a su boca y beber un poco, el choque de los cubos de hielo era indicador de que se estaba acabando pero cuando levantó la mano para llamar al bartender y pedirle otro, alguien dejó una mano en su hombro.
Con el ceño fruncido giró la cabeza hacia el lado derecho y vio allí a Xiao De Jun con la misma expresión solo que, este parecía enfadado.
—Quisiera decir que tu rostro luce lindo así de golpeado, "Doyoung", pero... —movió la cabeza, se sentó en el taburete de al lado y luego de pedir algo tan simple como una soda, miró a ese hombre otra vez— quisiera escucharte...
—Así que tú también llegaste a Corea —tragó saliva antes de cruzar sus brazos, las luces del club nocturno iluminaban su rostro en tonalidades morado, verde, rojo, amarillo y azul neón— debieron haberlo hecho muy oculto porque nadie se ha enterado.
—Cuando tuviste que vivir con otros nombres y en un país que no es tuyo, por que tenías miedo de que acabaran con tu vida, no íbamos a llegar de manera caótica.
Ni siquiera sabía cómo se había enterado que estaba aquí o tal vez ni siquiera debía extrañarse, mierda, era el mismo lugar donde tantas veces se habían junto a beber y conversar ya sea en el periodo que fingió ser cliente para Boleumdal o los primeros días que se supo la verdad.
Dongyoung quería irse de aquí, un dolor empezaba a nacer de manera incipiente en la parte posterior de sus ojos y las náuseas iban a llegar pronto, se conocía lo suficiente.
"No puedo creer que un policía se comporte de esta manera" pensó de sí mismo.
—Supongo que Yukhei te dijo lo que pasó y corriste a enfrentarme ¿Eso es?
—¿No asimilaste nada de lo que te dije? Quisiera escucharte porque sé que tienes mucho que hablar, mi mejor amigo no suele ser impulsivo y sé que lo que hizo fue por alguna razón justificada —miró hacia los costados con desconfianza, era un lugar público y aunque estaban un poco apartados de la gente que bailaba, seguía habiendo muchos de ellos— no quiero juzgarte, de verdad pero... Dongyoung, tengo esa maldita sensación de que no es lo único en lo que has fallado —cuando vio su mandíbula tensarse y sus manos enredarse en la otra supo que había dado en el clavo— ¿Necesitas que te refuerce el daño que hemos pasado?
Viernes 12 de septiembre 2025.
KBS fue el primero en dar a conocer la noticia, finalmente Huang Xuxi se uniría a "Superhumans", el nuevo programa del canal donde los panelistas e invitados estrella hablaban respecto a un tema en específico, también se realizaban dinámicas dentro y fuera del set. Por ahora "Sexual Writer" había asegurado por medio de un contrato su participación al menos 10 capítulos, si realmente la cosa iba viento en popa, firmaría por la primera temporada.
Las redes sociales dentro y fuera de Corea reventaron, páginas como Dispatch o portales como Naver no dejaban de crear artículos sobre como aquel aclamado hombre había logrado llegar al país sin que nadie se diera cuenta en el aeropuerto ¡Los internautas ya lo apodaban como el ninja!
Después del fracaso de aquella noche, decidió que solo se preocuparía de su futuro, de tomar las oportunidades que le daba la vida, tratar de dejar de tener miedo y así fue que finalmente en una conversación con su mánager y mejor amigo, le dijo que quería aceptar unirse al programa de televisión e ir revisando las ofertas para promocionar alguna marca.
Aunque, claro, si bien se estaba convirtiendo en un hombre multifacético no quería perder el norte, Sexual Writer debía seguir manteniendo su sello como escritor de novelas.
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—Como fuiste quien hizo la entrevista exclusiva allá en Alemania, serás el mismo quien lo entreviste en vivo para el noticiero, Huang Xuxi sale hoy, aquí están las preguntas.
Solo se dedicó a asentir levemente sin reclamar o mostrar cualquier signo que delatara lo ansioso que esto lo ponía, entendía perfectamente que una vez formando parte del elenco de un nuevo programa de TV del mismo canal, la probabilidad de que le hicieran entrevistas era muy alta, así funcionaba KBS y más con una figura tan famosa.
Sostuvo la hoja con la pauta, los ojos de cientos de coreanos estarían en Yukhei, la noticia de que estaba en la nación salió el día de hoy, las personas se preguntarían muchas cosas, no podía fallar con esto.
Tragó saliva, ajustó su ropa formal y caminó erguido por los pasillos, los camarines de KBS News estaban en el mismo piso aunque del lado opuesto del edificio, le dijeron que él se encontraba allí siendo preparado para salir al aire en 1 hora más. Que molestia ¡Si tan solo le hubieran avisado antes que haría esto!
Su cabeza no había dejado de evocar la escena de hace 2 semanas atrás, la comunicación con Dongyoung fue escasa desde ese entonces como si quisiera evitarlo de vergüenza, el menor tampoco volvió a aparecer y hoy cuando se hizo público que estaba en Corea recibió la llamada de su padre preguntando si se encontraba bien con la noticia. Pobre, no tenía como saber que ya lo sabía.
Quiso buscarlo, Dios sabía cuánto quiso buscarlo pero cuando tomaba el valor de sostener su teléfono, cuando sus dedos estaban a milímetros de escribirle a Kunhang para que le mandara el número de su primo, se asustaba y volvía a fingir que nada sucedía, o aquella vez hace 1 semana que su jefe le dijo que Huang Xuxi había aceptado lo del programa y estaba inmediatamente en la sesión de fotos para tal, tuvo la tentación de acercarse para poder explicar lo sucedido.
No, no tenía que hacerlo, no eran nada, cuando por diversas razones tuvo que abandonar Corea, cuando terminó con él por una carta, su vida amorosa dependía solo de sí mismo ¿Por qué quería hablar? ¿Era en parte por lo que su madre le había dicho? ¿Lo de sanar heridas de verdad?
Cuando se hizo consciente de su alrededor, ya se encontraba frente a la puerta del camerino que se encontraba abierta.
—Hola buenas tardes —algunas personas se voltearon para saludarlo de forma amistosa, todos lo conocían.
Pero hubo alguien que estaba mirando su propio reflejo con una seriedad tan fuerte que tuvo miedo, con sus cejas oscuras, su pelo negro peinado hacia atrás, una camisa blanca con el primer botón revelando su piel morena.
Jungwoo tragó saliva y caminó con la espalda erguida para acomodarse en la silla de su costado.
—Buenas tardes Huang Xuxi, supongo que te habrán dicho pero seré yo quien te entreviste en el noticiero de hoy, quería que revisáramos la pauta para que pienses en formular algunas respuestas.
Después que la maquilladora terminara de poner un poco de base en su rostro, él giró el asiento lentamente para que ambos cuerpos quedaran uno frente al otro. Su mirada era tan penetrable que Jungwoo no supo qué hacer, solo esperaba que sus mejillas no se pusieran rojas con alguien que era totalmente inconveniente para su realidad ¿Cierto?
—Muero por estar en vivo contigo y ponerte en aprietos en televisión —su voz sonó con tanto desprecio que el rubio abrió su boquita con inseguridad, sí, con esa inseguridad de hace 6 años atrás que lo hacía querer esconderse de las personas. En un par de segundos el rostro de Yukhei cambió a uno más real y gentil, quizás uno lleno de angustia— sentiste miedo ¿Verdad? No se siente bonito ¿Cierto?...—estaba hablando en inglés y en un tono de voz bajo, las personas no entendían cosa alguna— no voy a hacerte nada Jungwoo pero... así me sentí cuando ocurrió lo de la conferencia allá en Inglaterra.
Sostuvo con lentitud la hoja de preguntas que tenía el periodista entre sus manos, la observó de arriba hacia abajo mientras asentía y luego devolvió la mirada.
Solo fueron un par de segundos, pero hubo algo tan miserable en el ambiente de ambos que el mayor tuvo deseo de llorar, esto se estaba volviendo triste.
—Lamento haberte hecho sentir mal con lo de esa ocasión —susurró— ¿Te parecen las preguntas adecuadas? ¿Hay algo que quieras agregar?
—¿Te sientes bien haciendo esto? pediría que me entrevistara otra persona solo para no hacerte sentir incómodo, pero, siento que eso le daría una imagen equivocada a tu jefe.
Ese pequeño signo de "consideración" revolvió su cabeza, tuvo que desviar un par de segundos la mirada a los productos de maquillaje en el retocador gritándose que debía calmar los latidos de su corazón. Solo un par de minutos aquí bastaron para estar en una montaña rusa de emociones.
—Estoy bien, yo... bueno, si no tienes algún iré a prepararme también —divisó la figura de "Matthew Zuo" a un costado— puedes seguir a tu mánager, en 45 minutos debes estar en el set.
—Nos vemos —murmuró con la voz ronca.
Cuando le entregó la pauta de preguntas devuelta, sus dedos se rozaron y aunque pareciera que ninguno se había dado cuenta, en realidad estaban tratando de creer que todo estaba bien.
Jungwoo ajustó su ropa, se inclinó hacia adelante en una pequeña reverencia para él, luego se despidió de los demás e hizo una pequeña reverencia con Xiao De Jun.
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Esa tarde noche la entrevista fue prácticamente perfecta, las preguntas y respuestas salieron con tanta fluidez que parecía más una conversación de amigos que una entrevista muy estructurada, eso había encantado al público y había un par de artículos al respecto ¿Acaso no habían tenido un altercado en la Comic Con?
Después de algunas preguntas y un lapso de comerciales, finalizaron la entrevista en el hall de un edificio de la KBS donde un grupo no menor de 100 personas, fans declaradas de Sexual Writer, tuvieron la oportunidad de un mini fanmeeting.
Pero todo eso había quedado detrás, el reloj marcaba las 9 de la noche.
Jungwoo se despidió de algunos colegas que todavía tenían trabajo, luego caminó por los pasillos con las manos en los bolsillos, la sensación de vacío aumentaba y no tenía deseo de llegar solo a su departamento, quizás si llamaba a sus padres podía pasar la noche allí como cada vez que sentía que quería tenerlos cerca.
La idea ante cocinar una deliciosa cena inglesa lo hizo sonreír pero el sonido de su teléfono captó su atención ¡Era un mensaje de Dongyoung! Le mandó la dirección de donde se encontraba, no reconocía el lugar, no era el departamento donde el policía vivía.
"Iré solo un momento, quiero pasar la noche con mis padres".
Manejó con las manos inquietas, se sentía molesto por el repentino desinterés de él, independiente si quería o no quería acabar en una cama se convirtieron en amigos ¿No? Miró con el ceño fruncido hacia afuera mientras buscaba un lugar para estacionarse, era un hotel.
En ese momento llegó el mensaje de Dongyoung diciéndole que subiera a la suite presidencial, un guardia de seguridad lo esperaría afuera de su auto para escoltarlo con el fin de que no tuviera que dar aviso de su visita a la recepción.
—¿Está todo bien? —le murmuró al hombre de al menos 1.90 metros.
—Sí señor, yo solo estoy siguiendo instrucciones del señor Kim, sígame por aquí.
Trató de imaginar la cantidad de escenarios posibles, quizás el asunto aquel de la red de pedofilia había provocado que se ocultara, quizás las cosas estaban saliendo mal y debía esconderse más ¿Y si tenía miedo?
Todos esos pensamientos fueron descartados cuando la puerta de la suite presidencial fue abierta, cuando puso un pie dentro de aquel lujoso lugar y vio sentados en unos sofás de cuero negro a Dongyoung pero también a Wong Yukhei.
—¿Qué es... que... qué es todo esto?
—Puedes tomar asiento, sería conveniente que lo hicieras ¿Quiere algo para beber?
—No vas a gastar tu tiempo en esas cosas Kim Dongyoung, te dije que no te atrevieras a hablarme —el rubio quedó estupefacto cuando escuchó al otro hablar con un tono de voz plano— pero estoy aquí y no quiero desperdiciar mi tiempo.
Los ojos brillantes del aludido se movieron de uno a otro, él no quería esta vida, no quería seguir sintiéndose una mierda tan baja como basura y es que después de sincerarse con Xiao De Jun, después de días de algunos días dándole y dándole a un asunto en su cabeza, supo que necesitaba hacerlo.
El rubio sintió mucho miedo, odiaba este tipo de situaciones porque le recordaban el pasado cuando descubrió verdades y también cuando cometió errores. Cruzó los brazos después de sentarse tratando de enfocarse en el mayor de aquí.
El silencio empezó a prolongarse, la figura de Yukhei toda imponente se inclinó hacia adelante, tenía frente a él a Jungwoo y al otro por lo que no había detalles que perderse.
—Vamos a hablar como personas adultas que somos ¿No? Porque sí, creí que iba a dejar en el pasado lo que sucedió fuera de tu departamento Jungwoo pero no, no puedo cuando tengo esa imagen dando vuelta una y otra vez —sus dedos estaban tensos— ese día quería conversar de manera real respecto a los 6 años que pasaron porque esa conversación en Alemania fue escasa y dolorosa, quería que pudiéramos tenernos uno frente al otro para expresarnos y dejar en claro todo, yo no puedo avanzar ni estar tranquilo ¿O tú sí? —el rubio negó lentamente, sus ojitos estaban húmedos pero se iba a negar a llorar en un momento como este. Yukhei cambió su tono de voz— vine a recuperar mi vida acá en Corea, la vida que se me arrebató, vine para dejar de tener miedo, vine a aceptar las ofertas que me estaba dando mi trabajo como Sexual Writer pero antes de todo quería hablarte y es por eso que vine de forma secreta... entonces me conseguí tu dirección con Hellen, fui a tu departamento pero te vi con Dongyoung —el aludido estaba tensándose.
—No debería darte explicaciones, no somos pareja —dijo gimiendo.
Negó con dolor.
—No, no lo somos y sí, golpee a Dongyoung afuera del edificio en una manera irracional pero desde el dolor acumulado en mi alma ¿Él te contó lo que le dije ese día cuando abandoné Corea del Sur llorando desesperado?
Jungwoo se irguió asustado, miró al hombre a su lado pero cuando vio que sostenía su cabeza entre ambas manos, supo que lo que iba a escuchar no sería lindo.
En aquel entonces ni siquiera podía escuchar el nombre de Yukhei, había intentado suicidarse, estuvo internado en un hospital de salud mental y claro, decidió que no quería saber de él por su propia salud creyendo que podría salir adelante. Por supuesto que Dongyoung no le diría nada.
—Le pedí que te cuidara porque yo no estaría, le pedí que no te abandonara para que pudieras superar ese momento mientras yo me iba a otro país tratando de salvar mi vida y la seguridad de la gente que amaba, que fuera tu amigo mientras llorabas —los ojitos de Yukhei estaban sospechosamente brillantes, se mordía cada cierto tanto sus labios— pero también le dije que... —se estaba quebrando— le dije que volvería, que en algún momento pisaría Corea nuevamente para hablarte con sinceridad, para explicarte la verdad detrás de esa carta, para decirte que... que nunca había querido romper contigo, se lo dije llorando con el dolor más grande que pude sentir alguna vez, Dongyoung sabía que te dejé contra mi voluntad, él prometió que te cuidaría hasta que yo llegara porque haría todo para que eso fuera así... y aunque entiendo que una cosa puede llevar a la otra, que nadie puede resistirse a los encantos de un hombre tan especial como tú, había una promesa detrás ¿Tan bien se sintió aprovechando esta cercanía mientras alguien que fue enviado fuera de este país, lloraba por estar lejos de ti?
Jungwoo abrió la boca para responder pero solo se quedó así, hundido en una ola de sentimientos que estaban naciendo en su pecho, sentimientos horribles, algo parecido al pecado por omisión, porque no, Dongyoung y él eran hombres llenos de deseo y necesidades también pero ¿Valía eso más que la promesa a alguien que estaba solo tratando de salir adelante en otro país?
Las lágrimas empezaron a caer y no puso más resistencia, la mierda miserable ansiosa subiendo por su garganta para transformarla en un nudo y una taquicardia. Wong Yukhei estaba llorando en silencio agotado de todo.
Dongyoung miró hacia el frente, tomó suficiente aire y habló.
—Fallar la palabra de un hombre es un acto miserable y estoy consciente de eso, pero conforme me acerqué a Jungwoo, conformé vi sus cambios de personalidad, estar con él cuando... cuando hizo cosas increíbles como poder decir que no tenía fobia social, y... joder es que ¡No pude evitar enamorarme de él y disfrutar cada momento de eso!
—¡¿Y eso a qué se traduce?! Maldita sea ¡Ni siquiera me diste la oportunidad de poder explicarle en persona que me iba a ir de Corea! ¡Las cosas hubieran sido distintas de poder decirle todo y no por medio de un papel! Ohhhh permíteme a mí entonces sentirme aún más mierda de lo que ya estoy, te agradezco todo lo que hiciste por él porque lo ayudaste a convertirse en el periodista más bueno de este país, pero meterse en la cama sabiendo que yo lo seguía anhelando, es cruel... porque si le hubieras contado a Jungwoo que te dije esas cosas, él al menos no me odiaría tanto como lo hace ahora pero ¿Quieres ser seguir siendo honesto? —miró al muchacho rubio que temblaba en el sofá, era como un pollito mojado, pisoteado y escupido, luego volvió al policía— dile lo que le dijiste a Xiao De Jun ese día que te golpee, díselo con tus palabras ahora.
Kim Dongyoung se levantó del sofá para mirarlos a ambos, después de esto estaba claro que desaparecería de sus vidas de alguna u otra forma y que se enfocaría realmente en él. Abrió la boca ¿Era normal sentirse tan asustado?
"Dile ahora" gruñó el pelinegro.
—Yo... yo... —gimió— te vi tan tranquilo y bien en tu progreso que me quedé callado con la verdad pero, ha... hace 2 años en realidad que el peligro con respecto al caso Boleumdal se había acabado, ... hace 2 años en realidad que pude haber tomado el teléfono y llamar a Xiao De Jun para decirle que tanto él como Wong Yukhei podían volver de Alemania y tratar de recuperar su vida acá en Corea.
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