33. Yo soy Sexual Writer
Flash Back
1 mes antes, Berlin, Alemania.
Sus ojos siempre fueron expresivos y muy amplios incluso cuando era todo un bebé, pero conforme había crecido y se había convertido en un hombre, sus pestañas crecieron y sus cejas se hicieron escasamente más pobladas confiriéndole sensualidad a su mirada. Xiao De Jun sabía que comunicaba demasiado solo por sus ojos cuando no hablaba y por esa razón no le sorprendía que Yukhei se parara inquieto del borde de su cama cuando él aparecía por la puerta de su habitación.
—¿Sucedió algo?
Tenía llaves de su lujoso departamento como en los viejos tiempos cuando vivió en Corea, podía entrar cuando quisiera.
—¿La verdad? sí, dos cosas han sucedido de forma simultánea ¿Podrías tomar asiento en tu cama? me asustas.
Cuando lo hizo, el menor aprovechó de acercarse a la ventana más próxima y correr la cortina, la vista que tenían de la ciudad era impresionante, mucho más ahora que el sol se estaba escondiendo en un día de verano y el aire que entraba era fresco. Acercó una carpeta con unos documentos dentro y los dejó encima para que ambos lo apreciaran, lucían como copias de email.
—Tuve una llamada de Kim Dongyoung ayer pero no he querido decirte nada por la emoción, solo quería confirmar la información —sostuvo sus manos, Yukhei era un hombre muy alto pero parecía un niño asustado en estos momentos— tú sabes todo lo que trajo consigo lo de "Boleumdal" ¿Cierto?
—Lo sé, por algo estamos aquí.
Suspiró con los labios temblando.
—Pues esos peligros se han reducido a lo mínimo, no es necesario que nos sigamos ocultando.
Había esperado que su amigo reaccionara como él lo había hecho, quizás un poco más emocionado, algún gesto, cualquier cosa que delatara sus emociones ¿Pero qué estaba teniendo a cambio? Solo un breve asentimiento de cabeza poco antes de pararse y acercarse a la ventana con los brazos cruzados. Tenía las cejas fruncidas, su mirada estaba perdida en los detalles de una ciudad que se adentraba en la noche y en el ruido que podía recibir de esta.
"¿Qué sucede?" murmuró a su lado.
—¿Qué esperas que diga? ¿Qué todo está bien ahora? —sus dientes rechinaron un par de segundos— hemos perdido tanto por tener seguridad y estabilidad emocional que un par de palabras no nos hará volar a Corea, hicimos vida acá en Alemania —indicó la ciudad— esta vida que llevamos es lo que obtenemos por hacer justicia, ya no voy a abandonarla.
—Tú mismo has dicho que estás cansado de ocultarte —rozó con un dedo el dorso de su mano para alentarlo— no te estoy pidiendo que seas "Wong Yukhei" otra vez, solo te estoy diciendo que no hay necesidad de ocultar lo que eres —estiró su mano y acarició parte de su rostro, a los ojos de otros podían parecer una pareja pero solo eran unos jodidos mejores amigos incluso en las peores situaciones— yo más que nadie sé lo que deseas y no es la agencia de publicidad, tampoco es lo que estudiaste en la universidad ¿Qué has estado haciendo por 9 años desde el anonimato? ¡Tú quieres vivir todo lo que implica ser Sexual Writer en realidad! —indicó el exterior— la llamada de Dongyoung no me dice a mí que seamos los mismos de antes o que volvamos a Corea, esa llamada a mí me dice que puedes mostrarte al mundo con tu rostro y vivir tu sueño.
Huang Xuxi, incluso si se lo repetía no terminaría de acostumbrarse a la identidad que le habían regalado las autoridades de su país en un tratado de este y el gobierno coreano, sabía que su mejor amigo tenía el mismo pensamiento respecto al nombre Matthew Zuo.
—Tengo angustia, maldita sea —sus ojitos estaban llenos de lágrimas— pero estoy cansado de ocultarme bajo las sombras y sí, quiero vivir lo que es ser un escritor. Es lo que soy y es lo que amo.
—Entonces te tengo esto —se acercó a la cama, sostuvo las hojas y se las dejó delante de sus enormes ojos— sabes que me han llegado cientos de ofertas muy tentadoras para revelar tu rostro pero muchas con grandes fallas de seguridad, sin embargo esta me parece adecuada y... ¿Conoces la revista People?
—Es... muy famosa.
—Lo es, vamos a hacer las cosas en grande pero bien —cerró los ojos por un par de segundos y habló— "El pasado puede doler pero según lo veo o puedes huir de él o aprender" —sonrió— es una frase del Rey León. ¿Confiarías en mí si te digo que se viene un futuro mejor?
Fin Flash Back
Con disimulo se acercó a la tienda a comprar una copia de la revista People, su rostro estaba cubierto con lentes de sol y una mascarilla negra para conferirle protección a su identidad. Cuando pagó y la tuvo en sus manos, su audición se volvió más aguda para escuchar lo que otras personas estaban diciendo respecto a la portada, cosas como "Pensé que era un hombre blanco" o "En realidad está muy bien ¡Luce muy caliente!".
Su teléfono estaba vibrando de forma constante, al mirar la pantalla podía ver una cantidad grosera de llamadas perdidas de distintas partes del mundo pero ¿Qué podía hacer? primero mandó un mensaje a Yangyang diciendo que no llegaría, luego lo apagó, caminó hacia un taxi y tomó uno que lo dejara a pocas cuadras de donde vivía.
Eran casi las 10 de la mañana, la jornada laboral apenas empezaba pero estaba decidido que dejaría el puesto en la agencia publicitaria para dedicarse exclusivamente a su vida y trabajo como escritor.
Al llegar a su departamento sostuvo a Ramsés entre sus brazos y lo acostó sobre su estómago, el minino podía percibir la ansiedad en "su padre".
—Bien, aquí vamos.
Recordaba muy bien las condiciones que lo llevaron a aceptar la entrevista y un par de fotografías.
1. Se firmaría entre ambas partes un contrato de confidencialidad en el que se prometía mantener en estricto resguardo su identidad hasta la impresión de la revista. Si la revista no cumplía en cualquier aspecto de sus puntos estaba obligada a pagar una cantidad no menor de 3 millones de dólares o más.
2. El pago por la entrevista tanto a él y su manager debía llevarse realizarse antes de esta, si no, no se llevaría a cabo.
3. No estaba obligado a responder todas las preguntas.
4. Si bien la revista People sacaría al mercado el día 7 de julio su edición especial con él como protagonista, solo podría subir a sus redes sociales la noticia de dicha publicación al mismo tiempo que Huang Xuxi (Sexual Writer) lo hiciera (hora estipulada 9.15 de la mañana hora alemana).
Había aceptado y todo se había cumplido como lo prepararon. Sonrió con gracia cuando recordó el rostro de la periodista que entró en aquel salón del hotel, había tratado de disimular su asombro o la manera en la que barrió su cuerpo de arriba hacia abajo, bien, disfrutó ponerla ansiosa cuando él se tocaba el pelo hacia atrás o sonreía de forma ladeada.
—¿Crees que lo esté leyendo él? —le susurró a Ramsés mientras besaba el espacio entre sus orejitas.
—Meow! —respondió antes de ronronear.
—Él es un famoso periodista, es todo lo que sé —suspiró y sonrió con sarcasmo— ya somos muy diferentes ¿No?
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Había visto su propio tweet que estaba reventando las redes sociales, estaba viendo ahora el de la revista People que había sido publicado al mismo tiempo como si hubiera sido un común acuerdo y todo lo que podía pasar por su cabeza era "¿Por qué?".
Todo lo que podía decir su equipo de trabajo estaba en el último escalón de importancia porque su mente era incapaz de procesar alguna cosa más que observar y preguntarse la razón que lo habría llevado a vender su identidad a una revista ¡¿Por qué estaba haciendo esto después de 9 años en el anonimato?!
No supo cuanto tiempo pasó así pegado en la pantalla de su teléfono solo mirando pero comprendió que lo suficiente como para que alguien fuera por un par de copias de la revista People y se las entregaran a cada uno.
—Es muy apuesto —murmuró una colega suya— señor Gong, revisaré el artículo de la revista y escribiré de forma inmediata un artículo en nuestra página web, trataré de ponerme en contacto con Huang Xuxi a ver si conseguimos algo.
—Si lo consigues, bien, si no escribe el artículo con la información que tenemos ahora y buscaremos la manera de tener otra exclusiva, su teléfono debe estar colapsando con llamadas.
Kim Jungwoo miró una vez más su teléfono, tenía llamadas perdidas de sus padres, de su mejor amigo, incluso de Dongyoung, estaba seguro que temían por su estabilidad emocional después de esto pero sintió ¿Molestia? mierda, no era el mismo de antes, no tenía por qué depender de un hombre, si había decidido dar su cara al mundo ¿En qué lo influenciaba? mas luego se ponía en el lugar de ellos, su paso por el hospital de salud mental había sido precisamente un colapso tras una despedida forzada.
Escribió rápidamente a cada uno de ellos, luego tomó la revista, la guardó en su maleta y observó a su equipo.
—Debo retirarme de forma anticipada señor, creo que tengo una intoxicación y —necesitaba inventar una excusa rápida, no se sentía capaz de estar alrededor de todos.
—Estás pálido y sudando ¿No quieres que te lleven al hospital?
Negó, tomó el resto de sus cosas, dio un par de reverencias al resto de su equipo y salió de allí tan rápido como pudo. Prácticamente no había día que no se quedara más tiempo de lo normal, siempre se exigía para moverse de un lado a otro y buscaba hasta la última fuente confiable en la que basar sus noticias. Esa era la razón por la que nadie pondría en duda sus palabras y por la que por primera vez abusaría para tener un momento a solas.
Ni siquiera recordaba cómo fue que estacionó el vehículo en el subterráneo del edificio donde vivía, solo sabía que puso el piso número 9 en el elevador y que cuando estuvo frente a su departamento digitó el código que abrió la puerta.
"¿Por qué?" pensó cuando se sentó en el sofá individual y sacó la revista de la maleta.
No podía negar el impacto que tenía su mirada en la fotografía principal de blanco y negro, era alguien intimidante y seductor pero a diferencia de todas las personas que estaban observando esto en cualquier parte del mundo, él conocía mucho más allá, conocía su risa y su llanto, él no podía ser engañado.
—De eso hace mucho tiempo —murmuró.
Meneó la cabeza, para bien o para mal eran solo recuerdos. Si él como Kim Jungwoo había cambiado radicalmente ¿Qué impedía que Wong Yukhei lo hubiera hecho también al punto que lo que los unió fuera solo una historia del pasado?
Con los dedos temblando volvió a tocar el rostro de aquel hombre, su apariencia era un poco diferente y luego estaba su nombre, había cambiado a Huang Xuxi. Observó el lado derecho, Xiao De Jun se llamaba ahora Matthew Zuo. Contuvo el aliento, su estómago se contrajo, incluso estaba compartiendo con el mundo la imagen de algo tan personal como el pequeño Ramsés.
Contó hasta tres para abrir la revista y buscar el extenso reportaje que hacía alusión a Sexual Writer, el famoso autor de libros e historias cortas con el que todo el mundo había soñado alguna vez y pero con el que él personalmente tuvo la historia más fuerte vivida.
La entrevista empezaba como todas las demás, con un recorrido por sus libros más famosos y el éxito de al menos 2 películas que se llevaron al cine como "Farah" (éxito indiscutido en recaudación) y "Don't stop" la historia gay del policía americano y el ladrón del que se enamoraba.
La pregunta más importante: ¿Por qué decides revelarte al mundo ahora y no antes?
—"Porque empecé esta carrera cuando tenía 16 años, después de casi 10 años "jugando" en el anonimato una persona se cansa. Tengo 26 años y creo tener la madurez suficiente de enfrentarme al mundo y decir aquí estoy, esto es lo que soy. He vivido escudándome en mis representantes pero en el presente quiero ser yo mismo quien se muestre al mundo. "
Mientras leía su estómago se hacía añicos ante el temor de ser nombrado, algo que hiciera alusión al pasado. Respondía las preguntas con gracia, podía admitirlo como periodista, pero en ningún momento se refirió a él como Wong Yukhei como si esa identidad quedara en el pasado.
¿Quiénes son las personas más importantes en la vida de Sexual Writer y quienes lo son para Huang Xuxi?
—"Exactamente las mismas porque no soy diferente el uno del otro, no ahora. Si lo vemos del punto de vista literario, las personas que me admiran y leen mis libros son lo más importante pero si lo vemos desde el punto de vista íntimo son mis padres, mi mejor amigo que es mi manager y también mi mascota Ramsés, sin ellos yo no estaría aquí parado dando esta entrevista con una sonrisa en el rostro. "
En las páginas había fotografías artísticas de ese hombre que pasaban desde la escala de grises hasta las abundantes en colores. También estaban las de Xiao Jun, unas muy buenas de Ramsés solo y junto a los tres.
Cuando cerró la revista miró hacia el frente en un punto vacío del espacio y tragó saliva de forma compulsiva. No le preguntaron en detalle sobre su pasado pero sí hizo mención que vivió cuando niño en Hong Kong y que su adolescencia estuvo en Corea del Sur pero que había llegado a Alemania para establecerse de forma definitiva.
Una entrevista no muy profundizada pero excelente para dar una imagen a quienes no conocían a ese hombre, unas fotografías que podían revelar sus ángulos más encantadores, unas palabras que lo dejaban a la deriva de un estadio emocional muy particular.
Cuando le dejó la carta hace 6 años le había dicho que no podían tener una relación juntos, que él se aborrecería toda una vida por lo que había hecho en el club e incluso si recibía las mejores terapias nada le iba a quitar la culpa, que debía irse al extranjero porque tendría personas persiguiéndolo por un buen tiempo y no quería exponerlo a él o su familia. Eran jóvenes, opuestos, simplemente no eran compatibles al punto que se estaban hiriendo el uno al otro.
Y se dio cuenta que sus mejillas estaban mojadas por unas lágrimas solitarias cuando las tocó con el dorso de la mano. Él ya era diferente, ambos lo eran, tenía que sentirse tranquilo por ello.
Y cuando miró su teléfono la angustia que se había pasado por su mente cambió a un humor diferente.
Muy rara vez ella hacía mención de él pero cuando esto ocurría era breve para no importunarlo, no olvidaba que su hermano era un reportero muy famoso en Corea del Sur donde la imagen lo era todo. Kim Hyun Jung era su nombre, era su hermana y al igual que él era la viva imagen de In Jin pero ¿Cómo es que tenían contacto?
Parte de todo el proceso para ser una persona diferente incluyó la aceptación del hecho que tenía 2 medio hermanos que vivían en San Diego, Estados Unidos y que no podía ignorarlo más. Pero había sido ella quien se puso en contacto con él hace 3 años atrás a través de las redes sociales para contarle lo que había sucedido con esa desagradable mujer.
In Jin también había sido una madre abusadora con ella y su hermano menor solo que en este caso los amenazaba para que no le contaran nada a su padre ¿Con qué fin? Aunque nunca lo verbalizó estaba claro que no deseaba perder una fuente que le entregara una vida cómoda y muchos lujos.
Sin embargo la noche en la que In Jin fue descubierta golpeándolos hasta romper sus labios, había sido la última en la que estuvo en libertad pues su esposo, un aclamado abogado, luchó para que la metieran tras las rejas.
Había sido angustiante para Jungwoo saber que dos personas sufrieron como él lo hizo, pero tomó aquel contacto de su hermana como una oportunidad de conocerlos. Seola tenía 15 años y Erick 13, siempre estaba al tanto de ellos ¿Lo mejor? Era que su padre aun teniendo justificaciones para asustarse nunca se sintió negativo al respecto, muy por el contrario, siempre lo alentó a apartar las ideas de su cabeza y recordar que sus "hermanos" no eran In Jin, él debía aprender a quererlos y ser un referente.
Pues bien, estaba aún en ese proceso.
—La única cosa que hiciste bien —meneó la cabeza.
Se estiró sobre su cama y observó el techo con atención, su estómago seguía doliendo pero se sentía incapaz de observar la revista que le habían dado o ingresar a Twitter nuevamente cuando en los Trendic Topics estaba "él" ocupando al menos los 4 primeros.
Quiso cerrar los ojos, quizás así descansaría, despejaría su mente, volaría a otros lugares o se quedaría dormido en el mejor de los casos pero una llamada interrumpió lo que apenas había empezado. Era su jefe ¡¿Y si había descubierto algo malo?!
3 días después, jueves 10 de julio 2025, Alemania.
Observó su computador portátil con el ceño fruncido cuando vio que la bandeja de entrada de su correo estaba aún más colapsado que lo normal, era imposible leer cada uno de los mensajes, estaba seguro que más de alguna invitación a un programa o revista se haría presente por este medio.
Mierda, ni que decir de su teléfono. Desde que había revelado su identidad es que no podía salir a la calle como una persona normal, si deseaba adquirir algo tenía que cubrirse con una mascarilla y usar lentes para que las personas no lo identificaran. Sí, había querido esto, vivir como siempre tuvo que hacerlo, exponiéndose ante el público como el escritor que era pero aún no podía con plena libertad, no cuando Xiao De Jun se lo tenía prohibido.
—Hallo, ich hoffe du hattest kein Mittagessen, ich habe Essenfür uns drei mitgebracht!
No se había sobresaltado en lo más mínimo cuando escuchó la voz de Yangyang anunciando que trajo comida para los tres y que esperaba que no hubiera almorzado. A su lado estaba Xiao De Jun con una sonrisa fresca cargando su tablet y unos documentos, lo conocía, estaba seguro que había follado con alguien ¿Un alemán tal vez?
—¡Buen día! buenas tardes quiero decir ¿Por qué sigues en pijama? —exclamó sentándose a un lado de su cama.
—¿Disculpa? estuve trazando ideas para un libro y, lo lamento pero cuando Ramsés se acuesta encima mío no hay mucho que pueda hacer.
—Iré por los vasos... —canturreó el menor de los 3.
Los ojos expresivos de Yukhei se quedaron en su figura cuando desapareció de la habitación, era inevitable sonreír ante la presencia de este, estaba seguro que su mejor amigo se sentía de la misma manera.
Hace 6 años cuando llegaron a Alemania, la familia Liu los había recibido y brindado con todas las comodidades, los padres de Yangyang eran policías y se habían unido a un programa de protección para testigos con el fin de resguardar por la seguridad de quienes se veían forzados a salir de su país por confesar y ayudar en una investigación determinada. Mientras tanto, su hijo trataba de alegrarlos con su presencia, con el tiempo también se convirtió en un amigo.
—Me han llegado muchas invitaciones, hay cientos de revistas que quieren tenerte, incluso playboy.
—No, no es conveniente ¿Sabes?
—Lo sé, a todos les he respondido que no se hablarán de acuerdos y/o invitaciones hasta después de la convención de la próxima semana, ese será tu primera aparición oficial como Sexual Writer ante un público masivo.
Asintió, en Inglaterra se llevaría a cabo la Comic Con solo que este año se le daría aún más énfasis a los famosos autores de libros para que pudieran tener mayor protagonismo. Por supuesto que habían solicitado con anticipación la presencia de Sexual Writer pero Xiao De Jun lo había dejado en "veremos", este lunes cuando Yukhei reveló su identidad los volvieron a llamar con urgencia y sí, esta vez dieron el sí.
Sexual Writer (Huang Xuxi) iría por primera vez a un evento público. La conferencia de prensa estaría atestada, cientos de medios habían confirmado y solicitado un lugar ¿Los meet and greet? se habían acabo en segundos.
—¿Ustedes creen que las personas se decepcionen de mí? —mordió su mejilla— quiero decir, no lo sé... estoy ansioso de verdad.
—¿Sabes por qué eres tan aclamado? —Yangyang tragaba afanosamente sus fideos, pero nada le impedía hablar— a pesar que te aclamas como "Sexual Writer", tus historias no se centran en solo sexo, tienen un contenido que te sumerge, la gente ama lo que haces —lanzó una pequeña risita— mierda, una mujer en la agencia me dijo hoy directamente que quería acostarse contigo.
—¿Piensas que no eres lindo? —Xiao De Jun se burló.
—Ese día que fui a comprar la revista, escuché que alguien pensaba que era un hombre blanco —movió los hombros— yo no era el más bello en Corea ¿Sabes?
De Jun solo le dio una mirada profunda ¿Desde cuándo su mejor amigo tenía complejos de inferioridad? Mierda, podía decirle que era el prostituto más aclamado de Boleumdal, que muchos hombres querían golpearlo en el rostro por ser atractivo, pero no, desde hace años que no hacían mención al club sexual como algo de lo que tuvieran que enorgullecerse.
—Nada puede vencer a Yukhei, quiero decir... a Huang Xuxi —ambos amigos lo golpearon con el codo— lo harás bien, ese día serás el protagonista, las mujeres van a lanzarte la ropa interior.
Fue en ese momento en el que los tres rompieron en una risa que había espantado al pobre Ramsés y que provocó un derrame de la comida sobre la cama.
Eran estos pequeños momentos de alegría que los hacía sentir que todo valía la pena.
Mientras tanto, Seúl, Corea del Sur.
Bebió la sopa que su padre había hecho para la cena, hoy se había desocupado más temprano del trabajo, había decidido pasar al que fue su departamento por tanto tiempo y compartir con ellos.
La cena había sido agradable, la comida le recordaba las primeras veces que Hellen había ido cuando aún eran dos amigos entrañables, pues bien, años después la comida seguía siendo abundante solo que ahora esa mujer era esposa de su padre y vivía con él.
—Así que saliste en una comunidad online como el suegro de la nación —el tono de Jungwoo rozaba la ternura y la burla al mismo tiempo, sin embargo se volvió un poco más calma— si te molesta puedo pedir de forma pública que no te sigan.
—No me molesta en absoluto, estás viviendo como la persona que siempre quise ver, tu trabajo conllevó fama y si eso significa que eres feliz lo acepto de la misma manera —miró de reojo a la inglesa— solo temo que a ella pueda incomodarle.
Sostuvo su copa de vino y bebió de ella antes de hablar.
—¿Bromeas? que el mundo sepa cuan hermoso es el padre del periodista más guapo de esta nación, ambos se lo merecen —se apuntó a sí misma— por mi parte puedo lidiar con eso, puedo ser la envidia de la nación.
No importara cuanto pasara el tiempo, siempre tenía algo que decir para hacer sentir bien a los hombres que más amaba.
La comida transcurrió con normalidad solo que, a medida que iba acabando, la rubia pudo ver algo en los ojos del menor, algo que no era positivo. Cuando Joonhyuk fue a la cocina a sacar el postre, la voz del muchacho se escuchó muy baja recordándole los días en el que temía hasta de su propia sombra.
—Mamá —tragó saliva— voy a necesitar un poco de ayuda ¿Sabes?
—Cariño ¿Qué te sucede? sabes que puedes contarme lo que sea necesario.
Pero no habló hasta que su padre llegó al comedor con los platos y la tarta de frutas en ella. Sus facciones cambiaron al instante, conocía a su hijo demasiado bien como para no entender que algo quería decir.
—Jungwoo... si quieres puedes quedarte hoy acá, esta siempre será tu casa y tu cuarto también.
—Lo sé papá y lo agradezco pero, ese no es el punto —trató de sonreír aunque no sabía que tan mal lo estaba haciendo como para seguir preocupándolos— la cosa es que, voy a hacer un viaje con un grupo del canal con fines laborales.
—Eso debería ser bueno ¿Por qué pareces tener... miedo?
—No lo tengo —¿No lo tenía?— es... mierda, la cosa es así, yo ya no soy un niño miedoso, soy un periodista, un hombre diferente y — se paró de su asiento cruzando los brazos frente a su pecho— y quizás lo suficientemente bueno en mi trabajo como para tener muchas oportunidades buenas, tan buenas que mi jefe me llamó este lunes para decirme que me necesita —miró a Hellen— tu hijo estará viajando a Europa la próxima semana ¿Qué crees? estaré en Inglaterra, está codicioso por una entrevista... qui... —su garganta se estranguló— quiere que KBS sea el único canal coreano en conseguir una entrevista con Sexual Writer.
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