23. Aclaraciones
Jueves 10 de enero 2019, al otro día.
Y cuando sus ojos se abrieron, los tuvo que cerrar de inmediato porque aquel pequeño felino peligroso estaba acostado sobre su pecho dispuesto a lamer su barbilla y colocar las garritas sobre las mejillas.
—¡Ramsés! —sonrió somnoliento antes de abarcar su cuerpo con ambas manos y besar su cuello, su pelaje estaba suave y olía muy bien, de seguro lo habían bañado hace poco— te extrañé mucho, oye... de verdad te extrañé mucho —susurró.
Escucharlo ronronear era agradable porque le hacía entender que disfrutaba las caricias y el calor que compartían. Habían sido 11 días sin poder verlo, los días exactos en los que él y Yukhei se habían separado totalmente. Cuando el sueño se había disipado y aún sin soltar al felino, se levantó de la cama observando a su alrededor, el silencio inundaba el ambiente pero el olor en él era inconfundible, alguien estaba cocinando.
Abrió con cuidado la puerta y se desplazó por el pasillo, su corazón latía emocionado y aunque quería calmarlo sabiendo que las cosas tenían que tomarse tiempo necesario, no podía. Asomó lentamente el rostro pero no tuvo tiempo de observar en secreto a Wong Yukhei, Ramsés había maullado. ¡Pequeño traidor! Besó el espacio entre sus orejas y lo dejó lentamente en el suelo antes de apoyar su espalda en el marco de la puerta. Ambos estaban en silencio pero el menor no recordó que su mano sujetaba un sartén por lo que después de unos segundos levantó su mano rápidamente.
—¡Mierda!
Masculló observando el dedo índice de su mano derecha enrojecido. Jungwoo avanzó hacia el lavaplatos abriendo una llave y llevando el dedo herido bajo el chorro de agua fría.
—¿Te duele mucho? —susurró.
Yukhei contuvo la respiración, tenía al muchacho pegado contra su cuerpo susurrando de manera inofensiva. Piedad, señor, piedad.
Asintió.
—Un poco, es que... bueno, nada.
Se quedó callado observando lo mismo que el otro hacía, el maravilloso contraste en el color de la piel, aquellos dedos blancos rodeando su mano de tez escasamente morena era un show difícil de obviar.
Después que el dolor disminuyó un poco, el rubio siguió vertiendo la mezcla en el sartén para preparar pancakes relleno con crema pastelera y frutas, había despertado con el deseo de tener algo dulces para amenizar la fría mañana. Jungwoo rascó confundido su cabello antes de tomar un taburete y sentarse sobre él, en medio de aquella cocina amplia Ramsés se paseaba ronroneando contra sus piernas y contra las del menor, lucía adorablemente cómodo.
—¿En qué momento llegó? —murmuró.
—Esta mañana muy temprano, mi amigo Xiaojun lo vino a dejar y pensé que estaría mejor si lo acostaba a tu lado, parece que ama hacerlo.
Bien, no era el único que le gustaba estar acurrucado contra su cuerpo pero no iba a decirle eso, de hecho tendría que abstenerse de cualquier comentario sexual o muy íntimo hasta no saber qué rumbo iba a tomar la relación de ambos.
Anoche Jungwoo lo había abrazado mientras él se deshacía en un llanto desconsolado, sin embargo cuando su lamento pasó a sollozos hasta finalmente en un silencio, se dio cuenta que el muchacho se había quedado dormido contra su espalda sin dejar de acurrucarlo desde atrás.
Aprovechó de meterlo bajo las sábanas y mantas pero se prohibió dormir a su lado, optó por buscar ropa de cama en su departamento y regresar para dormir en la sala de estar, era la única manera de salvarse a sí mismo de entusiasmarse más de la cuenta.
—No quiero que... que pienses mal de tu primo, anoche encontré afuera de la entrada una foto donde decía lo que eras y después de llorar mucho llamé a Hendery para que me acompañara —había vuelto a la costumbre de hablar bajito.
—Entonces alguien con mala intención está interfiriendo —depositó el último pancake relleno en un plato y se volteó con inseguridad— solo quiero que recuerdes que no quise decirte lo de ese club porque mereces algo mejor que eso, yo ya estoy lo suficiente jodido creo, no tú.
—Las cosas no tienen que ser así —se paró del taburete hacia una máquina para preparar café con leche para ambos, estaba haciendo frío— podemos volver a tener unas horas de honestidad al 100% pero ahora debemos comer ¿No?
Bien, podían dejar a un lado aquello y disfrutar por un momento el desayuno con normalidad. Se sentaron en una pequeña mesa de la cocina como dos adolescentes enamorados en una reciente cita, Jungwoo en el pasado se había acostumbrado a hablar con fluidez con Yukhei pero dado los recientes sucesos parecía más cómodo estando callado. Y quien tomaba la iniciativa en la charla ahora estaba en silencio masticando, había perdido el brillo en los ojos.
—Ram... ¿Ramsés ha... ha jugado con la caja?
Bien, había logrado que esbozara una pequeña sonrisa.
—No la abandona, incluso la empuja para todas partes... es todo un muchachito fuerte de 4 meses.
Los ojos del pelinaranjo viajaron al suelo donde el minino se había sentado esperando que le cayera algún trozo generoso de comida, sí, estaba más grande y lucía muy sano.
"Te encontró cuando más te necesitó, realmente se pertenecen". Susurró.
Y aunque no quisiera admitirlo abiertamente porque aún se sentía herido, no podía negar rotundamente que el caso para él también había sido algo parecido. Yukhei en conjunto con su alter ego Sexual Writer, llegaron para sacarlo de la rutina y la burbuja en la que se estaba hundiendo, había aprendido a tener otras actitudes, a sociabilizar más, había perdido la virginidad, había descubierto un mundo nuevo ¿Podía recuperar algo de los "buenos" tiempos?
—¿Cómo ha estado tu padre?
—Mañana lo darán de alta, ya lleva 17 días hospitalizado y todo está en orden —movió los hombro— realmente lo extraño, estos días me he quedado con Hendery, él también ha venido a quedarse o la señorita Hellen se queda conmigo...
—Lamento no haber estado para acompañarte en todo este proceso —susurró antes de sostener lo que ambos habían ensuciado para lavarlo.
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Dejó el teléfono hacia un lado y se paró de su cama, había escuchado el timbre y por supuesto que no quería hacerlo esperar, la temperatura afuera estaba siendo muy fría, el pasillo no era una opción muy agradable para una visita.
Habían estado juntos en la mañana hasta que terminaron el desayuno, después de eso Wong Yukhei sostuvo a su mascota y entró a su propio departamento con un sentimiento extraño en el pecho, habían sido 11 días desde que no lo había pesado por lo que era imperativo hacer un aseo completo, abrir ventanas, darle vida a lo que se había convertido en el lugar donde más le gustaba estar.
Así también, como habían pasado tantos días sin comunicarse y como estaban en un proceso en el que debían decirse la verdad para poder llegar a un perdón, es que le había dicho que quería que lo visitara en la tarde para mostrarle algunas cosas que no hizo antes.
—Hola —dijo Jungwoo apretando los labios ansioso.
¿Quién diría que anoche había actuado con tanta agresividad? Se hizo hacia un lado para que entrara, lo primero que vio el mayor fue a Ramsés persiguiendo su propia cola en medio de la sala de estar.
Ahí pudo sonreír con los labios sellados.
—¿Quieres algo para beber? tengo chocolate caliente.
—Está bien... bueno yo... —miró a su alrededor— ¿Está bien si me siento aquí?
—Por supuesto —susurró antes de desaparecer hacia la cocina. El ambiente entre ambos era particularmente raro.
Jungwoo había almorzado solo en su propio hogar pensando en todo lo que podía decirle, en todas las explicaciones que podía exigir, también en las palabras que podía emitir para continuar clamando perdón por los golpes que le había propinado anoche. Se sobresaltó cuando el felino saltó a sus muslos, giró sobre su propio eje y se acostó sobre él para dormir.
—Y aún llevas tu collar puesto, tienes prohibido perderte ¿Está bien? tu papá lloró mucho ese día.
Al levantar los ojos vio a Yukhei parado, apoyado en una pared y con dos tazones llenos de chocolate caliente con malvaviscos, tal cual le había dicho que su papá le hacía cuando sentía angustia. ¿Tan poco había tardado? por supuesto, no tenía conocimiento alguno que Yukhei había dejado los tazones preparados desde antes. Los recibió con cautela, susurró un "gracias", se hizo hacia un costado para que el espacio entre ambos fuera un poco mayor pero el castaño siguió parado.
—Iré por algunas cosas y regreso de inmediato —dicho y hecho, desapareció por el pasillo que conducía a su dormitorio y al cabo de 3 minutos regresó con unas hojas y el computador portátil.
—¿Qué es todo eso?
—Sexual Writer... lo que implica ser Sexual Writer —se acomodó a su lado, dejó el portátil en la alfombra felpuda blanca y sostuvo primero una hoja— todo lo que hicimos juntos con la identidad oculta es algo que yo quise como hombre, pero el Sexual Writer que a ti te gustaba es más que solo sexo, él... él es alguien que ama tener en su cabeza todas sus ideas en forma de videos y escenas para después traspasarlas al computador.
No, no debía, no, no ¡No lo hagas! pero... fue tarde, las mejillas de Kim Jungwoo se sonrojaron, el calor se expandió cerca de las orejas, sus labios también.
Ansioso bebió chocolate caliente, no podía permitir que su corazón latiera emocionado aunque ¿Acaso no era extraño? ya había conocido a su autor favorito y cuando se enteró de la verdad no quería saber nada de él, pensó que no tendría nunca más la emoción por ese hombre sabiendo su identidad pero no, se había equivocado. En los ojos de Yukhei había emoción por lo que hacía. Bien, debía calmarse.
—¿Y esa hoja?
—Son mis tesoros más preciados, son los primeros bosquejos que hice de las historias que tienes en tus libros, escritos con mi propia mano.
Le extendió la hoja para que la sostuviera con sus propios dedos, aunque lamentablemente no podía entender una sola palabra de lo que estaba escrito, todo eran caracteres chinos.
—Siempre me ha gustado escribir, he hecho cuentos, poemas, novelas que nunca verán la luz... desde los 12 años —tocó la hoja— estos bosquejos que tienes en tus manos jamás han sido vistos por otra persona más que yo, todo lo que escribo y que debo mandar a la editorial y mi manager son documentos electrónicos.
Los ojitos de Jungwoo parecieron iluminarse, podría haber sido graciosa la manera en la que tragó saliva pero no, sabía que se estaba conteniendo de algo.
—¿P-Por qué yo entonces?
Yukhei ajustó los lentes antes de responderle, lo haría desde la más absoluta sinceridad.
—Porque a pesar de todo y de lo mal que puedas seguir pensando de mí, Zeus es más que solo sexo, era mi fan número uno, por... por alguna razón no quemaste los libros.
Yukhei desvió la mirada hacia Ramsés para acariciar su lomo, estaba claro que había extrañado a Jungwoo porque no parecía querer despegarse de él. Por su parte, el mayor bebía chocolate caliente con las manos temblando, había un punto de razón y es que no había sido capaz de tirar aquellos libros por todo el significado emocional detrás de ello. Bien, él también debía ser honesto.
—Sexual Writer significa mucho para mí porque me acompañó cuando más solo me sentí por culpa de mi ansiedad social, a pesar de todo lo que pasó entre... nosotros, no podía botar los libros que tanto me hicieron bien.
"El verdadero Sexual Writer es este que tienes al lado" susurró con la mano derecha temblando, por supuesto que la tentación de acariciar el rostro de Jungwoo era grande, no estaba seguro si el pelinaranjo seguía deseándolo de la misma manera pero él sí y mucho más cuando lo miraba con esos ojitos brillantes y esos labios quietos.
Por su parte, el mayor contuvo el aliento y cambió la dirección de la mirada por un segundo a sus labios. Los quería, los necesitaba, los había extrañado pero...
—¿Y qué hay en el computador? —dijo de pronto para quitar de su cabeza cualquier pensamiento tentador.
La dirección de los ojos de Yukhei también cambiaron, por supuesto no había sido el único en observarle los labios. Esbozó una pequeña sonrisa tímida.
—El documento del siguiente libro que voy editando cada vez que lo escribo ¿Quieres saber de qué trata la historia a grandes rasgos? —y contra todo pronóstico el pelinaranjo negó lentamente— ¿Por... por qué?
—Porque a pesar de que sepa quién es el mi autor favorito aún quiero mantener el misterio cuando subas la sinopsis de forma oficial.
Continuaron hablando en aquel cálido departamento sobre todo lo que implicaba ser Sexual Writer, sobre las historias que subía a Twitter, sobre los mensajes que recibía de los fans, las anécdotas más sórdidas que había tenido que pasar por estar en el anonimato, entre otras cosas.
Y aunque el departamento del chico estaba a la vuelta del pasillo, Yukhei lo fue a dejar allí cuando dijo que debía irse, necesitaba reflexionar. Espero que abriera con la llave, el rubio creyó que entraría por lo que se adelantó un paso para que lo escuchara pero Jungwoo se volteó de inmediato para despedirse allí mismo, ese fue el motivo por el que sus rostros quedaron aún más cerca el uno al otro.
—Yo sé que debes saber la razón por la que soy trabajador sexual, pero creo que ha sido demasiada información por ambos días.
—Lo sé —susurró— a... además aún tengo que reflexionar mucho sobre lo que hice y... yo, yo creo que de verdad necesito un psiquiatra —su voz se hacía aún más baja pero Wong estaba tan cerca que podía sentir el calor de su piel y escucharlo— me desesperé, grité, vomité, te golpeé y no puedo perdonarme eso porque yo no quiero ser In Jin —mordió sus labios, la vista era un poco borrosa— pediré hora con mi psicólogo y tomaré su opinión en cuenta al respecto, si necesito medicamentos me derivará.
Le dolía el estómago pensar que podía contarle todo lo que habían pasado porque le daría pauta a Kim Doyoung para opinar y enterarse de cosas privadas. Por Dios, él también era prostituto y por supuesto no estaba en posición de juzgarlo pero sí, podía admitir que era como un rival porque había algo en los ojos de ese hombre que no le agradaba, los ojos jamás mentían: Kim Jungwoo no le era indiferente.
—Y si necesitas un médico, si necesitas tomar algo para calmar esas crisis, te estaré apoyando en la medida que podamos forjar de nuevo una amistad.
Y cuando ese muchacho levantó los ojos después de apoyar la espalda porque sucuerpo temblaba, el castaño rubio atinó a descansar una mano en su nuca y acercarse para depositar un beso en su frente de manera casta.
"Gracias" susurró en respuesta cerrando los ojos y después cerrando la puerta tras su espalda.
Caminó a su habitación arrastrando los pies, se sentó en el borde de la cama y sostuvo su teléfono para mandarle un mensaje a la señorita Tucker, necesitaba un consejo ¿Por qué amar dolía tanto?
4 días después, lunes 14 de enero 2019.
Antes habría pensado que de haber tenido una persona ajena rondando por el departamento, no habría podido salir de su habitación vencido una vez más por la ansiedad que eso le causaba, sin embargo, ahora escuchar una risa femenina, cálida y cercana lo hacía sentir seguro.
Con mucho cuidado asomó el rostro por la puerta de la habitación de su padre, allí sentado apoyando la espalda sobre almohadas en el respaldo estaba él con el torso desnudo dejando que la señorita Tucker le hiciera una curación de la cicatriz que había quedado. Estaba sonrojado pero ella se veía muy profesional.
—If you keep laughing, I'll put the tweezers through your nose.
—I'm sorry, I'm sorry, I can not help it but it tickles me.
¿Y de qué le servía advertir a su padre de que no se riera si ella misma terminaba riéndose de ello? Se complementaban muy bien, escucharlos siendo felices le hacía entender que no todos mentían, la alegría y el amor existían. ¿Cómo sería si Hellen viviera con ellos en vez de visitarse? la opción sonaba agradable en su cabeza aunque estaba seguro que ambos se darían mucho tiempo para llegar a esas decisiones.
—¿Puedo pasar? —ambos rostros voltearon hacia él y asintieron— ¿Te molesta la zona, ¿papá?
—La verdad es que no, solo tengo cosquillas ¿Puedes creer que Hellen me amenazó diciendo que pondría las pinzas por mi nariz?
Jungwoo la miró sonriendo con complicidad.
—Podrías abrirle la herida de nuevo si no se queda quieto.
—Ese es mi chico —dijo la inglesa haciendo un "hi 5".
Kim Joonhyuk llegó a su hogar hace 3 días exactos después de recibir tratamientos y curaciones adecuadas, había perdido un poco de peso y aunque quería hacer ejercicio para mantener su cuerpo tonificado lo tenía prohibido por ahora, los músculos abdominales estaban sensibles, iba a tener que trabajar con un equipo especializado.
—Ahora me iré a la consulta con el psicólogo, volveré más tarde.
—Y yo terminé aquí con tu padre ¿Quieres que te lleve en el auto? sé que queda cerca a pie pero... ya sabes.
Y no eran necesarias más palabras para que entendiera que quería protegerlo de cualquier aparición repentina de In Jin. Los tres coincidían en que su repentina "desaparición" era espeluznante considerando la idea que no había salido del país.
Lo sabían porque conocían a alguien que trabajaba en policía internacional del aeropuerto de Incheon.
Miró la hora en su teléfono ansioso, no había tenido tiempo de pensar lo suficiente la situación porque había llegado directamente de las clases hasta acá.
Hace 7 segundos había tocado el timbre, después de 1 minuto esperando la puerta frente suyo se abrió hasta atrás apareciendo Kim Joonhyuk.
"Puedes acomodarte en la sala de estar si lo deseas" dijo cuando caminó por su lado, no había sonado enojado, tampoco preocupado, más bien estaba sereno como siempre ¿O era el estado previo antes de lanzarse a él para ahorcarlo? Era obvio que sabía algo como para citarlo aquí, quería hablar un momento como padre. Mierda, se sentía mortificado.
Después de un momento llegó a la sala de estar con una bandeja que traía café con leche y unas galletas, la visión de la comida era muy buena.
—Puedes servirte primero, afuera va a nevar, el frío es tremendo y supongo que debes tener hambre —apenas asintió antes de aceptar la taza y tomar un par de galletas, se sentía famélico. Sabía que los ojos de ese hombre estaban sobre él— pareces asustado ¿Hay un motivo por el que debas estarlo Wong Yukhei?
Limpió los restos de galleta de sus comisuras labiales y lo miró, estaba sentado a su lado en el sofá principal.
—Ni siquiera sé porque tiene consideración conmigo —indicó la bandeja— está claro, señor Kim, que me ha llamado por algo relacionado a su hijo.
—Lo hago porque si tus padres vivieran contigo te consentirían de esta manera, acabas de llegar de clases, es una muestra de humanidad —movió los hombros para que no se sintiera tan presionado— pero sí, sabes que te llamo por Jungwoo, porque... —frunció el ceño— pareciera que ha recuperado un poco las ganas de sonreír y ni siquiera sé si me gusta.
¿Había escuchado mal? ¿No sabía si le gustaba algún tipo de alegría de su hijo? Volvió a beber el café con leche para no sacar conclusiones apresuradas. Irguió su espalda "¿Perdón?" murmuró.
—Porque no me gusta que su estado de ánimo tenga que depender de una persona ¿Comprendes? me preocupa la labilidad emocional... —sus ojos estaban hacia el frente mirando el suelo para buscar las palabras adecuadas— quiero que sea independiente, fuerte, capaz de salir adelante.
—Jungwoo tiene el potencial señor Kim, solo necesita fuerza para sacar esa personalidad a relucir.
Joonhyuk levantó la mirada y frunció el ceño, parecía pelear consigo mismo. Solo esperó uno segundos en los que el silencio entre ambos se sintió incómodo.
—Jungwoo lloró a mi lado en la clínica diciendo que no quería volver a verte, no quiso decirme lo que había sucedido pero... quisiera escuchar tu punto de vista porque no quiero juzgar a alguien de forma errónea.
Decir la verdad implicaba muchas cosas que bajo ningún punto de vista le darían una visión positiva al señor Kim, verdades que darían una luz de lo que había pasado con Jungwoo bajo el punto de vista sexual, cosas que ni siquiera el mayor querría que se supieran. Se mordió el labio inferior.
—Lo decepcioné cuando le dije algo más tarde de lo que debería, siento que lo herí aún cuando no quise hacerlo y cuando tuve la necesidad de explicarle las cosas bajo mi punto de vista, él se negó rotundamente y me apartó de aquí... yo respeté la distancia que había puesto, no lo vi por 11 días —como la expresión de Joonhyuk no había cambiado, continuó— la verdad a grandes rasgos señor es que él creyó que yo era diferente de otra persona, Jungwoo se sintió mal por eso,por... pensar que le gustaban dos personas diferentes cuando en el fondo siempre se trató mí.
Y respondió algunas preguntas más como si estuvo saliendo con otras personas mientras se acercaba a su hijo, algo que Yukhei negó rotundamente. Mierda ilncluso fue capaz de confesarle que estaba enamorado de él! Que también le gustaban las mujeres pero que en este momento no podía haber en su cabeza otra persona que no fuera Jungwoo. También le preguntó el motivo por el que hizo todo esto.
—Porque soy cobarde señor, pero me puse una fecha límite para decirle la verdad —bajó el tono de voz— le mentí por eso, no porque quisiera aprovecharme con maldad.
Y Dios supiera lo que habían hecho, en qué había mantenido, qué cosas también su hijo le estaba ocultando. Yukhei estaba temblando, se veía indefenso dentro de ese larga complexión. Le ofreció una galleta que aceptó dudoso, la mordió, la masticó con lentitud y luego la tragó.
—Yo no voy a poder defender a Jungwoo de todo en esta vida porque es un hombre de 20 años y porque quiero que se forje para todo lo que pueda depararle, pero te estoy viendo a los ojos y sé que te gusta, sé que te preocupas por él porque has hecho cosas muy importantes para sacarlo adelante —Wong tragó saliva— pero... como padre quiero pedirte que lo respetes y que le exijas que te respete también, si deciden estar juntos sabes que tienen todo mi apoyo —sonrió de medio lado— solo quiero saber que le estoy confiando lo más grande que tengo a la persona correcta.
Jungwoo estaba sentado delante del escritorio, Kim Dongyoung estaba sentado detrás con la mano sujetando un lápiz para trazar los puntos importantes en una libreta.
Ya llevaban casi una hora de sesión en los que fue honesto diciendo que había golpeado a un amigo, que había tenido una crisis de ansiedad e ira al punto de que terminó vomitando contra una pared.
"Tengo miedo de convertirme en In Jin, no quiero que sus rasgos psicóticos influyan en mí pero siento que necesito ayuda, lo sucedido hace unos días traspasó los límites de lo permitido " pensó.
Le dio una mirada significativa antes de abandonar el lápiz y volver a concentrar toda su atención en
él.
—Jungwoo, sabes que una persona puede verse con psiquiatra y psicólogo a la vez ¿No? un psiquiatra es médico y por lo tanto ve esto como una patología, le da importancia al cómo se genera en el cerebro... ¿Sabes que el transtorno de ansiedad social puede ser hereditario? —asintió, quizás la ansiedad había sido heredara de sus padres y él la manifestó en otro tipo de ansiedad dado los sucesos de vida y su poco desarrollo de habilidades sociales en la infancia— bien, volviendo al punto inicial, yo puedo seguir dándote las herramientas en esta terapia "cognitivo-conductual" y también puedes tomar los medicamentos que te indiquen para que puedas mejorar... lo has hecho bien, pero recuerda que puede tomar más tiempo.
—Son años de Ansiedad versus dos meses deterapia...
El atractivo psicólogo se paró del asiento y caminó por la salita mientras pensaba una y otra vez algo. Aquella noche en la que Jungwoo irrumpió en el prostíbulo, a sus oídos llegaron los comentarios de algunas personas en el salón-pub de que un joven con sus características había enfrentado llorando a Lucas.
1+1-2. Sabía que había sido el pelinaranjo cómo mierda se había enterado?! Fue precavido para aislarse en la barra y ocultar su identidad sin embargo y aunque algunos creyeran lo contrario, aquel hombre tenía algo de ética.
Suspiró.
Caminó de vuelta al asiento tras el escritorio y observó al muchacho... hermoso muchacho por cierto. Wong Yukhei era lo suficientemente idiota por hacerle daño.
—Quiero seguir haciendo terapia contigo porque realmente tengo fe, pero así también como lo deseo creo que es correcto poner sobre la mesa ciertas cosas —frunció el ceño— yo sé quién es esa persona que te hizo daño, yo sé lo que te hizo... yo sé que se trata de Wong Yukhei —bajó del tono de su voz aún más, Jungwoo abrió la boca lentamente — y aunque sé que lo que haga en mi vida privada no tiene por qué importarte, me veo en la obligación de decirte que dependerá de ti si quieres seguir trabajando conmigo como tu psicólogo —colocó un dedo en el dorso de su mano derecha antes de verlo a los ojos— lo siento precioso, pero yo sé quien es Lucas, yo soy cliente habitual de ese club sexual... yo me hago llamar Doyoung.
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