22. Colapsos

Flash Back

Y le dolió el estómago porque en el fondo y a pesar de que su cabeza le dijera que era para mejor, Jungwoo sabía que no era lo que deseaba.

Se sentó en su cama, apretó las manos y salió de allí, salió de su habitación, quería salir del departamento y dirigirse hacia el de su vecino ¿Existía la remota posibilidad que estuviese allí?

Pero cuando estuvo al frente de su propia puerta, descendió la mirada al ver un sobre café descansando en ella. Observó con atención en el pasillo, no había persona alguna a la cual atribuirle la entrega pero el sobre decía con un precioso hangul: "Para Kim Jungwoo".

Asustado cerró la puerta, se desplazó hacia la sala de estar y en uno de los sofás de cuero se sentó sin despegar sus ojos del sobre. Con su mano derecha lo rasgó lentamente y lo abrió para saber qué había dentro: una sola hoja. Cuando la sacó vio la fotografía con el ceño fruncido y ¿Rechazo? ¿Repulsión?

Boqueando como pez y las mejillas llenas de lágrimas, se dio cuenta que se trataba de Yukhei dejando que una mujer le hiciera sexo oral mientras él sostenía su cabello, ella totalmente desnuda, él con una camisa negra abierta y con un látigo en la mano.

La descripción abajo era clara: "Wong Yukhei en un prostituto que se hace llamar Lucas en un club sexual para gente rica, él es el trabajador estrella. ¿Quieres aclarar tus dudas? ve tu mismo, la ubicación es".

Fin Flash Back

La mirada de Yukhei fue descendiendo hasta quedarse en sus propios zapatos mientras todo a su alrededor pasaba a segundo plano, si había algo que podía hacerlo sentir aún más mal era el desprecio y angustia que podía tener Jungwoo hacia él.

Ninguno de los dos se movía de su sitio y las personas empezaron a darse cuenta que algo estaba pasando, el mayor sentía su corazón hacerse añicos, ya ni siquiera sabía qué era lo que podía valer la pena de todo esto.

Poco a poco la sensibilidad en las piernas disminuía ¿En qué momento la visión de Wong Yukhei se vio interrumpida? Hendery se puso delante suyo con las manos en los hombros, estaba preocupado.

—Ya lo viste y comprobaste, no necesitas estar acá woo woo, debemos irnos —trató de moverlo pero el muchacho estaba inerte, no sabía qué decir solo que la angustia era mucha— Jungwoo por favor.

Sus ojitos se dieron cuenta de que alguien se acercaba rápidamente al castaño rubio, alguien que golpeaba suavemente su rostro, pero como no respondía sus ojos penetrantes quedaron en ellos. La ira modificó su expresión y sus cejas parecieron más espesas que antes.

Sin saber qué hacer, Jungwoo empezó a retroceder para abandonar el salón desprendiéndose del contacto de su mejor amigo, quería vomitar, se estaba asfixiando con la música, el cúmulo de personas tan cerca, la manera en la que observaban con lascivia al "Gran Lucas" como el gran pedazo de carne sexual que era.

Bien, esto era el fin de todo y... y... Sintió su espalda chocar contra el torso de alguien y aunque no quería reparar en detalles sabía que era más alto que él. La mano de ese hombre lo sujetó por la cintura y lo atrajo a él para luego descansar su boca contra la oreja y lamerla. Era un cliente habitual del club.

—¿Eres nuevo en este lugar, "putita"? ¿Cuánto cobras por hacerme una mamada?

Y el asco fue tal que se retorció antes de darse vuelta para arañar su rostro.

—¡Esto es asqueroso maldita sea! ¡Esto es repugnante!

Escupió su cara antes salir corriendo del salón, en aquel momento Yukhei reaccionó y se movió de su sitio para ir tras él ¿Qué mierda importaba si las personas veían que armaba un escándalo? Nada, absolutamente nada era más valioso que la seguridad de Kim Jungwoo. Un hombre con sus características era blanco fácil para atraer a todo el club, mierda, podían hacerle cosas horribles, llevarlo al extremo en las prácticas sexuales ¡Drogarlo!

A la mierda el orgullo, todo se había acabado pero no le importaba. Trató de sujetarlo por la cintura cuando salieron del salón pero él lo empujó. No, no le hizo daño, no tomó en cuenta sus gritos tampoco, como conocía este lugar sabía dónde llevarlo así que con mucha fuerza lo arrastró a unas habitaciones de lujo que había en el sector VIP del primer piso.

Empujó al pelinaranjo dentro de la primera habitación desocupada y cerró la puerta de una sola patada.

—¡Déjame salir maldita sea! ¡Déjame salir!

—Esto... esto no tiene que ser así Jungwoo, por favor —se le quebró la voz, ni siquiera podía ver a su alrededor cuando sabía que acabaría llorando— basta.

—¡Una mentira tras otra! ¡Una mentira tras otra! ¡¿Piensas que voy a caer otra vez?! —trataba de abrir la puerta pero el menor había escondido la llave, mover el picaporte era una pérdida de tiempo— ¡Déjame salir!

Comenzó a tirar su cabello con mucha fuerza mientras gritaba, la repulsión contra si mismo era insoportable. La imagen de Jungwoo pasando por una crisis de ansiedad no era bonita y más sabiendo que él era la causa de todo su sufrimiento. Había tratado de mantenerlo alejado de aquí, en algún momento le propuso el sexo con otros cuando habían estado juntos cuando él era "Sexual Writer" pero la realidad distaba mucho de la fantasía. Trabajar de prostituto no era bonito.

Respirando agitado el menor empezó a avanzar hacia él ¿Y si trataba de evitar que continuara tirando su pelo y arañando su preciosa piel de porcelana? Sin embargo su solo roce aumentó la crisis de ansiedad en el mayor. Casi totalmente fuera de sí, Jungwoo lo miró antes de apretar la mano derecha y darle un puñetazo en el vientre. La figura de Yukhei se dobló hacia adelante tratando de tocar la zona del abdomen, el dolor se propagaba rápido, apenas podía respirar así que fue fácil perder el equilibrio y caer de rodillas al suelo.

—Me... Me entregué a ti tan fácilmente ¡¿Te atreviste a acostarte conmigo sabiendo todo! ¡¿Qué?! ¡¿Qué pasa si me contagiaste con alguna mierda?! —las marcas de las uñas tenían su efecto, pequeñas líneas rojas empezaban a destacar como la evidencia clara que había cortado su piel con la fricción constante de ellas— te odio... te odio... te odio tanto ¡Te odio maldita sea!

El castaño rubio cerró los ojos para el segundo puñetazo en su abdomen, pero la zona estaba tan sensible que cayó de lado para abrazar sus propias piernas en posición fetal. Su dolor era incomparable con el dolor de los gritos del hombre que le gustaba, el miedo a ser contagiado con alguna infección de transmisión sexual lo estaba enloqueciendo, tampoco podía tener control de su crisis, incluso lo escuchó dar pasos torpes y vomitar en una esquina.

—¡Ahhhh! ¡Aaaahhh! —sujetó su propia frente para tener un soporte mientras vomitaba lo poco que había tenido de la cena, iba a colapsar, iba a terminar en un hospital psiquiátrico.

Su cuerpo estaba completamente sometido a los temblores, su cabello estaba despeinado, los labios estaban secos y el dolor presionaba su frente como una jaqueca. El adormecimiento de sus extremidades había vuelto, su deseo por seguir golpeando a Yukhei era bastante, sin embargo algo en el ambiente lo quebró por completo. ¿Qué importaba ahora cuando el silencio se había roto con el sollozo bajito de la otra persona en el suelo?

Y sí, viendo la manera en la que ese 1.83 metros trataba de protegerse a sí mismo Jungwoo se dio cuenta que ya no tenía derecho de apuntar a su madre con el dedo acusándola por ser agresiva, él había golpeado a Yukhei, él había provocado que estuviera en el suelo tal como vio a su padre hace años atrás ¿Acaso no era igual de aberrante que In Jin?

"Esto... esto no tenía que ser así, esto no tenía que saberse así".

—Yu-Yukhei —balbuceó.

—Esto está mal, todo está mal... yo estoy mal.

—Yukhei.

El castaño rubio empezó a parpadear lentamente y aunque no había explotado en la manera en la que Jungwoo lo había hecho, sí había cometido el error de siempre que era guardar, acumular y querer soportar de manera interna. "Todo está mal, todo se acabó" pensó antes que las imágenes se hicieran borrosas.

"¡Yukhei! ¡Yukhei!" escuchó que lo llamaba a gritos, casi había podido sentir sus manitos blancas en su rostro pero había sido demasiado tarde, su cuerpo también había colapsado con todas sus emociones.

Se había desmayado.

—No, no... no, Yukhei despierta por favor ¡Despierta! —le dio pequeños toques en sus mejillas pero no respondía, estaba inerte sobre la alfombra.

Después de comprobar que no le había dado algún paro cardíaco o algo por el estilo, corrió hacia la puerta pero había sido inútil, "Lucas" la había cerrado. Sus ojos viajaron en todos los rincones ¿Dónde había dejado la llave? No se sentía capaz de meter las manos a su pantalón para sacarlo así que como pudo llamó a Kun Hang para pedirle ayuda. Cortó la breve llamada, guardó el teléfono en su bolsillo y le prestó atención a su "vecino" acariciando sus mejillas empapadas.

Flash Back

—No lo estoy, agota ser el que siempre sonríe y está bien —murmuró antes de cerrar los ojos y tratar de dormir boca arriba. Jungwoo se quedó en silencio, solo se paró para apagar la luz de la habitación y observarlo desde la puerta. Yukhei se había quedado dormido y Ramsés había entrado a la habitación para acostarse a sus pies.

Quizás fue en este momento en el que lo veía quejarse entre sueños, que comprendió que las sonrisas podían ser solo unas máscaras, que Wong Yukhei tenía sus propios problemas y que no eran tan diferentes el uno al otro.

Fin Flash Back

"Perdóname, perdóname" susurraba con el mismo ritmo que acariciaba su cabello, se había metido tanto en ello que apenas comprendió cuando la puerta de la habitación fue abierta hasta atrás por Hendery y el otro muchacho de ojos bonitos y barbilla afilada.

—¿Qué... qué pasó aquí? Yu... ¡Yukhei! —gritó Xiaojun antes de arrodillarse a su lado y sostener su rostro— amigo —movió la cabeza hacia Jungwoo— es tu culpa ¿No? ¡¿Qué le dijiste?!

—Y-Yo bu... bueno yo —se abrazó a sí mismo ¿Le quedaba algo de energía para dar explicaciones?.

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Sus ojitos enormes viajaban en la dirección según las personas se movieran a su alrededor, su madre estaba revolviendo afanosamente algo en la olla mientras que su padre parecía contar dinero en la mesa con un rostro afligido.

"Vamos a tener que pensar en prescindir de algunas cosas cariño, apenas nos alcanza para

pagar las deudas y poder comer". Y después de eso su madre abandonó la cuchara, caminó hacia su esposo y lo abrazó desde atrás murmurando que todo estaría bien, que trabajaría aún más para traer dinero a la casa, que solo sería por un tiempo. Él le respondió que haría lo mismo y que la abuela podría cuidar a su nieto hasta que los Wong pudiesen armar un pequeño restaurante.

Yukhei miró culpable sus manitos, se bajó de la silla con dificultad pensando que si caminaba despacio a su habitación quizás no se darían cuenta que no cenaría. ¿Cómo podría comer después de haber escuchado que apenas alcanzaba para ello? Le dolía la pancita, tenía hambre, quería llorar ¿Y si dejaba de comer sus papis tendrían más comida para no pasar lo mismo que él sentía ahora? Ya estaba haciendo una lista mental de todo lo que podría vender, sus juguetes tal vez, si aprendía a cocinar podía ponerse con un pequeño puesto afuera del humilde hogar.

Cuando estaba a medio pasillo la mano de su madre descansó en su hombro para voltearlo y sostener su rostro.

—¿Qué sucede mi amor?

Su voz era lo suficientemente suave para sucumbir a sus sentimientos y ponerse a llorar allí mismo, pero en vez de eso sonrió tanto como pudo y abrazó sus piernas.

—Te amo mami —susurró.

"Vamos a comer mi amor, la cena está lista".

Quería decirle que no quería, que había escuchado todo y que no quería ser un mayor gasto para ellos, pero su papá lo ayudó a sentarse enla silla y le entregó su comida en su plato de super héroe que tanto le gustaba.

Las lágrimas querían salir a flote pero Wong Yukhei con apenas 5 años fue más fuerte, sonrió tanto como pudo antes de dar el primer bocado. Quizás esos eran los primeros recuerdos que tenía de haber creado la maldita costumbre de guardarse las cosas y fingir que todo estaba bien.

.

Y de pronto el sueño acabó. Apretó sus ojos mientras las imágenes se iban borrando como vapor en su mente, quería obtener mucho más de ellas pero luego desaparecieron, había vuelto al presente. Poco a poco levantó las pestañas pero restregó la mano en sus párpados para que la imagen empañada tomara nitidez. Sentía que su cabeza iba a estallar, el dolor era pulsátil, venía y luego desaparecía de forma constante. Era como la peor resaca jamás vivida, sus músculos y brazos se sentían pesados, estaba acostado de lado abrazando una almohada que olía exquisito pero que, por la misma razón, lo hizo gemir. Esta era la habitación de Kim Jungwoo

¡¿Qué hacía aquí?!

Atolondrado levantó la mitad de su cuerpo para mirar alrededor, a pocos pasos de la cama había un pequeño sofá donde el dueño de casa lo observaba con los ojos brillantes en los que el temor nadaba. Ninguno quería hablar, preferían experimentar el dolor manifestado como presión de pecho y en la escasa capacidad de respirar.

El menor dejó de mirarlo para ver sus propias manos, esto era agotador.

—¿Cómo llegué aquí? —susurró.

Tragó saliva un poco.

—Después de que te desmayaras, te cargamos hacia un auto con Hendery y ese amigo tuyo, Xiaojun... —se remeció en el sofá, quería decir más pero no sabía qué cuando se sentía en malas condiciones.

Entonces sí, había colapsado cuando comprendió que todo se había hundido aún más en la mierda, que lo más íntimo que tenía había sido expuesto a la persona que le gustaba.

Se acomodó nuevamente contra la almohada dejando que las lágrimas salieran, las había retenido tanto tiempo que, ahora que ya no ocultaba nada, estas caían una y otra vez.

"Perdóname por todo Jungwoo, por lo que te hice, por... por lo que no te dije" susurró de la misma manera en la que se escuchaba Sexual Writer, podía hacerlo, él ya sabía que era su escritor favorito.

Sin decir una sola palabra, el pelinaranjo salió del sofá y se acercó poco a poco a la cama donde su "ex amigo"(?) descansaba, levantó una mano y la introdujo bajo su camisa blanca para verificar el estado de su abdomen.

Cerró los ojos al instante sin dejar de sollozar culpable.

—Perdóname, perdóname... por favor perdóname.

Yukhei descendió la mirada y se dio cuenta qué era lo que había mirado: en la zona bajo el esternón tenía unas manchas de color violáceas, sí, justo donde recibió los 2 puñetazos que lo dejaron tirado en el suelo. Aún le dolía pero no quería prestarle demasiada atención, necesitaba dejar de perder tiempo de una buena vez por todas, ambos tenían que conversar derechamente sobre las verdades y las mentiras antes que se siguieran causando más daño. Tenía la sospecha que no sería fácil tener el perdón de Jungwoo ¿Qué persona normal se la daría?

—Estoy igual de enfermo que In Jin, soy un monstruo —balbuceó.

Yukhei se paró con dificultad murmurando que lo esperara, luego salió de la habitación hacia la sala de estar y abrió sus labios con sorpresa al ver a Xiaojun sentado en el sofá con los brazos cruzados mientras que su primo Kun Hang estaba en la misma posición en un sofá individual. Se notaba a kilómetros que se tenían rechazo.

Al percatarse de su presencia se pararon de un solo salto, comenzaron a hablar en cantonés.

—¿Te sientes bien? —dijo el más bajo— tuve que decirle a Yunho que estabas enfermo, no le di más detalles y... por suerte no vio a Kim Jungwoo —se acercó al más alto y susurró tan bajo con tal que su "familiar" no escuchara— tu amigo no vio a Doyoung.

A esta altura no sabía si era bueno que lo supiera pero de algo estaba seguro es que a él no le correspondía revelar la identidad sexual de aquel hombre. Asintió, la charla secreta se vio interrumpida cuando Hendery tocó el hombro del castaño rubio mientras tosía con exageración.

—No sé de qué están hablando pero les recuerdo que estoy aquí al lado... supongo que también nos debemos una conversación entre ambos Yukhei porque... re-realmente me siento pasado a llevar, soy tu primo y... y no sabía nada de lo que estabas haciendo — apuntó a Xiaojun— ¿Él te ha llevado a toda esa mierda?

Sus cejas se movieron con molestia.

—No, yo ya estaba haciendo ese tipo de cosas antes que él llegara y, entiendo tu molestia pero ahora no eres mi prioridad —indicó con el dedo pulgar hacia atrás— le hice daño a Jungwoo y si no aclaro las cosas ambos vamos a colapsar de la peor forma... otra vez.

Tragando saliva asintió, Hendery desapareció por el pasillo para despedirse de su mejor amigo mientras que Xiaojun observó preocupado en todas las direcciones al castaño de ojos grandes.

—Encontré esto tirado en la sala de estar —levantó el sobre café con una fotografía y la descripción— es la manera en la que se enteró que trabajabas allí así que necesitamos saber quién fue.

¿Habría sido Doyoung? quería pensar que no era así porque sería descabellado por su parte hacer eso cuando también él estaba en peligro, pero no podía descartar nada cuando la situación era muy delicada.

"Deja ese sobre donde lo encontraste y por favor vete, tengo que conversar con él antes de volverme loco" susurró junto al abrazo que le dio.

—¿En serio te sientes bien?

—Sí —frunció el ceño como si luchara contra un pensamiento— ¿Puedo pedirte un favor? ¿Esta noche podrías quedarte en mi casa? Ramsés está solo y ya es muy tarde para traerlo conmigo, no quiero que sienta que lo he abandonado.

—"Mi casa su casa" —dijo en español— por supuesto, allí me quedaré.

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Después de lavar las manos en el baño de visitas, Wony Yukhei levantó el rostro y observó la persona tras el espejo ¿En serio era él? ¿Esas ojeras y ojos agotados podían ser considerados como algo atractivo?

Esa persona tenía sentimientos, había trabajado como prostituto por 2 años y un poco más, había visto cosas que podían ser consideradas algo fuertes, había bebido alcohol, había agotado su físico. No había un solo atisbo de buen ánimo en su expresión, incluso trató de sonreír pero en este momento se sintió inadecuado. Salió de allí hacia la habitación, cuando asomó su rostro lo vio allí sentado sobre su cama con las piernas cruzadas y 3 libros grandes. No debería haberse emocionado pero lo hizo cuando vio que eran los 3 libros que había publicado como Sexual Writer.

—Como puedes ver aquí, estos son los libros que me han ayudado en este triste camino de la fobia social —botó el aire de sus pulmones como si le doliera alguna cosa— yo no mentía diciendo... que... que era tu fan número uno.

"Era".

—El día que tu madre llegó, aquel en el que colapsaste ¿Te acuerdas? te traje aquí y... cuando te quedaste dormido y estuve vigilando por ti, me di cuenta que había uno debajo de tu cama, mi corazón se sintió emocionado —se mordió los labios— lo siento.

Jungwoo le indicó la otra mitad de la cama que no estaba siendo ocupada para que se sentara como él, quería que estuviera cómodo, Dios, quería llevarlo al hospital para que lo evaluaran, los puñetazos habían sido muy fuertes. Le hizo caso, dobló sus piernas justo antes que apagara la luz y dejara solo las blancas/ amarillas de navidad que colgaba alrededor.

—Ni siquiera sé cómo empezar esto.

—Con la verdad Yukhei —susurró Jungwoo, sus cuerpos no se tocaban pero sí estaban lo suficientemente cerca— con toda la verdad... La verdad... la verdad podía ser demasiado amplia pero todo tenía un origen, divagar demasiado solo podía confundirlo.

—La verdad... —murmuró cruzando los brazos a la altura de su pecho— inicié mi actividad sexual cuando tenía 16 años con el hombre que se terminó por convertir en mi manager y jefe, para conseguir el permiso para escribir y publicar mi primer libro tuve que recurrir a cosas de las que ahora no me siento orgulloso pero eso solo lo sabe esa mujer y yo —meneó la cabeza, en otro momento habría sonreído coqueto con lo que había hecho en ese breve periodo pero hoy no— al final de mis 16 años fue que empecé a experimentar cosas en ese club al que fuiste esta noche, el periodo cercano en el que Sexual Writer salió al mundo.

—¿Tienes 3 identidades? ¿Cuál de todas es real?

—El hombre que está a tu lado conversándote desde lo más sincero que le queda de corazón —mordió su labio inferior con miedo— Mi nombre es Wong Yukhei, Sexual Writer es mi alterego escritor desde hace 3 años y Lucas es el nombre que ocupo en el club sexual... ejerciciendo la prostitución desde el mismo periodo.

La verdad podía ser cruda y Jungwoo lo sabía pero no pudo frenar el escalofrío que recorrió su espalda cuando debía asimilar que era un trabajador sexual, que ese cuerpo era tocado y disfrutado por otros.

Abrazó sus piernas y apoyó el rostro en ellasdejando que las lágrimas surgieran, no iba a escapar incluso si le dolía, quería saberlo todo.

—¿Por qué? —fue todo lo que pudo decir pero el castaño rubio lo comprendió.

—Cuando me enteré que eras Zeus no pude creerlo, fue fascinante porque creí que eras un hombre muy atractivo y que me había sacado la lotería contigo pero... creo que —tragó saliva— no quise contarte sobre mi identidad porque al principio apenas nos conocíamos como vecinos pero conforme pasaba el tiempo... empecé a darme cuenta que tenía celos de mi mismo.

¿Celos de sí mismo?

"Por una parte nos comunicábamos muy bien como Sexual Writer y Zeus, conmigo como tu escritor, dejabas al lado tu fobia y te entregabas a mí con facilidad pero conmigo como Yukhei parecías alejarte a propósito, mi personalidad te parecía mal ¿Cómo no "ofenderme" porque mi verdadero yo no te gustaba?"

Y cuando Jungwoo lo miró a los ojos dejó de fruncir el ceño, no iba a decir que lo sentía pero viéndose a si mismo recordó el momento en el que el sexo con Sexual Writer dejó de llamarle tanto la atención y que los detalles y las palabras de su vecino parecían más valioso que todo.

Gimió, se sentía confundido.

—¿Tus acciones fueron reales? todo ese... apoyo, esa preocupación...

—Todo fue real, pero yo... yo admito que no quise contarte porque podía tener lo mejor de ambas personalidades, porque... porque en el fondo soy muy inseguro y no quería ser rechazado.

—¿Y mientras tanto ejercías la prostitución? —gruñó sin quitarle los ojos de encima— esto me tiene enfermo, porque... porque una mentira tras otra aparece, apenas puedo confiar ¿Puedo?

Repasó desesperado las manos por el rostro para buscar las palabras adecuadas con la cual responderle, no podían quebrarse en un colapso como en el club sexual, tenían que explicarse las cosas de manera civilizada. Recordó que utilizaba su teléfono habitual para comunicarse con Yunho así que las conversaciones de la aplicación estarían allí. Sin decir mucho se las pasó para que leyera y viera con sus propios ojos las conversaciones de las conversaciones que tuvieron como manager pero también como su jefe, aquellas en las que lo amenazaba.

—1 de enero fue el plazo para volver después de 4 meses, pude hacerlo antes pero no quise porque no quería tener sexo mientras estaba contigo, esa fue la razón por la que quise contarte que era Sexual Writer el 30 de diciembre, porque quería alejarte de toda esta mierda.

Podía creerle como también podía NO creerle, podía gritarle como también podía no hacerlo.

Tragó sus lágrimas, descendió la mirada hacia su abdomen donde sabía que lo había dañado, luego volvió a mirarlo al rostro para hablar con su boquita temblando.

—Solo quiero tener la seguridad de que no me hiciste daño porque lo deseabas ¿Cuáles fueron tus motivos?

"Tengo la mala costumbre de guardar las cosas por pretender que todo está bien" dijo "Guardé tanto, soporté tanto y lidié tantas cosas solo que empecé a enfermarme volviéndome loco". Continuó.

—Tú más que nadie sabe la seguridad que nos genera estar desde el anonimato, así nadie te juzga, nadie te apunta con el dedo... en... en el fondo soy un inseguro de mierda que cree que no tiene nada bueno que ofrecer si no es con sexo pero contigo puse mi mayor esfuerzo para que Yukhei diera todo de sí mismo, me —gimió dejando que sus ojitos también lloraran, se sentía desprotegido sin máscaras con las que cubrirse— me enamoré de ti en el proceso pero mi miedo me impidió decir la verdad y te terminé hiriendo.

Le aclaró con la voz rota que nunca lo había querido usar como objeto, que había aprendido a verlo más como Jungwoo que como Zeus, que había aprendido a respetarlo y aceptarlo con la fobia social, que se había sentido demasiado agradable estar para él sin el sexo de por medio y que por eso mismo tampoco quiso revelar su identidad, porque algo tan bonito como la amistad y las emociones de dos adolescentes enamorados se podía haber ensuciado con todo su lado oscuro.

Bien, por supuesto que aún quedaba mucho por preguntar como por ejemplo la razón por la que no era capaz de salirse del prostíbulo, los detalles peligrosos de aquella vida o por qué siendo menor de edad había ejercido algo totalmente ilegal.

¿Consumía drogas? ¿Se estaba protegiendo?

¿Cómo su mente estaba lidiando con todo esa presión? Podían seguir hablando mañana como dos personas civilizadas y ser totalmente honestos el uno con el otro pero ahora, siendo ya de madrugada y después de haber llorado, golpeado y gritado, no había alma que lo soportara.

Jungwoo cerró los ojos, Wong Yukhei estaba llorando como un niño desconsolado.

—Ven acá —murmuró abrazándolo por la espalda y hundiendo el rostro en su cabellera castaña rubia, estaba temblando, se estaba quejando, estaba rompiéndose otra vez— esto no es fácil para ninguno de los dos, a... ambos hemos cometido errores y volver a confiar es... es una tarea pesada y... y aunque estoy asustado a cagar, que mi autoestima está por el suelo, aunque aún tengo angustia por la manera en la que todo esto se está desarrollando, no va a ser imposible... no —lo abrazó aún más fuerte como si se tratara de un oso gigante para llenarse de ese perfume y su calor ¿Era la primera vez que estaba tomando el liderazgo? pues bien, nunca había visto a su "amigo" explotar así— lo vamos a lograr.

Sí, ambos eran víctimas de las circunstancias de vida.

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