Ambos estábamos despojados de nuestras prendas. Miré el cuerpo de Nagisa de arriba abajo, no dejaba de pensar en lo hermoso que era.

Ninguno de los dos tuvo que pedir lo que quería con palabras, nuestros actos lo decían todo. Estábamos conectados. Jamás me había sentido así de bien.

Me incliné hacia adelante hasta quedar a la altura de su pecho. Comencé a lamer y chupar el par de botones que adornaban su pecho. Él se removía a veces y suspiraba. Después de todo era su primera vez siendo él quien recibía de parte de un hombre, y por supuesto, también era mi primera vez con un hombre. 

Pasaba mis manos por sus costillas y abdomen tocando su suave piel, ¡era tan maravillosa! Volví a mi posición inicial y lo besé. Nuestros labios iban a un ritmo coordinado y divino. Hasta en el beso estábamos conectados. Terminé mordiendo su labio inferior para pedirle entrada que él ni dudó en darme, nuestras lenguas danzaban juntas a un ritmo equitativo.

Me separé y me di cuenta de que nuestros miembros ya estaban erectos. Con tan solo mirar los ojos de Nagisa pude entender que él quería que ya fuera momento de dar comienzo a tan anhelada etapa. Tenía tantas ideas de cómo sentirme. Pero lo que más tenía en claro es que me entregaría a él en lo que haríamos.

Ninguno de los dos quería esperar más. Solo que obviamente primero tuve que ayudar a Nagisa preparando su entrada, a falta de lubricante usamos protector solar, fue algo doloroso para él al principio, pero intenté tener el mayor cuidado con él y terminó acostumbrándose al poco tiempo.

Tomé mi miembro con mi mano y lo delineé en la entrada de Nagisa. Él gimió, eso solo hizo que me excitara y emocionara más. Finalmente introduje mi miembro, me quedé sin moverme un rato. Era indescriptible la sensación y tal parecía que para Nagisa también. Su interior envolviendo mi pene se sentía malditamente bien. No me contuve más.

Empecé a moverme con lentitud, y aunque no fuera el mejor ritmo del momento seguía sintiéndose bien. Nagisa se veía tan lindo, los jadeos escapaban de su boca y se removía de placer bajo mío. Decidí ir un poco más rápido; sus eróticos sonidos eran más resonantes junto a los míos. Me incliné para besar su cuello de nuevo sin perder el ritmo en mis caderas. Eso pareció excitarlo más.

Fue él quien buscó mis labios con desespero y en nuestro ósculo moví mis caderas tan rápido como podía. Supe que había tocado su punto débil cuando dejó de besarme para poder soltar sus ahora mucho más sonoros gemidos, aunque yo también necesitaba soltarlos. Llevé mi mano a su miembro masturbándolo al mismo vaivén que llevaba con mis embestidas y le daba uno que otro beso en los labios.

El acabó por correrse manchando mi mano. Su interior se contrajo haciendo que yo me corriera también segundos luego. 

El cansancio ya nos invadía y se hacía notar por las grandes bocadas de aire que tomábamos para recuperarnos. De verdad sentí que lo di todo de mí al terminar con ello.

—Muchas gracias, Karma.

Me sorprendió que no nombrara el honorífico, pero desde ahí comprendí que ambos debíamos dejarlo. Por supuesto que estaba de acuerdo, de hecho, quería dejarlos por completo casi en el momento en que lo conocí.

Nos acomodamos bajo las sábanas y como en esa última vez que Nagisa y yo dormimos juntos, él recostó su rostro sobre mi pecho y me abrazó. Yo correspondí esperando que no pudiera oír los latidos que había causado a mi corazón por eso. De verdad lo amaba.

—Esta cabaña me trae recuerdos —dijo él. Ahora que lo pensaba, no habíamos hablado en todo el tiempo en que llegamos a la cabaña. Pero de cierta forma me había gustado eso.

—¿Qué tipo de recuerdos?

—Cuando estaba en la escuela tuve un viaje también a la playa y nos quedamos en cabañas tan lindas como estas. Tenía unos quince años en ese entonces.

No podía verlo, pero sabía que estaba sonriendo.

—Yo también tuve un viaje de verano así en la escuela —sonreí al recordarlo.

—Qué coincidencia —rio—. También me recuerda a mi familia, porque solíamos ir seguido a la playa en mi niñez, ya que a mí me gustaba y aún me gusta. Sinceramente extraño esos tiempos —noté el cambio que tuvo en su voz—. Lástima que ya no pueda ser así. Mi madre dejó de hablarme cuando supo qué tipo de trabajo tenía, diciéndome que era una decepción para ella y que ya no era más su hijo; y con respecto a mi padre... bueno, perdí por completo el contacto con él.

¿Por qué tanta gente debía dejar solo a Nagisa?

—Yo nunca pude salir así con mis padres.  Siempre estaban ocupados. Para ellos en primer lugar estaba siempre el trabajo y luego estaba yo. A causa de eso pasé casi toda mi infancia y adolescencia solo, desde pequeño aprendí a ser independiente y autosuficiente —suspiré—. Tú tranquilo, te apoyaré en esto —lo abracé con más fuerza comprendiéndolo.

—Es agradable que puedas comprenderme —levantó su rostro, aún abrazándome, para poder verme—. Me ha dado más curiosidad de saber sobre ti... ¿cómo eras tú a los aproximadamente quince años?

—Recuerdo que era el que tenía las mejores notas. Especialmente en Matemáticas —reí.

—A mí no se me daban muy bien, en lo que era mejor era en Inglés.

—Y supongo que aún lo eres.

Solté indirectamente. En algunos de sus AV tenía diálogos en inglés, así que eso lo explicaba mejor.

—Ah, sí, sigo con eso.

—Recuerdo que además de ser el mejor de la clase me metía en problemas.

—¿Cómo que en problemas?

—Ya sabes, peleas y conflictos.

—Entonces eras un chico bravucón.

No pude evitar reír por eso y Nagisa me miraba extrañado.

—No del todo, lo hacía para defender a otras personas y casos así —aclaré.

—Ah, lo siento. Creí que lo hacías por mal.

—No te preocupes, mucha gente creía que lo hacía por eso —revolví sus cabellos con una de mis manos—. ¿Y tú qué tipo de estudiante eras?

—Uno promedio, supongo. Algunas veces llegaba a ser el mejor, pero no era tan bueno como dices serlo tú.

—Puede que no lo hayas sido en la escuela, pero ahora eres muy talentoso.

—Gracias, Karma —volvió a acomodarse dejando su cabeza sobre mi pecho—. Quiero dormir ya, estoy cansado.

—No eres el único.

No tuve respuesta de su parte, se había dormido ¡qué rápido! Me dispuse también a dormir, supe que no sería tan difícil por lo cómodo y acogedor que era dormir con Nagisa.

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AJJAJSJSJDKSKSKKD PERDÓN, eS QUE HAY UNA PARTE DEL CAP QUE ME DA MUCHA RISA XDD. Párrafo 9, cito: "y en nuestro ósculo moví mis caderas tan rápido como podía." ES QUE ME IMAGINÉ A KARMA COMO UN CONEJO EKJCKCKCKCKC.

Ya ahora sí, WENA WENAAAA siento que hace tanto que no me pasaba por acá, ¿cómo va su 2019? ¿ya sufrieron por un fanfic que borraron? ¿su autor(a) fav se fue a hiatus? ¿o acaso ya no tienen inspiración/ganasdeseguirescribiendo para alguno de sus propios fics?

Yo he dormido y eso está bien :D, soy feliz así.

Ojalá les haya gustado el cap y también les haya causado gracia el conejo-Karma como a mí, nos leemos (o a mí me leen al menos) a fin de mes, saludos a la mami, cjau.