Capítulo 11
Finalmente el día del viaje había llegado. Nagisa y yo ya nos encontrábamos en mi auto -el cual es un descapotable-. Los amigos de Nagisa iban en su propio auto también, que era similar al mío.
Nagisa tenía puestos sus lentes de sol por los fuertes rayos que había -y eso que no llegábamos a la playa siquiera-. No pude evitar verlo de reojo algunas veces porque se veía tan hermoso a pesar de que los oscuros lentes ocultaran sus ojos. Con la ropa para clima cálido hasta se veía bien. No entiendo cómo puede ser tan perfecto.
El trayecto no fue tan largo en realidad, incluso nos juntamos con otras personas que también tenían nuestro mismo destino o que simplemente pasaban por ahí y también se animaron a ir a la playa. Fue encantador tener más compañía en el recorrido, además de que se veían como muy buenas y amigables personas, es más, lo eran. Sería bueno pasar el tiempo en la playa también con ellos.
Llegamos unas horas después. Suerte que no había tráfico porque fue de mucha ayuda que las carreteras estuvieran bastante despejadas. Aunque pudo deberse también a las tempranas horas que eran.
Todos bajamos de nuestros autos y dimos una vista al mar. El paisaje estaba tan hermoso... o puede que yo lo vea así debido al hecho de que Nagisa también estaba frente a mi vista complementando el paisaje de la playa. Sí, todo era perfecto en definitiva.
-¿Vamos a nadar, Karma? -me preguntó Nagisa y yo asentí.
Por suerte bajo nuestras prendas de vestir traíamos nuestros trajes de baño por si queríamos entrar al mar apenas llegáramos del recorrido. Los amigos de Nagisa hicieron lo mismo y algunas de las personas que se nos unieron al viaje tuvieron que ir a algún vestidor para poder entrar al mar adecuadamente.
Nagisa tomó mi mano cuando terminamos de dejar nuestra ropa en mi auto y de aplicarnos protector solar. Su piel y cabellos reflejados por el sol resaltaban su belleza. No dejaba de pensar en lo bello que era en todo el tiempo en el que estuve con él desde que empezó el viaje.
Entramos al mar finalmente. Pudimos acostumbrarnos a la fría corriente del agua por el calor del día. Algunos más también entraron, los que estaban en la arena estuvieron bebiendo bebidas alcohólicas, pusieron música y bailaban juntos o solo se relajaban a la luz del sol o bajo alguna sombrilla. El ambiente era muy acogedor, incluso Nagisa y yo salimos del mar para bailar y divertirnos un poco junto a las personas y los amigos de Nagisa.
Algunos ya estaban ebrios, pero yo no sentí la necesidad de beber algo de alcohol ni Nagisa. Solo quería disfrutar sin ningún efecto secundario. Bueno, estuvimos de igual forma con una lata en mano en todo momento, pero era para no ser aguafiestas, ya que, a penas y le dimos unos sorbos cada uno a su respectiva bebida.
-Nagisa, vamos a enterrarte -vi cómo Maehara jaló a Nagisa del brazo y él negaba entre risas.
-Sí, vamos, Nagisa -lo empujé suavemente hacia adelante para convencerlo-. Te haremos una linda cola de sirena.
-Karma-kun, ¿tú también?
-Por supuesto -reí.
No tomamos en cuenta las negaciones de Nagisa y lo hicimos recostarse sobre la arena. Igualmente él no intentaba escapar y eso facilitaba las cosas.
-El siguiente serás tú, Karma-kun -me dijo Nagisa.
-Dudo que puedas escapar de tus futuras aletas, sirena.
Con ayuda de Maehara e Isogai cubrimos sus piernas lo suficiente como para poder construir la forma de una cola de sirena de la que tanto había estado hablando. ¡Hasta con algo así Nagisa seguía viéndose tan bien!
Los únicos que se burlaron fueron la pareja de novios y eso hizo enojar a Nagisa de cierta manera. Así que quitó la arena de sus piernas y emprendió una carrera tras los dos, quienes habían huido al mar. Yo me uní a Nagisa corriendo también tras ellos y para detenerlos les lancé agua, los demás acompañantes al vernos jugar así también se unieron lanzándose agua entre sí o también a nosotros. Qué juego tan divertido.
Luego de algo de cansancio, sugerimos ir a buscar un lugar en donde quedarnos para pasar la noche. Sinceramente yo no estaba cansado, a pesar de haber gastado mis energías en todo ese día de playa. Mis tres demás acompañantes no se veían cansados tampoco, o al menos Nagisa no.
Nagisa y yo subimos a mi auto -aún con los trajes de baño puestos- y seguimos a los demás autos que venían con nosotros. Nos detuvimos luego de unos minutos porque habíamos encontrado unas muy lindas cabañas cerca del mar que escogimos para pasar la noche.
Nos estacionamos frente a ellas. En realidad había solo tres cabañas disponibles. Acordamos que Maehara e Isogai se quedarían en una, Nagisa y yo en otra y las demás personas en la que faltaba.
Todos fuimos a nuestra respectiva cabaña, no sin antes despedirnos y desearnos buenas noches. Nagisa y yo entramos a la que compartiríamos juntos.
Ya adentro, Nagisa se sentó sobre la cama y yo frente a él. Era impresionante cómo a pesar de todo lo que hicimos en el día ninguno se sentía cansado e incluso sorprendía qué tan rápido ya había llegado la noche.
Dejé de pensar en todo eso cuando mi mirada conectó con la de Nagisa, quien también me miraba sin decir nada. Sus ojos de color cielo me parecían tan bellos, me perdía en ese hermoso paraíso. Pasé a mirar la piel de su rostro que se notaba a simple vista tan suave y delicada, como si nadie fuera digno de tocar esa pieza de cielo. Terminé por mirar sus labios y luego me pregunté qué se sentiría besarlos.
No lo pensé, para nada, y me acerqué hasta él. Lo miré unos segundos más, topándose luego mi mirada con sus sabrosos labios a simple vista. Sin pensarlo de nuevo, acerqué mis labios a los suyos y los uní.
Sentí el mismo paraíso en ese momento. Los sentimientos que tenía por él se confirmaron con solo un beso. No tenía palabras para describir aquella sensación.
Él envolvió mi cuello entre sus brazos y correspondió a mi beso. No pude sentirme más feliz en ese momento. Una de mis manos estaba sobre su cintura y con ella incliné su cuerpo hacia atrás hasta dejarlo totalmente recostado sobre la cama. Una vez así, me posicioné sobre él y dejé de besar sus labios para besar su cuello.
Anhelaba tener el máximo cuidado con él. Yo lo veía como un ángel después de todo y su cuerpo no podía ser tratado como si nada.
Mis besos terminaron llegando hasta su vientre. Me reincorporé con la decisión de deshacerme de su ropa, él también deshizo la mía en cuanto ya no estaba la suya.
Podía que Nagisa pensara que tendríamos sexo, pero en el momento en que empezamos siempre tuve en mente que le haría el amor.
Qué feo eso de acabar el capítulo cuando viene el lemon, ¿no?
Y como mucha gente anda diciendo por ahí, yo también lo haré: primer capítulo del año.
Sinceramente yo aún no siento que haya empezado el año, aún me refiero al 2018 y ando diciendo cosas como "el próximo año esperaré hacer esto o mejoraré en esto", y me siento estúpida por no actualizarme aún xD ¿A alguien más le pasa? Eso que ni he entrado a la escuela aún, pero weno.
Espero que hayan gozado el cuarto de lemon ❤ Y hasta el siguiente uwu
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