Parte 17.


hola hermosuras, pues aquí trayendo nueva actu de este fanfic, sé que prometí traerlo hace mucho tiempo, pero realmente he tenido muchos problemas, pese a ello aquí me encuentro, muchisimas gracias por comentar, por votar y por seguir esperando, se les quiere muchoooo

ahora sí, preparen sus votitos, sus comentarios, porque esto se pone extraño jdsnk

nos vemos en notita final.

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Luhan escuchó con bastante atención las indicaciones de parte de Chanyeol, quien claramente le había dado los por menores de toda la situación con Baekhyun. El chico sabía de sobra que no podía tomarse a la ligera nada que tuviera que ver con Chanyeol y ahora su amigo.

—¿Qué le diré si pregunta por ti? —inquirió Luhan mirando a Baekhyun quien se encontraba dormido en ese momento—. ¿Debo decirle la verdad?

—No —dijo definitivamente el alto mirando de reojo al amigo de su pareja—. En este teléfono tiene mi numero guardado, que me marque de ser necesario para hablar con él.

Luhan miró el aparato que Chanyeol le estaba dando y lo cogió. El alto había hablado con él y con Sehun sobre lo que tenía planeado. Por eso mismo, Sehun había estado en más contacto con Minseok, cosa que le preocupaba demasiado a Luhan, puesto que su pareja se estaba metiendo en asuntos demasiados turbios en los que estaba arriesgando su vida, pero sin darse cuenta, todos estaban bastante relacionados con ese asunto y peligrando sin haberlo decidido.

La información que Tao había conseguido era verídica, dejando al descubierto otros puntos más que ni siquiera el padre de Chanyeol lo había previsto, pese que era una persona bastante precavida. Chanyeol no se había quedado tranquilo después de saber que gran parte de los jóvenes que trabajaron con él habían desaparecido, y muerto a causa de el psicópata de Yunho, que la duda del porque Minseok estaba con vida y no tuvo ningún percance comenzó a carcomer la cabeza de Chanyeol durante las semanas en las cuales estuvo al cuidado de Baekhyun, que procedió a dar permiso a Tao de investigar al chico.

Minseok había sido su novio por varios años, su persona más cercana, con quien compartió muchas experiencias de su vida, y obviamente, fue una persona importante para él, estuvo en el inicio de su primer negocio y fue su centro de dinero en cada show que realizó hasta que terminaron por los celos del chico, o eso creyó Chanyeol, ahora tenía muchas dudas. Si Yunho tenía interés en todo lo que Chanyeol poseía, ¿por qué en Minseok no?

—Chanyeol —habló Luhan cuando notó que este se había perdido en sus pensamientos—. Por favor, te pido que protejas a Sehun, si algo le pasa, yo...

—No le pasará nada —aseguró el alto esbozando una pequeña sonrisa—. Sé que Minseok es inofensivo, solo un poco más.

—Lo sé, pero si tus sospechas son ciertas, y si ese hombre que sigues daña a Sehun también —dijo Luhan aterrado ante el peor de los escenarios. Chanyeol le acarició los cabellos suavemente tratando de tranquilizarlo—. Entiendo... cuidaré bien de Baekhyun, ve tranquilo. Cuídense.

Chanyeol asintió caminando hasta la salida del departamento, afuera de este se encontraban los guardaespaldas que contrato para el cuidado de Baekhyun y el amigo del mismo. Dio un par de indicaciones más a estos y salió directo hacia su auto tomando caminó a la casa de su padre.

Había encarado a su padre semanas atrás, logrando entender muchos de los motivos por los cuales su progenitor deseaba que él fuera ya la cabecilla de su familia, pero, aun así, pese a que en las ultimas semanas estaba más metido que nada, seguía sin querer tomar la responsabilidad que conllevaba su apellido.

Mientras conducía hacia la casa de sus padres pensaba en todo lo que tenía en mente. Realmente Yunho era un peligro, no solo para Baekhyun y él, sino para la humanidad en sí. Tao le había dicho cosas que en su vida jamás hubiese querido escuchar, y estaba asqueado. Había nacido en una familia que no hubiese querido sabiendo a lo que se dedicaban, y con ello, se había ganado el odio de una persona, que había dañado lo que más amaba.

Paro un momento en el semáforo sacando su celular de su saco, miró el mensaje recibido, era de Sehun.

¨Minseok saldrá este fin de semana, a singapur, me dijo que tenía que atender unos negocios de su padre, pero fuera de ahí nada¨.

Chanyeol hundió ligeramente el entrecejo al enterarse de eso, pensar en qué clase de negocios tendría Minseok que ver ahí le generaba inquietud. Siguió su camino hasta la casa de sus padres y en cuanto llegó bajó del auto. Los empleados lo recibieron como de costumbre, con grandes sonrisas y venias en respeto. Al entrar a la casa se dirigió hasta el despacho de su progenitor, mas no entró puesto que su padre se encontraba bajando las escaleras que conectan con el segundo piso en compañía de la señora Park.

—¿Chanyeol?

—Venía a hablar contigo respecto a lo que me ofreciste —explicó su presencia ahí.

La sonrisa del señor Park se vio satisfecha, Chanyeol se había negado ya muchas veces, siendo reacio a todo, siquiera para hablar se negaba, por lo que, saber que su único hijo quería hablar del tema le daba una esperanza.

Ambos entraron al despacho encerrándose en el mismo, el señor Park tomó asiento en su lugar e indicó con su mano a su hijo que tome asiento también.

—Te escucho.

—Tomaré mi lugar por derecho —dijo claro y conciso, viendo la sonrisa de su progenitor—. Tomaré la cabeza de tu organización, y me haré responsable de todos tus negocios.

—No sabes cuan orgulloso estoy de esto —confesó el mayor de los Park tomando su teléfono de escritorio y marcó unos cuantos números hasta que alguien atendió a la llamada—. Lany, por favor comunica a todos los subjefes de la organización que tendremos una junta corporativa mañana a las 12 del día en el lugar de siempre.

Chanyeol formó una mueca al escuchar eso, su padre no estaba perdiendo tiempo, soltó un suspiro.

—¿Piensas nombrarme mañana? —preguntó dudoso, aunque estaba más que seguro de que era así.

—Casi todos te conocen, pero, quiero que vean tu rostro oficialmente, por lo que, debes de ser firme Chanyeol, deben de ver tu mando, no quiero flaqueo.

El menor solo asintió. No podía mentirse, estaba aterrado, porque eso significaba que todos sabrían quien era él, y eso sentenciaba por completo su vida y la de Baekhyun a una vida como la que llevaba su padre y madre.

Cuando salió de la casa de sus padres, se dirigió hacia el punto de reunión donde había acordado de verse con Sehun, pero este no se encontraba aun en el lugar, por lo que se dispuso a esperar dentro de su coche.

...

—Sehun, espera... ¿estás seguro de esto? —preguntó Minseok alejando un poco al más alto de su cuerpo cortando el contacto de sus bocas, pese a lo agitado que se encontraba por las emociones causadas.

Llevaban varios días en los cuales, ambos habían estado coqueteando más de lo normal, saliendo a varios lugares, y entre esos coqueteos hubo besos, como el que se habían dado en ese momento al punto de llegar a algo más. Pero, Minseok no estaba tan seguro de lo que sucedía. El alto hasta hace poco había estado llorando por su ex novio, ese chiquillo llamado Luhan, que de buenas a primeras quiera intentar algo con él no le daba buena espina.

—¿Qué pasa? ¿No quieres? —preguntó a la vez que se alejaba un poco acomodándose su chaqueta—. Pensé que ambos nos gustamos.

—Hasta hace poco seguías llorándole a tu ex.

—Ah, eso.

Sehun sonrió ladino dándole poca importancia al tema con su expresión, se acomodó en el sofá del departamento de Minseok y soltó un suspiro.

—Luhan prefirió ese trabajo sobre mí, me gusta que sea coqueto, pero no que cientos de personas vean su cuerpo, me cansé, así que ya no pienso seguir llorando por él —explicó encogiéndose de hombros, acercándose un poco más a Minseok comenzó a besar su cuello llevando su mano debajo de la polera ajena—. Así que, por qué mejor no aprovechamos que harás ese viaje y voy contigo, pasamos un buen rato juntos lejos de todo.

Minseok cerró sus ojos al recibir los besos húmedos de Sehun y esas caricias en su piel erizada escuchando las palabras ajenas, si era sincero no le parecía una mala idea tomar ese maldito viaje como una oportunidad de disfrutar con el adverso. Pero no podía y el sonido de su teléfono vibrando en su bolsillo se lo recordó. De inmediato se apartó de Sehun atendiendo la llamada.

—Diga.

Sehun miró atento como Minseok se alejaba de él hasta encerrarse en una de las habitaciones del departamento, cosa que aprovechó para ir hacia la misma y pegarse a la puerta. Algo tenía que sacar de ese sacrificio que estaba haciendo de estar con el bajito. Al pegarse en la puerta pudo escuchar la voz suplicante de Minseok hablar por teléfono.

—Por favor, no tienes que hacer esto... —dijo el de mejillas rellenitas aferrándose al teléfono en su mano—. Hago todo lo que me pides, te he pasado todos los datos que deseas, ¿qué más quieres? Ya tuviste a ese niño, déjanos en paz.

Sehun hundió ligeramente el entrecejo al escuchar eso, la voz de Minseok no se podía apreciar muy bien, pero fue claro lo que escuchó.

—Mis padres no, deja a mi madre libre, por favor —pidió una vez más Minseok dejando caer varias lagrimas por sus mejillas al escuchar los gritos de su madre—. Haré lo que me pides, por favor... detente, no la lastimes.

Sehun volvió al sofá sacando su teléfono para fingir estar entretenido en este para cuando Minseok salió, el chico tenía los ojos rojos, pero le mostró una sonrisa. La persona con la que había hablado, estaba haciendo algo que le hería, obligándolo a hacer cosas para él. La teoría de Chanyeol podía tener mucho sentido con eso que escuchó, debía informárselo.

—¿Todo bien? —preguntó Sehun palmeando a su lado, viendo como el bajito caminaba hasta él y se sentaba ahí—. Tienes los ojos rojos.

—Nada... mi mamá lleva tiempo lejos de casa, hablar con ella me pone un poco triste —dijo esbozando nuevamente esa sonrisa que no llegaba a sus ojos y miró al más alto—. ¿Puedes irte? Me siento un poco cansado, y aun tengo que ver lo del viaje. Te aviso si puedes venir conmigo por mensaje, ¿va?

Sehun ni siquiera insistió en quedarse, ya estaba atrasado con su reunión con Chanyeol, por lo que, después de despedirse con un húmedo beso de Minseok salió del departamento y posteriormente del edificio caminando hacia su coche, al cual se subió y pronto se puso en marcha hacia donde quedó de verse con Chanyeol.

Ambos bajaron de sus coches y caminaron hacia el otro mirando a las personas deambular en ese parque, los dos como cualquier persona casual tomaron asiento en una de las bancas del lugar y cruzados de piernas sin hacer contacto visual comenzaron a hablar.

—Le dije que iría con él, si acepta obviamente nos quedaremos en el mismo cuarto... pienso darle algún somnífero para poder revisar su teléfono —explicó Sehun lo que tenía en mente—. Chanyeol, él recibió una llamada de alguien, y ese alguien lo está amenazando con hacerle algo a su madre, ¿qué sabes al respecto de eso?

Chanyeol arqueó ligeramente una de sus cejas al escuchar tal cosa. La última vez que había visto a la madre del chico, fue cuando quiso presentar a Baekhyun con su familia, aquel día en su casa, desde entonces no había sabido nada de ella.

—No lo sé, quizá deba preguntar a Tao —dijo mirando de reojo al más bajo—. Mi padre el día de mañana me anunciara como el nuevo jefe de la organización.

Sehun alzó ambas cejas en sorpresa al escuchar tal cosa. En su vida jamás pensó que tendría contacto con ningún narcotraficante, mucho menos que su pareja y el niño que era casi como su hermano menor, estaría relacionado emocionalmente con uno. Sehun entendía que Chanyeol no tenia en si nada que ver con cosas delictivas, que solo era una persona emprendedora, con negocios algo subidos de tono, pero al final de cuentas, era hijo de uno de los narcotraficantes más famosos. La familia Park era conocida hasta por personas que no tenían nada que ver con ese mundo, el solo apellido siempre causaba temor, pero, nunca había tenido la oportunidad de tener contacto con uno directamente. Y en ese momento estaba ahí, sentado del heredero de esa organización, hablando sobre como encontrar al malnacido que lastimó a Baekhyun.

—¿Hablarás de esto con Baekhyun? —preguntó el más bajo mirando los coches pasar frente suyo—. Chanyeol... tal vez debería dejar a Baekhyun. Ya ha sufrido demasiado.

Chanyeol apretó su barbilla al cerrar su boca con fuerza, también creía que sería lo mejor para el más joven. Todo lo que Baekhyun había vivido era solamente su culpa, de nadie más. Pero, la idea de tenerlo lejos no era lo que quería.

—Me encargaré de Yunho, y después de eso, me iré lejos con Baekhyun.

Sehun soltó un suspiro, miró al más alto y con condescendencia apretó suavemente el hombro del más alto.

—Aún así debes hablar con Baekhyun de esto, antes de mañana —sugirió el más bajo poniéndose de pie—. Quiero ver a Luhan, ¿puedo ir?

—Claro, los guardias te conocen —dijo sin problemas el más alto quedándose aun sentado en la banca, viendo como Sehun subía a su coche y se iba.

Hablar con Baekhyun sobre su nombramiento no era una opción, si bien, el más joven sabía ya muchas cosas que implicaban estar con él, y lo había comprado de la forma menos deseada. Soltó un suspiro mirando al cielo con frustración, no quería eso, pero no había ninguna otra forma.

Se puso de pie caminando hasta su coche al cual subió y una vez dentro del mismo escuchó su teléfono sonar, atendió la llamada al ver que se trataba del teléfono que dejó con Luhan.

—Baekkie.

—¿Dónde estás, Chanyeol?

La voz del menor sonó fría como en los últimos días, no le dio importancia al tono que usaba con él, se puso en marcha mientras dejaba que la llamada se trasmita por el auricular.

—Fui a casa de mis padres, ¿todo está bien? ¿necesitas algo? —inquirió mirando el camino, deteniéndose frente a un puesto de flores que notó al conducir.

—Llegó Sehun... está hablando con Luhan —explicó el bajito a lo que Chanyeol asintió, estaba enterado de eso—. Mencionaron a Minseok, quiero saber de eso.

Chanyeol suspiro profundo al escuchar eso, debió haberles dicho a esos dos chicos que tuvieran cuidado con las cosas que hablaban estando en el departamento de Baekhyun.

—¿Puedes esperar a que regrese a casa? Te diré lo que necesites saber —prometió haciendo señas a la encargada del puesto, pidiendo un ramo de rosas blancas. En cuanto recibió una respuesta afirmativa de parte del menor colgaron la llamada, cosa que aprovechó para pagar el pedido.

Subió nuevamente al coche y sin perder más tiempo se dirigió directamente. Al entrar al departamento Chanyeol pidió informe de los movimientos dentro del edificio con el guardia jefe que estaban a cargo de la protección de Baekhyun, no había novedad alguna más que la visita de Sehun y un repartidor de comida que no ingresó más allá del lobby.

En cuanto entró al departamento, vio a la pareja sentados en la sala, hablando entre sí al parecer de cosas realmente serias, pues la expresión de Luhan era tensa.

—¿Baekhyun está en su cuarto?

—Sí, dijo que te esperaba ahí —informó Luhan dejando por un momento lo que hablaba con su pareja.

Chanyeol asintió con su cabeza, caminó hacia la habitación de Baekhyun, al entrar vio al menor parado frente al espejo, se encontraba semi desnudo, solo con un bóxer puesto. Los dedos del bajito se encontraban paseándose alrededor de su herida. Chanyeol miró afligido al más joven, pero no dijo nada, se acercó a paso lento hasta el más joven, se veía perdido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de la presencia del más alto hasta que este lo abrazó por la cintura.

—Chan.

—Te traje estas flores —dijo el mayor besando su sien—. ¿Te gustan?

Baekhyun miró las flores que el alto le estaba dando y cogió las mismas esbozando una pequeña sonrisa, eran lindas, no podía negarlo.

—Son lindas, gracias —respondió bajito mordiendo sus labios, esa sonrisa que había mostrado de pronto se desvaneció—. Chan...

—¿Por qué estás sin ropa? ¿te duchaste recién? —preguntó tratando de desviar el tema, tomando por la mano al más joven para así poder llevarlo a la cama, pero el menor no se movió, sino que volvió a clavar su mirada en el espejo— Baek.

—Mi bebé ya no está... —habló casi en un susurró que Chanyeol apenas pudo escuchar—. Pero... tengo una marca que me dice que estuvo ahí, y me lo quitaron.

Chanyeol sintió que su corazón se apretó de forma dolorosa al ver a Baekhyun comenzar a llorar en silencio. Esas marcas en su cuerpo no se irían, siempre estarían ahí para recordarles lo que vivió el bajito, y él no podía hacer nada. Con mucha delicadeza cargó al menor en brazos llevándolo con él a la cama, donde lo acunó entre sus brazos dejando castos besos por todo su rostro hasta llegar a sus labios donde besó suavemente.

—Mi pequeño —habló con suavidad acariciando con sus dedos el rostro del menor, limpiando sus lágrimas—. Es difícil, pero, esto pasará... buscaremos ayuda para superar todo esto, nos iremos lejos y viviremos felices.

El menor cerró sus ojos con fuerza, tragó saliva amargante llevando su mano a la ajena sobre su rostro y retiró la misma con lentitud apretándola en el proceso. Con los labios temblándole por el llanto el menor negó. Para él no había felicidad alguna después de lo vivido.

—Ya no hay días de inocencia para mí, Chan... —dijo en tono bajo el menor obligándose a sonreír—. Vi mi muerte cada día en ese lugar, aterrado por no saber si podría volver a ver a la gente que amo, con un dolor inmenso en mi corazón porque la persona que amo me vendió a un asqueroso hombre, deseé morirme, hasta que supe que esperaba un hijo tuyo, y me aferré a la esperanza de vivir, con él, aunque tu no me amaras... pero, ese hombre no solo tomó algo de mí que yo jamás quise darle, sino que también la vida de mi bebé... todas las noches cuando cierro mis ojos yo... yo —tuvo que tomar un respiro profundo al sentir que le faltaba el aire—. Todas las noches tengo pesadillas de ese día... me golpe, me lastimó. Odio cada parte de mi cuerpo que él tocó.

Chanyeol cerró sus ojos con fuerza tratando re reprimir la colera que había en su cuerpo al escuchar tales cosas. Ver el dolor con el cual su menor le hablaba sobre lo que sentía le partía el alma. Baekhyun se aferró a las flores que tenía entre sus manos.

—Me dijiste muchas veces, que debía alejarme... pero no te hice caso, hablé con él como un estúpido creyendo que solo me querías lejos por conocer a otros chicos —continuó el bajito con la mirada baja—. Todo porque era un chico estúpido que creía en los cuentos de hadas, ignorando la realidad aun cuando salió de tu boca.

—Baek, no sigas —pidió Chanyeol tomando el rostro del bajito entre sus manos con suavidad, haciendo que le miré, besó su frente regalándole una sonrisa amarga y negó—. Nada de lo que pasó es tu responsabilidad, solo ha sido culpa mía. Por esto, tienes que escucharme, es importante.

Baekhyun mordió sus labios entre sí apenas pudiendo sostener su mirada al más alto, sentía demasiada vergüenza de estar en su presencia.

—¿Sabes a lo que mi familia se dedica, no es así? —inquirió el más alto viendo asentir al menor—. Nunca he querido pertenecer a eso, pero no importa que haga, Yunho se obsesionó conmigo, al punto que ha matado a cada uno de los jóvenes que han trabajado conmigo... nunca entendí porque algunos no regresaban a trabajar más pese a la gran cantidad de dinero que recibían, pero ahora lo sé. Él les hizo cosas horribles.

Chanyeol pudo sentir el cuerpo del menor temblar, por lo que no dudó en abrazarlo contra su cuerpo, sintiendo como las manos del menor se aferraban con fuerza a su cuerpo. Ambos se quedaron en silencio por algunos segundos, en los cuales el alto dudó en si debía seguir hablando o no, pero tenía que ser transparente con el menor, porque si este quería irse lejos de su vida, haría lo imposible por asegurarlo y que nada malo le pase.

—Todos esos chicos, eran inocentes, así como tú... ninguno mereció lo que vivieron, pero ese psicópata, les hizo daño... mi padre me pidió a cambio de que te sacara de las garras de Yunho que me case con Minseok —explicó ese punto importante, que, aunque en ese momento ya no tenía valor alguno, era algo que posiblemente habría sucedido—. Pero fue demasiado tarde, estás vivo por milagro. ¿Recuerdas que sucedió?

Baekhyun hundió su rostro en el cuello ajeno asintiendo con su cabeza aferrándose más al cuerpo del mayor. Era imposible para el más joven olvidar lo que sucedió ese día. Por más que grito y suplicó a Yunho que no le hiciera nada este jamás se detuvo, haciéndole daño. Había estado a punto de perder el conocimiento cuando escucho detonaciones de armas alrededor de la casa, Yunho se alejó bruscamente de su cuerpo dejándolo caer el suelo, donde buscó refugio de todo el alboroto que ocurrió después. Solo recordaba disparos, gritos, cosas romperse y sirenas de policías.

—Lo siento mucho, en verdad, pequeño —susurró Chanyeol aferrándose al cuerpo del más joven—. Yunho tiene que pagar de alguna forma lo que te hizo, pero tengo miedo de que algo más te llegue a suceder. Quiero que nos vayamos lejos, que dejemos todo esto aquí y ahora, si tu quieres, nos vamos a 10 países lejos de este lugar. Estamos a tiempo antes de que mi padre me nombre sucesor de toda esta mierda.

Baekhyun se alejó del cuerpo de Chanyeol un poco para verlo a la cara, ambos tenían los ojos empapados en lágrimas escurriéndose por sus mejillas. Chanyeol temió por esa expresión molesta que el bajito mostraba, pensando en que Sehun tendría razón, el menor querría irse de su lado si se enteraba que trabajaría para la misma mierda que lo lastimo.

—¿Quieres decir que tendrás todo el poder que tu padre tiene? —inquirió el menor limpiando su rostro con sus manos, pero las lágrimas seguían bajando por sus mejillas húmedas—. ¿Todos estarán bajo tus ordenes? ¿incluso Yunho?

Chanyeol no comprendía porque Baekhyun cuestionaba de esa manera, pero esos ojos que mostraban tristeza desde que había vuelto a él, ahora estaban llenos de rabia y algo que jamás creyó poder ver en esos bonitos ojos claros.

—Yunho ya no forma parte de la organización de mi padre —respondió el más alto aun extrañado—. Se considera como traidor después de no obedecer una orden de mi padre, lo hemos estado buscando hasta ahora. Pero parece que se lo tragó la tierra.

Baekhyun se puso de pie yendo hacia el closet de la habitación, sacó una de las camisas de Chanyeol y se colocó la misma sin decir una sola palabra, después miró a Chanyeol.

—Tienes a más de 14 empleados en todas tus tiendas, Chanyeol —le recordó el bajito, quien había sido consciente todo el tiempo de cuanta gente tenía trabajando con él—. ¿Quieres que ellos vivan lo mismo que todos nosotros?

Chanyeol se puso de pie mirando confundido al menor, entendía a que se refería y ya lo había previsto, hacer que esos chicos se fueran, lejos, o vigilarlos para asegurarse de que estaban bien, pero no sería suficiente.

—No, pero... Baek, nosotros.

—Nunca seré feliz mientras él siga respirando, Chanyeol.

El odio en las palabras del bajito fue tan frio que incluso Chanyeol se sintió helado. Había odio en esos bonitos ojos, rabia corriendo por las venas del menor, que se expresaban en esos puños cerrados con fuerza y el temblor en su pierna derecha.

—Quieres decir que...

—Que uses todo el poder que tu padre te dará, lo encuentres y lo mates —pidió el menor rompiéndose en llanto.

Chanyeol se acercó nuevamente al bajito abrazándolo contra su cuerpo cuando se derrumbo en sus brazos llorando con tanto dolor que llamó la atención de Sehun y Luhan, quienes entraron a la habitación viendo tal escena, de un Chanyeol mirando afligido a Baekhyun, sin saber lo que pasaba por la cabeza del más alto, mismo que tenia una pelea interna entre el deseo de su menor y lo que él mismo quería para ellos dos. Si por un momento pensó en dejar el tema de Yunho en el pasado, ahora no podía tener ninguna duda en que debía de hacerlo desaparecer de la forma más cruel posible. Porque no solo le estaba arruinando su vida llena de paz, sino, que lastimó a la persona más inocente que había conocido hasta ese momento, y con ello se había llevado a su primer hijo.

...

En cuanto se despidió de Luhan después de darle indicaciones como siempre, Chanyeol salió del departamento, encontrándose con Tiffany en la entrada del edificio, conversaba con el jefe de los guardias, pero en cuanto la fémina le miró se acercó de inmediato a él.

—¿Qué sucede, Fany? ¿Por qué tienes esa expresión? —cuestionó al ver la cara aterrada de la chica y lo agitada que esta se encontraba, para nada podía creer que se trataba de nada—. Habla.

—No sé qué ocurrió, Chanyeol —explicó ella de inmediato sin saber por dónde exactamente comenzar—. Estaban presentando el show de la noche de ayer, cuando unos hombres encapuchados entraron y... se llevaron a dos de los muchachos que trabajan para nosotros.

Chanyeol recordó las palabras de su menor cuando le cuestionó si pensaba permitir que Yunho siguiera haciendo daño. No había nadie más que él de responsable para algo así. Se llevó la mano a la sien masajeando la misma antes de dar un suspiro profundo.

—Chan... esos jóvenes —Tiffany ni siquiera se atrevía a decirlo, pero Chanyeol lo comprendía—. La policía se enterará de que desaparecieron por sus familiares y seguramente van a investigar tus negocios. Chanyeol, esto no está bien.

—No te preocupes, sé lo que tengo que hacer —aseguró el alto dándole una ligera palmada en el hombro de la fémina caminando nuevamente pasó por su costado dándole una indicación con la mirada a los encargados de la protección de Baekhyun.

Eran alrededor de las 11 del día, a una hora exacta en la que se convertiría en la cabeza principal de una organización de mierda, la cual su padre había estado manejando por mas de 30 años. Durante todo el camino, las cosas que estaban sucediendo recorrían su cabeza, al igual que las palabras de su menor llorando en sus brazos mientras le suplicaba que encuentre al miserable de Yunho y acabe con su vida. Era la única forma en la que su menor podría volver a ser feliz.

No había marcha atrás, debía ser lo que nunca quiso.

En cuanto llegó al lugar que su padre le había indicado que se llevaban acabo las reuniones de su organización, fue directo a la entrada, donde reconoció al guardia personal de su padre, estaba esperando por él, por lo que ingresó siendo escoltado por el mismo.

En cuanto puso un pie dentro de la oficina, varios ojos cayeron sobre él, analizándolo, escaneándolo de manera descarada, como si no pudieran creer que él fuera el único hijo de Park, el gran líder. Su padre, como siempre, se encontraba sentado en el extremo principal de la mesa larga, con una postura elegante e imponente, mostrando todo lo que es.

—Bienvenido, hijo mío —recibió el mayor de los Park indicándole con un gesto de su mano que se acerque.

Chanyeol asintió con su cabeza mirando rápidamente a todos los presentes. Eran personas entre los 30 a los 60 años, unos más viejos que otros, pero nadie tan joven como él.

Al estar al lado de su padre, el señor Park indicó a todos sus socios que la reunión iba a comenzar, por lo que todos prestaron entera atención a su jefe.

—Como bien saben, el tiempo no perdona nunca, y siempre llegan nuevas generaciones, una era acaba y en seguida inicia otra —explicó el mayor con voz animada, bastante para el gusto de Chanyeol—. Por muchos años, hemos mantenido una sociedad solida con muchos de ustedes, y así mismo, he sobrellevado este negocio, ganando y haciéndoles ganar demasiado dinero. Somos un emporio lleno de justicia y ganancias para todos, pero es hora de que me retire.

El bullicio llenó la sala de pronto, susurros por debajo, comentarios dudosos sobre quién sería el sucesor, y entre ellos el nombre de Yunho se escuchó. Chanyeol sintió que la sangre le hirvió cuando uno de esos ancianos presentes lo mencionó en voz alta.

—Yunho no se encuentra presente —dijo un hombre de barba larga y canosa—. ¿Quién más que el sería mejor sucesor? No lo entiendo.

El señor Park sonrió ladino tamborileando sus dedos de su mano derecha sobre la mesa, mientras analizaba como todos los demás aguardaban por una respuesta.

—¿Acaso eres ciego, Kim? —preguntó con severidad el señor Park—. Mi hijo será mi sucesor, y su nuevo jefe.

Nadie dijo nada ante tal noticia, hasta que el hombre canoso habló nuevamente.

—¿Tu hijo? Nunca ha estado presente en ninguna de nuestras reuniones, todos aquí sabemos que tu hijo solo se divierte prostituyendo a jovencitos en sus centros nocturnos, ¿qué bien podría traer a nuestra organización? En cambio, Yunho.

—¿En cambio Yunho qué? —preguntó Chanyeol al sacar la pistola que se había estado obligando a llevar consigo desde que recuperó a Baekhyun y apuntó directo a la cabeza del anciano—. ¿Qué es Yunho? Porque no lo entiendo, qué esperan de una rata como él, dígame.

La tensión se vio palpable en la sala, sobre todo cuando ninguno de los presentes esperaba a que el hijo del líder amenace de esa manera a uno de los socios.

—¿Cómo te atreves siquiera a levantar esa arma contra mí? —inquirió altivo el anciano poniéndose de pie, con toda la intensión de enfrentarlo. Pero tres pistolas más estuvieron sobre su cabeza—. Qué demonios.

—Estás frente al nuevo líder, Kim —aclaró el señor Park poniéndose de pie y se hizo a un lado de su asiento, ese que ocupó por muchos años—. No comprendo tu osadía para siquiera sugerir que un traidor como Yunho, sea mi sucesor. Cuando solo es una rata de calle que recogí por lastima hace años.

—No es necesario que nos alteremos —habló un hombre de mediana edad haciendo gestos con sus manos para tranquilizar las cosas—. Es normal que personas ancianas como el abuelo Kim se sientan temerosos de que alguien tan joven nos dirija, pero, pese a ello, estamos seguro de que una mente joven como la de usted, señor Chanyeol —dijo aquel hombre con simpleza mirando con una sonrisa en rostro a Chanyeol—. Sabrá mejorar en muchos aspectos este imperio.

—¿Cuál es tu nombre? —inquirió Chanyeol bajando su arma.

—Choi Minho —respondió haciendo una venia al ponerse de pie—. Su padre ha hablado muchas veces de usted, así que la mayoría de nosotros esperábamos conocerlo definitivamente como nuestro jefe.

Chanyeol miró a su padre, quien le indicó con un gesto de su cabeza que tomara su lugar. Chanyeol miró aquel asiento, que por si solo mostraba demasiado poderío, mismo que temía tomar porque ya no habría reversa una vez se siente en ese trono. Solo fueron unos cuantos segundos los que Chanyeol dudó antes de colocarse en el asiento principal, siendo observado por mas de 20 personas sentadas a lo largo de la mesa.

El señor Park miró orgulloso a su hijo, a quien le quitó esa arma que tenía en sus manos dejando que uno de sus guaruras se la lleve, para desenfundar la suya de entre sus ropas y darle esta en su mano, un arma de oro puro, brillante y con sus iniciales.

—Desde ahora, eres el nuevo líder, Park Chanyeol.

...

Luhan podía entender muchas cosas, entre ellas, que su mejor amigo haya cambiado tanto. No importaba que fuera lo que le dijera, el bajito nunca sonría como antes. Aunque Baekhyun siempre había sido un niño bastante tranquilo y serio, había muchas cosas que el chico disfrutaba y siempre había una expresión amable en él, pero ahora, se sentía vacío.

Sehun se había ido hace 3 días con ese estúpido chico, y aunque le hervía la sangre a Luhan, de saber que su pareja tenía que tocar a ese tipejo, lo permitía porque también deseaba una sola cosa, que encuentren a Yunho y lo hagan pagar de la peor manera todo lo que Baekhyun vivió, porque, su mejor amigo no iba a ser nunca más ese niño inocente que se enamoró de su jefe de trabajo. El niño que creía en un cuento de hadas.

Y podía verlo en ese instante que se encontraban en la sala del departamento del menor, viendo una película de romance y el bajito se encontraba completamente perdido en sus pensamientos.

—¿Quieres que la quite? —preguntó Luhan con cautela, pero no recibió respuesta—. Baek... —Lo llamó llegando a tocar con sus dedos la pierna ajena, más no esperó eso.

—¡NO ME TOQUES! —gritó Baekhyun exaltado, alejándose de un santiamén de Luhan, quien se sintió avergonzado ante eso. El menor sintió vergüenza por lo que hizo desviando la mirada—. Lo... lo siento, yo...

Luhan se contuvo de decir cualquier cosa que pudiese empeorar la situación, solo esbozó una sonrisa abriendo sus brazos hacia Baekhyun, permitiéndole que fuera él mismo quien se acerque e inicie el contacto, y funcionó.

Ambos estuvieron abrazados por un largo rato en completo silencio hasta que Baekhyun decidió hablar.

—Hannie.

—Dime, bebé.

—Creo que le pedí algo horrible a Chanyeol —mencionó el bajito dejando escapar un pequeño sollozó—. ¿Sabes a lo que se dedica su familia?

—Lo sabemos, Baekkie —respondió el mayor acariciando los cabellos del más joven—. La vida está llena de sorpresas. Lo que sea que le hayas pedido a Chanyeol, si él lo hace, es por el amor que siente por ti. Baek, quiero pedirte perdón.

El bajito se alejó un poco del cuerpo ajeno para verlo directamente a la cara tras eso último, no lo comprendía. Luhan tomó aire por algunos segundos antes de decidirse a hablar.

—Sé que antes te hablé de forma grosera y minimicé lo que sentías respecto a tus celos con Chanyeol —explicó el mayor soltando un suspiró—. Si en vez de hablarte duro, te hubiese escuchado y entendido, ambos hubiéramos buscado soluciones a esos fantasmas que se crean en tu cabeza produciendo inseguridades. Muchas cosas no habrían pasado.

Baekhyun mordió sus labios al escuchar eso y desvió la mirada soltando un suspiro. Comprendía un poco a lo que se refería a su amigo, en algún punto de todo ese tiempo en el que no había salido de ese departamento, se había puesto a pensar en los hubiera; como qué hubiera sucedido si en vez de salir corriendo al ver a Chanyeol besándose con Minseok, se hubiese quedado a enfrentarlo. Lo que le había sucedido también era su culpa, por no escuchar a más alto cuando muchas veces le advirtió que no debía salir de su departamento.

—Creo que ya no tiene caso de hablar de eso, Han —dijo el menor esbozando una sonrisa apretada—. Al final de cuentas, ya sucedió todo esto. Solo deseo una sola cosa, y es ver a ese miserable de Yunho muerto.

—Baek, no digas eso —pidió Luhan un poco asustado al ver a su amigo, quien siempre fue bastante inocente y suave hablar con ese odio, que no era para menos, pero no dejaba de darle miedo—. Chanyeol hará lo correspondiente. Pero tú no debes pensar en ello.

—No puedo evitarlo, Han —dijo el menor mirando sus manos lastimadas, viendo esas cortadas en sus muñecas—. Cuando todo eso sucedió, golpeé a alguien en la cabeza, un tipo al que llamaban Heechul —comentó Baekhyun sintiendo sus manos temblar—. Solo deseaba escaparme de ahí, por mi bebé, que no sé si maté o no a ese hombre, había sangre y ese... ese asqueroso hombre dijo que lo maté. ¿Soy un asesino?

Los ojos de Baekhyun mostraban tristeza, temor y arrepentimiento, cosa que apretujó el corazón de Luhan y el de Chanyeol, quien justo entró al departamento alcanzando a escuchar las palabras del más joven. Ambos menores regresaron a ver a Chanyeol, siendo Baekhyun quien se puso de pie y corrió hacia él abrazándolo.

—¿Dijiste Heechul? —inquirió Chanyeol al saber bien de quien se trataba, ese tipo había sido la mano derecha de Yunho por muchos años—. Baekkie.

—Sí... Heechul, así le llamaban —respondió el bajito ocultando su rostro en el pecho del mayor, Chanyeol acarició su espalda al escucharlo sollozar—. Posiblemente lo maté.

—Esperemos que no, porque él nos llevará a Yunho —dijo Chanyeol casi en un susurró llevando Baekhyun junto a él a tomar asiento nuevamente en la sala. Luhan los miraba confundido—. ¿Cómo están? ¿Comieron?

—Aun no, Baekkie y yo solo conversábamos —explicó Luhan esbozando una sonrisa—. Chan... ¿Sehun te ha llamado?

—Me mandó solo un mensaje informándome que casi llegaban a singapur —respondió el más alto abrazando a Baekhyun contra su cuerpo mientras este se encontraba sentado sobre sus piernas, acunado como un bebé—. ¿Quieren salir a comer algo? Han estado encerrados por mucho tiempo.

Luhan lo dudó por un momento. Habían dejado la universidad después de que Baekhyun fue rescatado, por seguridad de ambos, ya que, Yunho también conocía a Luhan, y este había estado trabajando con él en ese lugar, y conociendo el paradero de cada uno de los jóvenes que han trabajado con Chanyeol, Sehun le suplicó a Chanyeol que por favor protegiera a Luhan.

—¿Es seguro?

—Iremos resguardados... ahora que soy el nuevo líder, tengo a más gente detrás de mí cuidándome —explicó el más alto con un pesar en sus palabras, era algo que siempre había odiado de su vida—. ¿Quieres ir, Baekkie?

El aludido se aferró más al cuerpo del mayor y asintió con su cabeza, había pasado ya bastante tiempo desde que había visto la luz del sol fuera de esas paredes, y si era sincero, quería por un momento dejar de sentirse encerrado.

Chanyeol asintió dándole tiempo a ambos chicos para que se arreglen para salir, ya que ambos solo se encontraban usando sus ropas de dormir, por lo que pidieron tiempo. Mientras esperaba, Chanyeol revisaba los mensajes que Sehun le mandaba, al igual que otros tantos de Tao, y de ese socio llamado Minho.

Hacer nuevas relaciones publicas y lazos amistosos no eran exactamente la especialidad de Chanyeol, pero por las referencias de su padre, Minho era un experto en armamento y rastreo, por lo que tener contacto con él, podría facilitarle la búsqueda de ese infeliz.

Estaba por guardar su teléfono cuando entró un mensaje de Tiffany, lo esperaba más no la noticia. En vez de responder el texto marcó a la chica.

—¿Qué significa eso, Tiffany?

—Chan... realmente no sé que está sucediendo, ni como saben muchas cosas de tus negocios, pero esto no está bien. Todos tus empleados están desapareciendo.

—Mierda —gruñó por lo bajo, no podía cargar con la culpa de más muertes por su causa—. Quiero que dejes todo, Tiffany, y te marches del país.

—¿Qué? No... —dijo la chica escuchándose alterada en la línea—. Chanyeol, he estado contigo en las buenas y en las malas, no me iré por esto. ¿No confías en mí?

—Confió en ti, por lo que no quisiera que por un descuido también te ocurra algo.

Tanto Baekhyun como Luhan escucharon la conversación de Chanyeol, cosa que, aunque no mal interpretaron, les dejó un mal sabor de boca, porque la expresión angustiada de Chanyeol les dejaba en claro que cualquier cosa podría salirse de sus manos y ocurrir una tragedia irremediable.

—Te veo en el departamento de Baekhyun —indicó Chanyeol colgando la llamada, al ver a ambos jóvenes formó una mueca—. ¿Están listos?

—¿Qué está ocurriendo, Chan? —preguntó Baekhyun mirándole a los ojos—. No me mientas.

—Muchos de mis trabajadores han desaparecido —explicó Chanyeol lo más importante—. Tal como todos los demás jóvenes, lo más seguro es que se trate de Yunho.

—Chanyeol, Sehun está bien, ¿cierto?

...

El más bajo dejó sus maletas al pie de la puerta, mirando a Sehun quien también dejaba su maleta al lado de la cama, sobre la que se sentó quitándose la chaqueta y arremangando un poco su polera. Habían realizado un viaje un poco largo desde el aeropuerto hasta el hotel donde iban a quedarse. Minseok revisó la hora en su celular para después dejar este en la mesita de noche.

—Hun. Saldré en la noche a los asuntos que te dije —informó Minseok mientras subía su maleta sobre la cama y abría la misma sacando unas prendas—. Si quieres sal a dar la vuelta, y nos vemos cuando regrese a dormir. ¿Te parece bien?

—¿No quieres que te acompañe? —preguntó Sehun casual acostándose sobre la cama mirando el techo—. Así cuando acabes vamos a dar la vuelta por ahí.

—No... no sé cuánto tiempo vaya a tardarme —negó el bajito caminando con las cambias de ropa hacia el baño—. Tomaré una ducha, ¿quieres venir?

El alto asintió con su cabeza indicándole que se adelante, para así el poder buscar su ropa también a lo cual Minseok asintió entrándose al baño. Sehun aprovechó que Minseok se metió al baño para sacar de su maleta aquel medicamento especial que había comprado para usarlo, tal como le había dicho a Chanyeol.

Caminó hacia a la nevera que había en el cuarto y abrió la misma sacando un par de botellas de agua que había en esta y con cuidado con ayuda de una jeringa inyectó el liquido transparentoso en el agua, la cual se encargó de agitar bastante bien para evitar que se vea extraña y la dejó ahí dentro nuevamente. Una vez se encargó de guardar todo para no dejar evidencias entró al baño para acompañar a Minseok sabiendo lo que sucedería en ese lugar. Había estado haciendo de todo para evitar que suceda, pero para ese punto, ya era algo que tenía que obligarse a hacer, cosa que le pesaba aun cuando Luhan había dado su consentimiento.

...

Minseok se dejó caer rendido contra el colchón jalando a Sehun por el cuello y besar su boca con profundidad, aun siendo preso de las emociones causadas por el reciente orgasmo. Ambos sonrieron entre el beso hasta que Minseok tomó asiento.

—Joder. Sehun, eres un dios en la cama —halagó Minseok agitado al ponerse de pie y caminar desnudo hacia la nevera, sacando una de las botellas con agua—. ¿Realmente Luhan dejó ir a todo esto que me acabo de comer? —preguntó el de mejillas regordetas mientras bebía del agua.

—¿Una lastima verdad? —preguntó Sehun acariciando la desnudez del más bajo analizando cada acción del mismo mientras bebía del agua. Minseok asintió buscando sus labios, pero Sehun los evitó sutilmente besando su mentón de forma húmeda bajando hacia su cuello—. Me encantas. También eres una bestia en la cama, min.

—Mmh si... no cabe duda que nuestros ex son unos idiotas —susurró Minseok en voz baja cerrando los ojos al sentir los húmedos labios de Sehun recorriendo su cuello, sintiéndose bastante agotado de pronto—... me has drenado toda la energía. Debo recuperarme antes de ir allá.

—¿Sí? No deberías de ir —susurró Sehun dándose cuenta de que Minseok era más peso muerto que persona consciente—. Min...

—No puedo... o Yunho me mata —susurró cayendo perdido en el sueño.

Sehun abrió los ojos en sorpresa al escuchar ese nombre, no podía estarse confundiendo, Minseok sí o sí tenía que ver con ese malnacido.


NOTA FINAL;

realmente, ya estoy en la parte final de la historia, aunque aun quedan varios caps para terminar, lo que sucederá a apartir de aqui nos llevará hacia el punto culimine del fic, no prometo que sean cosas buenas, pero tampoco serán cosas tan malas, solo espero que sean cosas que les gusten y les llenen de sorpresas.

espero que te haya gustado este capitulo, si tienen teorias de lo que posiblemente pueda suceder, dejenmelo saber en sus comentarios, así mismo, con un votito para saber que siguen queriendo saber de este fic

ahora,que saben que me pueden sobornar jsdnkdj si llegamos a 100 votitos y 300 comentarios, prometo actualizar en cuanto lleguemos a esa meta sjdknksdbn

sinceramente, me gusta mucho leer lo que piensan, saber si algo les gustó o no, o esas teorias que a veces se echan, eso me anima mucho, porque ultimamente no hay muchas ganas de hacer nada, no solo como escritor sino como persona, así que comentarios y votitos nunca estan de más, siempre son una cura para mí. Les quiero mucho, nos vemos en proxima actu.


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