Parte 15.

Hola hermosuras, sjdkdk perdón por el atraso pero como ven, no es fácil la vida y tengo muchas cosas que hacer, aún así no me olvido de los fics en especial de este. Si o sí tendrán un final.
Gracias por seguirlo esperando, por leerlo y votar, cosa que me hace muy feliz y sus comentarios sin duda me inspiran a seguir escribiendo, no dejen de hacerlo.

Hoy traemos un capítulo algo bien fuerte(? Bueno, no tanto pero creo que está bueno, y viene ahora si lo más duro de la trama, que nos llevará al final de este gran camino.
Espero lo disfruten ajdkd ya ví que lo andaban recomendando en fb, muchas gracias por eso les adoro 😘

Ahora si a leer.

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Baekhyun retrocedió en la cama en la que se había despertado, hasta chocar contra la cabecera de la misma con su espalda, cuando Yunho se acercó sentándose al borde de la cama. La sonrisa de ese hombre se veía triunfal, como se hubiese ganado la mejor apuesta de su vida y a Baekhyun, no le gustaba. Si bien, antes jamás tuvo miedo de ese señor, pero en ese momento, no podía estar seguro del porque sentía escalofríos de esa mirada, la cual, recordaba haberla visto en varios de esos tipos que todas las noches lo miraban cuando Chanyeol lo sometía en el escenario. Y sintió repudio, queriendo estar lo más lejos posible de él.

A Yunho le importó poco, contrario a ello, le gustaba ver ese temor en los ojos claros de ese joven muchacho que muchas veces escuchó gemir cuando asistió a esa presentación, que la idea de escucharlo gemir, sobre su cama, mientras lo penetra profundo le hizo sentir su boxer apretado. Yunho pasó su lengua sutilmente por sus labios, sintiendo ese sabor imaginario en su boca de la piel lechosa del menor, a quien acarició la mejilla sin importar que Baekhyun quiso huir del contacto.

—¿Por qué me temes, pequeño? —preguntó con inocencia, llevando su mano a los cabellos del menor, Baekhyun tembló—. No pienso hacerte daño.

—¿Por.... Por qué estoy aquí? —preguntó con voz temerosa, su voz temblaba. Lo último que recordaba era haber estado sentado en aquel parque, las luces de un carro frente a él y a alguien sujetándolo por la espalda, lo habían secuestrado—. ¿Por qué me secuestró?

—¿Secuestrarte? —inquirió haciéndose el desatendido de ese asunto—. Jamás haría eso, pequeño, ¿por qué piensas que fue así?

Baekhyun quería llorar en ese instante. Sus ojos asustados miraron a todos lados analizando a los dos hombres de traje negro impecable parados en ambos extremos de la puerta, las pistolas que llevaba en sus cinturones, cubiertas apenas de la vista de cualquier persona por sus sacos abiertos.

Yunho sacó del interior de su saco una cajetilla platina de puros, del cual sacó uno de aquellos cigarrillos cafés y un encendedor, con el cual, prendió su cigarrillo y dio una profunda calada, dejando salir el humo lentamente. Baekhyun desvió la mirada para no recibir el humo.

—Tengo que irme.

Dijo Baekhyun poniéndose de pie para irse, pero los guardias en la puerta le cerraron el paso.

—Cariño, creo que eso no será posible —le dijo YunHo calando un poco más el cigarrillo y se puso de pie caminando hacia Baekhyun quien le miró temeroso—. De ahora en más, vas a quedarte a mi lado, este será tu nuevo hogar.

—¿Qué? No... Chanyeol va...

—¿Chanyeol, el tipo que te vendió por unos cuantos dólares?

Baekhyun le miró en shock al escuchar eso. Tenía que ser una broma, eso quería creer Baekhyun que era todo eso que YunHo había dicho, ¿Chanyeol lo vendió? No, no lo creía, negó sintiendo varias lágrimas caer por sus mejillas.

—¡No, no es verdad! —gritó entre lágrimas.

—Pequeño maniquí iluso —susurró YunHo cerca del menor al acercarse al mismo, quien se encogió en su lugar—. ¿No sabías que Chanyeol hace esto siempre?

—¿Hacer qué? —preguntó el bajito con la vista borrosa por las lágrimas. La risa de Yunho le amendetró más.

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—¡CÓMO DIABLOS NADIE LO HA ENCONTRADO!

Gritó Chanyeol furioso, aventando contra la pared la botella de coñac que había estado en su barra de bebidas por un largo tiempo, causando un desastre de vidrios y liquidos.

Tiffany, quien apenas había llegado de su reciente viaje se encogió un poco en su lugar por el temor que le causó ver a Chanyeol en ese estado de ansiedad. Pero nadie de los hombres que trabajaban para Chanyeol habían podido dar con el paradero de Baekhyun, quien al haber salido a altas horas de la madrugada, hacía más difícil el hecho de que alguien pudiese haberlo visto.

—Avisa a la policía —pidió Luhan con los ojos llenos de lágrimas, siendo abrazado por SeHun, en un intento casi envano de confort para su novio—. Ya son dos días, ¿qué estás esperando, Chanyeol?

¿Qué esperaba? Era la pregunta más estúpida que había escuchado hasta ese momento. Chanyeol sonrió amargo, todos creían que con avisar a la policía todo se arreglaría, y Baekhyun regresaría a sus brazos como por arte de magia. Era estúpida esa idea, bastante fantasiosa, porque los policías solo abrirían el caso de desapareción de aquel joven de apenas 20 años, mas jamás lo darían concretado con su encuentro estando salvo y sano. Jamás pasaría eso.

—La policía jamás me darán a Baekhyun con vida —soltó con frialdad, tomando de su silla al pie del escritorio su saco y su celular, saliendo de su oficina, sabía a quien tenía que acudir.

...

Una vez llegó a la casa de los Park bajó a toda prisa de su coche, y sin saludar a nadie ingresó a la casa hasta llegar al despecho del grandioso señor Park, quien le miró severo, mientras sostenía un par de papeles en sus manos, mismos que había estado leyendo hasta la intromisión de su hijo.

—¡Cómo Diablos entras así a mi oficina sin permiso! —gruñó el mayor.

—Secuestraron a Baekhyun, mi pareja —soltó ignorando el regaño de su padre—. Yunho, estoy seguro de que él lo hizo.

El padre de Chanyeol dejó los papeles sobre la mesa, se recargó en su asiento mirando neutral a su hijo, quien parecía estar al borde de la desesperación en ese instante. Y no estaba tan lejos de la realidad, Chanyeol quería destruir al mundo entero en ese momento, por osar en tomar a Baekhyun y alejarlo de su lado, pero esa mirada desinteresada de su padre hacía que la rabia lo consuma.

—¿Y eso qué tiene que ver conmigo?

—¿Cómo que qué? —preguntó Chanyeol con ironía formando una sonrisa amarga—. ¿No estás escuchando lo que digo? Yunho secuestro a...

—Escuché perfectamente eso —interrumpió arqueando la ceja derecha mientras se ponía de pie, caminando hasta rodear su escritorio y estar cerca de su hijo—. Pero no tengo nada que ver en eso, ni me interesa.

La alta figura del señor Park se veía imponente incluso para Chanyeol, quien de por si, había heredado la altura y porte de su progenitor, que por primera vez en toda su vida, Chanyeol se sintió vulnerable ante su presencia.

—¿No piensas ayudarme? Yunho es un matón de tu corporación, ¡TIENES QUE VER EN ESTO!

El señor Park soltó una carcajada ante la desesperación de su hijo, simplemente no pensaba mover un solo dedo en ese tema. No le concernía, era algo que no tenía que ver con sus negocios y familia. Se encogió de hombros.

—¿Por qué crees que no se había atrevido a tanto antes, Chanyeol? —cuestionó con simpleza el mayor—. Porque eras mi hijo y estabas bajo mi protección, ¿comprendes? Pero, te recuerdo, que fuiste tú quien dijo que quería te deje fuera de esto, ¿no?

—Pero... Qué mierda.

—Tienes una mente brillante Chanyeol, eres emprendedor, pero, tu negocio atrae a mucha gente indeseable, ¿por qué te relacionaste con uno de tus empleados?

—¿No vas a ayudarme en verdad? —insistió apretando los puños el menor de los Park.

—Yunho es un socio, pero también un narcotraficante muy peligroso, no me voy a meter en problemas con él por un niñito tonto con el que te acuestas hoy y mañana quizá lo dejes.

Sentenció volviendo a su asiento para seguir con sus labores, pero las manos de Chanyeol estampadose contra la madera firme de su escritorio llamó su atención.

—No quiero esta mierda, no quiero ser como tú, no quiero destruir vidas, ¡por qué no puedes entenderlo! Quiero una vida tranquila con él, y ese miserable me lo está arrebatando, ¿qué mierdas quieres que haga para que me ayudes?

El señor Park analizó las palabras de su hijo, y esa expresión tensa de su rostro al igual que sus ojos ocusos.

—¿Estás dispuesto a lo que sea por ese chico?

—No estaría aquí de no ser por eso.

—Te lo traeré sano y salvo, yo mismo. Si aceptas casarte con Minseok y.

—Olvídalo, jamás —se alejó de la mesa mirando furioso a su padre—. Te daré todo el dinero que tengo, es mucho, puede ser casi igual al que tienes metido en esa caja fuerte, lo sabes, pero no me voy a comprometer en casarme con Minseok, ni quiero estar en tu organización.

—Entonces, no haré nada por ti, es tu problema, resuelve esto solo.

Chanyeol miró incrédulo a su progenitor. No podía concebir la idea de que su padre se niegue a ayudarlo. Podía darle lo que sea, pero no quería ser parte de esa maldita organización que todos los años cobra vidas como cobra dinero. Pero, la imagen de Baekhyun, vulnerable bajo la sobra de YunHo, sufriendo cosas que nunca deberían pasarle le atormentó. La imagen de Baekhyun sonriéndole feliz, las veces que estuvieron juntos y en como este le miraba enamorado siempre que se besaban, le hizo añicos el corazón. Estaba enamorado de Baekhyun, de no ser por eso, no sentiría tanta desesperación por no tenerlo a su lado y pensar en que podría pasarle lo peor.

—Haré lo que me pidas, pero por favor, traelo de vuelta a mí sin ningún daño —suplicó de rodillas frente a su padre.

El señor Park sonrió para sí mismo al ver a su hijo ceder a todo lo que él le pediría.

—Bien, la mejor decisión que has tomado —celebró el mayor tomando su teléfono, para hacer una llamada rápida al líder de su escuadrón de matones, todo bajo a la mirada suplicante de Chanyeol, quien sentía todo su piso derrumbarse en ese monento—. Wen, necesito que movilicen a todo el personal posible, y me encuentres a Yunho, ha tomado una pertenecia preciada de mi hijo y quiero que la devuelva por las buenas.

Chanyeol soltó un suspiro al escuchar esas palabras salir de labios de su progenitor, lo único que deseaba era que Baekhyun regrese a él con bien y pueda tener una vida tranquila, lejos de todo, incluso de él.

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—Chanyeol... —susurró Baekhyun entre lágrimas mientras se abrazaba a sí mismo en aquella posición fetal en la cama, sobre la cual había estado todo ese tiempo que no sabía cuanto era pero se sentía eterno.

Aun cuando estaba solo en esa habitación, sabía de sobra que fuera de esta había esos guardias de metro noventa, parados como pilares de hierro imposibilitando su oportunidad de salir y escapar. Estaba asustado, le dolía la cabeza de tanto llorar y sentía tantas ganas de vomitar.

Las palabras de YunHo diciéndole que Chanyeol lo había vendido por unos cuantos dólares hacían eco en su cabeza. No lo quería creer pero, la imagen de Chanyeol junto con Minseok lo hacían más creíble. Quizá era verdad y por eso él aún seguía en esa habitación.

En la penumbra de su angustia y miedo, quería mirar atrás y recordar lo que era su vida hacía un par de años antes donde solo era un estudiante que recién ingresaba a la Universidad para cumplir su sueño de tener su título universitario como un profesional, pese a todas las desventajas económicas que tenía y el abandono de su madre. No era feliz antes, pero se esforzaba por salir adelante, como fuera. Si pensaba en cuando conoció a Chanyeol y cómo se sintió con él cuando sus manos lo tocaron por primera vez, cuando esos ojos profundos le miraron y desnudaron, le hacía creer que esos momentos fue donde realmente sintió que era feliz, sobre todo cuando Chanyeol lo hizo suyo y lo besó por primera vez. Los momentos en los cuales Chanyeol fue dulce con él estaban presentes en su mente, que podía decirse que Chanyeol también lo amaba, pero... Lo vio con él, estaba con Minseok, y eso le hacía darse cuenta de que en efecto, todo lo que vivió con Chanyeol era una mentira donde solo fue un maniquí usable que remplazaría nuevamente.

—¿Por qué me hiciste esto? —se cuestionó queriendo tener una respuesta de Chanyeol, pero no llegaría. Quizá jamás lo volvería a ver.

No podía ser ingenuo en ese momento de su vida, donde estaba cautivo por un mafioso. Debió quizá creer en las palabras de Chanyeol cuando le dijo que Yunho era alguien peligroso, pero solo lo acusó de mentirle. Aunque, eso no importaba ya cuando él mismo lo había entregado a sus manos. Baekhyun era consciente del porque ese hombre lo quería ahí, no era solo por tenerlo y cuidar de él. Había podido leer sus deseos asquerosos en esos ojos que le miraban lascivos horas antes cuando despertó.

Y no, no pensaba permitir eso. No quería que nadie que no fuera Chanyeol tocara su cuerpo. Por lo cual, se puso de pie de inmediato, comenzando a buscar por toda la habitación algo que le ayude a salir de ese lugar definitivamente. Entró al cuarto de baño, todo lo que veía era inofensivo, por lo cual, al ver su reflejo frente al espejo no lo pensó dos veces en golpear este con lo primero que encontró a su alrededor.

El ruido se escuchó por toda la habitación, sabía que esos hombres entrarían pronto por el alboroto, por lo cual, tomó uno de los vidrios que soltó el espejo roto y con ese no lo pensó ni una sola vez, solo pasó el filo por ambas muñecas, reprimiendo el grito que quizo escapar de sus labios por el dolor, dejando caer el vidrio ensangrentado al suelo.

Dio varios pasos hacia atrás, viendo como la sangre comenzaba a escurrir por sus muñecas, mirando hacia la puerta donde entraban aquellos guaridas y el señor YunHo, quien maldijo furioso, acercándose a Baekhyun quien sonrió débilmente, mirando sus manos y viendo toda su vida hasta el momento que estaba evaporandose en ese instante.

Todo se volvió oscuro.

...

El médico salió de la habitación, limpiando sus manos manchadas de sangre y miró a su cliente, quien esperaba una buena noticia ante la estupidez que había hecho ese chico. El médico regresó a ver hacia la habitación, que fue cerrada por uno de los guardaespaldas.

—¿Se salvó? —preguntó directamente Yunho.

—Perdió mucha sangre, los cortes fueron profundos, realmente el chico deseaba matarse —habló el médico secando su frente el sudor que se le escapó—. Pero estará bien, le he colocado una transfusión de sangre de su tipo, sobre todo por el bebé.

Yunho se quedó estupefacto al escuchar eso. ¿Un bebé? Tomó al médico por el cuello mirándole en advertencia, los guardaespaldas incluso se pusieron a la defensiva.

—¿De que mierda está hablando?

—El muchacho está en estado de gestación, tiene alrededor de 3 meses y medio —respondió con la voz temblando el médico, asustado de no salir con vida de ese lugar.

Yunho lo soltó furioso, con el ceño hundido en rabia. Abrió la habitación de golpe mirando el cuerpo dormido de Baekhyun, quien tenía ambas muñecas vendadas y una manguerilla pegada a su brazo traspasando sangre.

—Tienes que sacarle a ese bastardo —dijo mirando furioso al médico, quien se alarmó de escuchar tal aberración—. No lo quiero con encargo.

—Es imposible —dijo temeroso, sintiendo que ya una bala podía atravesar su cráneo en ese momento—. El tiempo para un aborto ya ha pasado... Si se le hace un degrado en este momento, tanto el bebé como el joven morirán.

YunHo quería decir que no le importaba, que tenía que sacarle ese bastardo al chico, pero, la idea de que este muera sin siquiera haber sido suyo, no le parecía nada viable. Gruñó corriendo a todos de aquel lugar, encerrándose con Baekhyun en la habitación. Se acercó a él mirándole con rabia de pensar en que ese chico que tanto deseaba cargaba un bastardo de Chanyeol en su vientre.

Si bien, podía hacerlo suyo y botarlo a brazos de Chanyeol nuevamente, para que se haga cargo de él y su cría, pero, no. Quería enseñarle a Chanyeol que a él nada se le negaba, que no era cualquier persona para decirle que no a uno de sus deseos. Que aún cuando ese maniquí le aburriese, jamás se lo devolvería, de eso estaba seguro.

Al salir de la habitación YunHo el joven sobre la cama abrió débilmente los ojos llevando con dificultad sus manos hacia su vientre acariciando el mismo protectoramente. En algún punto de la conversación que había tenido ese hombre con el médico, había escuchado lo que sucedía con él.

Ahora tenía sentido todos esos síntomas que había presentado antes, creyendo que se trataba de la enfermedad que cuando niño le atacó hasta su adolescencia. Pero, no era eso, sino que, cargaba en su interior un hijo de Chanyeol y suyo. Una sonrisa débil se formó en su rostro acompañada de sus ojos llorosos, la culpa por haber intentado quitarse la vida lo estaba carcomiendo, pero, no podía ser débil en ese momento. Debía buscar la forma de salir de ahí.

Las muñecas le dolían demasiaso, se sentía mareado, bastante aturdido para su propio bien. Miró todo a su alrededor, salir de esa habitación por sí solo sería imposible sin ponerse en riesgo a él y su bebé, soltó un suspiro sintiéndose abrumado en demasía. La interrogante de si Chanyeol realmente lo había vendido llegaba nuevamente en su cabeza, ¿realmente todo lo que había pasado entre ellos dos no se había significado nada?

. ..

Frecuentar la casa de su padre ya era el pan de cada día de Chanyeol, quien solo quería tener noticias buenas de su progenitor respecto a Baekhyun, pero no había nada. Quizás era algo de esperarse, localizar la casa de un narcotraficante no era tan sencillo, sino la policía que sí hiciera su trabajo tendría todo sencillo. Pero eso no le importaba a Chanyeol. Cada día que pasaba era una tortura de pensar lo que estaría viviendo el menor.

Estaba asustado, no podía ocultarlo.

Mientras su padre se veía tan tranquilo leyendo el periódico de la prensa local, sentado en su escritorio con una pipa en sus labios inhalando tabaco, a Chanyeol le hervía la sangre del coraje, porque simplemente su padre parecía no estarse tomando las cosas en serio.

—Ha pasado casi un mes, padre —dijo haciendo encapie en la cantidad de días que había pasado sin saber nada de Baekhyun—. ¿Cuándo me darás buenas noticias?

El señor Park dejó de lado su periódico para ver a través de sus lentes a su hijo. Dio una fuerte calada a su pipa y después dejó escapar el humo de sus labios con una profunda tranquilidad.

—¿Crees que es tan sencillo Chanyeol? —preguntó obvio—. Es natural que YunHo se haya escondido incluso debajo de la tierra si se llevó a ese chiquillo.

—Por eso acudí a ti, padre —le recordó, pues había un acuerdo que según palabras de su padre, no debía de esperar mucho—. Cada día que Baekhyun pasa al lado de ese malnacido, debe ser un infierno para él. No quiero siquiera imaginar las asquerocidades que ese hijo de puta le pudo haber hecho.

La rabia de solo haber dicho eso aumentó en el sistema de Chanyeol quien apretó con fuerza sus puños e incluso su rostro se vio rojo por la impotencia.

—Sinceramente es tu culpa, hijo —dijo el mayor poniéndose de pie para ir hasta su barra de bebidas y servirse un trago y mientras lo hacía siguió hablando—. Ya sabías de las intenciones de YunHo sobre Baekhyun ¿no es así? Siendo que lo sabías debiste tomar precauciones, ¿qué estabas haciendo cuando se lo llevaron?

Chanyeol sintió un golpe duro en su realidad a caer en cuenta de lo que posiblemente estuvo haciendo la noche en la que desapareció Baekhyun. Y aunque nunca tuvo la intención de distraerse con nadie lo había hecho. Recordando el sonido de la puerta cerrarse con fuerza le hizo caer en cuenta de qué pudo haber sucedido para que Baekhyun se haya perdido.

La culpa lo golpeó fuertemente que se sintió mareado.

Conocía a Baekhyun a la perfección como para entender que si lo vio besándose con Minseok, el bajito de cabellos claros pensaría lo peor de él cosa más equivocada porque nada de lo que esos bonitos ojos pudieron haber visto era así.

Chanyeol estaba por responder cuando la puerta sonó, uno de los hombres de su padre se adentro al despacho del señor Park haciendo una reverencia ante los dos.

—Señor, tenemos pista del paradero de Yunho, esperamos sus órdenes —informó el hombre de traje negro y cuerpo corpulento.

—¿Dónde? ¿En dónde de encuentra ese mal nacido? —preguntó Chanyeol desesperado tomando por los hombros a aquel secuaz de su padre, quien tuvo que alejar a Chanyeol con fuerza por los hombros de su guardaespaldas—. Padre.

—Chanyeol, no te entrometas —indicó el mayor con severidad—. Tú y yo tenemos un trato, te traeré a Baekhyun como lo prometi, solo debes esperar.  Vamos.

Chanyeol ni siquiera pudo refutarle a su padre cuando este salió con aquel hombre de la Oficina dejando al menor de los park solo en la habitación. Chanyeol quería tener esperanza de que su padre recupere a Baekhyun aún cuando y no pudiesen estar juntos.

...

Odiaba cada vez que ese hombre entraba a la habitación a dejarle comida, porque podía ver en sus ojos como lo desnudaba con la mirada y ese deseo asqueroso que tenía por él. Y lo odiaba, sentía asco, repudio, y todas esas cosas desagradables que podías llegar a sentir por alguien.

Como en ese momento en el cual se acercó demasiado a su persona, respirando profundamente sobre su cuello, cosa que Baekhyun tuvo que soportar porque no deseaba que le hiciera daño a su bebé.

—El médico vendrá a revisarte hoy —explicó el mayor tomando el rostro de Baekhyun por el mentón para que le mire a la cara al haber notado como lo esquivaba—. Estoy seguro, que estas completamente recuperado de tu estupidez pasada y de ese riesgo de aborto que tuviste por no comer bien.

—Por favor... Déjame ir —suplicó tratando de alejarse del agarre ajeno, pero era casi imposible—. Yo no soy la persona que buscas, nunca he trabajado ahí.

—Pequeño e iluso maniquí —canturreó YunHo con diversión acariciando con sus pulgares los pómulos del menor—. No hay forma de que lo niegues, te miré muchas veces en ese escenario, me conozco tu cuerpo a la perfección que tenerte ahora cerca, me permite corroborar que eres tú, ¿a quien tratas de engañar? Además... Chanyeol te vendió, ¿no lo recuerdas?

La mención de Chanyeol hizo que los ojos de Baekhyun se llenen de lágrimas. Se había negado a creer en esas palabras, no podía hacerlo porque estaba seguro de que Chanyeol, aunque no lo quisiera, no lo vendería, pero... ¿Por qué no había ido por él hasta ese momento? Cada día que pasaba, la idea cobraba más sentido y YunHo aprovechaba cada que podía para recordarle su desdicha.

—Pero no llores, mi pequeño maniquí —susurró el mayor besando su mejilla húmeda—. Yo te trataré bien, incluso pienso ser un buen padre para ese bastardo que llevas dentro. O lo podemos regalar cuando nazca, porque yo te haré tantos que ese no te hará falta.

Baekhyun no pudo soportarlo, se llevó una de sus manos a su boca para evitar vomitar ante las arcadas que comenzaron a darle. Yunho tuvo que hacerse a un lado para permitirle bajar de la cama al momento que Baekhyun salió corriendo hacia el baño.

Claramente para YunHo fue una ofensa la reacción del menor cuando le dijo eso, que no pensaba dejarlo pasar, haría que ese niño estúpido le respete en ese momento, pero la intromisión de uno de sus guardias le impidió que fuera detrás de Baekhyun.

—El médico ha llegado —informó.

Yunho bufó con molestia saliendo de la habitación para ir a recibir al médico, sin darse cuenta de que Baekhyun se encontraba mirándole por la rendija de la puerta del baño.

Tosos esos días había estado pensando una y otra vez en la forma de salir de ahí, pero era casi imposible. Había cientos de personas en esa casa, desde gente de servicio, hasta los guardias de Yunho, que estaba seguro de que antes de que pudiera salir, ellos lo matarían. Miró su vientre por encima de la ropa de chándal que usaba en ese momento, ya hacía un pequeño bulto notorio, el cual acarició suavemente.

—No sé cómo aún, pero saldremos de aquí, mi amor —susurró sin dejar de acariciar su vientre—. Has soportado mucho, yo también lo haré y nos iremos, seremos muy felices aunque tu padre no nos quiera y nos haya vendido.

Las lágrimas siguieron bajando por su mejillas en cascadas, no podía evitarlo. La tristeza lo estaba consumiendo demasiado que se sentía abrumado, y con un dolor fuerte en el pecho. Caminó de vuelta hacia la cama donde tomó asiento, pero su mirada se dirigió hacia la puerta cuando esta se abrió y dejó ver a un hombre con ropa formal y un maletín de primeros auxilios, o eso fue lo primero que pensó que era, pues era el típico bolso que usan los doctores.

Otra vez era uno nuevo. Baekhyun suspiró.

—Acuestate en la cama —ordenó YunHo al entrar detrás del médico—. Ya le expliqué todo lo que debe saber para revisarte, así que coopera sino quieres que le pida que te raje la panza y te saque a ese bastardo de una vez por todas.

Baekhyun estremeció del miedo al escuchar esas palabras, y quizá no fue el único cuando vio la expresión de terror en el rostro del médico, haciendo que Baekhyun abandone toda idea de pedirle ayuda a ese hombre, cuando este parecía estar temblando del miedo. Y a Baekhyun no le quedaba más que hacer lo que le indicaron acostándose en la cama para dejar que el médico lo revise.

YunHo observaba cada acción del médico sobre Baekhyun hasta que este terminó y comenzó a guardar las cosas que usó en su maletín mientras Baekhyun se arreglaba la ropa.

—¿Y Bien? —preguntó YunHo ansioso—. ¿Cómo está?

—Su salud mejoró mucho —comentó el médico con calma mirando a YunHo temeroso—. El bebé parece haberse fortalecido al estar más grande, por lo cual, las amenazas de aborto se han ido.

Yunho sonrió para sí mismo acercándose al médico a quien tomó por el brazo jalandolo hasta salir de la habitación, estando afuera preguntó lo que realmente le importaba.

—¿Puedo tener sexo con él?

El médico se vio incómodo ante esa pregunta, pero asintió, a lo cual YunHo sonrió victorioso, imaginandose ya, todo lo que le haría a ese chico, bastante se había aguantado todo ese tiempo, solo porque no deseaba que Baekhyun muriese.

En cuanto el médico se fue, YunHo volvió a la habitación de Baekhyun, a quien miró manteniendo una sonrisa ladina en su rostro. Baekhyun se veía bastante ingenuo ahí sentado en la cama mirándolo con incertidumbre.

—Descansa, en la noche mandaré una ropa nueva para ti, deseo verte con ella —dijo el mayor saliendo de la habitación.

Baekhyun tragó saliva un momento sintiéndose extraño e incómodo ante las cosas que ese hombre dijo, ¿ropa nueva que deseaba verle? Dudaba que fuera ropa de maternidad pero la deseaba. Sus pantalones a pesar de ser de resorte le comenzaban a incomodar en su barriga, y no deseaba dañar a su bebé con ropa inadecuada.

...
YunHo estaba por ingresar a su despacho cuando vio a su mano derecha ingresar a su mansión apurado, cosa que llamó la atención del líder de esa organización de mafiosos.

—Señor —habló el hombre de cabellos metros intensos—. Tenemos problemas.

—¿Qué clase de problemas? —preguntó, porque para ser que su mano derecha Kim estuviera ahí diciéndole eso, sin resolverlo por sí mismo, quería decir que tenía que ser demasiado grave—. Habla.

—El líder Park, nos visitó en el depósito —informó hundiendo el entrecejo, sabiendo que lo que diría no le gustaría para nada a su jefe—. Decomisó la mercancía de armas y droga que teníamos ahí, además, que dejó un mensaje para usted.

Yunho quiso maldecir a Park por tremenda osadía. Si bien, a él siempre le había importado una reverendo pepino que Park fuera el líder principal de todos los mafiosos que se encontraban en la zona, siendo el más rico y con mayor contactos en el mercado, pero habían tenido una relación de paz durante casi 20 años, que saber que este se tomó el atrevimiento de meterse con lo suyo, le hervía la sangre, pero se mantuvo sereno.

—Dime, Kim. ¿Qué nos mandó a decir mi querido Park? —preguntó con ironía apretando la mandíbula en una sonrisa para adentrarse así a su despacho, siendo que su mano derecha lo seguiría.

—No sé cómo decirle, pero tiene que ver con el joven que raptamos hace un tiempo —explicó con cierto nerviosismo en su ser—. Pide que sea devuelto sin que tenga ningún tipo de daño, de lo contrario, lo tomará como traición hacia la organización que todas las mafias conforman y vendrán por usted.

Yunho soltó una carcajada al tomar asiento en su silla movible para luego callar de pronto y golpear con su puño su escritorio, haciendo retumbar las cosas sobre el mismo.

—¿Pero con quién demonios cree que está tratando ese malparido de Park? —inquirió con furia apretando en su puño un bolígrafo que cogió de su escritorio—. Veremos si realmente es capaz de venir por mí como dice, porque Baekhyun para ellos está muerto.

Aun cuando Kim no estaba de acuerdo en lo que su jefe quería hacer, no podía decir nada pero, era grave. Todos conocían la reputación que tenían los Park, por algo eran la cabeza principal de todos los mafiosos que se encontraban en el país, siendo el más respetado y que YunHo declare la guerra por un jovencito tan simple era inconcebible, pero no deseaba perder la cabeza al decirle eso a su jefe cuando era obvia la obsesión que había tomado por ese chico.

—Olvídate de eso ahora, quiero que vayas a recoger unas cosas que compré en la tienda del hijo de Park y se las des a Baekhyun, debe usarlas esta noche para mí —ordenó a la vez que encendía un puro y llevaba este a sus labios.

Kim solo asintió saliendo de la Oficina de su jefe para hacer su encargo.

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Tiffany dejó sobre el escritorio de Chanyeol los fajos de billetes que se usarían para pagarles a los empleados esa quincena, pero el alto apenas y le prestó atención. Chanyeol estaba ausente.

—¿Chanyeol? —habló la fémina un tanto dudosa—. ¿Chanyeol? —insistió a la vez que pasaba su mano por el frente de chanyeol tratando de llamar su atención. El alto apenas reaccionó.

—¿Qué pasó?

—Le traje el dinero de la caja fuerte —explicó ella mostrando el mismo con su dedo sobre el escritorio—. ¿Puedo ayudarle en algo? Lo noto decaído.

—Pensaba en Baekhyun —confesó tomando el dinero y comenzó a separarlo por cantidades exactas bajo la mirada condescendiente de la chica—. Por primera vez en mi vida, siento dolor, angustia, tristeza... Y miedo.

Tiffany se acercó al más alto abrazando al mismo de manera maternal, y Chanyeol no se negó a ello apoyando su cabeza en el cuerpo de la pequeña chica, quien había estado a su lado durante ya varios años, como su secretaria, su amiga, su confidente por más que parecieran solo empleada y jefe. Ella acarició con cariño los cabellos del más alto, porque más que nadie, ella sabía lo fuerte que era Chanyeol, y verlo en ese momento tan vulnerable, le generaba angustia también.

—Debe mantenerse sereno —dijo ella sin saber qué palabras exactas debería de decirle—. El joven Baekhyun regresará a usted, su padre se lo devolverá.

Chanyeol suspiró pesado mirando a la cara a Tiffany, sin saber cómo explicar que aunque Baekhyun regrese con bien, jamás podrán volver a estar juntos. Conocía a su padre, sabía que debía de cumplir su palabra o de lo contrario Baekhyun seguiría pagando la culpa de ser una persona con una vida de mierda.

—Deseo que sea así, que vuelva con las personas que lo aman... Sano, pero... Ese miserable, odio pensar en lo que puede estarle haciendo.

La rabia sonaba en sus palabras al apretar los dientes con fuerza ante la impotencia que sentía. E iba a decir algo más cuando las puertas de su oficina se abrieron dejando ver al señor Park, quien entraba con su mano derecha y miró la escena de su hijo y aquella jovencita que trabajaba con él, cosa que le hizo arquear una ceja.

Chanyeol le indicó a Tiffany que los dejara solo, a lo cual ella obedeció rápidamente yéndose de ahí, todo bajo la mirada de Park.

—Tengo noticias —dijo el mayor de los Park caminando por la habitación, observando detalladamente cada arreglo en ese lugar—. Tus negocios son prósperos, pero siempre atraen a personas indeseables, ¿ahora sabes la importancia de mi apellido?

Chanyeol tuvo que contenerse para no responder nada que agrave la situación de Baekhyun, por más que quisiera decirle a su padre que se meta su apellido por el culo.

—¿Qué noticias me traes, padre?

—Que impaciencia —dijo el adulto esbozado una sonrisa—. Hemos hecho un cateo a una de las casas de seguridad de Yunho, desafortunadamente no estaba ahí, pero, le mandamos un mensaje con sus trabajadores, por lo cual, nos entregará pronto a Baekhyun, le di un solo día, sino lo hace, iremos por él, ya lo tienen ubicado.

—¿Qué? —Chanyeol sonó bastante incrédulo, y quizá lo estaba de que su padre haya dicho eso—. ¿Cómo que un día? Sabes el infierno que Baekhyun puede estar viviendo con él ¡dime en donde está, ¡iré yo mismo!

La desesperación en Chanyeol era palpable que el señor Park le miró incrédulo, no entendía porque su hijo estaba tan desesperado en tener a ese chiquillo, que ante sus ojos era como cualquier otro, reemplazable para ser un juguete sexual de su hijo, a menos que realmente Chanyeol estuviese enamorado de él, cosa que dudaba, conocía a su hijo, incluso dejó a Minseok por sus negocios, y a ese chico lo conocía bastante, tenían una vida juntos.

—No irás a ningún maldita parte, Chanyeol —sentenció el mayor mirando severo a su hijo—. Yunho nos lo entregará mañana por las buenas o por las malas.

Chanyeol no pensaba aguantar más a poder ver que Baekhyun estaba bien, pero su padre no parecía entender eso que solo tuvo que aceptar lo que su progenitor decía.

"Espera solo un poco..." Pensó deseando que el tiempo fuera más rápido.

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Baekhyun miró las bolsas que Kim dejó sobre la cama, sobre la cual el bajito de ojos pequeños se encontraba abrazado a sí mismo con sus rodillas casi pegadas a su pecho.

—Te pondrás la ropa que esta aquí, y esperaras al señor YunHo —explicó Kim con desinterés mirando a ese chico—. No sé qué desea de ti YunHo, no tienes ningún chiste en especial.

Baekhyun se sintió ofendido pero se tragó su molestia era obvio que ese hombre no lo deseaba en ese lugar así que era su oportunidad.

—Te da celos que me desee a mí y no a ti, ¿no es así? —preguntó con sorna mirándolo altivo, tenía que corroborar si era lo que pensaba para dar el siguiente paso, y estuvo en lo cierto cuando la cara de Kim se puso roja de la rabia—.  Si lo amas, y no deseas que siga obsesionado conmigo, deberías dejarme ir.

Kim arqueó una ceja con molestia ante las palabras de Baekhyun, quería acercarse y darle un golpe en la cara para que no osara decirle nuevamente una estupidez de ese tipo, pero se contuvo.

—Intento fallido, niño estúpido —dijo cruzándose de brazos—. Nunca saldrás de está casa, solo muerto. Y eso sucederá pronto. En cuanto YunHo tenga lo que quiere de ti, te echaremos a los perros rabiosos para que mueras junto con tu bastardo.

Baekhyun se puso de pie y tomando la bolsa que Kim le dejó sobre la cama, tiró la misma al suelo vaciando el contenido de la misma ante sus ojos. Kim enfureció ante tal acción que se acercó amenazante a Baekhyun pero este no se inmutó.

—¿Pero qué demonios te pasa? Se nota que te quieres morir pronto —dijo tomando con fuerza por el brazo a Baekhyun, quien no se quejó de ello y aprovechando que tenía cerca a Kim, le dio una patada en la entre pierna haciéndolo caer al suelo por el dolor.

Baekhyun miró rápidamente a su alrededor dándose cuenta de que debía ser rápido para salir de ahí, y al ver que Kim quiso gritar para avisar a los guarudas, no lo pensó ni dos veces Baekhyun al tomar la lámpara de noche del mueble al lado de la cama y golpear en la cabeza a Kim, quien cayó desmayado al suelo con un chorro de sangre brotando por su sien.

Baekhyun dejó caer la lámpara asustado, pensando en si mató o no a ese hombre. Pero, debía de salir de ahí, por lo cual, no se esperó a corroborarlo. Caminó hacia la salida de la habitación asomándose apenas para corroborar que no haya guarudas cerca, y al ver que el pasillo estaba despejado caminó a paso rápido pero temeroso hacia las escaleras, donde se escondió entre los barandales mirando el perímetro del primer piso. El corazón le estaba latiendo a más no poder, sentía que en cualquier momento sus piernas iban a fallarle y le harían caer, pero, debía de mantenerse fuerte.

Bajó las escaleras de aquel lugar con cuidado, temiendo de ser visto, de que alguien lo encuentre y lo vuelva a encerrar o en el peor de los casos, lo maten. En ese punto de su vida, no temía por su vida, solo por la de su bebé.

Realmente le parecía extraño no ver a nadie deambulando por ahí, era como si todos se hubiesen ido dejando el lugar vacío. Y si era así, no pensaba desaprovechar la oportunidad, debía irse. Corrió lo más rápido que pudo hacia la puerta para abrir la misma pero estaba cerrada con llave, cosa que le hizo sentirse desesperado y temeroso. No podía hacer ruido.

Unos pasos sonaron por la madera del segundo piso, haciendo eco en todo el lugar gracias a la soledad del mismos, recordándole a Baekhyun todas esas películas de suspenso donde el villano estaba cerca de su víctima, y no deseaba ser una víctima en ese momento.

Yunho entró a la habitación de Baekhyun con una sonrisa plasmada en sus labios, pero esta se desvaneció al momento a que vio a su mano derecha tirado en el suelo, entre un charco de sangre. Su ceño se hundió con fiereza al no ver a Baekhyun en la habitación. Salió de aquel cuarto de inmediato, al llegar a la escaleras pudo ver el delgado cuerpo de Baekhyun correr rumbo hacia la cocina.

Bajó rápidamente las escaleras y antes de que Baekhyun pudiese cerrar las puertas de la cocina interpuso su pie entre las puertas impidiendo eso, tomó al menor del brazo jalandolo hacia afuera.

—¡No, sueltame! —gritó Baekhyun con temor siendo arrastrado por YunHo, quien lo jaló hasta la sala donde lo aventó contra el sofá de espaldas subiéndose sobre su cuerpo. Baekhyun pataleó empujandolo con sus manos incluso—. ¡Alejate, déjame!

—¡Callate! —gritó YunHo con fuerza tomando ambas manos de Baekhyun y las colocó contra su cabeza mirándole furioso—. ¿Realmente creíste que podrías escapar? Te dije que eres mío y siempre lo serás, y tendrás tu castigo por haber matado a Kim.

Los ojos de Baekhyun estaban llenos de lágrimas al darse cuenta que perdió su oportunidad de irse de ese lugar. Yunho no perdió tiempo en comenzar a besar el cuello del menor, sin importarle lo reacio que se encontraba el menor, y lo que forcejeaba por alejarse de él.

—Aun así, esta noche serás mío —le dijo al oído haciendo que el temor de Baekhyun fuera más fuerte.

El menor tuvo que juntar todas sus fuerzas para safarse del agarre de sus manos, lo cual aprovechó para empujar al mayor sobre su cuerpo lejos suyo, alcanzando a darle una patada en su zona baja. Yunho gruñó con rabia doblando su cuerpo en su dolor pero a pesar de eso pudo darse cuenta de la manera en la que Baekhyun intentó escapar alcanzando a jalarlo del pie, haciéndolo caer sobre la mesa de piso.

—¡Agh! —Baekhyun se quejó aferrándose a la mesa cuando un fuerte dolor se instaló en su vientre bajó al haberse impactado contra la mesa.

Baekhyun se encogió contra sí mismo aferrando sus manos sobre su abdomen. Yunho se levanto tomando al menor por los cabellos para arrastrarlo contra el sillón nuevamente sin darle importancia al dolor que el menor sentía.

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El ceño de Chanyeol se hundió al escuchar del guardia personal de su padre que este no se encontraba en su despacho. Entró de igual manera topandose con la habitación vacía. Miró alrededor dándose cuenta de que había un papel en el escritorio.

—Así que aquí se esconde ese miserable —masculló con rabia saliendo de inmediato de la habitación. Sabía que no era nada seguro ni correcto que fuera solo a ese lugar, pero la desesperación por ver a Baekhyun nuevamente lo estaba cegando.

Al subir a su carro iba a ponerse en marcha, pero su madre se interpuso en su camino mirándole servera.

—¿A dónde vas, Chanyeol? Me avisaron que llegaste pero ni siquiera saludas a tu madre —dijo ella com resentimiento e indignación.

Chanyeol no tenía la cabeza para lidiar en ese momento con su madre, lo único que quería era ir y buscar a Baekhyun él mismo.

—Madre, por favor, hazte a un lado —indicó con la mandíbula apretada—. Necesito ir a un lugar, vendré a verte pronto.

—Claro, tu padre me dijo que pronto festejaremos tu compromiso con Minseok.

Chanyeol apretó sus manos contra su volante al escuchar ese maldito acuerdo que hizo con su padre, porque eso significaría que aunque Baekhyun volviera a salvo ya no podrían estar juntos. El alto no dijo nada, solo esperó a que su madre se hiciera un lado para arrancar el auto y ponerse en marcha hacia esa dirección que vio anotada en aquel papel.

Estaba lejos, bastante en realidad que cada minuto que pasaba con sus manos en el volante sentía que el alma se le podía escapar de su cuerpo. Pensar en Baekhyun sonréndole feliz le daba un poco de paz pero no era suficiente.

Casi una hora después, se encontró llegando a aquella dirección. Quizá debió de haberlo sospechado, de que sería un lugar realmente lejano a la ciudad, lleno de árboles grandes y frondosos que casi cubrían aquella mansión. Bajó con precaución de su auto escuchando el sonido de sirenas de ambulancia y de policías, cosa que llamó su atención. Caminó hasta que pudo divisar la entrada de aquel lugar observando la cantidad de elementos de la policía y paramédicos que salían de la entrada de la casa con dos camillas cargando, desde su posición no podía ver exactamente quienes eran los que estaban siendo llevados en la camilla pero su corazón rogaba porque no se tratara de Baekhyun.

Mas toda esperanza murió cuando pudo reconocer los cabellos claros del menor y su rostro manchado de sangre al ser ingresado en una de las ambulancias. Quiso correr hacia él pero no pudo moverse cuando unos brazos lo sujetaron con fuerza arrastrandolo entre los árboles para evitar que los policias lo vieran. No era bueno que estuviera en el lugar del crimen o sería inculpado.

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Nota Final:

Y bien... Sí, Baekhyun estaba esperando bebé de Chan, pero... Creo que Esa llegada será bastante complicada.

Las cosas que Baekhyun vivió tras ese golpe con la mesa, serán reveladas después y como es que termina en esa ambulancia.

Quien será la persona que evitó que Chanyeol fuera con Baekhyun?

Será que YunHo recibió su merecido?

Todo eso en el siguiente capítulo

😇como sé que querrán saber que pedo, pongamos una meta va? Que les pase más de 70 estrellas y más de 100 comentarios para que venga con nueva actu?  Sjdjdk es que luego me hago mensa y no escribo hasta que me acuerdo

Nos vemos bbs, cuídense

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