Parte 11.

Hooola qué tal andan?
Esperamos que muy bien.
Lo sé, lo sabemos con minlxy, nos tardamos muchito pero, hemos venido por fin con nuevo capítulo y esperamos ya no desaparecer por mucho tiempo 😅🌸pero la vida es dura y tenemos tantas cosas que hacer y pues el tiempo vuela.
Pero bueno, ya no se diera más, solo que lean y lo disfruten.

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Capítulo 11

Estaba comenzando a sentirse aburrido de estar rodeado de toda esa gente que actuaba como robots elegantes. Nadie parecía realmente feliz en ese lugar, las sonrisas no llegaban hasta sus ojos y la hipocresía podía verse bien marcadas en sus labios. 

Y él, siendo nadie en ese sitio comenzaba a abrumarse. Chanyeol se había ido junto con su padre y el señor Yunho a otra de las habitaciones grandes que había en esa reservación, dejándolo solo entre toda esa gente. Si bien, podía entretenerse en la mesa de bebidas y comidas, probar todo lo que había en el bufete, pero tampoco tenía apetito y sed, beber alcohol no era nada bueno para él cuando no era tolerante a este. 

Soltó un suspiro cansado. El señor Park había aparecido a mitad de la plática que tenían con el señor Yunho. Tal pareció que su presencia detuvo el tiempo, todos dejaron de hacer lo que hacían para darle toda su atención. Si de algo Baekhyun se pudo dar cuenta en ese momento que el señor Park apareció, era que al igual que su hijo, tenía ese porte imponente, ese que demandaba respeto y poder. El hombre era alguien mayor, lo podía ver por las ligeras arrugas de su cara y esas canas que se asomaban en sus cabellos negros. Pero a pesar de eso, parecía que la edad no le pesaba realmente. 

El mayor de los Park solo les dedicó una mirada a todos y de ahí, como abejas a la miel los hombres comenzaron a seguir al padre de Chanyeol quien también se alejó de él para seguir al mayor hasta aquella habitación que se cerró dejando atrás a él y a otras cuantas mujeres y jóvenes que iban de acompañantes de quienes entraron a esa habitación. 

Habían pasado varios minutos, quizá media hora para ser exactos. Baekhyun tomó solo una nueva copa de champaña y caminó hacia el balcón de ese piso, estando en el segundo. Se recargó sobre el mismo pudiendo apreciar los bonitos jardines y a la gente que andaba en este. 

—¿Por qué tan solo? 

Baekhyun se sobresaltó al escuchar esa voz cerca de su oído. Miró asustado a Yunho, mismo que le sonrió bebiendo después de la copa que llevaba en mano y tenía poco líquido. El menor se colocó la mano en el pecho emitiendo un suspiro de alivio. 

—Me asustó —confesó mirando todavía afectado al señor—. Solo miraba afuera. 

—Ya veo. Chanyeol se quedó todavía hablando con su padre —informó Yunho mirando también por el barandal, Baekhyun le prestó atención—. ¿Conoces bien a Park? 

—¿Eh? —la pregunta le causó un poco de confusión al chico quien no entendía a qué iba eso—. Sí, algo —respondió sincero. Yunho asintió. 

—Que suerte tiene Park de salir con un muñequito bonito como tú —halagó el mayor esbozando una sonrisa ladina, mirando de los pies a la cabeza a Baekhyun, quien se dio cuenta de inmediato de esa mirada, era la misma que todos esos hombres morbosos le daban cada que se presentaba a esos shows. 

Esos ojos de Yunho le causaron un escalofrío. Iba a decir algo al respecto pero se quedó callado cuando sintió una mano amplia tomar su cintura y jalarlo hacia atrás, derramando un poco del líquido de su vaso. Giró un poco su cabeza mirando a Chanyeol quien estaba a su lado. Apretó un poco sus labios sorprendiéndose un poco por lo serio que estaba Chanyeol, esa forma en la que miraba al señor Yunho. 

—Vaya, ya llegó Park Jr —dijo Yunho con sorna logrando molestar al aludido—. Tranquilo, niño. No quieras armar un problema donde no lo hay, solo estaba platicando con él. 

—No me gusta que se metan con lo que es mío —soltó Chanyeol con la mandíbula tensa y su mano bien sujeta a la cintura de Baekhyun. 

Chanyeol no le dio tiempo a Yunho de decir algo más. Solo tomó al bajito de la mano y lo jaló con él fuera del campo de visión del mayor, comenzando a caminar entre la gente para salir de ahí. 

Ni siquiera habían pasado mucho tiempo en ese lugar, por ello Baekhyun se vio sorprendido de que Chanyeol lo esté llevando hacia su auto, el cual esperaba por ellos en la entrada, gracias al servicio de la gente que estaba de ballet parking. El alto abrió la puerta del copiloto esperando a que Baekhyun entre. El bajito no dijo nada, solo obedeció todo en silencio viendo como Chanyeol después subía al auto y se ponía en marcha. 

Estaba pensando el menor que Chanyeol lo llevaría a su casa, pero el camino que el alto tomó era uno totalmente diferente que no reconoció. Al menos no de inicio hasta que leyó unos cuantos letreros en el camino que anunciaban que estaban saliendo de la ciudad. Eso le asustó un poco. 

—¿A dónde vamos? —preguntó después de todo. Mínimo tenía que saber, por si le ocurría algo. 

—Pensé que no ibas a hacer preguntas —mencionó Chanyeol con toda la intención de hacer que el bajito no hable más por algunos minutos. 

Tenía tantas cosas en la cabeza. La plática con su padre no fue del todo buena, y todo gracias al estúpido de Yunho quien metió sus negocios con los de su padre. De solo pensar en ello sentía que la sangre se le subía a la cabeza. Miró a Baekhyun de reojo, dándose cuenta de que sus palabras habían surtido el efecto. Baekhyun se encontraba mirando hacia la ventana, pero por el reflejo en los vidrios podía ver ese seño fruncido y los labios tensos, el menor estaba molesto. 

Chanyeol había aprendido muchas cosas del bajito todo ese tiempo que llevaba conociéndolo. Era obediente todo el tiempo, el mejor maniquí que había tenido, nunca decía que no. Pero, también había visto que tenía un carácter difícil, había ese ligero toque de caprichos en sus venas, también un genio alto. Desde que lo conocía lo había visto varias veces molesto, pero nunca había estallado. 

Varios minutos de estar manejando en silencio encendió la radio, el malestar que había tenido en su cuerpo se había ido para ese momento. Baekhyun se había quedado dormido con su cabeza recargada hacia a un lado. Podía ver que sus bonitas facciones iban más allá de lo común. Baekhyun era verdaderamente hermoso incluso dormido. Sonrió por ello. Sabía que si el menor hubiese mostrado su rostro desde el inicio, sus ganancias serían más altas. Pero estaba bien que no haya sido así. Yunho no era el primero ni el único que querían a Baekhyun, pero sí el que más le preocupaba. 

Los demás solo eran pecesillos pequeños que se conformaban con lombrices, pero Yunho no, ese sí era un verdadero grano en el culo, y en esa junta con su padre se lo dejó claro. 

La fiesta había sido solo pura formalidad, después de la junta ya nada importaba por eso mismo había sacado a Baekhyun de ahí. Y justo había salido a tiempo. Todo lo que importaba en esa fiesta, era la junta, en la cual las mafias más importantes de la ciudad y las ciudades colindantes se reunían, no sólo ellos, sino también los herederos al trono. Y en eso estaba él. Su padre se lo había dicho muchas veces, cuando el grandísimo Park ya no estuviera o no pudiera seguir liderando su clan, Chanyeol sería quien tomaría su lugar. Y no importaba cuanto él ya se hubiera negado a ello, tal parecía que no podía escapar de su destino. 

Por eso lo estaba odiando. 

—Pues, tu futuro sucesor quizá llevará a ruina tu gran Imperio, mi apreciado Park Chaneun —dijo Yunho formando una sonrisa leve en sus labios, mirando fijo al aludido y después a su hijo, quien estaba de pie a su lado en la parte superior de esa mesa ovalada donde las cuatro mafias más importantes estaban sentadas. 

—¿Por qué dices eso, Yunho? —inquirió su padre con mirada seria y los hombros tensos. 

—Sabe que como pez pequeño, debe respeto a sus mayores, y ha sido un verdadero insolente conmigo —acusó. Chanyeol hundió el entrecejo. Iba a decir algo en su defensa pero su padre lo frenó—. Me ha negado a un prostituto de su burdel. 

—¿Burdel? —cuestionó Park mirando a su hijo quien estaba bastante cabreado en su lugar—. ¿Desde cuando has abierto un prostíbulo y no me has informado? Sabes que ese tipo de cosas necesitas un consentimiento de… 

—No tengo ningún tipo de burdel —interrumpió Chanyeol con voz neutra ganándose una mirada severa de su padre y cuchicheos de los demás presentes—. Eso mismo le expliqué al señor Yunho —soltó lo último con un deje de ironía, no tenía ningún tipo de respeto por ese hombre—. Solo presento entretenimiento candente a gente con dinero, sabes de ese proyecto que abrí hace meses, pero el señor Yunho, insiste en querer comprar a un joven que no me pertenece. 

—¿Es eso así, Yunho? —quiso saber el hombre al frente en la mesa. Yunho arqueó una ceja ante eso—. Los negocios que tenga mi hijo, mientras no sea parte de mi mafia, son de él y ninguno de ustedes puede influenciar sobre estos para querer hacerse de derechos por deudas conmigo, ¿entienden? 

Yunho solo miró a Chanyeol con frialdad. Ese niño no iba a salirse con la suya, tendría a ese maniquí para sí, y si era quien creía era solo cuestión de tiempo según sus cálculos. Mismos que Chanyeol sospechaba. La manera en la que Yunho había visto a Baekhyun al llegar le dejaba claro eso. 

Por ello mismo había tomado la decisión de sacar al menor por unos días de la ciudad. Ni siquiera había pensando en mencionarle eso al chico, con tal de no asustarlo y mucho menos que fuera a alejarse de su alcance y algo más le ocurra. 

Estacionó el auto una vez llegó a su destino. La cochera era enorme, quizá para cinco autos más, por lo cual solo dejó el suyo en medio y bajó del coche. No se tomó la molestia de despertar a Baekhyun, solo pico el interruptor de las luces y toda la casa quedó iluminada. Caminó hasta el lado de Baekhyun abriendo la puerta de su auto y con cuidado para no despertarlo lo cargó al estilo nupcial llevando así al chico hasta la casa principal. 

El camino hacia la habitación fue algo largo, teniendo que pasar por la sala de estar, el recibidor y por fin las escaleras que dieron a la segunda planta de la casa. Entró a la que antes era su habitación y acostó al menor sobre la cama, misma que tenía sabanas celestes y almohadas cómodas de pluma. 

Baekhyun al sentir lo cómodo del colchón solo se acurrucó más quedando completamente dormido. Chanyeol creía que Baekhyun no iba a despertar más por esa noche, estaban casi a ser las doce de la noche, estaba bien, podía pensar en las cosas que tenía que hacer con ese chico y en silencio lo haría mejor. Se quitó el sacó y comenzó a desabrochar la camisa hasta caminar hacia su baño y meterse a este. 

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En cuanto abrió los ojos los cerró de inmediato ante la fuerte luz que le golpeó de frente. Se frotó los ojos quejándose un poco. Cuando por fin se acostumbró abrió una vez más sus ojos sintiéndose bastante confundido. ¿En dónde Diablos estaba? Era claro que esa habitación enorme no era suya, mucho menos esa su cama ni mucho menos la camisa que traía puesta era suya, puesto que las mangas le quedaban más largas de lo normal. Sintió sus mejillas ponerse rojas al recordar lo de la noche anterior. 

Había estado dormido cuando sintió los húmedos besos de Chanyeol recorrer su cuello e ir abriéndose paso hacia su pecho, de manera que succionó su piel conforme le iba quitando su ropa hasta dejarlo desnudo. Según las intenciones de Chanyeol, eran solo hacerle una mamada, que terminó en sexo en la madrugada entre los dos hasta que terminaron agotados. Chanyeol solo le dio una camisa que recogió del suelo, misma que se puso y era la que traía puesta. 

Se puso de pie, sintiendo un ligero malestar en su parte baja. Chanyeol había sido bastante rudo con él, y aunque no lo lastimó y lo disfrutó mucho en ese momento ya estaba resintiendo los embistes fuertes. Salió de la habitación abriendo los labios en O por la sorpresa que le causó ver esa casa. Era enorme, bonita y elegante. Los colores blancos y grises estaban bien distribuidos. 

—Ya te despertaste —habló Chanyeol llamando su atención. Giró un poco su rostro encontrando al más alto en el balcón del corredor, estaba con las puertas de vidrio abiertas dejando entrar la brisa del mar. 

El mar. Abrió sus ojos un poco más haciendo un gesto chistoso que hizo sonreír a Chanyeol antes de que el menor corriera hacia él y de asome bien por el balcón, apreciando la hermosa vista, estaban frente a la playa, y el rico aroma de agua salada del mar entró a sus fosas nasales. El alto se sorprendió un poco por lo mucho que Baekhyun parecía disfrutar de la vista. Sonrió por ello. 

—Veo que te gusta el mar —mencionó Chanyeol terminando de beber su cóctel que se había preparado de su barra de bebidas. Baekhyun le miró asintiendo efusivo—. Me alegra, ven. Vamos a desayunar. 

Baekhyun hizo un puchero al pensar que tenían que entrar de nuevo. Pero no dijo nada, solo caminó detrás de Chanyeol viendo que este solo llevaba un pants a las rodillas y una camiseta deportiva. Ese tipo de ropa lo hacía lucir más joven y relajado, no le daba ese tipo de imponencia de siempre. Incluso su sonrisa se vio diferente. 

—Disculpe… ¿qué hacemos aquí? —preguntó después de todo cuando recordó todo lo que había pasado el día anterior. Desde la fiesta hasta el momento que terminaron teniendo sexo en el cuarto—. Hoy tenía clases… 

—Hablé a tu escuela —informó Chanyeol sacando dos platos del horno de microondas que tenía en la cocina y dejó estos sobre la mesa. El menor le miró confundido—. No es difícil encontrar información tuya. Además que Tiffany me dijo dónde estudias, avisé que estarás ausente un par de días, y Luhan te mandará los trabajos si es que dejan. 

Al escuchar el nombre de su amigo Baekhyun apretó sus labios. Chanyeol lo pronunciaba con tanta confianza, cual si fuera buenos amigos. Se tuvo que reprender mentalmente por darle más importancia a sus celos que al hecho de que su jefe decidió en su vida sobre su escuela y en dónde debía estar. Hundió levemente el entrecejo. 

—Usted no me pidió… 

—¿Opinión? —cuestionó Chanyeol desinteresado—. No digas tonterías. Come, que se volverá a enfriar —ordenó tomando asiento y comenzó a comer de su plato. 

Baekhyun sintió un nudo en su garganta. Había sido una tontería pensar que Chanyeol podría cambiar su actitud dependiendo que llevase puesto, pero no, era solo su imagen, pero seguía siendo un idiota al dirigirse con él. Le hacía sentir como si realmente lo que él quisiera no importara. 

Tomó asiento y solo tomó su cubierto jugando con la comida, no tenía nada de hambre si era sincero. Pero se obligó a comer, no sabía cuanto tiempo estarían ahí, ni cuando volvería a comer, no quería ser tratado como un muñeco realmente, por ello no tuvo de otra. Cuando ambos terminaron de comer Baekhyun se puso de pie levantando los platos de la mesa y los comenzó a llevar hacia la tarja, pero Chanyeol lo detuvo. 

—Dime algo, Baekhyun —dijo Chanyeol jalando al chico hacia él y lo sentó sobre su regazo. Las mejillas del menor se pusieron rojas—. ¿Cuándo viste a Yunho por primera vez? 

La pregunta tomó por sorpresa al menor. ¿Qué tenía que ver Yunho con él para que el alto pregunté por ello? Mordió sus labios tratando de hacer memoria. 

—No lo recuerdo, pero… fue un día que salía de tu oficina, creo —dijo sin estar muy seguro de ello. Hizo una mueca mirando a Chanyeol ponerse pensativo—. ¿Te cae mal el señor Yunho? —inquirió temeroso de que Chanyeol fuera a recalcarle de nuevo que era solo un maniquí. 

—Es alguien de cuidado, nada más —respondió pensando que no era el momento para decirle a Baekhyun las intenciones que ese tipo tiene con él—. Si lo llegas a topar de nuevo, estando solo, llámame y aléjate de él, ¿ok? 

—¿Por qué? 

—Porque yo te lo digo —respondió el alto mirando fijamente los pequeños ojos del menor, mismo que se sintió cohibido—. No creo que tengamos que poner un título, para que sepas que eres mío y nadie más puede tocarte aparte de mí, ¿o sí? —preguntó tomando firme la cintura de Baekhyun. El menor lo sujetó por los hombros estremeciendo por ello. Sus ojos reflejaron emoción. ¿Acaso estaba en una relación con Chanyeol? Tenía que ser, ¿qué otro significado podía tener ser suyo? 

… 

Para Chanyeol no fue ningún problema dejar que Baekhyun nadara un momento en el mar, mientras él tomaba el sol. Desde que había terminado con Minseok, no se había tomado el tiempo para tener un descanso. Solo se había dedicado a su proyecto, en hacer realidad sus sueños e ir a fiestas aburridas etiqueta. Nada más allá de ello. Por ello, estar ahí nada más tomando el aire fresco y húmedo así como el sol, estaba bien. 

Desde su lugar podía ver a Baekhyun jugar contento con el agua. A pesar de ser ya mayor de edad, Baekhyun parecía ser un niño al jugar con agua. Realmente el chico era bastante ingenuo e inocente, no importaba cuantas veces ya lo haya tenido bajo su cuerpo gimiendo para él, todavía en los ojos del menor había ese brillo de inocencia. Ese brillo de un chico que se puede enamorar fácilmente. 

—Baekhyun —lo llamó incluso con su mano. 

El menor al ver que el mayor lo llamaba le sonrió y corrió hasta él sentándose sobre sus rodillas a su lado. Chanyeol le tomó el rostro con suavidad limpiando su rostro esas gotas de agua salada y le sonrió. 

—Dígame.

—Siéntate sobre mi regazo —ordenó indicándole con la mirada al menor que lo hiciera. Baekhyun se sorprendió pero aún así lo hizo acomodándose sobre las piernas del chico quedando a horcajadas. Chanyeol le sonrió por ello colocando sus manos en la menuda cintura del menor y apretó suave esta—. ¿La estás pasando bien? —inquirió curioso mirando el cuello blanquecino del menor, notando las pocas marcas que dejó en su piel. Baekhyun asintió a su pregunta haciendo un pequeño mohín—. Me alegra. Nos quedaremos un par de días aquí, ¿está bien? 

—Sí —respondió sincero el bajito, sin tener ningún problema en ello—. ¿Puedo preguntarle algo? 

—Dime.

—¿Por qué ya no quiere presentarme en los shows? —preguntó temeroso, rogando al cielo que Chanyeol respondiera y no fuera grosero con él. Aunque temía cuál fuera la respuesta—. ¿Ya no soy llamativo para sus clientes?

—Claro que eres llamativo para ellos, para todos en realidad, ¿quién no podría sentirse así ante tu belleza? Solo mírate, eres maravilloso. —Chanyeol le dedicó una mirada de arriba hacia abajo a Baek tanto como pudo en esa posición, logrando que sus mejillas se acaloren tanto que tuvo que desviar su rostro un momento, de todas formas ese detalle no pasó desapercibido.

Carraspeó intentando recomponerse de esa frase que Chanyeol le pronunció porque había sido más de lo que su pobre y débil corazón podía soportar. No es que fuera algo romántico que tenga que ser bueno, pero para Baek era un avance, o era lo que esperaba, después de todo la atracción física en muchas ocasiones era una base fundamental para darle paso a algo más. A veces funcionaba y en otras ocasiones no, pero Baek esperaba que sí funcione, que Chanyeol en algún momento lo vea como algo más allá que un simple cuerpo que podía acariciar cuando se le antojaba.

—M-muy bien, ¿entonces? —insistió con lo que de verdad quería saber. La potente mirada de Chanyeol sobre él lo hacía sentir tan chiquito que la tuvo que evitar mientras jugaba con sus dedos en el cuello de la camisa ajena, como si eso de verdad fuera entretenido.

—De acuerdo, te lo contaré para que no te hagas ideas erróneas en tu cabeza. —Cansado de que no lo mire, Chanyeol lo tomó por las mejillas obligándolo a mirarlo directamente a los ojos antes de continuar hablando. Baek asintió muy ansioso por la respuesta que fuera a recibir, pero los segundos se volvían tan eternos y tortuosos que no podía esperar más—. Yunho es un caso especial, demasiado diría yo. ¿Recuerdas que te comenté qué tipo de personas iban a aquella fiesta?

—Sí, algo así recuerdo —murmuró haciendo memoria, pero lo recordaba muy vagamente.

—No creo que deba pintar la situación, ya no eres un niño. Yunho es un narcotraficante y desde que te vio en los espectáculos ha generado una obsesión nociva por ti. No importa cuántas veces se lo repita, él cree que eres mi propiedad y que gracias a ello puedo venderte a él —habló claro y directo, subiendo una mano hacia la nuca de Baek que acarició suavemente, sin inmutarse ante la expresión atónita que adoptó el más bajo—. Por tu seguridad he preferido mantenerte al margen durante este tiempo, no creo que lo necesites después de todo, has generado una gran cantidad de dinero y estoy contigo, puedo darte lo que quieras cuando quieras.

Casi como si el tema no importara ni una mierda, Chanyeol buscó meter sus manos dentro de los muslos de Baekhyun, cosa que no le permitió, convirtiéndose en una pequeña lucha que Baek terminó ganando con expresión ofuscada y se bajó del regazo del mayor sentándose a su lado con las piernas muy juntas que lo que había en medio de ellas se sintió extraño, pero era su método de protección.

—¿Por qué te bajas? —preguntó Chanyeol confundido pero sin turbarse mucho tampoco.

—No me hace sentir cómodo que me toque así y menos ahora. —No se mentiría, estaba molesto. Si el tema fuera así tan grave como lo pintaba Chanyeol entonces no actuaría tan tranquilamente como hacía ahora y menos buscaría la ocasión perfecta para toquetearlo, tal parecía una excusa muy elaborada propia del ingenio de Park Chanyeol, no podía esperar menos y eso lo hizo sentir molesto.

—Últimamente tu humor no es muy bueno que digamos.

—No le creo —cambió el tema nuevamente al que estaban en el principio—. Debería solo decirme la verdad, que no me quiere en sus shows y ya, así solo busco un nuevo trabajo y listo. No es necesario que invente mentiras de tales dimensiones. ¿No es acaso lo más lógico después de todo? La misma persona durante mucho tiempo aburre, es claro que usted solo me hizo de lado para poner nuevos centros de atención —reclamó intentando superponer su lógica por encima de la de Chanyeol, como si estuviera la respuesta a la vista—. Ni siquiera comprendo cuál es su necesidad de crear tremenda capa de humo, no es necesario, no piense que va a romper mis sentimientos.

—Cuánta seguridad y sí, es lógico también tu punto —admitió Chanyeol con un leve deje de burla en su voz que le causó molestia—. Los lugares necesitan remodelación de vez en cuando, incluso en el personal, no tengo por qué mentirte ya que lo que dices es válido, sin embargo, como te digo, ese no es el caso aquí. Con respecto a tu pregunta, no tengo necesidad alguna de mentirte, ¿crees que solo por tener miedo de romper tus ilusiones estaría soportando todos tus caprichos?  —atacó cruzándose de brazos con calma.

—¿Y cuál es la razón si se supone que no es eso? Es claro que solo se trata de una mentira, de lo contrario tuvo que habérmelo dicho mucho antes porque es un tema que tiene que ver conmigo, no hay necesidad de ocultármelo. Su farsa no tiene pies ni cabeza. —Siguió en su terca postura, Chanyeol rodó los ojos pasando una mano por su cabello intentando encontrar pizcas de paciencia que se iban desvaneciendo.

—Mira, me pediste la verdad, ¿no? —preguntó cansado—. Ya te la dije, si la quieres creer o no es problema tuyo. Solo te recomiendo tener cuidado ahora que sabes la realidad, cuando no estemos juntos debes estar más atento de lo normal a cualquier acercamiento fuera de lugar. No insistiré, no me gusta repetir lo mismo una y otra vez. —Dio por zanjado el tema y se puso de pie para alejarse de ahí unos minutos a hacer unos pendientes dejando a Baek con un mal sabor de boca.

La sensación no desapareció a lo largo del día y en un gesto de protesta se acostó sobre la cama y se envolvió entre las sábanas negándose a salir de ella durante todas esas horas. Se durmió varias veces y volvió a despertar, encontrando interesante mirar su reflejo acostado gracias al espejo que había en el techo, la noche anterior en medio del sueño no lo había notado y lo acababa de hacer hace poco, aún algo adormilado. Sus comisuras estaban un poco pegajosas gracias a que tuvo que estar babeando mientras dormía pero ya después se levantaría a lavarse adecuadamente la cara. Chanyeol pasaba de vez en cuando frente a sus ojos pasando a ver unas cosas que estaban en la habitación y después se retiraba, evitaba mirarlo, solo era capaz de sentir sus pasos.

Hasta cuando a Chanyeol se le antojó sentarse a su lado y cruzar sus piernas con envidiable comodidad mientras encendía el televisor con el mando. Casi sintió que su respiración le faltaba, para él era incómodo, pero Chanyeol seguía tan parsimonioso que hasta la generaba cierto tipo de molestia de ser el único en sentirse así. Por eso se encogió más en las sábanas queriendo quedarse dormido, pero el volumen de la película se volvía una misión imposible, era algo así de terror, muchos gritos y mucha sangre, demasiado patético y fingido, y sin embargo, Chanyeol se mostraba entretenido. Ya cansado, le dio una oportunidad la película y la terminó de mirar, quedándose intrigado por unas partes que para él quedaron inconclusas porque no estuvo prestando atención desde el principio.

—Pediré de comer, ¿hay algo en especial que quieras? —cuestionó el alto sacando su celular para realizar la llamada a alguna cadena de comida o restaurante, tenía que pararse porque los números estaban anotados en un panel en la cocina—. Baekhyun —llamó al ser ignorado por el chico.

—No quiero nada. No tengo hambre —murmuró con la voz arrastrada luego de algunos segundos.

—Bien. Pediré cangrejos para aprovechar el ambiente, levántate, lávate la cara y cambia esa expresión. Te espero en el comedor en quince minutos. —Parpadeó perplejo varias veces cuando se dio cuenta que Chanyeol ni siquiera se tomó la molestia de prestar atención a lo que él quería. Claro le dijo que no quería comer e iba a mantener su palabra, no se movió de ahí en ningún momento. Solo quería llorar y regresar a su casa para sentirse aliviado y poder respirar tranquilo, tal como no podía hacer ahí.

Varios minutos más tarde, ahí se encontraba Chanyeol molesto por verlo envuelto como un sushi entre las sábanas, hasta se tomó el atrevimiento de nalguearlo y eso hizo que sus orejas se pongan rojas y dé un salto en la cama dedicándole una mala mirada.

—Llevo esperándote hace rato, la comida y la mesa ya están listas y tú sigues aquí —reprochó modulando su voz para no sonar demasiado alterado.

—Me parece haberle dicho muy claro que no tenía hambre, por lo tanto no saldré de aquí hasta mañana.

—Baekhyun, me pediste que te diga la verdad y sin embargo, ahora estás enojado porque te la dije, ¿qué se supone que querías? ¿qué hago para entenderte? Porque no me cabe en la cabeza. —exclamó Chanyeol exagerando en sus gestos al alzar sus brazos al cielo como si pidiera ayuda de alguna divinidad para lograr su objetivo.

—Si tan solo hubiera sido sincero… —farfulló por lo bajo.

—A ver, que no haya sido lo que tú querías oír, no lo hace una mentira —debatió Chanyeol acercándose a jalarlo del brazo hasta hacerlo parar. Se sentía como un niño pequeño que ha sido consentido hasta el tope y que ahora se volvió malcriado—. Ponte los zapatos, vamos.

Chanyeol no lo soltó de la muñeca en ningún segundo y viendo que no se rendiría tan fácil, no tuvo de otra que ponerse el calzado y caminar fuera de la habitación hacia el comedir, sin tener oportunidad si quiera esta vez para arreglarse y verse medianamente decente. En silencio llegó con el más alto hacia la mesa que tenía muchas bandejas llenas de cangrejos en salsa y muchas botellas de soju en todos lados.

—No tomaré, no me gusta —avisó por adelantado tomando asiento.

—¿Qué son unos buenos cangrejos sin alcohol? Es una combinación perfecta —aseveró Chanyeol sentándose enfrente suyo, hablando con tanta seguridad propia de un hombre que conocía muchas cosas y que compartía su conocimiento con alguien tan inexperto como él—. Está bien igual si no quieres beber, lo haré yo. Si se te antojan ahí están en las botellas y en el refrigerador hay más.

No dijo más, intentó dedicarse a comer, pero se sintió en extremo avergonzado cuando no pudo partir bien un cangrejo para comer su carne y terminó manchando su ropa estrepitosamente. Chanyeol no emitió ningún comentario al respecto, en su lugar, lo ayudó a partir los siguientes cangrejos y hasta le acercó en una cuchara un poco de carne a la boca. Dicho gestó lo dejó con los nervios alterados, como si el Baek molesto de toda la mañana no haya existido. Pronto cortó ese tipo de contacto cuando con un par de cangrejos comidos con deliciosa salsa, se sintió lleno y no quiso ni uno más, mientras que Chan seguía comiendo y bebiendo, aumentando la cantidad de botellas vacías.

Cansado del mismo escenario, dejó a Chanyeol ahí hasta la una de la mañana. De hecho pensó que Chanyeol iría pronto pero los minutos pasaban y no llegaba, se vio en la obligación de salir de la habitación para buscarlo y solo para encontrarlo en el mismo lugar donde lo dejó. Chanyeol tenía su celular en su mano deslizando su dedo, sus ojos se veían cansados producto del alcohol porque las botellas vacías iban en aumento. 

Lo pensó dos veces antes de acercarse a Chanyeol y decirle que debía bañarse y acostarse a dormir, no tenía ni la menor idea de qué tipo de borracho sería Chanyeol. Sin embargo, fue sorprendido cuando la voz de Chanyeol no sonó demasiado inestable, parecía no encontrarse tan mal, debió imaginarlo siendo que él siempre tenía un vaso de licor en su mano como parte de una rutina y su resistencia iba a ser bastante alta.

Fue más sencillo de lo que pensó, Chanyeol se bañó y por suerte apenas puso su cabeza sobre la almohada se quedó profundamente dormido, lástima que para Baekhyun no haya sido el mismo destino por haber dormido mucho a lo largo del día, así que en medio de la leve luminosidad que les brindaba la lámpara veía las tranquilas expresiones de Chanyeol mientras dormía, hasta que este lo tomó por sorpresa removiéndose y pasando su brazo por su cintura para apegarlo contra su pecho sin darle oportunidad a negarse o a volverse alejar y así luego de un par de minutos después logró quedarse profundamente dormido entre el calor de Chanyeol hasta la mañana siguiente.

—Hoy saldremos, no iremos tan lejos pero no regresaremos hasta la tarde —avisó Chanyeol cuando él apenas abría sus ojos y el alto ya se encontraba arreglado con aquella ropa informal que le sentaba muy bien a su figura y ese cabello formando una coma que le daba ese aire imponente que solía hacerlo sentirse derretir.

—Bien. —Prefirió no refutar porque sea como sea no pasaría acostado todo el día otra vez. 

Se dio una ducha y buscó en el enorme armario que estaba junto con una de las paredes, pensó que solo habría ropa de Chanyeol que le quedaría grande, pero conforme buscaba algo que sea de su agrado, se dio cuenta que no todas las prendas ahí eran de la talla de Chanyeol. Habían unas cuantas prendas más pequeñas, que al probarla se ajustaban medianamente bien a su figura, pero nada desproporcionado como la ropa del alto le quedaba,

Se la puso sin darle muchas vueltas al tema, luego le preguntaría a Chanyeol como el muchacho curioso que era y peinó su cabello tan perfecto como pudo, para así alcanzar a Chan en la sala quien al verlo llegar mostró cierta sorpresa por su presencia antes de volver a la normalidad segundos después.

—¿Listo? —cuestionó abriendo la puerta y regresando a la mesa para agarrar la canasta con una manta encima y salieron juntos de casa tras la afirmación de Baek.

—¿A dónde iremos? —cuestionó alzando su rostro para mirar al más alto mientras aprovechaban para caminar por la orilla del mar, de esa manera la parte más baja de las olas mojaba agradablemente sus pies al pasar por ese extremo—. Si se puede saber.

—Hay un sitio muy agradable del otro lado, quiero ir ahí y que pasemos un día agradable en tranquilidad y en contacto con la naturaleza —explicó de forma breve Chanyeol—. Traje la comida necesaria para mantenernos el resto del día, luego de ver el atardecer sería bueno regresar, ¿no te emociona verlo? —Chanyeol ni siquiera parecía haberse pasado de copas la noche anterior, se veía tan espontaneo como siempre.

—Me gusta la idea —afirmó sincero, mordiéndose los labios y nuevamente ahí estaba su corazón errático cuando Chanyeol pasó una mano por sus hombros para apegarlo contra su cuerpo en la caminata, le costó asimilarlo, le afectó más de lo que hubiera querido y odiaba tanto no poder controlar sus emociones, era frustrante—. Y-yo encontré esta ropa en el armario, pero evidentemente no es de usted —comentó terminando por pasar su brazo por la cintura de Chanyeol. Este tenía un cuerpo muy bien formado, realmente envidiable mientras que él a pesar de ser delgado, se sentía escuálido y pequeño, envidiaba el cuerpo del alto.

—Ah, sí, sí me di cuenta —contó con ligereza. En la mañana habían muy pocas personas por la zona, pero a donde irían sería un lugar totalmente desolado—. Es la ropa de Minseok, la dejó ahí y nunca tuve la oportunidad de devolvérsela. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve por aquí.

—¿Minseok? —preguntó intrigado por la cercanía que Chanyeol haya tenido con el tal Minseok. A pesar de que Chanyeol se muestre siempre como un hombre experimentado en muchos sentidos, no dejaba de incomodarle ciertos aspectos, lo cual era dañino, no para Chanyeol siquiera, solo para él. 

—Mi ex prometido —aclaró, Minseok no era más que un vago recuerdo en la mente de Chanyeol así que no tenía problemas en hablar con ello con debida naturalidad y sin que su voz sonara afectada—. Olvidé que habían pertenencias de él aún aquí, pero bueno sirvió de algo, ¿no lo crees?

—Claro. —respondió sintiendo que hubiera sido mejor ponerse la ropa de Chanyeol que le quedaba más cómoda, esa que tenía puesto era molesta, o al menos así lo receptó luego de esa información que Chanyeol le dio.

Durante lo que restaba del camino, imaginó a un Chanyeol tan enamorado, lo suficiente para comprometerse con alguien, lo cual era un paso muy importante en la vida de una persona, ¿él en algún momento pasaría por algo así? ¿cómo se sentiría? Lo que vivía con Chanyeol por más que le guste, no se asemejaba en nada al prototipo de amor romántico con el que soñaba de muy joven. Después de todo tenía la cabeza muy acentuada en lo que los doramas mostraban y ahí todo parecía ser perfecto. Tuvo que haberse preparado para la realidad que no era muy linda y de paso desoladora. Pero volviendo al tema con Chanyeol, le surgieron muchas dudas de las que no se sentía capaz de soportar las respuestas tampoco, odiaba ser así de contradictorio y las conjeturas en su cabeza no ayudaban demasiado a mantenerse tranquilo.

Se alejaron un poco del agua cuando tuvieron que alejarse bastante para seguir el camino por donde Chanyeol quería y debieron subir un pequeño espacio desde donde la vista era agradable y maravillosa. El pasamano tenía detalles que le daban un toque sutil a pesar de ser un lugar público y minutos después por fin llegaron a su destino. 

Chanyeol tendió el manto sobre el césped, justo en la orilla de una elevación desde donde podían bajar en medio de un camino con muchas rocas desde tamaños enormes hasta las más pequeñas. Desde donde se pusieron, estaban rodeados por muchos árboles, algunos de ellos tenían las ramas secas, y la vista hacia el mar seguía viéndose única, solo que un poco más lejano y desde la altura. Era el tope al parecer porque del otro lado se veía una especie de manglar.

Sería justo, Chanyeol lo hizo pasar un día agradable y comieron mucho mientras hablaban calmadamente, se le olvidó de manera momentánea el tema que surgió minutos antes y halagó los deliciosos sándwich que preparó Chanyeol, incluso los preparó variados y en cantidades grandes para comer cuando quisieran. Luego bajaron por las rocas, según Chanyeol, era algún tipo de ejercicio y actividad que resultaba entretenida pero arriesgada, él no tuvo problemas en ir bajando, pero Baekhyun sí porque tenía miedo de tropezar, caerse y golpearse la cabeza. Chan tuvo que animarlo en reiteradas ocasiones hasta que en medio de sus temblorosas piernas logró llegar a la parte baja y se metieron al agua pasando mucho tiempo ahí, sus pieles se pusieron sensibles y salieron cuando sintieron hambre nuevamente. Subir en cambio, fue más sencillo.

Tal cual Chanyeol le prometió, se quedaron a ver el atardecer juntos, pero tuvieron que pasar a otra zona para poderlo admirar mejor. Fue un buen espectáculo mientras sus pieles eran bañadas en tonalidades naranjas y la luz se mostraba potente. Al principio fue algo lento, pero de pronto estuvieron siendo cubiertos por la oscuridad que se iba haciendo más densa.

Llegando ya a la casa de Chanyeol, se metieron a bañar y se cambiaron de ropa, en esta ocasión Baek se puso la ropa del alto e hizo a un lado aquella ropa de medidas pequeñas para no tomarla. No sabía si podía tener el atrevimiento de lanzar aquellas prendas lejos del armario, y eso fue lo mejor. Cansados miraron una película que Chanyeol eligió sin preguntarle para ver juntos y se acostó a su lado sintiendo sus ojos un poco pesados, más que nada por el agua, en demasía solía agotar. Gracias a eso fue el que primero cayó rendido. 

Últimamente llevaba el sueño demasiado pesado, y es por eso que se tardó demasiado en despertarse a pesar de que las grandes manos de Chanyeol estaban recorriendo su cuerpo con esmero y precisión. Esos fríos dedos acariciarla sus pezones que de por sí por el frío mañanero estaban erectos, de tal modo que en cuestión de poco tiempo lo tenía muy sensible. Cuando abrió sus ojos se tardó en procesar que los labios de Chanyeol estaban recorriendo la piel de su cuello, y bajaba hasta su clavícula ligeramente marcada, mientras la polla del alto se restregaba sin pudor contra uno de sus muslos.

Las manos de Chanyeol fueron a dar con sus nalgas las cuales apretó diciendo que le encantaba lo generosas que eran y cuánto deseaba follarlo, claro, era notorio, aquel pedazo de carne lo decía todo y no había opción a demasiado más que dejarse hacer del más alto.

Lo despojó de su ropa dejándolo desnudo y con una sensación fría que fue sustituida cuando el cuerpo también desnudo de Chanyeol se posó sobre el suyo brindándole algo de calor. Chanyeol lo preparó con sus largos dedos pero también sacó del cajón del lado que este ocupaba de la cama un bote de lubricante que Baekhyun por la sombra pudo ver que iba más o menos por la mitad, fue un bajón de alguna manera porque la emoción que empezaba a sentir fue sustituida por algo nada agradable. Con aquel lubricante, Chan cubrió su miembro con una generosa cantidad y luego se adentró en su cuerpo, cosa que al principio no fue demasiado incomoda como las veces anteriores gracias al líquido. 

Tal como la vez anterior Chanyeol iba rápido y duro diciéndole palabras obscenas al oído en un juego de palabras sucias que Baekhyun no tenía ni la más mínima intención de seguir, solo sentía molestia y cada embestida que su cuerpo recibida la sentía como demasiado para su cuerpo. Ni siquiera podía dejar de ver el reflejo del cuerpo de Chanyeol embistiendo el suyo con ojos llorosos a través de aquel maldito espejo, no importaba cuánto lo intentara, verse a sí mismo en un círculo que no lo llevaba a nada le generaba demasiada tristeza. 

No debería estar así, con un hombre que hacía y disponía de él como mejor quería, no era la historia de amor con la que él había soñado alguna vez, ¿por qué no pasaba como las lindas historias? Baekhyun no era mas que un maniquí y así se sentía, no tenía ni la menor idea de cuándo podría matar a ese muchacho ingenuo que vivía dentro de él para acostumbrarse a que la vida no era de colores bonitos, no importaba cuánto Chanyeol le gustase, no por eso podía soportar muchas cosas porque esperaba mucho de Chanyeol en su tonta cabeza y lo único que tenía a cambio era exactamente eso, nada. Se sentía en medio de un vacío al que no sabía dónde correr, si seguía así con Chanyeol estaba claro que no podía alejarse de su enamoramiento a él y seguiría dejándose usar por este a pesar de que la idea empiece a lastimarlo entre más tomaba peso sobre sus hombros. 

Nota final:

Bueno, fue todo. Realmente esperamos que lo hayan disfrutado mucho, si es así dejen sus comentarios y sus lindos votos, así Sabremos que hay quien espere nueva actu y poder venir más rápido. 😊

Nos leemos en la siguiente actu.

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