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Se alerta a lxs lectorxs de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.
Leer bajo responsabilidad propia.
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Un mes después
-Ah... Joder, Dyl- gime el rubio apretando sus contra muslos contra él
El castaño entra y sale de su interior con rapidez.
-Estoy... Casi llego- resume jadeando sin dejar de penetrarlo.
-Lo estás haciendo muy bien- responde Thomas- también estoy a punto de...
Sin terminar la frase, suelta un gemido sonoro y el semen sale de su miembro. El castaño suelta otro gemido y se corre en el condón.
Sale de su interior para quitarse el condón y tirarlo a la basura que tiene debajo de ambas mesillas. Se deja caer al lado de Thomas, el cual todavía está sin moverse y regulando su respiración.
-¿Por qué tiene que ser tan bueno en esto?- resopla Dylan sin mirarlo o empezarán de nuevo.
-¿Yo?- pregunta Thomas girando su cabeza- yo no he hecho triplete solo esta noche- sonríe cogiendo los pañuelos para limpiarse.
Dylan se ríe mirando para el techo.
-No, pero...
-Pero nada- contesta Thomas- descansemos un poco y a la ducha que ya son las 7.
-¿¡De la mañana!?- dice Dylan mirando su móvil.
Hay un mensaje de Ty diciendo que Ki lo acompaña a casa a las 6 de la mañana y un audio que seguro tiene burlas de ambos.
-¿Qué te esperabas?- sonríe bajando su mano por el estómago de Dylan.
-Mmm... no sé- comenta Dyan sonriendo dejando su móvil en la mesilla- que me dejases quedarme a dormir, que no fuese mañana a clase, que repitiésemos el día casi entero teniendo sexo como la otra vez... Pero hoy no tengo teatro, podrían ser las laaaargas 24 horas entra las sábanas.
Thomas ronronea para colocarse encima de Dylan besándolo.
-Siempre me convences de ser irresponsable. Tienes que parar- responde entre besos.
-¿Tengo que parar?- pregunta el rubio sonriendo- ¿así?- detiene sus caricias y Dylan lo mata con la mirada.
Thomas se ríe al verlo.
-Definitivamente eso es lo último que debes hacer- protesta volviendo a poner las manos sobre su cuerpo- el rubio sonríe volviendo a besarlo- si alguien entra en casa cuando estemos solos, tú sigue con las manos que yo llamo a la policía.
Cierra los ojos para disfrutar más de Thomas, pero este rueda los ojos riéndose y se pone de nuevo a su lado.
-Eres horrible, Dylan O'Brien.
-Sí, sí. Lo que tu digas- susurra sonriendo y buscando sus labios.
Se besan y tratan de no acariciar mucho el cuerpo del otro hasta que comienza a amanecer y deciden ducharse.
-Vete entrando- le pide Thomas sonriendo.
-Vale...- dice desconfiando.
-Oh, vamos, Dyl. ¿Desconfías a estas alturas de mí?
El castaño se permite sonreír.
-Está bien, te espero dentro.
-¡Mojado, por favor!- pide divertido.
-¿Sabes que me voy a la ducha, no?- dice desde el baño- ducha, agua...
-Bueno, ducha... en realidad es...- comienza Thomas cuando Dylan lo mira desde la puerta desnudo.
-Eso definitivamente no es una ducha. Eso es un monstruo- contesta señalando el interior del baño.
El rubio se ríe a carcajadas.
-Es una ducha larga. Te recuero que soy rico.
-No sé por qué esa información se me olvida a menudo- contesta entrando y haciendo sonreír a Thomas- debería recordarla todo el maldito rato.
Se escucha abrir el agua y abrirse las mamparas para después cerrarse. El rubio se levanta despacio para coger dos albornoces blancos, un condón, una toalla y el lubricante.
-Me voy a enfriar- le grita Dylan cuando está en la puerta.
Deja las cosas donde en la banqueta que tiene al lado de la ducha.
-¿Sabías que a los ricos no se nos acaba el agua caliente?- pregunta cerrando la puerta.
-No me refería al agua- dice Dylan abriendo la mampara- ¿te vas a meter o tengo que invitarte a entrar a tu propi ducha?
Thomas sonríe.
-Ve donde no te dé el agua- contesta mirándolo.
Dylan frunce el ceño y se aparte de donde cae el agua de la ducha.
-¿Ahora qué, maestro del misterio?- pregunta divertido.
El rubio se mete en la ducha y deja la toalla en la parte de arriba donde no se moje.
-Ahora me confiesas si realmente tenías algo pensando para hacer en la ducha aparte de ducharte- responde el Thomas posicionándose delante de él sin mojarse.
-Bueno, en realidad no... Pero contigo estoy dispuesto a hacer muchas excepciones- sonríe acercándolo a su cuerpo- me querías mojado por algo, ¿no?
-Y tú no querías enfriarte- sonríe abrazándolo por el cuello.
Tira de él hacia debajo de la ducha para besarse mientras ambos se empapan.
-Sabes que tampoco podemos acabar, ¿verdad? El condón y...- comienza el menor.
El rubio detiene sus palabras sin dejar de besarlo.
-Déjame eso a mí- dice besando entrando en su boca.
Este asiente y lo agarra por las piernas para subirlo a su cadera. Thomas se agarra a los apoya manos de las paredes.
-Bien pensado- jadea sin dejar de entrar en su boca.
-Soy un chico listo- sonríe agarrándolo del pelo.
Y tanto, piensa Dylan.
Pone las manos en su trasero hasta llegar con los dedos a su entrada.
-Sé que ya estoy dilatado de antes, pero si vas a jugar puedes echarte de nuevo lubricante. He cogido uno especial para la ducha.
-Tienes uno especial para la ducha- repite afirmando más que preguntando.
Thomas sonríe y se baja de su cuerpo para alejarlos a ambos del agua.
Coge la toalla.
-Primero sécate bien o el condón terminará yéndose por el desagüe.
Dylan asiente entendiendo y seca bien su cuerpo para abrir el condón nada más Thomas se lo pasa. Se lo coloca en su miembro y al mirar hacia arriba, ve al rubio mirando para su erección mordiéndose el labio.
-Que ganas de bajarme a comérmela- suspira cogiendo el lubricante.
-No me digas eso, joder- gruñe Dylan.
Le pasa el bote para echarlo en sus dedos, el rubio dejar el lubricante en la estantería donde los jabones.
-¿Ya?- pregunta poniendo la mano en el miembro del castaño.
Este reacciona cogiéndolo de nuevo por las piernas con una mano y caminando hasta debajo de la ducha.
-Y si no me da igual. Que le den al jodido condón- susurra atacando su boca.
El rubio abre la boca sorprendido y Dylan aprovecha para meter más su lengua dentro de su cavidad bucal.
Mete uno de sus dedos en el interior del rubio haciéndolo gemir. Lo mueve con ahínco y el contrario se frota contra él ardiendo en deseoso de que termine con los dedos.
-No te recomiendo moverte así de rápido cuando estemos follando- comenta Thomas.
-Ya lo sé- jadea contra sus labio metiendo otro dedo- déjame disfrutar.
-Todos lo que quieras. Yo solo avisaba- sonríe besándolo.
Acaricia sus mejillas sin separar sus lenguas y el castaño mete un tercero dedo moviéndolos con prisa y ganas.
-Ya está, no te vengas arriba y entra ya- le pide el rubio jadeando y moviéndose contra él.
Dylan asiente y alinea su miembro para meterlo muy lentamente. El agua cae sobre el rostro de Thomas cuando echa su cabeza hacia atrás disfrutando de notar al menor entrando en su interior.
Entra con lentitud mordiendo el cuello del rubio aprovechando que tiene todo el cuello a su vista. El rubio se mueve contra Dylan mientras su miembro comienza a salir y la boca del castaño se encuentra chupando su cuello descaradamente.
Thomas se agarra fuerte a los hombros de Dylan y este pone su mano en el apoya manos de la pared y pega al rubio a la pared para no resbalarse.
El mayor hace fuerza con sus piernas y brazos para darle la vuelta, el castaño se sorprende agarrándose mejor al apoya manos.
-Ahora controlo yo- dice sonriendo y palmeando su pecho.
El castaño jadea al ver que lo tiene contra la pared, pero se agarra a él como un panda y comienza a subir y a bajar encima de su miembro. Se apoya con la otra mano en la mampara y con la espalda en la pared, deja que Thomas salte tan lento o rápido como quiera.
-Lento... Lento. Jodidamente lento- susurra continuando con sus pequeños saltos.
Dylan observa como el agua cae sobre el cuerpo de Thomas mientras él solo muerde su labio y sigue saltando.
-Eres lo más sexy que he visto en mi vida- confiesa cerrando sus ojos con su miembro hinchándose todavía más en el interior de Thomas.
-Joder, no me digas esas cosas cuando no puedo acelerar ni... nada- jadea el mayor inclinándose contra él para besarlo.
Este manda a la mierda el poder hacerse daño y pone sus manos en la cintura de Thomas arañándola mientras devuelve el beso con ganas.
-Para, para- dice Thomas separando sus labios- necesito que me toques.
Abre la mampara y mete la banqueta dentro de la ducha. Dylan mira impresionado el mueble y se sienta encima con cuidado.
Nada más estar acomodado contra la pared, su mano busca la nuca del rubio acercando su rostro al suyo. Se besan casi con la lengua fuera y Thomas se sigue moviendo de abajo a arriba muy lentamente.
Dylan pone su otra mano rodeando la cinturita del rubio y lo agarra fuerte clavando sus uñas en su piel. Nota como a Thomas le gusta porque pone esa expresión de media sonrisa media mordida de labio cuando hace algo que le encanta.
-Me encanta conocer tus debilidades- suelta Dylan sonriendo y acerándolo más a él.
-¿Sí?- pregunta Thomas dejándose caer encima del miembro del castaño.
-Joder- grita Dylan mordiéndose el labio.
-Bueno, yo también conozco las tuyas- sonríe besándolo.
-¿Ah sí?- jadea- ¿y qué cara es la que tengo?
Thomas sube ligeramente sus caderas para volver a dejarse caer, así de lento repetidas veces antes de contestar.
-La cara de muévete que me voy a correr- sonríe hablándole al oído provocando que Dylan parezca que obedece sus palabras y corriéndose en el condón con un sonoro gemido.
-Has aguantado muy poco, campeón- dice Thomas jadeando dando las últimas estocadas mientras Dylan se descarga para correrse también él.
-No te creas. Ya te enseñaré el móvil al salir- sonríe el castaño.
Cuando Thomas termina, se levanta de encima de Dyan tambaleándose. Este lo sujeta mientras se quita el condón y lo tira al lado de la ducha.
-Ahora sí. A ducharnos normal- sonríe Dylan acariciando la espalda de Thomas.
Se duchan por turnos y con calma, se secan con las toallas y Dylan acaba rendido en la cama de Thomas agotado por tanta sesión de sexo tras sexo.
El rubio sonríe sin dejar de mirarlo hasta quedarse dormido.
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Al despertar, lo mira sonriendo y acaricia su rostro para bajar a preparar el desayuno.
Tararea contento una canción mientras prepara la comida para subirla a su habitación. Lo coloca todo en una bandeja y sube.
-Hey. Hola, bello durmiente- sonríe al verlo desperezándose.
-¿Y esta maravilla de desayuno?- sonríe Dylan cuando Thomas le deja a su lado para subirse por el otro.
-Recompensa por los grandes orgasmos de ayer- sonríe besándolo profundamente- aunque es más comida que otra cosa.
-Mmm... ¿Debería preocuparme por ser la primera vez que me haces la comida entonces?- pregunta el castaño entre besos.
-Noup- asiente Thomas riendo.
Se cuela debajo de las sábanas y coloca la bandeja más arriba. Dylan está con Thomas a su lado acostado sobre la mitad de su cuerpo.
-Café, huevos revueltos y hamburguesas. ¿En realidad es la recompensa por hacerte perder clase, verdad?- susurra Dylan girando la cabeza para besarlo.
Thomas se ríe a carcajadas dejándose caer en la cama.
-No seas imbécil y disfruta de nuestra comida. Vamos a pasarnos otra vez todo el día entre las sábanas, ¿te parece poco?
-No, me parece que va a ser un buen día- se ríe el castaño cogiendo su taza de café.
Ambos comen hablando de algunas tonterías de las últimas fiestas y de sus amigos. Ninguno de los dos se pone ropa alguna, van en albornoz enrollándose por cada rincón de la casa hasta llegar al salón.
Están en el sofá besándose profundamente y levantando sus erecciones cuando alguien timbra.
Ambos se miran con los labios rojos e hinchados.
-No te muevas, sea quien sea lo mandaré a la mierda pronto. Si son Ki y Tyler solo los matamos sin decir nada le da otro beso separándose y dirigiéndose a la entrada.
Dylan sonríe echando la cabeza hacia atrás y acomodándose el albornoz por si de verdad son Tyler y Ki.
-Hey, Tom- el castaño escucha una voz grave saludando al rubio- qué guapo estás.
Se da cuenta de que está en albornoz todavía y se tensa inmediatamente. El castaño se sorprende de ver que conoce a Thomas tan bien fuera como dentro de la cama.
-Hola, Alby- dice con su sonrisa más falsa.
-Venía a dejarte el pedido que me encargó Ki. Se ve que el sábado tenéis alguna buena fiesta porque encargó de todo.
-Déjame ir a por la cartera- asiente el rubio pasando al salón- pasa si quieres- responde encogiéndose de hombros.
Dylan se sienta bien en el sofá y Alby se sorprende al ver al castaño.
-Oh, hola. ¿Eres amigo de Thomas?
Dylan y él se miran. El primero sigue acomodando su albornoz.
-Sí- responde sin más.
Alby se sienta a su lado.
-¿Y qué, Tom?- dice comiéndoselo con la mirada- ¿me vas a dejar ir a la fiesta esta vez?
Dylan se siente repentinamente enfadado por esas miradas lascivas hacia el rubio.
-Bueno, sabes que siempre puedes- dice Thomas rígido como una piedra.
El menor piensa que Alby tiene que estar muy ciego si piensa que Thomas está cómodo o incluso que se sienta atraído por él.
Le pasa varios billetes de los grandes, de esos que Dylan no ha visto nada más que en algunas películas.
Alby se levanta sonriendo y guardándolo en su cartera.
-Pues aquí estaré el sábado.
Thomas lo acompaña a la puerta y cuando vuelve se tira al sofá. Dylan se acerca inmediatamente a él apretándole la pierna.
-¿Quién era ese y por qué parecía que te quisieses enterrar bajo tierra?
El rubio se ve sorprendido cuando Dylan le habla así de claro y directo. Sobre todo de haberse dado cuenta de lo que pasaba.
-Es Alby. Mi camello- responde.
-Ya... ¿Y qué más?- pregunta de nuevo- porque la incomodidad se te veía de aquí a China.
Thomas duda antes de girar hacia él para contestarle, nota la mirada de Dylan ligeramente sorprendida.
-El año en el que empezamos la universidad fue cuando a Ki y a mí se nos dió por pasar de los simples porritos de fiesta a añadir drogas fuertes a la combinación de marihuana, tabaco y alcohol. Un conocido de una universidad con el que coincidimos en una fiesta nos presentó a Alby y a su mejor amigo, ambos se volvieron nuestros camellos para conseguir de todo.
Dylan acaricia su pierna inconscientemente.
-El caso es que a veces coincidíamos en fiestas. Hubo un día que yo iba muy, muy, muy colocado y...- pausa unos segundos antes de continuar- recuerdo poco esa noche, pero tengo como flashback de Alby encima de mí tocándome y...
Dylan detiene sus caricias de golpe.
-Yo no quería nada de nada con él. No sé si fueron imaginaciones mías, pero los recuerdos que tengo que sienten muy reales. Él actuó como si nada los siguientes días, pero meses después empezó a comportarse como acabas de ver. Desde entonces estoy incómodo a su alrededor porque aunque no creo que llegásemos a... acostarnos, creo que sí se aprovechó de que estaba drogado para besarme y... tocarme.
-¿No hablaste nunca con Ki?- pregunta Dylan sin dejar de mirarlo, ahora preocupado.
-Al día siguiente, pero dijo que estuvimos muy poco arriba como para haber hecho nada- el rubio muerde su labio.
-¿Por qué no te creo?- entrecierra sus ojos.
-Porque... porque Ki estaba también muy colocado y lo que a él pudieron parecerle 5 minutos quizás fueron dos horas. Lo conozco mucho y sé que drogado o borracho su tiempo pasa siempre más rápido, no es un buen "testigo".
-Dios, Tommy- gime el castaño, por primera vez, lastimosamente- ¿por qué no dejaste de ser su comprador? ¿Por qué no lo mandaste a la mierda?
-Yo que sé, quizás yo me rayé y realmente Alby no hizo nada. Estaba drogado al fin y al cabo...
-Sí y él pasa de ti por meses para después empezar a ser cariñoso- resopla Dylan- seguro que lo que recuerdas es verdad y...
Traga saliva sin ser capaz de decir más.
-Lo siento y yo tratando de acariciarte para darte apoyo y.. Argh- resopla frustrado y se aleja un poco de Thomas.
El rubio sonríe acercándose a él de vuelta.
-Escucha, Dyl. Desde el primer minuto me pediste permiso para todo y hemos aprendido cómo es el otro y cómo tocarlo. Nada de lo que tú pudieras hacerme algún día sin permiso verbal sería un no permiso.
Pone su mano en la pierna del castaño y la sube lentamente por su cuerpo para jugar con el lazo del albornoz.
-Además, te ha visto así por mucho que dijera que éramos amigos. No creo que sea tan tonto- lo deshace y cuela su mano por su cuerpo.
El castaño gime suavemente dejándolo debajo de su cuerpo, contra el sofá.
-No dejaré que el sábado se te acerque- susurra contra sus labios.
-¿Cómo el club de fans ese del que me quieres privar porque ahora soy tuyo?- pregunta divertido buscando sus ojos.
Dylan se ríe contra su cuello para mirarlo, sonreír y asentir. Baja a besar sus labios tan lentamente como su voluntad se lo permite.
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HOLA, HE TENIDO UNA SEMANA MUY BONITA Y NO ME PUEDO CREER QUE HAYA SUBIDO EL CAPÍTULO A TIEMPO
Eso sí, llevo tres atrasados de los 20 st que subiré mañana juntos el nuevo de HEA y los os jejejejeje
Ni puta gracia que son 5 para subir:( ojalá me dé tiempo. Hoy podéis echarle la culpa a mi amiga Móni porque no solo tengáis este de SSSYMS u.u
Nadia💜
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