Capitulo XXXII: Suave y Cremoso
Yoon My Love ❤️
Hola bebé. En media hora estaré por tu casa, vamos a dar un paseó.
Abrígate que hace frío.
Kiss Kiss
22:55
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Jimin estaba terminando de enrollar su bufanda amarilla en torno a su cuello cuando vio los faros de un auto iluminar la entrada de su casa. Bajando la cortina color crema, tomo las llaves que le pertenecían y se volteo para hablar con su madre que estaba en el sofá viendo tele.
—Mami, ya llegó Yoon.
Eunha apoyo la lima de uñas en la pequeña mesita de café y se encaminó hasta la puerta principal junto a su hijo justo cuando escuchaba los golpecitos en está.
—Llevas todo, verdad cielo? Bufanda, guantes, tus llaves...—
—Qué si ma, llevo todo en mí bolsito...
—Mas te vale porque yo no quiero tener que despertarme se madeugsda a abrirte la puerta. Quedarás chupando frío en la afera.—Eunha murmuró con una risita mientras abría la puerta.—¡Hola Yoon! ¿Cómo te encuentras?
Yoongi tenía puesto una campera gruesa impermeable de color negro junto con sus pantalones de chandal color gris. Se veía muy cómodo y guapo, cómo siempre. Jimin casi suspira cuando lo vio
—Buenas noches, bien, y tú tan hermosa como siempre.
—Ya, ya. No empieces a coquetearme, ya no te funciona.—exclamo mientras sonreía.—Ya sabes las reglas, no lo traigas muy tarde y si se les pasa el tiempo, tiene permiso de dormir en tu casa. Yo debo descansar así que no puedo quedarme despierta. También...
—Vigila que esté abrigado, que que tomé sus vitaminas, beba leche antes de dormir y no hacerlo llorar.— dijo Yoongi casi de memoria todas las reglas que Eunha le había dicho cuando hizo oficial su noviazgo con el menor.
Jimin río divertidamente ante la mirada ofendida de su mamá.— Ya mami, que no es la primera vez que salimos ni que lo veo. Don't worry.
Besando la mejilla de su mamá y dándole un mini abrazo, Jimin atravesó la puerta de su casa y cogió la mano de su novio, que estaba bastante fría, para luego sonreírle.
—No te burles Min, ese de ahí. Todavía es mí bebé.
—Maaa!
Jimin se avergonzó cuando escucho como el mayor se reía de él y su madre sonreía victoriosa ante sus cachetes sonrojados.
—Ya~ya. Váyanse, antes de que me arrepienta y los haga quedarse aquí.—La pareja de jóvenes se apresuró a bajar los dos escalones hasta el césped.— Todavía hace frío como para salir. Cuídense, nos vemos mañana. Adios~
Ambos vieron como la mujer agitó su mano con la sonrisa intacta antes de entrar devuelta en la casa cerrando la puerta. Suspirando, Jimin se giro hacia su novio y entrelazo sus dedos.
—Hola, mí amor.
Yoongi sonrió orgulloso, levantando el mentón, haciendo que el menor tenga que elevar su cabeza para poder mirarlo a los ojos.
—Que bonito suena. El único amor que vas a tener para toda tu vida. Yo.—Viendo como el mejor sonreía con las mejillas sonrojadas, le correspondió y se inclino hacia abajo para besar la comisura de sus labios.—Hola, mí vida. Te extrañe.
Con sus dedos índice y pulgar lo tomo por la barbilla y le dio dos besos apenas prolongados antes de pasar a su mejilla y besarlo ahí también. Jimin amaba esa costumbre que tenía su novio. Sus besos tenían una rutina.
Primero le besaría los labios, luego le daría pequeños besos cortos en estos y después pasaría a sus mejillas.
Siempre tierno y lento.
Siempre suave y con amor.
Compartiendo un último beso, Yoongi tomo su mano y caminaron hasta el auto estacionado en la acera.
—¿Que haremos hoy? Pensé que te quedarías en tu casa, hace mucho frío. Yo iba a quedarme viendo pelis con mí mamá hasta que ella tuviera que dormir.
Abrochandose el cinturón de seguridad, el mayor hablo mientras giraba el volante y comenzaba a salir de la calle de Jimin.— De hecho, si iba a quedarme en mí casa, pero mamá salió sabe dios a dónde y con lo poco que nos hemos visto en está semana te extrañaba.
—Mmh, si. No es lo mismo las llamadas a vernos en persona. Aunque me encanta cuando me llamas por las mañanas.
Saliendo a la avenida principal, Yoongi movió la palanca de cambios y luego descanso su mano en el muslo del menor.
Dando un apretón en este, hablo sin quitar la vista de la carretera.
—¿Te gusta?— pregunto de forma coqueta. Jimin contesto con un ruidito afirmativo.—A mí me gusta más cuando me despierto y estás en mí cama. Aunque a veces parece que necesitas un exorcismo por como te ves.
Jimin exclamó ofendido cuando lo escucho decir aquello. —En primero y principal, yo amanezco siempre divinamente, es más, si afrodita existiera seguro sentiría celos de mí.—yoongi río fuerte.— Y para que sepas, yo no necesito dormir contigo, puedo dormir perfectamente en el sillón de la sala, es más tal vez lo haga está noche. Porque por supuesto yo no me siento solo en una cama inmensa sin un agradable cuerpito que emite calor.
Llegando a una luz roja, Yoongi detuvo el auto y pudo mirar a Jimin. Acercándose lo máximo que su cinturón le permitió, coloco una mano en la nuca del menor y lo acerco lo más que pudo hasta el.
—Mmh, no me digas esas cosas bebe. La noche está muy fría. Y tú sabes, que en estos días así, me encanta abrazarte de chucharita.—a medida que iba hablando dejaba besos pequeños en las mejillas regordetas de Jimin sacándole suspiros gustosos.—Además de que si me dejas durmiendo solo, puedo pasar mucho mucho frio—Dramatizo.— sabes que me gusta dormir sin ropa, y mis manos se congelan por lo que necesito un lindo cuerpecito calientito y suave, que le gusta dormir en mis sudaderas para que yo pueda apoyar mis manos en un lindo culi...—
Con la respiración temblorosa y húmeda jimin grito— Semáforo verde Semáforo verde!
Saliendo de su cuello Yoongi sonrió de medio lado antes de volver a hacer andar el auto.
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Ambos desfilaron, saludando al guardia y subiendo en el ascensor para ir a pasar la noche en la casa del mayor.
—Todavia no me has dicho que haremos esta noche...— dijo mientras revisaba el celular para avisarle a su madre que ya habían llegado a salvo.
Los ojos de Jimin se agrandaron y su boca formó una O cuando sintió una mano deslizarse por su espalda hasta tocar de forma descarada su traserito.
—Mmh tengo algunas ideas para poner en prueba...- la boca húmeda de su novio susurro cerca de su oreja.—Encontre un hilo en Twitter muy interesante de como estimu...
La pequeña mano gordita de Jimin se apego al cachete de Yoongi y empujó su cara lejos de su perfil— YAAAA! No seas cochino, no es lugar para hablar de esas cosas.
—Ay que te haces el delicadito si te gusta cuando te manoseo en público.
Yoongi se rió cuando vio como los cachetes que tanto amaba morder se ponían rojitos.
—¡No es ciertooo! Y además estamos en el ascensor que tiene cámaras y el guardia podría tranquil-EY— Las manos de Yoongi habían cobrado vida nuevamente y volvían a masajear sus nalgas.— Guarda esas manos caramba. Eres un goloso.
—Si. Soy muy goloso.—Cielos cuánto faltaba para llegar al piso ocho.— Y esta semana me has hecho pasar mucha, mucha hambre.— Uy a las manos depravadas se le sumaron unos besos húmedos en el hombro.
—¡Pero que dices, la otra mañana estuvimos juntos!
—Fue hace tres días, no me es suficiente de este duraznito delicioso.
—Ya~ déjame.—lloriqueo mientras sacaba las manos que lo tocaban.— No me dejaste terminar, te iba a decir que el guardia podría vernos y contarle a tu madre!— se horrorizó.— Y deja de ser tan alzado, no eres un perro para andar en celo!
—Aah Jimin!!!—Se quejo como un niño pequeño Yoongi mientras balanceaba su mano con la de jimin.— Deberías estar orgulloso de tener un novio con un gran libido y que te deja tan satisfecho y bien atendido en la cama.
—Ja! No me hagas reír, atendido en la cama, si como no.—Se burló mientras veía que las puertas se abrían.— Te recuerdo que yo hago todo y tu te quedas acostado como un muertito.
Un nuevo jadeo escapó de la boca del menor cuando una mano serpenteo por su cuello hasta girarlo y acercarlo a la cara de su novio, dónde unos ojos muy calientes y orgulloso se encontró.
—Mmh, esta noche me apetece otra cosa que está muy lejos de ser como un muertito.— Ambos labios se rozaron. Una, dos veces.— Esta noche será muy distinto a un muerto.— La boca de Yoongi toco su cachete izquierdo. Ambos aún en el comienzo del pasillo.— Sera caliente, duro y con mucha sangre.
Los ojos de Jimin seguro dolían de lo agrandados que estaban.
—Vamos cariño, hace frío en el pasillo.
Yoongi le guiño el ojo y tomo su mano para dirigirse a su puerta.
¡Ay caray! En qué se había metido ahora ¿Y que quería decir Yoongi con sangre?
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Okey. Tal vez lo idealizo bastante. Pero oye no lo juzgues.
A Jimin le dijeron un par de cosas calientes, bastante tenebrosas, pero calientes al fin y bueno, su imaginación no es tacaña. El que si es bastante tacaño o más bien mentiroso es su novio Yoongi.
El desgraciado le había calentado la oreja diciéndole muchas cosas sexis para dejarlo caliente y confundido. Maldito jugador.
Ustedes podrían haber imaginado muchas cosas. Cómo que Yoongi pasaría la puerta y lo empujaria contra la pared. O que lo tendería sobre la alfombra de la entrada. O incluso que lo apoyaría en la encimera de mármol que tanto adoraba su suegra. Pero no.
El imbecil calienta braguetas solo había entrado muy tranquilo, quitándose los zapatos y yendo a la cocina por un pote de helado de limón que estaban comiendo muy tranquilos es en el sofa.
Sofa en el que solo estaban acostados de forma TIERNA no SEXI, mirando una película de COMEDIA y no ROMANTICA. Y es que a Jimin ni siquiera le gustan las películas románticas, pero ojalá estuvieran viendo algo así.
No a Adam Sandler peleando en una fiesta.
Pero como sea, el tenía un plan. Nadie lo dejaba duro como una roca. Y menos el tonto de Yoongi.
Ya había comenzado su plan en cuanto entendió que su novio.aka.mentiroso lo había engañado para ver películas. Así que como el buen libriano que es, se encerró en el baño y se colocó su pantalón pijama de seda que tanto le marcaba su bonito culo y que tanto le encantaba Yoongi mirar.
En cuanto volvió a la sala con sus pantalones de seda especiales para volver loco al mayor, y su remera térmica blanca que tan bien marcaba sus pectorales, la cara de su novio fue un poema. Toma eso, zopenco.
Jimin 2 Yoongi 1
Ahora el mayor trataba de actuar normal mientras le daba cucharadas al postre frío y Jimin comenzaba su segunda etapa malévola.
Provocar.
Cogió la cuchara de metal que le pertenecía y agarró abundante helado para luego llevárselo a la boca y exagerar en sus ruidos al comer. Hizo tanto sonidos que de pronto Yoongi lo miraba de reojo.
Habiendo captado su atención, siguió con el plan de calentar a su molesto novio para que le dé lo que tanto quería.
—¿Está rico, amor?
—Mmh, si... Nunca había probado uno de este sabor.
—¿De veras? A mí se me hace que sabe igual en todas las marcas.
Ambos permanecían acostados casi de lado, para poder verse de frente pero también ver la película que se reproducía en el tele. El pote de helado estaba casi a la altura de sus mandíbulas por lo que podían observarse a los ojos muy bien.
—No, este tiene algo especial.— dijo, comiendo otra cucharada sin dejar de ver los ojos contrarios.— Se siente como más... Cremoso. Suave. Espeso. —Cerro sus ojos fingiendo concentrarse en el sabor, mientras se lamía los labios, sabiendo muy bien lo que provocaba en el mayor. Produciendo gemidos falsos en su garganta.— Y su sabor... Se siente súper concentrado sabes. Amargo al principio pero mientras más lo saboreas comienza a sentirse dulce...
Yoongi que a todo esto se sentía muy hipnotizado por la forma en que los rosados y gorditos labios se apretaban entre si, no pudo soportarlo más. Mientras veía a su novio tener los ojos cerrados, empujó el tarro de helado al piso y acortó la distancia que lo separaba del coqueto que le pertenecía.
Jimin gimió, esta vez de verdad, cuando una mano callosa y fría se enroscó en su cuello y acerco su cara a la de su novio. Abriendo los ojos y viendo cómo este se mordía el labio inferior mientras observaba los suyos.
—¿A si? No pensé que te pareciera tan rico.—Dijo Yoongi mientras presionaba un dulce beso de apenas un segundo contra su mejilla derecha, y luego otro sobre la comisura de su boca.
—Si... Muy.—Suspiro el menor.—
¿A ti no?
—No bebe, en definitiva yo no lo saboree tan así como tu.— Contestó mientras movía su mano por debajo de la termina blanca y acariciaba el vientre bajo de jimin.— Pero tu descripción del helado me pareció bastante acertada y parecida a otra cosa.
Tragando duro y audiblemente, el menor acepto un beso en su boca antes de preguntar.— ¿Ah?
—Si Mimi.—Dijo contra sus labios, antes de bajar a su cuello y dejar que su mano siga acariciando más hacia abajo, hasta tocar el borde de su pantalón.— Dijiste cremoso...—Una mano fría paso el elástico de su ropa interior, tocando su hombría.— Suave...—Los cinco dedos se apretaron en el pene del menor.—
Y debo agregar, bastante caliente, aunque el helado no lo es ¿Pero sabes que si es el helado y está cosa que me gusta?
La cabeza de Jimin negó varias veces mientras su pecho subía y bajaba.
—Muy, muy, duro.
Sofocando un gemido contra los finos labios del mayor Jimin sintió como lo masturbaba con mucha fuerza pero a la vez lento.
La mano subía y bajaba, apretando mortalmente el miembro hinchado, pero sin perder el ritmo. Ni más ni menos rápido. Lo bastante lento y persuasivo como para desesperar al menor.
Yoongi veía como se sonrojaba. Maldiciendo entre dientes cuando su bonito novio cerro sus ojos y tiro su cabeza hacia atrás, clavando sus dientes en el labio inferior para amortiguar sus gemidos y jadeos. Haciéndolo jadear a el cuando la mano chiquita paso por su mandíbula hasta llegar al cabello de su nuca dónde tironeo.
—Mmh si, así Yoongi.
Éste apretó aún más el agarre en el pene duro del otro cuando lo escucho decir su nombre.— ¿Te gusta así?
Las caderas del coqueto empezaron a empujar contra el puño apretado de Yoongi.— Aja... Me encanta!
—Sabes que me gusta a mí...— pregunto yoongi mientras se acercaba al cuello descubierto de jimin y plantaba mordidas en este, sintiendo los tirones en su propio pene duro y caliente.— Pregunté algo bebé, responde.
Jimin, que se sentía perdido entre las manos de su novio, negó desesperado con su cabeza al no poder hablar sin gemir.
—Me encanta cuando algo tiene sabor amargo al principio, pero luego se transforma en un líquido muy dulce, de color blanco y refrescante como el helado de limón.
Jimin abrió sus ojos cuando la mano de Yoon se detuvo abruptamente.
—¿Que...Que haces? No. Sigue.
El mayor separo las rodillas de jimin con sus manos y tiro de sus pantalones hasta dejarlos sobre la alfombra, viendo sorprendido como Jimin parecía tener una especie de braga femenina pero que se adaptaba a su masculinidad. Era de algodón con un tramado bonito y de color blanco.
No podía apartar los ojos.
Su novio seguía jadeando mientras observaba como Yoongi arrastraba sus manos desde sus rodillas hasta sus caderas donde enterraba los dedos en la carne blandita de ahí.
Aún con la respiración dificultosa por la paja de hace unos momentos, dijo.—¿Te gusta como me queda?
Los dedos trazaron la braga de algodón, sintiendo la textura de la trama y descendiendo hasta la montaña de carne. La voz áspera y gruesa de Yoongi lo excitó aún más si es que se podía. —Jimin... Tú estás loco. De verdad, loquísimo.
Una vez, hace unos meses, hablaron de lo que sería verlo en lencería. Pero lencería algo más atrevida que unos boxers coloridos y de encaje, algo más delicado y caliente. A Yoongi parecía haberle gustado la idea, mucho.
El nombrado estiró la mano y acaricio los mechones que caían por la frente del mayor arrastrando el pelo hasta dejar la frente expuesta como tanto le encantaba.— Pensé que te gustaría. Me los puse para ti, sabes que me encanta complacerte y hacerte feliz—dijo poniendo morritos.
—¿Gustarme?— La mano de Yoongi volvió a tomar el pene del menor, apretando duro como antes, mientras su otro brazo se estiraba hasta agarrar la mandíbula afilada. Metiendo un dedo dentro de la boca redondita y acercando su rostro.— Bebe, voy a cogerte hasta que me quede vacío, sin nada para llenarte e hinchar está línea pancita que tienes. Luego, voy a morderte tanto estos ricos botones de chocolate que tienes que te dolerán por días. Te voy a dejar marcada las putas manos en este culo que me pertenece. Menos mal que hace frío porque te dejaré tantas marcas que tendrás que andar todo cubierto.—
Como si fuera posible excitarlo más, el pene de Jimin se sentía hinchado y caliente que nunca, coma una vara de hierro. Volvió a mecer sus caderas de arriba a abajo, lo más que podía debajo del pesado cuerpo del mayor.
Su boca seguía dejando esparcir gemidos, jadeos y el nombre de Yoongi sin parar.
—Y está boca tan rosadita, te la voy a dejar hinchada después de sentarme en tu pecho y darte de comer todo mi pene, hasta que no puedas más y te duela la mandíbula.— Jimin movió su cabeza en afirmación, completamente de acuerdo en todo.— Eso es. Buen chico. Pero primero, antes de hacerte todo eso, te la voy a chupar hasta que llores de sensibilidad, te voy a sacar todo, lo voy a tomar, tragar y vaciar. Por qué es mío. Todo lo tuyo es mío.
—Si, si
Yoongi dejo una última caricia en su mejilla y un beso suave antes de bajar por su pecho y vientre, hasta toparse con el miembro hinchado, rojo y con fugas de líquido.
Abriendo la boca y mirando directamente a los ojos de Jimin, lo engulló por completo. Metiendo el pene hasta el fondo de su garganta, viendo cómo la cabeza del menor se iba hacia atrás con sus ojos cerrados y la boca de par en par. Su diente chueco asomándose entre sus labios.
Moviendo su cabeza de arriba a abajo y nunca quitando sus ojos de la cara del menor, subió su mano derecha hasta meter dos de sus dedos en la boca de su novio. Frotándose contra la lengua húmeda a la vez que movía la suya contra el pene que engullía.
Jimin se deshacía en gemidos y movimientos desesperados de sus caderas tratando de buscar su liberación. Sintiendo como Yoongi ahuecaba las mejillas y le daba todo el placer posible, haciéndolo perder la cabeza.
La baba caía por su mentón y se desplazaba hasta su cuello.
Yoongi succionó una última vez antes de alejar su boca y reemplazarla por su mano, para así buscar el agujero rosado que sabía esperaba ser con ansias llenado. Sus dedos izquierdos lo rozaron, descubriendo que se apretaba alrededor de nada. La boca ahora libre de Jimin lo llamaba como un mantra. Rogandole que lo llenará.
—Shh. ¿Quieres que te llene? Si, mira como aprietas alrededor de nada, sólo sintiendo aire en tu culo, desesperado como el malcriado sin paciencia que eres.— Se acercó lo suficiente, sin detener sus movimientos, para morder la boca húmeda y roja.— Quiero tanto llenarte y vaciarme acá dentro—Dijo metiendo un primer dedo.— Pero primero dame lo que quiero. Tengo mucha, mucha sed.
Las manos de Jimin se movieron inquietas sobre los hombros de su novio, hasta empujar su cabeza hasta su pene, volviendo a colarse entre tus labios y dirigiendo el movimiento para que Yoongi le comiera el pene.
Con movimientos discontinuos y erráticos, saliendo y entrando totalmente desesperado de la boca caliente, sintiendo dos dedos en su entrada. Fue demasiado.
—Me voy a correr.
Manteniendo sus ojos abiertos observó los de su novio antes de vaciarse con fuerza en la garganta de este, arañando su nuca y manteniéndolo con su pene dentro.
Cuando sus caderas se calmaron, Yoongi por fin pudo volver a respirar y enderezarse hasta la cara del menor, viéndolo sonrojado y con su pecho descontrolado. Le dio un beso suave sobre la boca entreabierta.
Jimin sonrió con ojos soñadores, saciado y feliz.— Te amo Yoonnie.
Su voz satisfecha y dulce le hizo locuras a su corazón. Obligándolo a besarlo de nuevo, más prolongado está vez. Rozando sus labios y frotando su lengua con la otra, ambos saboreando el semen que se tragó el mayor. Los dedos cortitos aún acariciaban los cabellos de su nuca cuando Yoongi apoyo su frente en la contraria. Su cuerpo tumbado por completo sobre el de Jimin, haciéndolo sentir la dureza y humedad que cubría sus pantalones.
—Te amo mucho más bebé, ni te lo imaginas.—Dejando un beso en su frente, continuo.— Pero ni así te salvas del resto. Lo que dije fue cierto. Y vas a cumplir hasta la última gota.
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El sol se dejaba brillar algo entre las cortinas azul noche que cubrían las ventanas una cama ocupada por dos cuerpos calentitos que se abrazaban bajo mantas comenzaban a sentir los rayos de la mañana cuando la madre de Yoongi entro en el cuarto.
—¡Buenos días mis bebés!— Soyeon abrió la puerta casi hasta azotarla contra la pared, despertando a la pareja dormilona.— ¡A levantarse! Que hace un día precioso y estoy terminado el desayuno.
Ambos chicos gruñeron con el ceño fruncido cuando la mujer le tiro las mantas hasta la altura del pecho, viendo las caras adormiladas de su hijo y Jimin. El último dándose la vuelta para no ver la luz.
—Oh, vamos. No estén de mal humor, vengan, no me dejen desayunando solita.
Yoongi quién parecía el más lucido, se revolvía el cabello tratando de abrir sus ojos y enfocar la vista en su madre quien se sentaba en la cama.
—Ma... Es necesario que hagas tanto ruido en la mañana?
Haciendo un ruido de dolor, Soyeon se llevó una mano al pecho y fingió una mueca de llanto.— Es necesario que seas tan cruel en la mañana?— Imito a su hijo de forma dramática.
Jimin, quien se encontraba más dormido que despierto, movió su mano bajo las mantas y pellizco el brazo de Yoongi. Murmurando casi de forma inentendible.— No seas así con Yeoni, maldito ogro.
—Tu estás dormido o despierto maldito novio traidor.— Grito ofendido Yoongi.
—Dormido. Dormido.
Soyeon se rió de forma alegre viendo cómo Jimin volvía a darles la espalda luego de defenderla y como Yoongi lo seguía observando ofendido.
—Ya~ no peleen tan temprano. Mejor vístanse y bajen a desayunar que les hice tostadas con huevo.— poniéndose de pie, observó cómo ambos muchachos parecían más preparados para dormir que para levantarse, así que decidió llamar la atención de estos diciendo.— Y mientras desayunamos, les cuento cómo estuvo mi cita anoche.
Su hijo, que tenía la mitad de su cerebro dormido, tardo diez segundos en analizar lo que había dicho, para darse la vuelta y sentarse abruptamente en la cama.
—¿¡Qué que!?—Grito espantado
Soyeon soltó una risita malévola mientras se daba la vuelta y marchaba a la cocina.— Los espero para desayunar~
Y cerró la puerta. Dejando a su hijo en una crisis y a su novio roncando plácidamente.
Yoongi se llevó las manos a su cabello, sin poder creer que su madre había tenido una cita y no queriendo imaginar que hizo para no llegar a casa anoche. Porque no llego.
El lo sabe bien ya que se quedó con Jimin toda la madrugada haciendo... Bueno haciendo cosas.
Comenzando a tener un berrinche, se giró a mirar a su novio buscando un cómplice para quejarse cuando pudo observar el culo desnudo del menor. Mierda. Había olvidado que solo se durmieron con camisetas. Menos mal que su madre no les quito las mantas.
Dios mío, que suerte tuvo.
Saliendo de sus pensamientos, se inclinó sobre Jimin para dejarle un beso en la nuca y una caricia en su cabello. Luego se quitó las mantas, salió de la cama y se colocó su boxer junto el pantalón pijama. Por último, antes de salir de la habitación, volvió hasta su cama y corrió las mantas lo suficiente para dejar al descubierto el culo pomposo que tanto disfruto anoche.
¡Zaaas!
Una nalgada sonó en la habitación. Jimin gruño. Yoongi rió.
Saliendo de su cuarto fue hasta la cocina viendo a su mamá revolver su taza de café. Tenía que interrogar a la mujer de su vida para saber a quién carajos vio anoche.
—Jimin ya viene, está en el baño. Ahora bien, mi reina, la mujer de mi vida, madre encantadora y perfecta. ¿Con que idiota que seguramente no te merece estuviste anoche?
Holis volvi.
Si alguna quiere hacerme separadores se los agradecería mucho😭
¿Con quien creen que se vio la mamá de Yoongi? Lo nombre de manera muy disimulada en un capítulo.
Me voooooy. Las amo🧡
No se olviden de comentar (Leo todos los comentarios y me hacen feliz) Y tampoco olviden dejar su voto, eso hace que me den más ganas de seguir escribiendo.
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