Capítulo XXXI:Navidad

Las copas ya se habían chocado entre si, brindando por una nueva navidad y deseando felicidades al pequeño círculo de personas reunidas. Está navidad Jimin había acordado cenar en su casa y que luego de que el reloj marcará 25 de diciembre su novio lo recogería para celebrar juntos.

Desde siempre fueron solo Jimin y mamá. Pero este año su madre había invitado a una de sus compañeras del trabajo junto con sus dos hijos pequeños, ambos muy adorables y chillones. Jimin quedó encantado desde que conoció a los hermanitos de 8 y 5 años. Le daban ganas de tener un hermanito.

—¡Park Jimin asegúrate de poner esa bufanda en tu cuello si no quieres que te castigue por una semana!—dijo su madre desde su lugar en la mesa. Aunque dentro de su casa estuviera muy cálido, afuera hacia un frío que te congelas, las temperaturas estaban muy bravas y el, aunque se había vestido muy bonito, no iba adecuado para el frío.

Estaba vestido con un lindo sweater color crema, jeans azules y sus converse blancas. Una bufanda mullida cubría su cuello y de sus manos colgaban un gorro que su madre había lanzado a último momento y un abrigo blanco muy grueso.

Su bonito outfit fue lo primero que vio Yoongi y lo segundo fue su enorme sonrisa mientras corría a sus brazos y se colgaba de sus hombros gritando feliz navidad y lo primero que sintió esa noche fueron los gorditos labios siendo presionados contra su boca, dando suave toques y usando sus manos para acariciar sus mejillas heladas.

—Feliz navidad mí príncipe.

Jimin soltó otra de sus risitas mientras sus mejillas se sonrojaban cómo siempre.— Feliz navidad, feliz navidaaaaad~.— volvió a repetir.

Compartiendo un último beso, ambos se tomaron de las manos. El auto del mayor estaba sobre el cordón de la vereda, así que solo dieron unos pocos pasos hasta que la alarma se desactivo.

Yoongi abrió la puerta para el como siempre. Lo ayudo a sentarse en el auto y también le abrochó el cinturon.

—Me gusta mucho que me cuides, pero no soy un niño, sé abrocharme el cinturon.— su novio lo ignoro.— Yoongiiiiii

—No escucho no escucho, tengo orejas de cartucho,— canturreo mientras sonreía, dejo un beso en la frente de Jimin cuando vio su puchero y comenzó a avanzar hasta su asiento.

Apretó el embrague y puso primera, sintiendo como el auto respondía a sus comandos y se ponían en marcha.

—¿A dónde iremos está noche, mí querubín?— pregunto Jimin mientas abría el espejo del auto y se observaba su maquillaje. Todo en su lugar

¿Cómo me haz llamado?

Yoongi se rió a carcajadas, no creyendo el apodo que escucho.

—¿Por qué te ríes? ¿Ah?— actuó ofendido el menor.— El apodo te lo mereces desde que te teñiste de rubio.

Yoongi tenía una suave sonrisa en su rostro junto con unas arrugas ligeras a los costados de los ojos por haber reído abiertamente. Jimin lo miro desde el asiento de copiloto y tuvo dos pensamientos contradictorios.

Pensó en lo lindo que se veía, con el pelo teñido recientemente de ese rubio casi blanco que le quedaba genial, junto a su sweater de colores suaves y el abrigo negro encima, estaba de buen humor y solo hacia que su aura brillará más.

Y no es que lo sacará de la nueva revista que había encontrado recientemente

   Chicos locos por la astrología
edición número 9
Aprende todo sobre auras, casas, signos y más!

Muy recomendada por cierto.

Y por otro lado, súper contradictorio y estando en el otro extremo. Su novio lucía jodidamente caliente. Se había colocado los aretes que el le había regalado por su cumpleaños y su pelo había crecido un poco más desde la última vez que se vieron. Lo que solo lo hacía más atractivo si le permitían opinar. Ojalá nunca se lo cortará. Pero en fin, su aspecto, más los accesorios y que tenga esas actitudes tan bonitas y protectoras con el no hacían más que calentarlo.

¡Ay por favor Jimin, estamos en el nacimiento de Jesús, controlate!

Se llevó una mano al pecho tratando de hacerle caso a la voz en su cabeza.

—Ah, ya veo, aún no superas que me cambiara el look.

—No es algo fácil de superar ¡Menos cuando fue de un momento al otro!— se indigno haciendo pucheros.— Cambiaré yo de look abruptamente para ver cómo reaccionas tú.

Yoongi presiono su freno en un semáforo con luz roja y tomo entre sus manos la nuca de Jimin acercándolo a el.

—No lo hagas. Me encanta tu cabello como es.— Le acaricio los labios con los propios y después dejo una succión en el inferior, haciendo suspirar a su novio.— Aparte, me encanta que lo tengas largo, puedo jalar mucho mejor cuando estoy detrás tuyo.

Yoongi le guiño el ojo y mordió su labio antes de volver a prestar atención a la avenida.

—¡Eres un pervertido! ¡Nunca pierdes la oportunidad de decir cosas sucias!
—dijo entre risas mientras golpeaba suavemente su puño contra el hombro del más grande escuchándolo reír.

—Tu me haces ser sucio, no me controló cuando es contigo.— se defendió, colocando su mano derecha en su muslo dándole un apretón y sintiendo la de Jimin más pequeña tomándola.— Y, en todo caso, de nosotros dos y en nuestra bonita vida sexual, yo no soy el que le encanta el dirty talk y siempre pide que lo maltraten un poco.

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Ya eran las 01:18AM cuando las casi quince personas dentro del departamento de Namjoon comenzaron a alocarse.

Ellos habían llegado alrededor de las 00:45AM. Bueno, en realidad habían llegado mucho antes pero digamos que las cosas se pusieron realmente complicadas cuando el auto aparco afuera del edificio de Namjoon. Nada importante, solo un par de bocas calientes.

Aún asi, todos dentro de la casa los recibieron cálidamente y rápidamente se movieron por la cocina recogiendo tragos y uniéndose a su grupo que se ubicaba en el living, rodeando la mesa de café donde descansaba un juego de mesa y varias latas de cerveza vacías. Todos estaban desparramados por los alrededores.

Seokjin estaba sentado, girando la ruleta del juego life, Jungkook también estaba sentado sobre la alfombra con una lata descansando en su mano izquierda y con la derecha acariciando el pelo de Taehyung quien se encontraba muy cómodo entre las piernas del anterior. Esperando su turno para girar la ruleta. Hoseok no se veía por ninguna parte, seguramente ya más borracho que una cuba. Y por último el dueño de la fiesta estaba prácticamente llorando los pocos billetes de papel que le quedaban. Siempre perdía en el life

—Hasta que al fin aparecen los tortolitos, llegamos a pensar que no vendrían.

—La verdad estuvimos a punto de no hacerlo, pero luego recordé lo gracioso que es verte perder en los juegos de mesa y me animé.— molestó el rubio sentándose sobre uno de los sillones.

—Ja! ja! Muy gracioso Yoongi.

—¡Holaa minnie~!— Saludo felizmente su amigo Taehyung parándose sobre sus rodillas para saludarlo con un beso en las mejillas.

—¡Tata!—

—¡Oye! Yo también estoy aquí! ¿Acaso ya no eres mí amigo o qué?— dijo Seokjin aún sentado en el suelo y poniendo su mejor cara de ofendido.

—Claro que no Hyung, siempre serás mí amigo.— Jimin también lo saludo con un beso en las mejillas luego de saltar sobre las piernas de Nam.

—Ja! Te dejo en la friendzone.—

—Te recuerdo, querido Min, que tu estuviste siete meses en la friendzone.

—Auch, eso debe doler— se burló Jungkook mientras observaba a Yoongi poner cara de pocos amigos.

A este paso todos ya llevaban más o menos veinte minutos bebiendo, y comenzaban a ponerse más estúpidos de lo normal

El rubio solo rodo los ojos bebiendo de su propia lata de cerveza. No le gustaba recordar eso.

Jimin simplemente se rió, dejando a sus amigos para ir hasta su novio y sentarse en sus piernas de lado. Su Yoongi rápidamente paso ambos brazos por su cintura y apoyó su mano libre en la cadera contraria.

—No le hagas caso yoonnie, solo quiere molestar—murmuro dejando un beso en su mejilla.

—Claro que le gusta molestar. Es un viejo muy molestoso.

—¡No soy un viejo! Y si no me crees pregúntale a tu madre

Todos se rieron mientras Yoongi solo hacia un puchero y de escondía en el cuello del menor. Jimin también se carcajeo, tomando con sus manos la cara de Yoongi y volviendo a reír ante sus pucheros.

—Dile algo Mimi, es malo conmigo.— murmuró bajito, usando esa voz de bebé que solo usaba cuando estaban solos.

—Ay pobre bebé ¿Te tratan mal? ¿Shi?

Yoongi movió su cabeza de arriba a abajo, poniendo ojos de cachorrito.
—Chi.

Hoseok, apareciendo de quien sabe donde, entro por fin al grupo con los ojos tan abiertos que parecía doloroso y su mano yendo lentamente hacia su boca.

—¿Lo que acabo de escuchar, es lo que acabo de escuchar? ¿En serio, Yoongi?

—¿Qué, que dijo?

Pregunto Nam mientas que Jin también prestaba atención a las carcajadas que de pronto dejo escapar Hoseok, luciendo desesperado por reír más y más.

Yoongi le dio una mirada de muerte.—Callate, cállate maldito idiota. No digas nada porque te juro por mí auto que prenderé fuego toda tu colección de zapatillas.

—¿Qué dijo? ¿Qué dijo? ¡Quiero saber!— exclamó Taehyung

—¡Yo también, yo también quiero reir!—se unió Seokjin.

Jungkook que se encontraba cercano a Yoongi y había escuchado toda la conversación, se acercó a la oreja de su novio y le contó entre murmullos, viéndolo romper en carcajadas también.

De pronto sintió una lata vacía chocar contra su oreja y los ojos avergonzados de Yoongi mirarlo desde su lugar, con Jimin encima y riendo junto al resto.

—Traidor. Eres un traidor. Ojalá te crezca aún más la nariz.

—¡No es justo, no es justo! ¡Yo también quiero saber!

Seokjin seguía protestando, está vez más interesado por saber de qué reían todos.

—Hobi, hobi, dilo ¡Dilo!

—Yoongi dijo "Chi"

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02:09AM

Las luces se encontraban apagadas hace un largo rato, la música seguía sonando y el juego de mesa había quedado olvidado al momento en que todos corrieron la mesa con sillas para poder armar una pista de baile improvisada.

Jimin había disfrutado de bailar muy pegadito, demasiado pegadito, a su novio hace unos momentos, pero ahora prefería descansar un poco.

En un momento de la noche, no recuerda cuando, alguien le coloco un gorro de santa en la cabeza y paso de tomar jugo de uvas a vodka con sprite. Detalles menores.

Estaba sentado en el sofa, solo, viendo cómo sus amigos seguían bailando, especialmente Hoseok que se subió encima de la mesa haciendo pasos locos con sus brazos y caderas.
El era el alma de la fiesta.

Y hablando de almas. Su alma estaba en esos momentos dirigiéndose a el, después de salir del baño. Sus manos aún ajustando su pantalón.

—¿Resolviste tu problema?—

Se burló. Viéndolo sentarse y meterlo entre sus piernas, Yoongi sintió la delgada espalda de su novio presionarse contra su pecho y, gracias a dios o al mismo diablo, el pomposo culo también tocando su entrepierna. Otra vez

No, no resolví mí problema y si lo empiezas a restregar de nuevo lo poco que logré calmar volverá a salir.— murmuró contra su oreja.

Su pequeño provocador solo se rió de forma malvada pero se quedó quieto. Descansando su cabeza en el hombro ajeno y dejando que Yoongi metiera una de sus manos por debajo de la ropa hasta tocar su vientre. Todas las luces estaban apagadas así que nadie los iba a poder ver. De igual forma no hizo más que estirar su palma por la piel blandita, acariando desde sus costillas hasta rozar el borde del jeans.

—¿Ya tienes sueño?

—Mmh, un poquito, pero quiero quedarme un rato más.

—De acuerdo.

Otra ronda de risas resonó desde el otro lado de la casa y ellos miraron vagamente solo para volver a reacomodarse juntos en el sofa. Jimin giro su cara para esconderla contra la garganta de Yoongi. Este a su vez acomodando su mandíbula contra su cien. Con sus brazos aún rodeando su cuerpo. Las manos seguían bajo su ropa, sin ningún apuro por salir.

Abrió los ojos, viendo la bonita piel pálida que tenía a su alcancé y decidiendo repartir un par de besos cálidos aquí y allá. El mayor se removió en su lugar sintiendo la presión de los labios ajenos dando toques diversos hasta que empezaron a subir de tono.

Comenzaron a ser más húmedos, más lentos y de vez en cuando un par de dientes raspaban.

—Jimin...

—Mmh...?

La presión sobre su entrepierna aumentó más de lo debido con el otro cuerpo tan cerca. Ya sentía la sangre corriendo.

—Basta

—No quiero.

—Mocoso hijo... Ah. No hagas eso.

El menor habia comenzando a mover sus caderas de forma muy seductora mientras continuaba con los besos provocadores. Y Yoongi no era de piedra.

Giro su cabeza y una de sus manos abandono el calor de su piel para posarse sobre su mandíbula comenzando un beso codicioso.

Su lengua rozó una y dos veces la ajena hasta que puso fin mordiendo e labio gordito.

Una palmada fue recibida en su muslo y luego Yoongi estaba empujando hacia arriba para ponerlo de pie.

—Bien cariño, despídete. Nos vamos a casa, ahora.

Yoongi se presionaba contra su espalda, asegurando que su erección se sintiera completamente contra el culo pomposo. Tenía los brazos cruzados sobre el abdomen de Jimin y ambos caminaban pegados hacia la puerta.

Quien los viera pensaría que ambos estaban muy borrachos para caminar y por eso se apoyaban en el otro.

Ja

—Espera, espera,—dijo entre risas, tratando de estirar su cuello para ver atras, donde sus amigos bailaban.— Tenemos que despedirnos, ¡Yoongi!

—No me importa, grita adiós.— contestó antes de morder su cuello y seguir dejando besos.

—Que grosero eres.— la mano pálida y grande Yoongi tomo el pomo de la puerta mientras Jimin gritaba.—¡Adiós a todos, ya nos vamos! ¡Yoongi tiene sueño! Los amo.

Ambos salieron al pasillo aún unidos por sus caderas. Caminando hasta el ascensor.

—Para, para, tengo que devolver este gorro, ni siquiera se de quién es.

—Mala suerte para el dueño. No te dejare alejarte y...—el presiono el botón de recepción.— Y quiero follarte con solo el gorrito puesto.

Jimin se ahogó con un jadeo mientras era arrastrado dentro del ascensor y luego le comían la boca contra una de las paredes vidriadas.

Feliz navidad.

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¡Buenas noches!🎁

¿Que signo son? ¿Creen en la astrología?

¿Qué les gustaría ver en el siguiente capítulo?

Espero que hayan tenido una linda navidad y que pasen un lindo año nuevo. Nos vemos🤍

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