Jimin salió del cuarto de baño mientras atrapaba las gotas de agua que se deslizaban por su cuello con una mano. Llevaba la toalla de color celeste cielo anudada en su cintura, dejando ver su V y el camino liso hacia abajo.

Caminando despacio se dirigió hacia su armario para comenzar a quitar su ropa pero antes de siquiera deslizar el cajón de los interiores escucho el carraspeó de su novio.

Yoongi estaba acostado en su cama, jugando con una mini pelota de basketball y mirándolo. Jimin le devolvió la mirada y espero a que hablara.

-Ya te he elegido ropa.- dijo sin dejar de mirar las pocas gotas que se deslizaban por su pecho-. Si no te molesta.

Jimin sonrió por el tierno gesto y negó. Caminando hasta su cama donde pudo ver algo de tela acomodada como si fuera su silueta.

Tardo solo unos segundos en sentir el calor sobre sus mejillas gracias a lo que veía. Yoongi había acomodado un pantalón de pijama color celeste, calentito y suave, que hacía conjunto con una camisa manga larga del mismo color y por encima de ello, en vez de estar algún clásico boxer había una tanga.

Recordaba haberla comprado para aquella noche en la que tendrían todo la casa para ellos dos solos pero que al final la pasaron comiendo helado con Kai. No la había usado desde entonces, Yoongi y el estuvieron muy ocupados con los exámenes y luego ya se había olvidado de aquella diminuta prenda.

Giro su vista hasta con Yoongi quien sonreía travieso desde su lugar en la cama, ahora con la pelota posicionada en su pecho y mirándolo fijamente. Definitivamente estaba disfrutando esto.

-¿Que pasa, No vas a cambiarte? Pescara un resfriado si estás mucho tiempo desnudo, mojado y sin abrigar.- dijo tan casualmente como podía.

Maldito, Jimin sabía que lo hacía aproposito. Llevaban tanto tiempo juntos y compartiendo sus cuerpos que ya había perdido la vergüenza de vestirse frente a el. Pero nunca había usado una tanga y definitivamente era algo nuevo, todavía no estaba listo para usarlo frente a el, aunque una parte de el, definitivamente quería enseñarle como le quedaba. Por otra parte, si recurría a cambiarse en el baño Yoongi definitivamente iba a seguirlo y su madre estaba en casa.

No quería montar un espectáculo.

Ignorando las palabras de su novio, se hizo el fuerte y comenzó a quitarse la toalla para deslizarla por su pecho sacando las gotas restantes. El mayor cruzo las manos por detrás de su cabeza poniéndose cómodo para observar lo que su novio hacia.

Jimin se mordía el labio mientras deslizaba la toalla por sus piernas secando la humedad que había en la parte interior de sus muslos, luego la deslizaba por sus brazos. Yoongi noto que tenía el pene dormido pero que su respiración era algo acelerada.

Jimin se sentía muy nervioso.

Aunque Yoongi quería ver su bonito trasero en aquella prenda, el menor prefiero que le vea el pene a que enseñarle sus nalgas, así que se cambió frente a el pero, no contó con que el espejo de su tocador se encontrará justo a sus espaldas y por ende frente a su cama. Justo donde Yoongi podía observar absolutamente toda su parte trasera. Desde sus finos hombros hasta la fina espalda y el culo que se observaba más abajo.

No sé dio cuenta hasta que pudo ver cómo su novio se mordía el labio mirando fijamente detrás de el. Cuando se dio cuenta reacciono por instinto a la vergüenza. Sintiendo como sus mejillas se sonrojaban de nuevo le arrojo una almohada y cogió rápido las bragas para poder colocar su pantalón lo más rápido posible.

Las bragas eran suaves al tacto, tenían un poco de encaje como borde en la parte superior del frente y eran de color celeste. Con un delicado moño pequeño en el medio de una cinta brillante. Ignorando las carcajadas del pálido se encamino a su tocador después de subirse el pantalón. Todavía no quería usar la camisa, esperaría a que se secara su cabello.
Se sentó en su banco y comenzó a buscar sus cremas especiales para el tratamiento y cuidado de piel.

-No te enojes, nene. Sabes que me gusta mirarte. Mucho.- todavía había una señal de diversión en la voz se Yoongi, pero este estaba detrás de el, con sus brazos rodeando sus hombros y dejando besos en su cien.- No te enojes conmigo por mirar el cuerpo que tanto amo.

-¿Solo mí cuerpo amas?- Aunque sabía la respuesta Jimin tenía ganas de sentirse halagado un ratito.

-Claro que no bebé.- Su Hyung lo hizo pararse para después ser el que ocupará el banco del tocador, dándole la espalda al espejo ovalado y sentarlo en sus piernas a horcajadas.- Sabes muy bien que tu cuerpo me vuelve loco. Pero, además de eso, te amo con todo mí corazón bebé precioso.

Jimin sonrió sintiéndose consentido y lindo, dejando besos en las mejillas de su novio y riendo bajito.

-Hyung...

-Si bebé...?

-Yo te amo. Tu me amas. Nos amamos. Entonces, si tanto me amas... ¿Me dejarías que te maquille?

-¿Maquillarme dices? Pero...- las palabras de Yoongi fueron cortadas cuando comenzó a sentir pequeños besitos de pico en su cuello.

-Aja, Yoongi Hyung puede dejar que Mimi lo maquille.

Sin dejar de repartir sus besitos, lo convenció.

Respirando pesado, el mayor al final se rindió y lo dejó que haga absolutamente lo que quiera con el. Que va, si su nene siempre mandaba.

El pálido sintió como sus hombros eran empujados levemente hasta sentirlos contra el borde del tocador, dejándolo algo inclinado. Jimin estaba todavía sentado sobre el y buscaba cosas atrás suyo, suponiendo que solo eran los tubos de maquillaje y esas cosas que no sabia de que servían, se dejó hacer. Confiaba infinitamente en Jimin. Y las veces que lo había visto maquillado quedaba sumamente más precioso de lo que ya era así que no debía preocuparse.

Se relajo contra la madera y cerro sos ojos, sentía el peso de las piernas contrarias sobre las suyas pero no le molestaba en lo más mínimo. Es más, llevo sus manos hacia los muslos para jugar y distraerse con ellos en lo que sentía a su novio destapar algo.

-Primero voy a ponerte un poco de polvo traslúcido, no tengo base con tu color de piel así que el polvo servirá un poco. ¿Quieres que te maquille los labios y los ojos? Quedarás muy bonito.

-Haz lo que quieras conmigo.

Jimin se rió mucho ante lo derrotado que se había escuchado Yoongi y dejando un rápido pico en sus labios, comenzó a buscar su paleta de sombras con colores neutros.

Se estremecio al sentir el contacto de algo peludo contra sus ojos pero luego se tranquilizó al ver qué pasaba por encima de sus párpados y solo dejaba suaves cosquillas diminutas. Luego trato de distraerse ante el aviso de que iba a ser delineado.

Comenzó a pasear sus manos por las piernas de su novio mientras sentía las manos de este sobre su rostro. De alguna forma de distraerse llevo sus manos por los costados desnudos haciendo que el menor tiemble un poco ante el contacto de manos frías contra su piel descubierta. Luego bajo sus manos hasta las nalgas algo separadas por la posición a horcajadas en la que se encontraba. El pantalón de pijama era fino y suelto por lo cual podía sentir perfectamente los borde de la diminuta tanga y las nalgas desnudas sin tela que las cubra. Sus manos se sentían llenas gracias a qué habían bajado un poco hasta tocar el reborde regordete para agarrar de ahí.

Jimin jadeo y se rió ante los apretones que sintió mientras le pasaba un poco de iluminador en lo alto de sus pómulos.

—¡Ya! ¡Deja que me haces cosquillas!

—Mmh no quiero, se siente bien. Esto es mío.

—Si, si, Tuyo. Como sea, suelta.

Escuchando un "Ash" por parte del pálido continuo maquillandolo.

Dejando la barra de iluminador de nuevo en el tocado, se decidió por coger un labial en barra de un color rosa suave que se camuflaria fácilmente con el color de labios natural.

—A ver, a ver, vamos a ponerte un poco de color en estos bonitos labios que tienes. Umj.

Tarareando y pasando la punta de su lengua contra la comisura de su boca coloco dos dedos en la barbilla algo rasposa del mayor comenzando a deslizar la barra labial por esos labios tan lindos y finamente esculpidos.

Dejando un pico con sonido bastante fuerte, se separó y le indico que abra los ojos.

—Ya está, Ya está. Puedes abrir tus ojos. ¡Mira, quedaste muy bonito!

Yoongi giro su cabeza para poder verse en el espejo que estaba a sus espaldas y tuvo que admitir que no quedo mal. El polvo compacto había dejado algo más prolija su piel y sus ojos lucían un poco más agudizados con esa sombra. Además de que su cara quedaba bastante bien con el iluminador plateado que se disimulaba bastante bien. Y ni hablar de sus labios.

El color que Jimin había usado los hacían ver un poco más regordetes y brillantes. Incluso los había delineado un poco dejándolos resaltar mejor.

—¿Te gusta?- pregunto una vez que volvió a mirarlo- Yo creo que te ves muy, muy bonitooo.- mientras se lo decía acariciaba sus mejillas con los pulgares de sus chiquitas manos.

Yoongi sonrió y le beso una de las manos que sostenían sus mejillas.—Me encanta bebé, la verdad es que si, me has dejado muy bonito. Gracias.

La expresión del mejor se volvió brillante ante esa afirmación y dejó escapar otra sonrisa antes de inclinarse y dejar un beso húmedo que termino con un chasquido.

—¿De verdad? ¿¡Entonces me dejaras maquillarte más seguido, verdad!?

—Si. Te dejare hacerlo. Siempre y cuando me dejes entretenerme con tu culo mientras lo hago.

—¡¡¡Yoongi!!!

—¿Qué? Piénsalo, tú disfrutas maquillandome y yo disfruto tocando tu-mio culo. Todos ganamos.

—Pero- Ah!

Si, mientras Jimin hablaba, Yoongi había vuelto a bajar sus manos hacia el trasero contrario y de paso fijo su vista en los curiosos botoncitos color chocolate que estaba al descubierto.

De pronto se le antojo meterse uno a la boca.

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¿Me extrañaron? Yo sí.

Por si querían saber ya he puesto los gif en todos los capítulos. Fíjense si les gustan.