Capitulo XI: ¿Quieres salir conmigo?
Hace dos años.
El Ring ring de la campana sonó y todos los alumnos empezaron a recoger y guardar sus cosas mientras escuchaban las últimas palabras del profesor de turno.
Cómo era costumbre, Jimín ordenó todas sus cosas rápidamente y las guardo en su mochila para ser una de los primeros en salir del salón. Sus descansos no eran tan largos y antes esto no le importaba, pero ahora tenía razones para querer que los descansos sean más largos.
Afuera, en los pasillos a unos pasos de la puerta de su salón, estaba Yoongi el chico de tercer año. Últimamente habían estado pasando demasiado tiempo juntos y ahora podían considerarse buenos amigos.
Aunque Jimín no lo veía como amigo.
Y Yoongi tampoco.
Su Hyung estaba parado contra la pared y mirando hacia el piso pasaría desapercibido por cualquier alumno salvo por el, que ya conocía su forma de pararse y de ponerse el cubrebocas.
Cuando estuvo a unos pasos de el, este levanto la mirada y rápidamente se acerco a saludarlo y quitarle la mochila.
— Hyung...~ ¡Ya te dije que puedo llevar mí mochila por mí mismo!— se quejo haciendo un puchero.
Yoongi le negó con la cabeza y susurro por lo bajo— Vamos a tener el descanso y luego tendrás que ir hacia la otra punta del edificio. Yo la llevo.
Y comenzó a caminar derecho al patio trasero, ignorando las quejas de Jimín pero tampoco separandose tanto de el
Cuando llegaron al terreno verdoso y lleno de árboles se sentaron al los pies de un árbol y Jimín comenzó a parlotear de su mañana y todo lo que había hecho, además de hacerle también algunas preguntas a Yoongi.
En el tiempo que llevaban conociéndose había aprendido que Yoongi era de las personas que prefería escuchar en vez de hablar y a Jimín le encantaba porque amaba hablar.
— ¿!Te has enterado de que entro un nuevo chico a primer año!? Dicen que es muy bonito y que es uno de los mejores bailarines del taller de primero. Ahora tengo miedo de que me supere.— dijo triste.
Yoongi se bajó el tapabocas y estiro silenciosamente su mano hasta tomar la más pequeña y ponerla sobre su palma para acariciarla con su otra restante. Paso sus dedos pálidos por los dedos gorditos y suavecitos. Después entrelazó sus dedos.
—No te preocupes. Tu eres el mejor de toda la escuela. — lo miro a los ojos, y dijo.— Y además, también eres el más bonito.
Había veces como estás en las que Yoon olvidaba su timidez y hablaba libremente con el. También le decía esas cosas tan tiernas que removían todo su interior y lo hacían llenarse de mil sentimientos lindos.
—Yo también creo que eres el más bonito Hyung.— El halago fue dicho con mucha timidez pero aún así el mayor lo logro escuchar y sonrió apenado mientras negaba.
Y en ese momento tan lindo, Jimín lo decidió. Hoy iba a ponerle fin a esta amistad que ambos sabían que no era amistad.
Tomando aire y dándose ánimos lentamente. Jimín contó hasta tres y suspiró mientras miraba directamente a Yoongi y le decía con la voz más aguda y avergonzada que le salio.
— Hyung... T-tu umh.— dios que difícil era esto—. ¿T-tu quisieras salir conmigo?
Por un momento hubo un silencio que al menor le asustó muchísimo. No creía ser rechazado, el no era tonto. Se daba cuenta de las indirectas, los roces de mano y las palabras dulces que su Hyung le decía aveces.
Yoongi Carraspeó y dijo.— Soy raro.
Jimín no entendió a que se refería. Si era de esas personas raras que estaban con muchas personas en una misma relación, si era asexual o si solo no tenía interés en los seres humanos. Había conocido un chico que solo quería casarse con personajes de anime.
Así que dudando un poco le pregunto
—...Eso es un no? Por qué si es así quiero que me lo dejes claro Hyung, así podría olvidar mis sentimientos por usted.— Eso no era cierto, nunca podría olvidar sus sentimientos por el pero eso no tendría que saberlo Yoongi todavía.
Yoongi negó y suspiró fuerte, como si le costarán las palabras.
—Si estamos juntos y de verdad me quieres tanto como yo te aseguro que te quiero. Nuestra relación va a ser para siempre y tú serás mío y yo seré tuyo. Porque no me gusta que toquen lo mío y que lo tengan. Si estamos juntos te acompañaré a casa todos los días. Si estamos juntos llevaré tu mochila junto a la mía todos los días. Si estamos juntos yo te trataré bien y te haré feliz todos los días. Tu por favor, acepta.—
Jimín quedó mudo. Ahora entendía.
Yoongi no era raro en los conceptos originales. Yoongi era raro de los que ya no había. Le estaba prometiendo amor, lealtad y respeto, todos los días. Le estaba prometiendo una relación duradera y dulce. De las que ya no quedaban.
Jimín empezó a sonreír a medida que iba captando todo. De un momento a otro río encantado y con fuerza, tirándose sobre el pálido que cayó al pasto con el encima. El menor seguía sonriendo para cuando se acostó encima de su pecho y los rodeo con sus brazos delgados. Yoongi también sonrió de forma discreta y con sus ojos brillando de felicidad. Eran pocas veces las que se abrazaban como estaban ahora.
— Si acepto a todo Hyung. A todo todito~— y volvió a reír feliz mientras sentía un suave beso tímido en su mejilla.
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