-¡Maldición! ¡Maldición!

Grito mientras miraba las letras en la pantalla que cortaban las imágenes del juego Call Of Duty.
Había estado tan cerca de ganas su partida de dúo con Taehyung.

-Ya~ no te enojes. Solo era un juego.

Trato de consolar Yoongi. Obvio no funcionó.

La verdad, es que llevaba media hora viendo a Jimín jugar, y ya estaba aburrido. Su novio no le prestaba atención y no le había quedado de otra que jugar con su trasero. SIP.
Aprovechando que su novio estaba jugando acostado boca abajo en su cama y con el televisor enfrente de el, le fue fácil estar pendiente de su enorme trasero.
Había acomodado su cabeza encima de este y con su mano lo acariciaba y hablaba como si fuera una tercera persona allí.
Jimín lo había ignorado pues ya estaba completamente acostumbrado a estos comportamientos raros en su novio.

Pero lo que no había podido ignorar fue la mordida repentina que Yoongi dejo en una de sus nalgas de un momento a otro, justo cuando estaba a nada de ganar la partida con su amigo y además, que dolió como la mierda.

Luego de haber estado un rato juntos y mirando televisión, habían decidido ponerse cómodos y colocarse pijamas para no seguir con los jeans apretados puestos. Y como Yoongi tenía bastante ropa olvidada en la casa de Jimín no fue difícil encontrar un hoodie y un pantalón deportivo. Jimín se había colocado su pantalón de pijama el cual era súper suave pero también, muy fino, entonces podía sentir absolutamente todo. Y con todo se refería a los pequeños dientitos de Yoongi y la saliva que dejó mientras lo mordía. Cabronazo.

-No solo es el juego, también me dolió la mordida idiota.- Resopló mientras tiraba su flequillo hasta atrás, todo siendo observado por Yoongi.

-Mmmh...

Jimín sintió como Yoongi pasaba por toda su espalda hasta acostarse completamente arriba de el y acomodar su cabeza a un costado de la suya. Sintiendo la respiración de su novio en su mejilla.

-...Y si mejor me prestas atención y me das mimos ahora que perdiste el juego.- Se miraron unos segundos hasta que Yoongi dejo un beso corto en sus labios y una caricia en su trasero, luego sonrió como todo un niño inocente.- Porfis~

Y Jimin se sintió perdido, porque sabía que los mimos no iban a ser mimos.