Las tablas de madera del banco en aquel parque estaban jodidamente frías.

Me cago en todo.

El invierno estaba arrasando con todo este año.

Dando un vistazo por todo el lugar, acomodo su sobretodo color negro y observó a los niños jugar en los columpios.

El sol estaba bajando y creaba un paisaje hermoso. Todo era nieve a su alrededor.

Los últimos destellos de sol alumbraban su descolorido cabello menta.

—Toma, perdón la demora. Había demasiada gente comprando café.

Jimin se veía bonito con su sobretodo azul y su polerón negro de lana. Tenía el cabello tinturado de naranja y la nariz un poco roja por el frío.

Yoongi solo pudo observarlo cuando el reflejo del sol impacto en su rostro y sus ojos se hicieron un poco más claros por la luz natural y sonrió mostrando sus lindos dientes junto sus ojos rasgados. Su boca se veía deliciosa mientras lo escuchaba hablar de la gente que estaba en el café de la esquina y cuántas personas estuvieron delante de él antes de que pudiera ordenar los cafés.

Pasó un minuto.

Y solo pudo hacer una cosa. Algo que deseaba fuertemente

Cogió con su mano izquierda el café que el menor le tendía y con la derecha cazo su nuca para atraerlo hasta el y robarle un beso duro y rápido.

Contacto sus labios. Los entrelazo. Mordió el inferior. Metió su lengua y acarició la contraria. Por último chupo su labio inferior antes de cortar el beso.

Todo eso en mínimo de treinta segundos.

Luego, como si fuese lo más normal del mundo comer esa boca a besos, movilizó su brazo y mano para tomar un poco de su café y saborear el líquido amargó.

Jimin estaba paralizado y preguntándose qué había pasado en el último minuto por qué no entendía nada. Todo fue rápido. Le entrego el café a su mayor y luego tenía la boca de este devorando la suya y dejándolo agitado y sin aliento.

Mierda.

Min Yoongi era un peligro para su salud.

Jodido raro y sexi Yoongi. No se ataca a las personas así.

Relamió sus labios y fingió mirar hacia el otro extremo mientras trataba de regular su respiración y el calor en sus mejillas.

Yoongi permanecía con el rostro serio pero con un destello de diversión en sus ojos.

El maldito lo disfrutaba.

-¿Está rico tu café con leche, cielo?

- Jodete Min.

-Por supuesto que lo haré Minnie, pero yo no seré el jodido, nene.

-Idiota.

Y Yoongi solo sonrió mientras observaba a jimin tomar su café con leche y como lo ignoraba el resto de la tarde en aquel parque.

Luego se las arreglaría para quitarle el mal humor a su chico