Final.

—¿Naruto?

El rubio le dió una mirada de soslayo, deteniéndose al ver el rostro de su pareja con curiosidad.
Se veía perdido.
Era de mañana todavía, estaba haciendo el desayuno y había  decidido dejar a Sasuke dormir un poco. Quería mimarlo un poco, estaba muerto de cansancio y Naruto lo sabía.
Había pasado mas de treinta minutos con los labios pegados a su frente antes de poder siquiera moverse de su lugar, amaba besarlo.
Lo dejó dormitando y feliz.

Aún si Sasuke le había dicho un trillón de veces que no podía dormir sin él a su lado.

—¿Si?

—He vuelto a tener pesadillas.

El corazón de Naruto dió un vuelvo de amor. Apagó la hornilla de la estufa y abrió sus brazos hacia Sasuke quien saltó hacia ellos con rapidez.
Lo apretó como a un niño.

—Oh cariño. ¿Estás bien?—susurró mientras secaba los rastros de lágrimas en sus mejillas.

Sasuke solo lloraba en sueños y era la cosa mas angustiante que Naruto había visto y oído alguna vez en toda su vida, cada desafortunada vez que se despertaba en medio de la noche y lograba escucharlo el corazón dolía en su pecho con fuerza. Muchas veces despertó a su pareja con besos desesperados, tratando de calmarlo. Cuando lograba despertarlo, Sasuke lo miraba con ojos asustados, arrepentidos y angustiados; muchas veces pedía perdón.

—Hoy fue peor.

Naruto besó sus mejillas y dejó un besito en la punta de su nariz afilada.

—¿Quieres hablar de ello?

Sasuke se tomó su tiempo pero terminó por asentir. Naruto llevó a su pareja al sillón en su cómoda sala. Permitió que se recostara en su pecho.

—Cuéntame...

—Creo que vi a mi hermano.

—¿Tienes un hermano?

—No lo sé. La persona en mi sueño se parecía a mi y me decía "hermanito". El hablaba de que debía aprender, que no había nada de extraño en hacer lo que hacíamos.

—¿Y qué hacían?

Sasuke enterró el rostro en su pecho y aspiró fuertemente. Naruto acarició su cabello mojado con dulzura.

—Había sangre en mis manos. Y luego ya no.

Hubo un silencio sepulcral por el que el rubio se preocupó bastante. Sasuke se veía pálido y había algo que le decía que se estaba carcomiendo en algo más fuerte. Se estaba mordiendo los labios, lo detuvo con un beso lento que lo hizo despertar.

—Hay algo más ¿verdad?

Él asintió, un mechón oscuro cayó sobre sus ojos.

—Yo te estaba haciendo daño.

Por singularidad, Naruto se permitió sonreír y darle besos por todo el rostro. Porque en vez de escandalizarse o algo se encontró con incertidumbre y una simple pregunta.

"¿Y qué si me haces daño?"

—Oh amor, siempre has sido muy teatral. No me importa ¿sabes? Estoy contigo desde hace una decada y la verdad no sé de dónde vienen esas inseguridades.

—Es que era muy real. Tu ya no me querías. Me odiabas.

—Fue un sueño.

—Uno muy realista. Tal vez un recuerdo.

—Yo recordaría algo de eso tambien ¿no crees?—se burló con suavidad pero se detuvo cuando Sasuke apretó en represalia uno de sus sensibles pezones. Gimoteó molesto–No te desquites con mis pezones.

—Desperté y no estabas. Dió una sensación de realidad. Odio el frio mañanero y lo sabes.

Naruto ladeó la cabeza mientras suspiraba suavemente a lo que Sasuke resopló.

—¿Quieres que te de calor?—insinuó.
Una sonrisa pícara creció en las caras de ambos.

—Tiéntame.

Naruto sujetó su rostro y lo acercó a él pasa besarlo más profundamente. Con suavidad, notando la menta en su boca y la tensión en sus hombros. Amasó la tensa musculatura de su pareja con dedos fuertes mientras se concentraba en no derretirse contra su boca tibia y voraz.
El rubio aprovechó la posición para elevar las rodillas y permitir que sus entrepiernas se rozaran.

—Mmhn así que ese era tu verdadero humor mañanero—dijo refiriéndose a la erección.

—Atiendeme ahora, bebé.

La risa de Naruto brotó como agua fresca. Sasuke solo le hablaba cariñosamente cuando quería algo y ese algo, ahora era sexo.

Mientras se seguían besando—Porque 'Oh dios' sus besos eran muy buenos. Podría pasar un año en sequía solo de sus besos. Sin pensarlo.—Sasuke le quitó la ropa con agilidad y soltó un suspiró aguardientoso cuando tocó su piel desnuda. El moreno amaba encajar entre sus piernas y hacer fricción, un duro roce que siempre se volvía en un suave vaivén.
Era su lugar preferido para estar, en medio de sus muslos suaves, con su abdomen apretado contra el suyo.

—¿Solo eso vas a hacerme?—jadeó el rubio —¿Frotarte como los perros, teme?

—Dobe.

—Eso es lo que te gustaría ¿verdad?

—¿A ti no?.

—No dije eso...

Sasuke lo distrajo de su plática ácida y sin sentido con un dedo en su interior. Fue bastante efectivo porque claramente él sabía como distraerlo y aun no jugaba con todas sus cartas.
No tardó en encontrar ese lugar recóndito que podía hacer que Naruto perdiera la calma en un santiamén.

—M-más rápido. Solo un poco m-más.

Sasuke no sabía si se refería a que moviera su dedo más rápido o que lo preparar más rápido así que hizo ambas.

Uno de los datos curiosos del cuerpo de Naruto, que solo él sabía, es que sus pezones eran hipersensibles, y lo eran gracias a él. Siempre estaba jugando con ellos, hasta el punto que el roce de la ropa lo hacía jadear de gusto.
Iba a usar esa información a su favor en este instante.

La columna de Naruto se arqueó de golpe cuando succionó un tierno botón con fuerza, de sus labios salió un ruidoso gemido.
Lo sujetó de los hombros y presionó su boca más cerca de sus pezones mientras boqueaba sin aliento, queriendo mover las caderas para acentuar la sensación en su entrada.

—Tan bonito...—alagó Sasuke mordiendo el lóbulo suave de su oreja. Sintiendo que algo se le desbordaba del pecho

El rubio se retorció cuando él paseó la lengua por su cuerpo, dió un lamentón juguetón a su clavícula medio en serio medio en broma.
Amaba cuando su rubio se ponía silencioso y húmedo, bastante receptivo a cualquier caricia que el quisiera darle. Cuando sus ojos celestes brillaban extasiados y los tímidos trazos de sus mejillas de acentuaban.

Hizo todo el camino desde su clavícula hasta la cadera donde dejó besitos suaves en lo que acariciaba su piel tostada y lo veía retozar.
Los muslos de Naruto comenzaron a temblar cuando lo besó en el interior de uno de ellos.

Era su señal.

Se inclinó un poco sobre él, no mucho solo lo suficiente para alcanzar sus labios. Comenzó a deslizarse dentro con mucha suavidad, no lo había preparado demasiado pero estaba bien, habría de funcionar. Le sujetó las caderas con una mano y el rostro con la otra. Y dejó que sus corazones se aguantaran el uno al otro.

—Es cálido...

Naruto se rió sin aliento. Se mantuvo sonriendo de gusto hasta que llegó al tope.

—Es m-muy profundo...

Sasuke empujó un poco más y se deleitó con el gemido largo y agudo que soltó. El mismo sintiendo el calor arremonilándose en su vientre tenso.
Lo vió retorcerse sensual, casi inocente, con la expresión más tierna y lasciva del mundo.

No durarían mucho y no es como si importase en algo.

No eran muy innovadores en el sexo
Eran básicos y bastante tradicionales. Demasiado cursis, con mucho juego previo. Desgastandose en cada roce y palabra susurrada desde el fondo de sus almas. Y siempre tan desesperados que terminaban muertos de fatiga en cualquier lugar en que el deseo los asaltara.
Pero eso no quería decir que fuera malo, en realidad era alucinante, después de cada encuentro quedaban viendo estrellas por un rato donde se jugaban mil cosas y cada una de ellas era cierta.

Después de unos minutos la espalda de Naruto se arqueó por última vez. Sasuke trabó sus caderas con las de el rubio y soltó un gruñido que no iba a competir con su grito.
Se detuvo a verlo, en medio de la espesa bruma de su orgasmo, podía verlo respirar agitadamente y sonreír en medio de jadeos cada vez más pesados. Satisfecho y feliz.

—Me gusta cuando te pones pegajoso, me gusta mucho.—admitió el rubio

—Yo sé que sí.

—Es bonito cuando eres así, después de tanto tiempo es bueno ver algo distinto en ti.

Sasuke asintió sin mucha convicción mientras apartaba mechones húmedos de su frente. Era cariñoso mientras besaba sus párpados y mejillas.

—Estamos sucios ahora.

—Podemos quedarnos un momento así. Luego nos asearemos.

—¿Liberaste tensión, cariño?

Sasuke se rió un poco y esperó en medio de caricias lánguida a sentirse duro de nuevo dentro de el rubio quien gimió de gusto cuando lo notó. Naruto llevó sus manos por todo el camino de su vientre hasta donde se suponía estaba él, dentro, y presionó.

—Así que ¿otra ronda?

Naruto solo se rió y aceptó sus besos y sus embites con gusto. Separó las piernas un poco más y tarareó cuando Sasuke se enterró mas hondo en él.
No fue diferente de la anterior, para cuando se vinieron a dar cuenta ambos estaban recostados en el sillon con un dulce desasosiego en sus mentes nubladas de placer.

Llevaban bastante tiempo juntos como para no darse cuenta de la inherente necesidad de hablar de lo sucedido con respecto a los sueños de Sasuke. Más tarde ese mismo día—que habían consumido en medio de besos, comida a pedido y más abrazos apretados en distintos lugares de su lindo apartamento—había un aire de gravedad con respecto al tema flotando entre ellos.

Ya era tarde, muy tarde.
Estaban en cama, íntimamente acurrucados. Finalmente. Acariciando sus cuerpos extenuados con las puntas de sus dedos y sus labios.
Sasuke tenía 'esta cosa' con colocar el cuerpo de Naruto de manera que pudiera rodearlo por completo, no dormía a gusto si no tenía al rubio atenazado a un costado, incluso había insistido en que durmiera ya de plano encima de el.
Algunas veces Naruto lo complacía, como hoy, estaba totalmente encima de él.

Naruto estaba muy consciente de la necesidad de tacto de Sasuke y de su renuencia a admitirlo en voz alta, es por eso que lo besaba cuando podía y pasaba una gran parte del día haciéndole mimos. Incapaz de negarle nada, de no darle lo que necesita aún si el jamás decía o pedía nada.

Es por eso que el rubio aprovechaba al máximo a su pareja cuando estaba en modo "afectivo demostrativo". Aunque por otro lado no sabía si terminaba por gustarle la vulnerabilidad de Sasuke en esos momentos en que se deshacía en sus labios mientras confesaba cosas que nunca decía pero sentía intensamente.

—Eres mi sol ¿sabías?—susurró muy quedito, Naruto lo miró risueño.

—Hmm...

No iba a decir nada. Quería que siguiera hablando, que dijera lo que sentía.

—Simplemente eres...el centro de todo mi universo. Eres mi universo. No veo nada, no siento nada que no seas tu. Soy el maldito Ícaro y tú me quemas cada día más—tomó aire bruscamente. Naruto lo miró de reojo y se acomodó en su pecho para mirarlo a los ojos fijamente—Debería darme miedo.

—¿Por qué?

—Porque eres pequeño, tan frágil que a veces me da miedo que dejes de respirar y si eso pasa...¿Que me quedaría? Te estoy diciendo que eres todo lo que tengo.
Me da miedo que mueras, que te vayas y me dejes.

Sasuke sonaba peligrosamente crudo. Naruto se asustó.

—N-no soy tan frágil. Ciertamente soy torpe y eso p...

—No es por eso. Es algo que viene de mi, siento que te me escapas de la manos, no puedo sostenerte y eso me lastima. Me enloquece pesar que te vas.

—No me voy a ningún lado.

—Por favor no—sonó realmente asustado mientras sujetaba su barbilla con delicadeza—Escojeme las veces que sean necesarias.

—Las veces que sean necesarias.

¿Cuántas veces serían necesarias?
Sasuke no lo sabía.
Naruto lo ignoraba con toda sus fuerzas. Trataba.

"Así que esa es la penitencia de Sasuke. Vivir su historia otra vez, al reves, cambiando papeles. Donde los sueños que atormentaban Naruto ahora eran los suyos, donde su vida era la que se escapaba sin remedio alguno.
Este es el nuevo precio que tienen que pagar.

Doloroso pero ajeno.

Donde sufriría un destino peor que la muerte.

Y él lo aceptó mucho antes de conocerlo"


¿Cuantas veces se le pondrá fin a está historia?

Epílogo.










Finalmente se ha acabado. Gracias a todas y todos por sus lindos comentarios y disculpen la tardanza.

Si tienen alguna duda, no se desesperen falta un extra de Kyubi e Itachi donde se aclararán muchas cosas pero:

Pueden preguntarme si hay dudas.

Así que hasta aquí llegamos.
Esto es todo.
Muchas gracias.

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