🥵┆capítulo unico

Bienvenido a Sex Room.

Joder, ya era hora. - Murmura para si mismo con una sonrisa plagada en su rostro.

Ha estado esperando por casi tres tortuosos minutos, su pene necesitaba una liberación urgente, necesitaba una entrada apretada y caliente para saciarse.

Quiero un prostituto, ojalá de menos de un metro
setenta centímetros, pagaré de inmediato.

Claro señor. -Se escucha desde el otro lado una voz seductora, pero se escuchaba demasiado femenina para su gusto. Tenemos a nuestro mejor chico, tienes suerte ya que hoy nadie lo tocó.

Aquel pensamiento fue directo hacia su pene, ser el único en tocar a uno de los mejores se le hacia agua la boca, sus manos picaban de solo querer sumergir sus dedos en aquella apretada entrada.

Exhaló un profundo suspiro tembloroso antes de volver a escuchar la voz.

- Su apodo es Kitty, un metro sesenta y seis centímetros, muy buena forma con preciosos ojos verdes-

- Lo quiero.

Desde el otro lado de la línea escuchó una risa
amortiguada, coqueta y seductora, la piel de gallina se incrementó mientras la sangre se drenaba hacia su pene.

Su corazón se aceleró, sus ojos se estaban nublando en lujuria en solo imaginar aquellos ojos verdes sobre él.

-Su dirección y nombre por favor, el pago se lo debe entregar a Kitty, la mitad primero, el resto al finalizar, se escoltará hasta la puerta de su casa y debe ser usted quien salga a recogerlo. Por seguridad para nuestros trabajadores, ¿Está de acuerdo con los servicios?

-Totalmente. - Respondió en un suspiro. - Mi nombre es Jeon Jungkook, calle Danforth 366.

- Estará en cinco minutos, auto Mercedes-Benz E 53 negro, gracias por contactarte con Sex Room y esperamos su experiencia sea gratificante.

La línea fue cortada en un solo tono, su sangre emergía por todos los rincones ante la emoción.

-¿Cinco minutos? Vuelan o algo? - Se preguntó mientras veía a su al rededor.

Botellas de licor por todas partes, cigarrillos sueltos, fumados y nuevos por cada rincón, las luces totalmente apagadas salvo por la maldita televisan en un estúpido programa que ni siquiera estaba viendo.

Vio hacia abajo, su erección estaba perdiendo forma mientras los segundos pasaban, su torso se encontraba totalmente desnudo.

Su trabajo últimamente estaba en la cúspide, tanto, que su estrés lo acompañó de ida y vuelta, ganaba tanto dinero como arrugas bajo su ceño gracias a tener que soportar a tanta gente incompetente.

No tenia nada para desestresarse, era tan inmune a emborracharse que ni botellas y botellas de licor lograban noquearlo, era un total solterón, las mujeres se apilaban para siquiera entablar una mínima conversación que lograra ensuciar sus bragas, pero él no les daba ni la hora.

Había encontrado chicos sexys que lograron su pene emerger con fuerza, pero que durante el sexo era como besar a tu madre en la mejilla frente a toda la clase en secundaria.

Vergonzoso, asqueroso y prefería estar en cualquier lugar menos ahí.

Chicos que no lograron hacerlo venir por mucho que se atragantaran con su enorme pene, desastroso.

Chicos que gimieron su nombre hasta quedar afónicos y ni siquiera lograron emocionarlo.

Desde fuera se escuchó un bocinazo, se levantó de su asiento para ver por la ventana. Un precioso mercedes-Benz negro se asomaba sin nadie saliendo del lugar.

Un segundo bocinazo lo sacó de su trance y se acercó a la puerta, tomó el pomo y lo giró, sus manos temblaban ante la emoción.

Sus amigos habían comentado que "SEX R0OM" era una agencia que prometía los y las mejores prostitutas de todo el país, por ello también exigían una gran cantidad de dinero por sus servicios, dejaban y recogían a cada trabajador desde y hasta la puerta del cliente sin siquiera
mover un dedo a un prostíbulo en la zona.

Y los servicios eran privados, cualquier tercero interesado en contactar a los clientes seria demandado, cualquiera en tocar a sus empleados de una forma que no se les fue contratado, terminarían bajo las rejas.

- Espero esto sea jodidamente lo que prometen .

Se dijo mientras abría la puerta de su casa dejándose ver.

Sus cabellos rubios como el sol se opacaban ante la oscuridad de la noche, las estrellas y la luna brillaban con entusiasmo mientras desde el auto bajaba una silueta.

Largas piernas esbeltas bajo un apretado pantalón de cuero negro resaltaron unos gruesos muslos que con solo verlos, su entrepierna palpitó.

Con los pies en el suelo se dejó ver aquella silueta de perfectos rizos griseasos, y una mirada que te roba el aliento con solo cruzarse.

Sus manos temblaron en sus costados mientras veía al hombre acercarse en una caminata que hacían sus facciones embellecer.

Bajo la luz de la luna, tenues manchas como pecas esparcidas como estrellas al rededor de su nariz y mejillas dejando una suave marca bajando por su cuello expuesto.

¿Jeon Jungkook? - Preguntó, su voz risueña y seductora viajaron rápidamente hacia su pene logrando manchar su ropa interior con gusto.

- Lo soy, Kitty. -Le respondió.

El nombrado sonrió, una preciosa sonrisa que se derritió bajo su piel, dejando marcas visibles y calientes.

La puerta del auto se había cerrado, este empezaba a encender nuevamente su motor, y en solo un par de segundos ya se había marchado.

-Ven conmigo. - Tendió su mano, Kitty sin pensarlo dos veces la tomó y fue conducido hasta la entrada de la casa.

-Desde ahora te diré que no puedo marcharme hasta que quedes totalmente satisfecho por los servicios que tú requieras.

Jungkook sonrió.

Tontamente había pensado que sería tal y como una prostituta en alguna esquina, cobrando por hora y según el servicio que decidas.

Su corazón martilló en su pecho con fuerza antes de girarse cerrando la puerta.

¿Bebes? - Preguntó mientras se mordía el labio con anticipación.

- Lo que me des. - Volvió a mirarlo, un suspiro se deslizó por su garganta mientras esos fieros ojos verdes lo desnudaban con la mirada y lo encendían con su sola presencia.

-¿Lo que sea?- Preguntó nuevamente mientras se
acercaba al mas bajo, su entrepierna palpitaba solo con ver aquellos gruesos muslos.

¿Tendría pecas por todo el cuerpo? Un escalofrío recorrió toda su espina dorsal, quería devorarlo y lamer cada peca visible en su pequeño cuerpo.

Era como un manjar listo para ser devorado.

-Si eres tú, cualquier cosa está bien. - Dijo mientras sus ojos entrecerrados lo miraban de arriba abajo, deteniéndose lentamente en sus abdominales hasta su gran V desde sus caderas que instintivamente desviaban su mirada hacia su pene.

Un pene erecto listo para ser devorado.

Una sonrisa traviesa surcó esa preciosa boca pecaminosa mientras se acercaba liberándose del gran abrigo que lo envolvía.

Dejándolo en el sofá más cercano, en una apretada y casi transparente camiseta se acercó aun más.

Finos pero firmes abdominales resaltaban en la camiseta, pezones expuestos listos para ser destrozados, brazos tonificados y una fina cintura sujeta de pantalones que serian su muerte.

- Eres más sexy de lo que creí que serías. Susurró
mientras su nariz dejaba escasos centímetros con la de Jungkook.

-Tampoco te creía tan jodidamente caliente, Kitty. - El nombrado gimió mientras su cuerpo se apegaba al de Jungkook.

La dura erección del rubio se frotaba contra el abdomen duro del más bajo, siseó con dicha mientras el otro se apegaba aun más.

¿Crees que soy caliente? -Susurró, su aliento se cernía pecaminosamente contra los labios de Jungkook.

El rubio tomó entre sus grandes manos la pequeña cintura , su nariz oculta entre el cuello expuesto del más bajo respirando su suave fragancia, ningún olor de sus anteriores amantes se comparaba a esto.

-El jodido hijo de puta más caliente que he visto. -
Susurró ante el cuello expuesto antes de repartir pequeños besos por el largo de este.

Desde sus labios podía sentir la pulsación del corazón de Kitty, rítmico, energético, lleno de vida.

Su larga y caliente lengua pasó dejando rastros de saliva por aquel cuello, podía sentir al pecoso tensarse mientras movía su cabeza hacia un lado para darle más espacio para disfrutar.

Las grandes manos trazaron círculos en las caderas del más bajo sobre la fina capa de tela que separaba sus pieles calientes, ardiendo en desesperación apaciguada.

Un suspiro audible se escapó de los labios del pecoso mientras sus caderas se movían provocando fricción entre sus entrepiernas totalmente erectas.

-Aun debes pagarme antes de iniciar, guapo. - Murmuró mientras tomaba los cabellos de la nuca de Jungkook y jalaba hacia fuera de su cuello para mirarlo a los ojos.

Los ojos tan rojos como rubíes estaban nublados en lujuria pura mientras era devorado por el gran verde en los ojos opuestos.

Jeon sonrió y de sus pantalones sacó un gran fajo de billetes, sin siquiera contarlos y los dejó en los apretados pantalones de cuero sobre los apetitosos glúteos pecosos.

Jimin se encargaría de contar el dinero muy pacientemente cuando dejara noqueado al más alto con un orgasmo que lo dejara sin aliento.

Soltó el agarre del cabello de Jungkook y fue duramente apresado por unos labios calientes y salvajes, el sabor lo enloquecía, era picante, con extractos de néctar y licor.

Jungkook se sentía en las nubes solo con un beso, sus bocas se abrieron saboreando cada labio a su disposición, sacó su lengua, saboreando aun más los labios contrarios, pidiendo permiso para poder entrar y explorar.

A lo que Kitty no pudo denegarse.

Su lengua entró y exploró la cavidad bucal de kitty, saboreando su tímida lengua antes de sumergirse en un beso más profundo.

Un pequeño gemido se escapó de los dulces labios sabor a menta y chocolate, un gemido que fue directo a su pene.

- Necesito más de ti. - Murmuró atrayendo aun más a Kitty.

Empezó a dejar un camino de mordidas y suspiros, derritiéndose ante el olor y sabor tan exquisito del más bajo.

Sus manos tomaron el dobladillo de la fina camiseta casi transparente y sumergió sus fríos dedos hacia la piel bajo esta, la piel caliente y suave le dieron la bienvenida junto con un casi invisible temblor del cuerpo más pequeño.

Kitty se derretía bajo el toque sensual y cálido que le proporcionaba, jamás se había sentido tan excitado en todo su trabajo, siempre era tocado y follado para luego irse en un máximo de dos horas.

Era el favorito de la agencia por dar tan buen servicio, el favorito de los clientes por siempre acatar cada orden al pie de la letra hasta dejarlos secos y aturdidos por tanta excitación que provocaba su cuerpo, y su voz contra sus pieles.

- Oh Jeon. - Gimió mientras era empujado contra la pared más cercana disponible, el frio roce con la pared contra el caliente toque del cuerpo contrario fueron directo hacia su pene.

Sus ojos esmeralda se empañaban en excitación mientras veía el torso desnudo de su cliente apresándolo con fuerza, sintió el caliente aliento y la lengua viscosa pasar nuevamente por su cuello, su mirada estaba enfocada en el cabello salvaje y rubio del contrario.

Gimió mientras sentía dientes siendo clavados en su fina piel de porcelana.

Gimió mientras sentía una gran erección empujarse contra su abdomen.

Su mirada se fue al techo mientras unas fuertes manos tomaban sus muslos y los sujetaba con fuerza, levantándolo hasta que sus pies dejaran de sentir el piso bajo suyo.

Escuchó un gruñido mientras su entrepierna era sofocada por la gran carpa bajo los pantalones del contrario, se veía tan grande a pesar de estar aun vestido.

Sus piernas envolvieron la cadera del rubio mientras este apresaba con más fuerza contra la pared, mordiendo con más ferocidad su hombro sobre la fina capa de tela.

- Esta jodida cosa se larga. - Gruñó nuevamente mientras con una mano levantaba el dobladillo de la camiseta ajustada del contrario.

Kitty siguió su ejemplo y con ambas manos se quitó la camiseta por sobre su cabeza, su piel expuesta vibraba bajo la mirada ardiente de los ojos escarlata llenos de deseo.

Murmuró con los ojos entrecerrados
mirando los abdominales marcados de quien sujetaba con fuerza sus gruesos muslos.

-Tan caliente.

Tan delicioso. -Escuchó murmurar, sus labios fueron apresados por segunda vez, sus torsos se pegaron sintiendo la piel contra piel.

Jungkook mordió sus labios, acariciaba sus muslos y frotaba su entrepierna con la propia con fuerza, se sentía cohibido, tan excitado como nunca.

Hazme sudar. Susurró Kitty contra los labios que lo besaba.

Jungkook se separó, milímetros contra los labios del otro mientras murmuraba casi en un susurro.

-¿Podrás manejar lo que te voy hacer? - La voz se volvía ronca más grave a pesar de que su voz siempre se oia de esa forma, era tan seductor.

-¿Me debo preocupar si puedo manejarlo? - Jadeó.

El aire en sus pulmones se sentia pesado, Jeon sentía su pene mancha su ropa interior, el roce entre su cuerpo con el más pequeño se sentía como el paraíso, necesitaba más.

Lo necesitaba todo de él.

-Te follaré tan fuerte que olvidarás tu nombre. Le
respondió con una sonrisa entre sus labios.

Sujetó la espalda baja de Kitty junto a uno de sus gruesos muslos mientras este se sujetaba con fuerza de sus brazos sobre los hombros de Jungkook y sus piernas al rededor de
su cadera, en brazos los alejó de la pared y caminó hasta su habitación.

Dejó caer a kitty en su cama impecablemente limpia en un solo rebote, las suaves mantas bajo suyo lo abrazaron con gracia, vio a Jungkook desabrocharse el cinturón y sin perder
el tiempo, empezó a quitarse su propio pantalón
dejando bien asegurado el dinero en su bolsillo.

Jungkook empezó a quitarse su pantalón mientras veía a Kitty gatear en solo ropa interior por toda su cama, su gran trasero y sus gruesos muslos no eran nada a comparación de como se veían en ese ajustado pantalón de cuerina.

Las pecas se esparcían por toda su piel expuesta, la sangre se calentaba en su sistema mientras su corazón latía con fuerza, nunca se había sentido tan emocionado en su vida, nunca había olvidado sus problemas tan rápido con solo unos toques y unos besos.

-Prepárate para bajar cuatro o cinco libras con lo sudado que te dejaré. - Dijo mientras su ropa interior se deslizaba por sus piernas dejando expuesto su gran pene al aire.

La punta goteaba, los ojos de kitty no se despegaban del gran espécimen, el pecho de Jungkook se infló de orgullo mientras notaba la excitación del más bajo en sus pantalones.

Se acercó a la cama y se acostó sobre el, su torso
desnudo entre las piernas pecosas y gruesas y lengua lamiendo las caderas, abdomen y pecho mientras este arqueaba la espalda dejando escapar suspiros y pequeños gemidos de placer.

Pezones duros como rocas, besos sobre labios tan suaves como algodón.

Se levantó alejando su calor del cuerpo contrario, tomó entre sus manos el dobladillo de la ropa interior y la deslizó por sus pecosas piernas liberando la erección prominente de este. Lanzó la ropa interior por el piso de su habitación y con una de sus manos tomó la base del pene
de este y empezó a acariciarlo suavemente.

Gimió.

- Señor-Jeon.

- Maldita sea, repite eso.- Lo besó, su mano sin apartarse del miembro de Kitty, su otra mano sujetó con fuerza el muslo lleno de pecas y lo pegó al costado de este.

- Señor Jeon,señor- Jadeó sintiendo la erección del más alto rozar con su piel expuesta.

- Kitty. - Susurró.

Se alejó levemente para alcanzar un bote de lubricante nuevo que había conseguido especialmente para esta ocasión.

La abrió con un audible "Pop" llamando la atención del pecoso, sus ojos entrecerrados observaban cada movimiento de las grandes manos, observando el movimiento del pene que saltaba en cada respuesta excitante.

Sus ojos verdes observando el mar escarlata dentro de los ojos contrarios.

El liquido frio lo hizo sisear, embarrándose por toda su entrada y parte de sus testículos, gimió mientras sentía unos dedos entrar por aquel lugar.

Jungkook jugó con el pequeño y arrugado lugar, sumergiendo sus dedos, abriéndolos dentro, explorando hasta sentir aquella protuberancia que hizo gritar al pecoso.

- Lo encontré.

sacaba sus largos y gruesos dedos golpeando unay otra Susurró con una sonrisa mientras metía y vez aquel mismo lugar.

¡Jeon! - Gimió. - Señor por favor.

¿Uhm? ¿Por favor qué? ¿Quieres que pare?- Dijo
mientras seguía jugando con sus dedos dentro de la apretada entrada.

Acercó su rostro a la clavícula contraria, dejando besos y mordidas, marcando cada peca, besando cada lunar.

- Fóllame, por favor, deja de torturarme y fóllame. -Suplicó.

- Mierda. - Dijo para si mismo.

Tomó algo de lubricante, esparciéndola por el largo y ancho de todo su pene, la punta goteaba.

Estiró una pierna de dándole más visión, la punta de su pene rozó con la entrada, desvió la mirada hacia los ojos fieros y suplicantes del pecoso.

Lentamente empezó a entrar viendo el rostro del contrario, sus cejas se fruncían, luego se ampliaban, su vista subía al techo y luego a su
propia entrepierna para luego posarse en los ojos rojos.

Dime si te lastimo.

- No seas amable conmigo, me gusta que me destrocen, quiero que me partas en dos, Jungkook. - ronroneó el nombre.

El nombrado gruñó y de una sola embestida metió todo lo que le faltaba, la espalda de Kitty se arqueó nuevamente, los jadeos aumentaron.

- No digas mi nombre, mejor gímelo.

Sacó su gran pene hasta la mitad para volver a embestir con fuerza ganándose un sonoro gemido del contrario, las embestidas comenzaron con rapidez.

- Jun-Jungkook. Gimió entrecortado.

La cama se sacudía con fuerza, la pierna de kitty pasó por sobre el hombro de Jungkook, este tomó la otra pierna y la posicionó de misma forma sobre el otro hombro, la saliva empezó a caer por la comisura de sus labios mientras sus ojos se volteaban hacia arribay su boca
formaba un "o" mientras quejidos salían de él.

La piel con piel chocando con fuerza junto con el liquido del lubricante lograban hacer sonidos pecaminosos que resonaban por toda la habitación haciendo competencia con los sonidos que escapaban de la boca de ambos.

- Si, mierda, mas. - Jadeó, sentía su pene siendo
succionado con fuerza en la estrecha, caliente y suave entrada del más bajo.

Se-.. Siente-... Fabuloso señor. Tartamudeó
entrecortado.

- En cuatro, ahora. - Demandó saliendo de la entrada, masturbó su pene mientras kitty se volteaba, sus piernas temblaban.

Pegó su pecho a la cama, tomó una almohada entre sus manos y hundió su nariz junto a su boca esperando cualquier cosa de su ahora, cliente favorito.

- Veamos si sabe tan bien como se siente. Se dijo así mismo mientras se encorvaba a la altura del trasero expuesto del pecoso, con sus manos abrió sus nalgas dando una vista amplia de la entrada palpitante y viscosa por el lubricante.

Kitty no se sentía nada cohibido, estaba tan acostumbrado a ser observado y tocado, tan acostumbrado a ser follado una y otra vez sin parar hasta que su cliente quedara satisfecho.

Pero estar bajo la atenta mirada de aquellos ojos rubíes lo hacían estremecerse, se había sentido tan bien junto a él como nunca antes, nadie lo había hecho sentir tan de maravillas con solo su presencia y toques, nadie se había quedado a tocarlo para satisfacerlo a él, cuando habían
contratado sus servicios para satisfacer a aquellos clientes.

Chilló al sentir una lengua pasar por su entrada, su rostro se calentó y su pene se contrajo en placer.

-Te gusta? - Escuchó, quería decir que si, que le
encantaba todo, pero no sabia si era una pregunta a la que tenia derecho de responder.

Junto con la lengua sintió dos dedos también entrar, sus piernas temblaron, jadeó con fuerza aun cuando la almohada amortiguaba los sonidos proveniente de su boca.

- Dime, kitty, ¿Te gusta? -Volvió a preguntar.

- Me gusta, Señor. - Gimió. - Me gusta mucho.

Jungkook se alejó un par de centímetros, admirando el bello desastre, amasó los glúteos para luego bajar y acariciar los muslos.

-Eres tan caliente, me fascinas, Kitty. - Mencionó
mientras entraba nuevamente a la pequeña entrada.

Kitty gimió apretando con fuerza la almohada entre sus dedos, Jungkook gimió al sentir su pene siendo apretado en aquella entrada.

-Relájate pequeño monstruo o me harás acabar muy pronto. Susurró acercándose a la espalda desnuda del contrario, dejando pequeños besos y largas lamidas por toda esta.

- Lo-Lo siento, Señor. - Gimió.

-Shh bonito. - Sus embestidas fueron suaves mientras seguía repartiendo besos por la espalda, una mano estaba clavada en su cintura mientras la otra se acercaba a la nuca y acariciaba los cabellos rebeldes en esta. - No tienes que
disculparte.

Kitty en respuesta gimió.

Los toques, los besos, todo lo hacia sentir en las nubes mientras tenia sexo con un extraño que solo contrató sus servicios.

El vaivén de embestidas cada vez subió la intensidad mientras los besos en su espalda eran reemplazados por mordidas en sus hombros y nuca, las caricias en su cabello eran reemplazadas por suaves tirones mientras el rubio jadeaba y el pecoso gemía.

El sudor empezó a caer por la espalda de Jungkook mientras que de Kitty caía por su frente y se resbalaba por sus cienes.

Sus piernas pedían clemencia mientras era azotado con fuerza en sus glúteos dejando una notoria marca de una mano en esta.

- Dime tu nombre.

- Kitty.-Gimió.

- Dime tu nombre real- Gruñó dando otro azote
hacia el otro glúteo expuesto.

Kitty gimió, pequeñas lagrimas llenas de placer
empezaban a caer por sus pecosas mejillas mientras sus glúteos ardían con furia inminente, el calor se propagaba hacia su entrepierna, quien rozaba una y otra vez sin para hacia las mantas perfectamente limpias en la cama de Jungkook.

Mantas que después quedarían inmundas llenas de sudor y semen.

- Jimin. - Gimió. - Mi nombre es Jimin.

-Joder. - Empujó con más fuerza, lamió la oreja de Jimin mientras con una voz gruesa le respondía. - Tu nombre es tan precioso como tú.

Jimin volvió a gemir en respuesta, se sentía fuera de si, su cabeza revoloteaba, sus sentidos estaban nublados mientras era penetrado con fuerza y rapidez.

El pene de Jungkook chocaba y chocaba con su próstata, Jimin se mordió el labio mientras gemía con fuerza y arqueaba la espalda.

Jimin. - Gruñó. - Tan perfecto, eres perfecto.

Sacó lentamente su pene, las piernas de Jimin colapsaron mientras con lagrimas en los ojos veía como el más alto sonreía y se sentaba con la espalda contra el respaldo.

- Vamos bebé. - Ronroneó. - Te daré este pene para que cabalgues.

Tomó la base de su pene y bombeó mientras observaba a Jimin levantarse, era un lío nublado en lujuria.

Se acercó y se puso en cuclillas frente a Jungkook, tomó el gran pene de este y lentamente se lo incrustó en su entrada, gimió mientras usaba a Jungkook como dildo.

Jungkook sonrió, tomó con cuidado la cintura del pecoso, acarició con sus pulgares la piel caliente y suave llena de hematomas.

- Haz lo que quieras ahí arriba, Jimin. - El nombrado lo miró, sus ojos verdes como preciosas esmeraldas brillaron, sus mejillas entintadas en rojo con marcas de lagrimas, sus
labios brillantes por saliva derramada. - Que sexy.

Jimin se inclinó abrazándolo por el cuello, su aliento rozaba la nuca de Jungkook mientras con las piernas daba impulso para subir y bajar por aquella gran extensión de piel erecta.

Su propio pene rozaba los duros y firmes abdominales de Jungkook, goteando liquido pre seminal, soltó una de sus manos y apretó el pene de Jimin haciéndolo gritar.

- Tócame, tócame. - Murmuró mientras Jungkook obedecía el mandado con gusto.

Su mano bombeaba al ritmo de las embestidas de Kitty, la otra mano fue hacia el trasero de este y azotó nuevamente para luego acariciar el lugar golpeado.

Se siente tan bien, me gusta mucho. Escuchó
murmurar a Jimin, sonrió depositando bes0s en el cuello de este.

- También me gusta, bebé. - Jadeó.

Jimin se alejó, puso sus manos en los hombros de Jungkook y con ayuda de sus piernas sus movimientos fueron más rápido, gimió mientras mostraba su cuello, el rubio aprovechó y lamió la manzana de Adán del pecoso.

Maldita sea estoy cerca. - Dijo.

Jimin lo atrajo en un beso, sus cejas estaban disparadas hacia arriba mientras el pene de Jungkook entraba y salía, sus piernas ardían pero no se daría por vencido, no cuando ambos estaban tan cerca de sucumbir ante el orgasmo
puro y lleno de dopamina en su sistema.

Un cosquilleo viajó por todo su sistema nervioso, sus piernas temblaron, su beso se separó en un fuerte gemido mientras chorros de semen caliente, espeso y blanquecino salían desde el pene erecto del más bajo.

Jungkook con una embestida más, gruñó con fuerza lanzando su cabeza hacia atrás mientras era devorado por un gran y confortable orgasmo.

Sus respiraciones eran pesadas mientras estaban envueltos en sudor, Jungkook tomó entre sus manos el trasero de Kitty y lo levantó sacándolo de su pene chorreando en blanco espeso junto a la entrada de su acompañante.

-Eso fue increíble. - Murmuró Jimin apoyando su frente en el hombro desnudo de Jeon, este tarareo mientras abrazaba con fuerza al pecoso desde la cintura.

- Ahora es cuando me pides la otra parte del dinero y me dejas solo. Susurró Jungkook mientras tomaba pequeños cabellos y los pasaba detrás de su oreja. - Pequeño Jimin.

¿Quieres que me vaya?-Preguntó sin aliento sintiendo el toque del contrario.

-Quiero que te quedes hasta mañana, y me la chupes al despertar. - Murmuró.

- Sería un cobro extra, Señor.

-Pagaría lo que fuera con que te quedes más tiempo.

Repartió besos por su cuello, sus manos acariciaban la espalda cubierta de besos y sudor.

Jimin acarició el cabello rubio entre sus manos, rascando el casco, lamiendo la oreja de este, tocando su cuerpo, juntando piel con piel en una habitación con solo ellos dos y nadie más.

Mordió el lóbulo, el rubio suspiró acariciando el suave trasero de este.

- Dime tu apellido. - Pidió en un susurro.

- Park. - Respondió sin reclamo.

No estaba prohibido dar a conocer sus nombres, no era un sitio ilegal en el que trabajaban y cada trabajador contaba con consentimiento y mayoría de edad, decir tu nombre no era algo que a cualquiera le gustara, más aun en aquel
campo laboral.

Decir tu nombre atraía a personas no deseadas a tu vida, personas que no volverías a ver en toda tu vida, sabrían una verdad de ti.

Pero Jimin no temía, no con aquel adonis abajo suyo, tocando y masajeando su cuerpo.

-Park Jimin. - Escuchó decir en aquella voz gruesa y seductora, digna de un rey en el mismísimo infierno. - Que nombre tan precioso.

Besos en su piel lo estremecieron -Jeon Jungkook- Dijo con su aguda y suave voz. - Tu
nombre es jodidamente ardiente.

El nombrado gruñó mordiendo la piel pecosa..

Jimin se alejó levemente, sus ojos verdes como brillantes esmeraldas vieron directamente hacia los rojos tan fieros como el fuego y tan hermosos como rubíes.

- Gracias por jugar en Sex Room. - Ronroneó atrayéndolo nuevamente en otro beso.

Sus caderas se movían rozando la entrepierna del contrario quien ya volvía a despertar, un gemido de escapó del pecoso mientras Jungkook mordía sus labios, y los lamía hasta entrar nuevamente en aquella pecaminosa boca.

- Nadie más estará permitido.

Susurró Jungkook.

Solo tú y yo. - Respondió en un suspiro.

Sus pieles desnudas se rozaban, quedando atrapados en un lío interminable de lujuria y deseo mutuo.

✨Gracias a littlecrow_exe por darme el permiso de adaptar su historia todos los derechos son para ella✨

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