II

II

"Esta sociedad nos da facilidades para hacer el amor, pero no para enamorarnos"

(Antonio Gala)

Una camisa negra y unos jeans ajustados le daban al chico de tez morena una imagen atractiva y galante.

Los ojos de Gwiboon no podían dejar de recorrerlo, ese definitivamente no era el Jonghyun que ella recordaba, aquél chico que bromeaba mucho con su hermano y que en una ocasión incluso intentó cortejarla; en ese entonces Gwiboon no estaba interesada en tener ninguna relación, con nadie.

Al parecer el par de años que habían transcurrido le habían sentado muy bien; su baja estatura ya no era tan notoria y su cuerpo se veía tonificado.

—Ahí vienen— la voz de Taeyeon la sacó de su ensoñación. En efecto, su hermano, junto con Jonghyun, se aproximaba hacia ellas.

—¿Gwiboon?— el joven castaño y de buen porte la reconoció; —¡Ey! ¿cómo has estado?—; su sonrisa la derritió y sólo pudo contestar con un casi inaudible, "bien".

Los ojos de Jonghyun viajaron hasta Taeyeon y de inmediato Minho intervino; —ella es Taeyeon, mi novia.

El chico hizo una reverencia y la miró levantando una ceja, gesto que alertó a Minho ya que inmediatamente tomó la mano de la pelirroja y la acercó a su cuerpo para rodear sus hombros; estaba demás decir que Minho era bastante celoso.

—¡Jonghyun, ¿quieres una cerveza?!— gritó Donghae desde el jardín.

Antes de contestarle se dirigió a ellos y les preguntó si deseaban una, sólo Gwiboon aceptó, por supuesto que necesitaba un trago, pero ya.

El nombrado atendió al llamado y le hizo una señal indicándole que quería dos; Donghae se acercó trotando y se las llevó; en eso, el ruido de algunos objetos de vidrio al caerse se escuchó en dirección a la barra, era Jinki que había tropezado y ahora era ayudado por Amber y Joon, de inmediato Taeyeon fue a su encuentro seguida de Minho.

—Ha pasado mucho tiempo, te ves muy bien— dijo Jonghyun al interponerse en el camino de Gwiboon para después darle un trago a su cerveza; y no es como si ella no hubiese querido moverse, sino que sus pies no le respondieron a tiempo para ir tras su hermano y su amiga.

—Gracias— respondió, —tú también te ves bien.

—Yyy... ¿ya tienes novio?

Gwiboon frunció el ceño ligeramente, "¿ya tienes novio?", no le gustó el sentido que tomaba esa pregunta gracias a la palabra "ya".

¿Qué quería decir Jonghyun con eso?, ¿acaso imaginaba que, por el hecho de que en el pasado lo hubiera rechazado, ella no iba nunca a tener novio?

—No, no tengo—, no tenía caso mentir.

—Oh—, sólo eso escapó de su boca vacilando antes de volver a cuestionar, —aún no aparece el indicado, ¿eh?

Tragó saliva, ¿Le leía la mente?

Pero decidió no dejarse intimidar, no quería ser transparente, así que sonrió de lado, —no, aún no aparece—, le dio un sorbo a su botella.

Él también sonrió y luego cambió el tema abruptamente, —¿quieres bailar?

Asintió ¿Por qué no lo haría? Estaba en una fiesta, ¿cierto? No podía negar que, hace unos instantes, cuando vio a Jonghyun por primera vez en un par de años, se sorprendió y no dudaba que también llamaba la atención de varias chicas en ese lugar, por lo que bailar con él la haría ser envidiada.

La música ensordecedora, la poca luz del ambiente y la gente en un lugar que parecía pequeño, hacían que sus cuerpos se rozaran, al principio, innecesariamente. Después él se fue acercando de tal forma que su firme pecho aplastó ligeramente los senos de la chica; sorpresivamente ella no se apartó. No era un contacto al que estuviera acostumbrada, pero tampoco le incomodaba, incluso podría decirse que le agradó sentir el fuerte cuerpo muy cerca de ella, tan cerca que incluso pudo saborear su aliento, olía a alcohol, pero eso no fue impedimento para que lo disfrutara.

Pronto el calor que todos esos cuerpos emanaban los sofocó; las mejillas de Gwiboon empezaron a sonrojarse y su frente a adornarse con finas perlas.

—¿Tomamos un poco de aire fresco?—, sugirió el muchacho; ella sonrió y asintió al momento que lo tomaba de la mano para salir de allí, fue un buen pretexto para hacer eso.

Cada quien tomó una cerveza más antes de sentarse en los camastros cerca de la piscina.

—¿Cómo te ha ido?— indagó ella rompiendo el silencio, refiriéndose a la estancia de Jonghyun en la capital.

—No me quejo. La comida en ese lugar es buena y las mujeres también—, separó las piernas y apoyó su brazo derecho en su rodilla.; —pero estar de regreso es lo mejor, extrañé este lugar y a mis amigos como no tienes idea.

—¿Te quedarás o tienes planeado regresar a la capital?—, quiso saber un poco más.

—Me quedaré con mi madre, tiene un nuevo empleo y acaba de mudarse a un nuevo departamento; me dijo que es muy grande para que viva ella sola.

—En otras palabras... — la chica levantó una ceja.

—No quería que me vaya, así que le tomé la palabra— bebió de la botella, —y a ti, ¿cómo te ha ido?

—No me quejo— no sólo imitó sus palabras, sino su gesto despreocupado al decir aquello, —nada ha cambiado mucho, sigo viviendo en la misma casa, el verano pasado nos fuimos de vacaciones a Japón yyy... no, no hay otra novedad—; gracias a unos boletos a mitad de precio en cierta aerolínea, el señor Kim había llevado de paseo a su familia.

—¿Ninguna novedad?— se quedó pensativo unos segundos, —supuse que hablarías de tus ex novios.

Ella abrió los ojos en demasía, —¿por qué habría de hacer eso?

Jonghyun entre cerró los suyos y la miró por unos instantes, —no me digas que no tienes.

—¿Qué?

—Ex novios. ¿No has tenido novio?— rió, —cuando Minho decía que estabas esperando al ideal, así como los que aparecen en tus libros, pensé que sólo estaba jugando.

—Si he tenido novios— frunció el ceño, —pero no me enorgullezco al decir cuántos ni como son.

—¿Por qué no?— arqueó las cejas, —yo anduve con una chica de ascendencia norteamericana; era muy linda, una vez en su auto nosotros...

—¡Ya!— lo interrumpió al intuir a donde iba el asunto, —no quiero escuchar eso.

—Es algo normal, somos adultos ¿no?

Gwiboon apretó la mandíbula, era la segunda vez en la noche que escuchaba ese argumento; ella no creía que por ser adultos debieran hablar de algo que se suponía era asunto entre dos personas que se amaban.

—Está bien, está bien— Jonghyun volvió a hablar al notar que el gesto serio aún estaba en el rostro de su acompañante; —ya no hablemos de mí, mejor hagámoslo sobre Minho; Taeyeon, su novia, ¿es tu amiga?

—Mi mejor amiga— complementó Gwiboon.

Levantó una ceja, —jamás pensé que te fueras a llevar bien con la novia de tu hermano—, exageró un poco el tono de sorpresa en su voz.

—¿Por qué dices eso?— le dio un trago a su cerveza, falta muy poco para terminarla. Los "por qué" se estaban haciendo algo comunes en su charla.

—Sólo no lo notaría quien en verdad estuviera ciego; ustedes dos sólo aparentan una palea de perros y gatos, cuando en realidad...

—No te atrevas a decirlo— levantó la diestra hacia el frente como señal de que se detuviera; no quería escuchar un argumento como que "eran los mejores hermanos del mundo" o una cosa así; —Minho es un bruto y nunca nos podremos llevar bien— complementó.

El castaño soltó una melodiosa carcajada, —¿un bruto?, eso sí que fue un golpe bajo—, se sostuvo el estómago por unos instantes y luego recobró la compostura, —sigues siendo igual de impulsiva y directa.

Gwiboon exhaló e infló las mejillas; —no me conoces— masculló, sin embargo, Jonghyun alcanzó a escucharlo y le contestó con algo que ella no esperaba.

—Entonces permíteme hacerlo.

Tardó unos segundos en reaccionar y después hizo lo que siempre solía hacer cada vez que el muchacho, en el pasado, le insinuaba que deseaba salir con ella; rió, —no bromees.

—No es broma—, buscó su mirada y repitió, —no es ninguna broma Gwiboon—; ella inhaló hondo, no tenía ninguna excusa para poder negarse; el argumento de que era un completo extraño en su vida quedaba desechado, decir que no le agradaba físicamente sería mentir, así que, ¿por qué no tomarle la palabra y permitir conocerse?

Pero algo inadvertido sucedió.

No recordaba haberse sentido tan nerviosa al dar un "sí"; cuando su anterior novio se le había declarado ella fue un poco renuente al principio, como siempre; pero luego todo ocurrió con normalidad.

En esta ocasión, le costaba mantenerle la mirada, la presencia de Jonghyun era tan imponente que la cohibía.

—De acuerdo— musitó.

—¿Entonces, sí aceptas salir conmigo?—, el chico sonrió mostrando sus perfectos dientes.

—Sí, Jonghyun—, bajó el rostro tratando de esconderlo tras los mechones de su liso cabello que se deslizaron al frente.

Él se aproximó y colocó sus cabellos detrás de su oreja para poder acariciar su mejilla; Gwiboon las sintió arder, si hubiera sido cualquier otro sujeto ya lo habría apartado de un manotazo, ¿quien se creía para ponerle un dedo encima cuando no había transcurrido ni un minuto desde que aceptó que salieran?

Pero no, no lo apartó.

Las risas de algunos muchachos que también se aproximaban a la piscina les hizo saber que ya no estarían tan solos lejos de la bulla de la música.

—¿Qué es lo que buscas en tu hombre perfecto?— indagó él tras alejar lentamente su diestra del rostro sonrojado de la chica.

—¡Ja! ¿Ahora resulta que quieres saber lo que busco para convertirte en ello?

—Por supuesto que no; sólo que quiero saber qué es lo que esperas de una relación.

—Compromiso por supuesto, y por ende fidelidad, confianza y respeto.

—Vaya— Jonghyun levantó una ceja, —no parece tan difícil.

La chica iba a argumentar algo, pero vio que su hermano y Taeyeon se aproximaban.

—Gwiboon, ¿quieres ir a bailar?— exclamó la pelirroja, cuando ellas se adueñaban de la pista no había quien no las notara.

—Claro, honey— le sonrió y se puso de pie; dejando a los viejos amigos a solas, ya que pensó que tenían muchas cosas de qué platicar; Gwiboon sólo le lanzó una mirada a Jonghyun antes de marcharse.

Y así fue, una vez que perdieron de vista a las siluetas femeninas, la charla de hombres comenzó.

La mandíbula de Minho amenazó con descolocarse al escuchar las aventuras, como Jonghyun las llamaba, que había vivido en la capital.

—... y, después de un par de veces, te vas haciendo la idea de cómo y en dónde te gusta— sonrió, hablaba del sexo como si nada.

El alto estaba sorprendido, no por el hecho de considerarlo un tema tabú, si no por el cambio que su amigo había sufrido en ese aspecto, lo recordaba un poco más tímido. Remembró cuando, una tarde después del colegio, en su casa, cuando Gwiboon abandonó el comedor y se dirigió a su recámara, Jonghyun le había confesado a Minho lo mucho que le gustaba su hermana.

—¿Y por qué no se lo dices? Sería agradable tenerte como cuñado— lo animó en ese entonces.

—No lo creo, Minho. ¿Y si ella me rechaza?

Era más que obvio que el Jonghyun actual tenía más confianza en sí mismo, y se preguntó si en verdad, ahora, le gustaría tenerlo como cuñado.

—Me imagino que lo has de saber, ¿no?— las palabras de su castaño amigo lo sacaron de su letargo, —ya que tú y Taeyeon ya han...

—No te lo diré— lo interrumpió y frunció el ceño.

—¿Eh?— ladeó el rostro confundido, luego rió y preguntó, —¿Por qué? Es algo normal ¿O es que aún no lo han hecho?

—No te lo diré por respeto a ella.

—¿Qué tiene de malo?

—Llámame anticuado, pero creo que es algo íntimo, por eso se llama así, ¿no?— levantó el índice izquierdo y dijo sílaba por sílaba, —In. Ti. Mi. Dad

Jonghyun resopló y ahogó una risa, por supuesto que le parecía anticuado.

.

—En verdad es lindo— dijo Taeyeon muy cerca del oído de Gwiboon, no quiso gritar y que los que estuvieran alrededor se percataran de que estaba elogiando a un chico que no era su novio.

—¿Quién?

—Jonghyun, ¿quién más?— la menor sonrió, —y no digas que pasa desapercibido ante tus ojos, porque noté como estaban bailando hace unos minutos.

—¡¿Qué?!

La pelirroja se echó a reír; —agradece que Minho no los vio; los hubiera separado de inmediato, parecía que Jonghyun se te echaría encima en cualquier momento.

—No digas tonterías.

—No son tonterías— infló las mejillas, —yo sólo digo lo que veo; además... al ser el amigo de tu hermano tiene algunos puntos a su favor, ¿no?

Gwiboon exhaló, luego tomó de la mano a su amiga y se alejaron de la multitud dirigiéndose en dirección contraria a la piscina.

—¿Lo crees así?— indagó cuando el ambiente fue menos ruidoso.

Taeyeon levantó una ceja, le pareció extraño que la pelinegra le haya dado importancia a ese comentario, entrecerró los ojos e intentó confirmar una hipótesis que se estaba formando en su cabeza, —¿de qué estaban hablando en la piscina antes de que Minho y yo llegáramos?

—Dd... de nada.

—Unnie, no me mientas— frunció el ceño y la señaló amenazante; la diferencia de edad parecía no importarle.

Miró los ojos avellana de su dongsaeng, no sólo era la novia de su hermano, sino que también era su mejor amiga, así que tarde o temprano debía saberlo.

—Me preguntó si quería salir con él y... acepté.

Los labios de la menor se curvaron en una sonrisa que en segundos se ensanchó tanto que sus ojos amenazaron con desaparecer; —¡eso es genial!— exclamó y le dio un abrazo; —¿sabes lo que significa eso?

—¿Eh? No... ¿qué significa?

—Que podremos salir en una cita doble, ¿no es maravilloso?

—¡Jamás! Sabes que Minho y yo no podemos estar en el mismo lugar, a duras penas nos soportamos en casa.

—Siempre exageras las cosas y...

—¡La bruja!— la interrumpió Gwiboon al ver a Yuri a travesar la puerta principal; —vamos— la tomó de la mano nuevamente para ir a donde estaba su hermano y Jonghyun. No permitiría que sus hombres estuvieran a merced de aquella mujer.

Caminaron rápidamente sorteando a la gente que bailaba, cruzaron por el césped y llegaron hasta el par de muchachos, para su fortuna Yuri aún no había llegado hasta ellos, sólo estaban con los que se encontró al principio.

—¿De verdad? Creí que el gran Kim Jonghyun sería un cantante estrella— dijo Amber.

—Me dediqué a otras cosas, la escuela es muy absorbente.

—Pero sí tuviste tiempo para andar de cama en cama, ¿o me equivoco?— exclamó Victoria divertida y le dio un leve codazo.

—Eso no te lo voy a negar— sonrió.

Donghae rió estrepitosamente y orgullosamente levantó la palma derecha para que el castaño la goleara con la suya, mientras los ojos de Minho viajaban del rostro de Jonghyun al de Donghae.

—¡Gwiboon!— saludó Amber al verlas llegar, era la primera vez en la fiesta que intercambiaban palabras; —¿cómo has estado?—, cruzó el pequeño círculo que había entre sus amigos para llegar hasta ella, posó una mano en su hombro.

—Muy bien, excelente— le contestó con una sonrisa.

—Es extraño verte en la misma fiesta que Min, parece que han arreglado sus diferencias—; los labios en forma de corazón se deformaron en un gesto de molestia y Amber rió antes de corregirse, —ups, creo que me equivoqué.

—¡Hola chicos!— se escuchó una voz, la cual para Gwiboon fue inconfundible, era Yuri que venía acompañada de Joon y Jinki.

De inmediato, e inconscientemente colocó a su amiga junto a su hermano y ella se coló hasta al lado de Jonghyun; no permitiría que Yuri se acercara a ellos.

Después de las presentaciones formales, la pelinegra saludó a cada uno de sus viejos amigos, no dudó en abrazarlos y estrujarlos; y cuando llegó el turno de Minho, Gwiboon le lanzó una mirada a Taeyeon, ya le había avisado, aún así, una advertencia extra no estaba de más.

—Jonghyun, pero qué guapo te has puesto— odiaba que ella pensara de manera similar; no, en realidad odiaba que tuviera el descaro de decirlo así nada más.

—Gracias Yuri— contestó sonriente y amablemente.

Pero sus maldiciones mentales fueron interrumpidas al notar cómo su amiga y Joon sostenían a Jinki, parecía haberse pasado de tragos.

—Oppa, ¿estás bien?— indagó Taeyeon.

—Sí... estoy... — pero no pudo terminar la frase, llevó la diestra a su boca y salió corriendo; Joon lo siguió y Taeyeon hizo lo mismo.

Minho iba a ir tras a su novia, pero Yuri llamó su atención; —¿Min, me acompañas? Vamos por unas cervezas.

La mirada felina se posó en su hermano, estaba a la expectativa; si hacía lo que la bruja le pedía lo ahorcaría.

Pero sintió un alivio cuando escuchó las palabras de Minho; —lo siento Yuri, debo ir con Tae—, la apartó y siguió los pasos de aquellos tres.

Tal vez su hermano no era tan bruto como pensaba.

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Notas del autor: Y bien, ¿qué les parece hasta ahora? :D 

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