Es abrumador
La clase es aburrida... muy aburrida. Piensa en la comida que la espera en casa —muy probablemente algo empaquetada— por qué ella no cocina. Aún así el pensamiento de comer la hace relajarse contra el asiento.
Cierra los ojos y de pensar en comida, su mente viaja a cierta foto que mandó el día de ayer. Suspira y una sonrisa pícara se dibuja en su cara lentamente.
¿Cómo se sentirá?
Ver a Mina tocarse asimisma. Es algo que hasta hace dos días no había pasado por su cabeza, sin embargo ahora no puede dejar de pensarlo. El día de ayer se despidieron con palabras románticas.
Abre los ojos y a escondidas del profesor saca su celular y revisa los últimos mensajes que recibió:
Mina:
Estuvo increíble, te amo.
Quiero hacerlo contigo.
Buenas noches.
Deja escapar una risa y mira hacia la puerta, esperando el momento en donde pueda irse de la clase. Dahyun nunca había tenido tanta urgencia de hacer ese tipo de cosas, pero desde hace tiempo quiere tener esa sensación de la que tanto hablan.
Cuando se termina la última clase del día, toma sus cosas y corre para encontrarse con Mina afuera de la universidad. Se encuentra recargada bajo la sombra de un árbol, cuando levanta la mirada y ve a Dahyun, debajo de los lentes de sol aparece un fuerte sonrojo.
La coreana apresura el paso y es recibida en los brazos de Mina. —Hola, Dahyunnie. ¿Cómo te fue? —la mano en su cintura, apretando más de lo normal envía escalofríos en la parte trasera de su cuello.
—Me fue bien, ¿tú casa o la mía? —Dahyun deja un beso en la mejilla de Mina y sus torsos rozan con suavidad.
Mian suelta una risa, su novia se está volviendo atrevida. —Vamos a comer y después vamos a la mía. Mis papás no estarán por la tarde.
Dahyun se pega más a ella y la abraza por la cintura. —No tengo hambre.
Mina reniega un poco, pero al final van a su casa. Van tomadas de la mano mientras caminan y platican de su día, sin mencionar el suceso de la noche anterior, aún así es agradable y al estar en la compañía de la otra se sienten felices.
—Ni creas que no vamos a comer— dice Mina y comienza a recalentar las sobras de la cena en el microondas.
Dahyun solo puede apretar las piernas por la desesperación. Come lo más rápido que puede, porque sabe que tendrán que esperar un poco después de eso. Mina parece calmada, comiendo más lento que Dahyun, sin embargo una sonrisa ligera en su rostro delata que piensa lo mismo que su novia.
—¿Vamos a ver una película?
Dahyun acepta, van a su habitación y se deja caer en la cama. Mina busca qué película ver y cuando dan con una comedia romántica, se quitan los zapatos y se acuestan juntas.
Es a la mitad de la película cuando Dahyun no puede soportarlo más; Mina ha estado acariciando sus brazos, su cuello y sus piernas de manera sútil.
Con delicadeza.
Es cuando Mina la mira con ojos intensos y profundos que ya no puede soportarlo más, se inclina y toma los labios ajenos entre los suyos. Suspira cuando por fin Mina le devuelve el beso, acariciando los costados de su torso.
—Mina, de verdad no puedo dejar de pensar en lo que hiciste anoche. —La voz de Dahyun suena ahogada, sin aire. La mayor hace que se coloque encima de ella y la besa de nuevo, está vez con más pasión.
El sonido de sus besos es lo único que se escucha además de los diálogos de la película. Mina toma valor, ella siente lo mismo. No puede olvidar la sensación que la invadió por la noche, no puede olvidar el bonito conjunto que abrazaba el cuerpo de su novia.
Es inevitable el palpitar entre sus piernas, es inevitable apretar el trasero de Dahyun entre sus manos, es inevitable adorar el gemido que sale de Dahyun. —Te pensé, amor. Lo pensé y ahora no puedo sacarlo de mi cabeza.
—No quiero que lo hagas...—una pausa, respiraciones agitadas— quiero que me muestres.
Mina pasa saliva y asiente. Entre besos, se quitan la ropa prenda por prenda; el cuarto se siente caliente y lleno de expectativa, incluso aunque no quieren tenerla. Mina baja la ropa interior de Dahyun con lentitud y puede ver como un hilo de humedad se estira cuando quita la prenda.
Dahyun hace lo propio con Mina, quien siento su corazón en todas partes. Es abrumadora la sensación de querer tocarse para ella, que mire con sus propios ojos lo que acaba de describir. Mina respira profundo y se acuesta en la cama, mientras que su novia se sienta sobre sus pantorrillas a su costado.
—Tengo vergüenza. —Mina acepta con la voz baja, Dahyun le sonríe y acaricia su rostro.
—No debes, no te veré diferente si es lo que te preocupa. Quiero verte. —Cada palabra se incrusta en el cerebro de Mina como un tatuaje permanente. Suspira y lentamente abre sus piernas.
Nada que Dahyun no haya visto antes.
Cierra los ojos y bajo la mirada de la coreana comienza a trazar círculos por su clavículas, temblando ante el tacto.Usa la yema de sus dedos para acariciar y sus uñas para rasguñar levemente sus senos. Cuando aprieta uno de sus pezones, un gemido ahogado sale de ella.
—No lo escondas.
La orden de Dahyun le envía escalofríos por todo el cuerpo, no puede evitar querer más de eso, más de toda está sensación tan atractiva. Con su mano derecha sobre su monte de venus, baja aún más y abre los pliegues que saludan húmedos e hinchados.
El primer tacto en su clítoris es enloquecedor, Dahyun jadea al mirar y clava las uñas en sus propios antebrazos cuando Mina comienza a agitar su mano levemente. La japonesa aprieta los ojos cuando esa dulce sensación la recorre de nuevo.
Está tan concentrada que casi se olvida que quiere mirar a Dahyun, y cuando abre los ojos gime de nuevo; Dahyun se ha puesto sobre sus rodillas y su pequeña mano está hurgando en sus pliegues también.
No hay palabras de por medio, el simple contacto visual es más que excitante. La mirada de Dahyun está clavada entre las piernas de Mina, por puro instinto se abre más y ahora es completamente visible el movimiento de su dedo sobre su nervio palpitante y ansioso.
Es tan abrumador, Dahyun jadea cuando encuentra el ritmo imitando la forma y velocidad que Mina ha adoptado. Cuando pasan un par de minutos, Mina siente su cuerpo temblar: —Dios, Dahyun...—no puede seguir hablando cuando un temblor se expande por su cuerpo.
Encoge los dedos de sus pies y su torso se levanta de la cama cuando el orgasmo la golpea de manera dura y contundente. Dahyun mientras tanto siente un fuego expandiéndose por su abdomen al ver a su novia en tal estado, cuestionando que ha hecho mal para no ser capaz de llevarla así, pero Mina gime su nombre y Dahyun se olvida de todo.
Por fin está pasando, eso que tanto ha estado buscando y desde que Mina la lleve lo más pronto posible ahí. Tiembla al ver los estragos en Mina, como lame sus labios y como expande su pecho en busca de aire; dejando sus pezones erectos aún más a la vista.
—Oh por Dios...amor, está pasando. —Mina se sienta en la cama aunque esté un poco mareada, ayuda a Dahyun acercándose a su oído y tomando sus pechos entre sus manos.
—Déjalo ir, amor. Siéntelo.
Dahyun lo hace, abre la boca en busca de aire pero lo que llega a ella es un beso despiadado en un mar de sensaciones. Sacude su mano a una mayor velocidad y un grito ahogado es callado por los labios de Mina.
Tiembla cuando deja caer sus rodillas en el colchón y Mina la sostiene. Se siente levitando en otro plano existencial, necesita...no.
Se muere porque esto pase con Mina.
Su cabello es acariciado por su novia, pero Dahyun no quiere esperar, no. Ella se muere por hacerlo. Con algo de esfuerzo se sienta junto con Mina y la besa con ganas a la par que sostiene el dedo que antes acarició su vulva para después parar el beso y chupar de manera decidida.
Se recuestan de nuevo en la cama, Dahyun sobre Mina. Reparte besos por su cuello, lame y muerde más de lo que ha hecho en toda su vida. Está hambrienta y deseosa por hacer que su novia se deshaga en sus manos.
No demora mucho en llevarse un pezón a la boca, chupa y muerde, muerde y chupa. Lo jala entre sus dientes y Mina se retuerce debajo de ella. Cuando termina de dar la misma atención al otro botón, baja por su abdomen.
—Dahyun...por favor. —El ruego de Mina la lleva al cielo, se posiciona entre sus piernas que son abiertas por su dueña para que la tome. Dahyun sopla aire caliente sobre su piel y sin esperar un segundo más, lame los fluidos restantes del orgasmo.
Mina trata de sostenerse de la sábana debajo de ella, Dahyun es ambiciosa y la estimulación anterior es suficiente para que sienta todo lo que ha deseado con su novia. Dahyun la toma en su boca y agita la lengua mientras presiona sus labios.
Las manos de Mina viajan a sus pechos, está muy cerca. Está tan cerca.
Dahyun para por un segundo y Mina quiere llorar, quiere patalear y seguir llorando hasta que siente dos dedos ingresar en ella, las lamidas vuelven y ahora quiere llorar de placer. Dahyun experimenta dentro de ella, intenta encontrar un punto donde sea satisfactorio.
—Ahí, por favor ahí. —Mina pide cuando los dedos rozan su pared frontal, Dahyun sonríe con su carne entre los labios y establece un ritmo constante. No puede soportarlo, sus gemidos ahora son más altos y sus piernas tiemblan.
Saca sus dedos solo para ingresar completamente entre esas paredes apretadas y resbaladizas, la japonesa se retuerce y baja sus caderas para que los dedos lleguen más profundo.
Dahyun nunca fue una chica que pensará en estas cosas, le daba pena la idea de un beso pero hoy es diferente. Se separa un poco y con los ojos clavados en los de Mina, deja caer un poco de saliva sobre su piel sensible.
Mina echa la cabeza hacía atrás ante la escena y cuando Dahyun utiliza su mano izquierda —con mucho esfuerzo— para agitar su clítoris entre dos dedos, su novia tiene un orgasmo. —Mmmh ¡Amor!
Después de ese gemido ahogado, transcurren una serie de eventos maravillosos a los ojos de Dahyun. Se retuerce, tiembla, su cuello se pone rojo y sus pezones ya rígidos se sienten sensibles incluso con el roce del aire caliente de la habitación.
La deja ir después de que Mina intenta apartar su caderas.
Es hermosa.
—Eres hermosa, Mina.
La mencionada pasa saliva con dificultad, respirando agitado y deseosa de aire. Dahyun se acuesta y sostiene el cuerpo tembloroso entre sus brazos, dándole la seguridad que necesita.
Después de unos minutos de completo silencio, Dahyun se acuesta y Mina la cubre con su cuerpo. Sin mucha paciencia ya se encuentra acariciando los labios vaginales ajenos. —No tarde por favor.
—Te daré lo que necesitas. Me hiciste sentir en el cielo, mi Dahyunnie. Yo te llevaré ahí también.
—Con cuidado por favor.
La petición hace que Mina se derrita de cariño, hace que Dahyun flexione las piernas y clave las plantas de los pies sobre el colchón; cara a cara comienza a introducir un dedo de manera lenta. La coreana siempre fue estrecha, el dolor al ser penetrada aún está pero se relaja en los brazos de Mina y la humedad acumulada hace que se abra para ella.
Un vaivén calmado es suficiente para que Dahyun comience a sentir todo lo que sintió hace unos minutos pero intensificado al cien por ciento. —¿Otro?
Asiente y Mina obedece, sale un poco solo para entrar con un segundo dedo. Se expande para ella y siente que puede tocar el cielo dentro de ella. Acaricia sin salir y Dahyun tiembla acompañada de un gemido.
Abre sus piernas un poco más y los dedos viajan más profundo, por fin se está relajando y no hay dolor, pero necesita algo más, necesita velocidad. —Más rápido. —Mina lo cumple, sacude su mano mientras sale un poco y entre. Dahyun cada vez más relajada se deja llevar por el sonido de sus propios gemidos.
Mina desde arriba la observa, es preciosa, es maravillosa. No puede resistirlo y se recuesta con cuidado, el peso sobre su abdomen envía electricidad al clítoris desatendido de Dahyun, con los besos que su novia reparte en el cuello ya no está respirando bien.
Intenta sostenerse de la espalda delgada de Mina, acaricia y pasa sus manos por la extensión de piel, cierra los ojos al sentir sus músculos flexionando con cada embestida, rueda los ojos a la parte trasera de su cabeza cuando emplea un poco de fuerza en su vaivén.
—No pares, por favor sigue. —Ruega, muerde su hombro y Mina gime ante el dolor de sus dientes clavados en la piel. —Por favor, por favor.
Mina se levanta un poco y apoya sus rodillas a los costados del cuerpo de Dahyun, con más decisión la folla hasta que Dahyun aprieta sus piernas, sus ojos, su espalda. Hasta que Dahyun por fin está gimiendo al cielo en su oído.
Se siente maravilloso, como sus paredes se aprietan y como lo único de lo que está consciente en ese momento es de los dedos sacudiendo su mundo dentro de ella. Mina se queda ahí hasta que Dahyun deja de temblar.
Cae a su lado y sale de ella. Están sorprendidas sin decir una palabra, se abrazan con sus cuerpos sudados y temblorosos por el esfuerzo físico. Caen dormidas después de unos minutos sintiendo las respiraciones relajadas.
La próxima vez que Dahyun ve a Sana, le da las gracias por sus consejos. La japonesa se queda petrificada ante la confesión de Dahyun alegando que Mina también la hace temblar.
Después de todo el sexo no es fácil, es abrumador.
(De la mejor manera)
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Wow JAJAJAJJA perdón por todooooo el tiempo que pasó para actualizar. Es el último capitulo y espero que les haya gustado.
Diganme sus opiniones sobre esto, que le eche ganitas.
Nos vemos en historias como Tdoong School y Unfair Life. Por ahí tengo la Sahyo en mente e incluso una Minayeon. ¿Pueden adivinar de que van a tratar?
Besos.
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