cap 10
Freezer
Kyabe tomó un poco de vaselina y lo aplico delicadamente en mis labios.
-¡Te ves bien! - exclamó mientras me sonreía tiernamente.
-Gracias. Pero tú hiciste todo el trabajo.
-Pero la belleza es tuya, yo sólo le di un toque especial.
Moví la cabeza y me le quedé viendo a Kyabr. Alzo la mirada y vio a su novio.
-¿Tu qué me ves? -lo enfrentó llevándose una mano a la cintura y ladeando la cabeza.
-Estás precioso.
- Amor! -soltó un chillido.
Se acercó a él y se empezaron a besar.
-Bueno, tengo que irme.
-Oh, sí querés te llevamos.- me ofreció Kyabe .
-¿No les importaría?
-Bah! Para nada- dijo Ju
Abigor mientras tomaba a Kyabr de la mano y se acercaban a mí.
-Vámonos- dijo Kyabe
Subimos al auto de Abigor, un mustang viejísimo. Su abuelo se lo había heredado cuando cumplió dieciocho y obtuvo su permiso para conducir. Salimos de los suburbios, del feo lugar donde vivía. Tomó una curva y de inmediato nos encontramos con la carretera para ir a la ciudad. Pasamos la caseta y después vinieron los enormes edificios, ahí donde mi papá me había llevado hace unos años. Me asomé por la ventana y a unas tres calles vi el hotel "Zaphar" leí en silencio
-Bueno, llegamos pequeño.- dijo mi amigo mientras su cabeza se asomaba por la ventanilla.
-Bueno- suspiré.
Abrí la puerta y bajé lentamente. Kyabe me chifla a lo lejos.
-Todos los detalles! gritó antes de que Abigor arranca y se fueran definitivamente.
Me di vuelta y vi el lujoso hotel. Me acerqué y un botones abrió la puerta de la entrada justo cuando me vio.
-Buenas noches-dijo mientras bajaba un poco su sombrero y me regalaba una sonrisa.
Le devolví la sonrisa y me metí al hotel. Había personas vestidas con trajes, mujeres con vestidos hermosos, niñas con brazaletes de diamantes y niños peinados formales, Fui hasta una pequeña salita, nadie estaba ocupando los sillones así que, tomé asiento.
-Querido, te ves realmente bien.
Cerré los ojos y dibujé una sonrisa en mis labios mientras sentía su aliento contra mi piel. Me puse de pie. Me di vuelta y miré sus oscuros y profundos ojos, su esmoquin y la pequeña rosa que se acomoda en el bolsillo de su saco. Tenía las manos en los bolsillos y una sonrisa de oreja a oreja. Joder, era perfecto.
-Profesor- dije con un tono casi poético.
-Frost
Ladeó la cabeza y sacó un cigarro de sus bolsillos. Lo mordisqueó entre sus labios volvió a sacarlo.
-La verdad es que nunca me ha gustado esta porquería.
Reí.
-Pienso que es una forma de malgastar la vida.
-Oh, pero nada como un cigarro y una cerveza cuando no se tiene compañía.
-Nunca lo he intentado.
-Por eso llegué a su vida, Frost, quiero enseñar los placeres de la vida.
Alzó sus brazos y junto con ellos se alzó el saco, Reí un poco cuando hizo un gesto de
hombre codicioso y avaricioso.
-¿Empezamos la clase?- me preguntó mientras me ofrece su brazo.
Subimos unos pisos y nos metimos en la habitación que Freezer había rentado para esa clase. Estaba oscuro, pero aún así Freezer no prende la luz.
-De verdad tengo que decirte lo bien que te ves vestido de esa forma.
-No es lo que esperabas, ¿cierto?
Sabía que el esperaba que me pusiera otra prenda, aquella que él había visto ese día.
-¿De qué hablas ?- dijo un poco nervioso.
-Sabes de qué hablo.
Le guiñé un ojo y lo jalé de la corbata. Besé sus labios ferozmente mientras él bajaba su mano hasta mi trasero y empezaba a sobar y pellizcar. Su lengua pidió permiso para entrar en mi boca y juguetear con mi cavidad bucal.
-Haz aprendido a besar mejor- dijo aún sobre mis labios.
-Tú me enseñaste.
Volví a besarlo. Me levantó en sus brazos haciendo que mis piernas rodearán su cintura. Sus manos seguían en mi trasero. Me dejó caer sobre la cama y se quitó el saco y la corbata, rodeé sus piernas y lo jale hacía mí. Lo acosté sobre mí y empecé a desabrochar su camisa mientras el me quita mi ropa. Le quité la camisa completamente y lo puse debajo de mí ágilmente. Seguí besando sus labios. Bajé a su cuello y después a sus pectorales hasta su abdomen. Justo antes de que llegara a su parte, me jaló y me quitó la ropa por completo. Me puso debajo de él de nuevo y empezó a besar mis pezones delicadamente. Bajó hasta mi abdomen y empezó a juguetear con la orilla de mis bóxers hasta jalar de ellos y tirarlos al otro lado de la habitación. Abrió mis piernas con sus manos y bajó su cabeza entre ellas, lamió y succionó mi miembro, excitándome cada vez más.
Cuando terminó con su trabajo ahí abajo, se quitó lo que le sobraba de ropa y colocó un condón en su erección.
-Ponte boca abajo.- me ordenó.
Así lo hice. Puso sus manos en mi trasero y se inclinó sobre este. Movió su erección entre mi trasero hasta encontrar mi entrada. Sacó y metió su miembro hasta que empecé a gritar.
-Ponte de lado.- me ordenó.
Me acosté de lado y él me siguió, poniéndose en la misma posición. Me abrazo por detrás entrelazó mi mano con su mano. No podía ver su rostro. Metió su miembro en mí y lo empezó a mover en círculos. Se sentía realmente bien. Mis paredes apretaban su miembro de una manera realmente excitante, haciendo que el paso de su parte fuera más lento y más duro.
-Ah, Freezer - gemí
Beso mi cuello e hizo los movimientos más rápidos.
-Voy a tener un orgasmo.- jadeé.
Su miembro fue más al fondo. Gemí y grité cuando de repente sentí una oleada de calor invadirme completamente. Él siguió con su ritmo y salió. Se quitó el condón.
-Adelante-dijo mientras se levantaba de la cama y se ponía frente a un sofá.
Caminé sensualmente hacía él.
Acaricié su muslo y besé su abdomen. Me hinqué frente a su erección y empecé a moverse entre mis manos. Estaba duro caliente. Lo mete en mi boca y saboreé la punta. Lo saqué y lo metí de mi boca mientras Freezer gemía y acariciaba mi cabello.
-Oh, Frost ... me voy a venir- jadeó. Hice los movimientos más rápidos hasta que de repente soltó su semen en mi cara.- Ahh, ¿dónde aprendiste eso?- dijo con voz entrecortada.
-Bueno, no lo sé. Sacas a la bestia que llevo dentro.
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