★⌒ヽ15
—¡Está pateando otra vez! —expresó emocionado Chan mientras pegaba su mano al hermoso vientre de nueve meses de su novio—. Nuestra princesita es muy energética, ¿verdad? Aunque eso hace que mi lindo novio no tenga energías.
Bien, ¡hora de las actualizaciones! Desde la última vez, cinco meses habían pasado, habían descubierto que su bebé sería una hermosa y fuerte niña, Jeongin estaba en lo último de su embarazo y eso le quitaba sus energías. Chan había empezado a preparar una hermosa sorpresa y a pesar de que sentía que era muy apresurado, nada le detendría. Nada ni nadie podría evitar que le propusiera matrimonio a Yang Jeongin.
—Bueno, bebé, ve a dormir que con tu papi debemos discutir unas cuantas cositas, anda princesita —bajando hasta el vientre del pálido, Chan empezó a cantar una suave canción de cuna, era una rutina diaria para que Daisy se durmiera, cosa que logró luego de unos cuantos minutos.
—¿Y qué cosas debemos discutir? —preguntó curioso Jeongin mientras acariciaba los cabellos del mayor, quien sonreía tal cual un niño pequeño.
—El que mañana tendremos una cita y no acepto un no como respuesta. Vendré a buscarte luego del trabajo, te vestirás bonito y saldremos a cenar. Quiero darte una sorpresa —dijo emocionado Chan mientras se dejaba mimar por el menor.
—¿Una sorpresa? Ya quiero saber~ —Jeongin sonrió mientras se acomodaba en la cama, dispuesto a dormir para recuperar las energías que su princesa le quitaba—. Anda, abrázame por la espalda, es la única manera de dormir juntos.
Chan rió y se abrazó a su novio, dejando algunos besitos en su espalda y nuca mientras le susurraba algunas palabras de cariño, logrando que Jeongin se durmiera tan solo unos segundos después. Bang sonrió como bobo, realmente amaba a Jeongin.
Si algo que odiaba Jeongin era despertarse a la madrugada, pero despertarse a la madrugada con un dolor inimaginable en su vientre era mucho peor. Frunciendo su ceño se sentó en la cama, sintiendo otra contracción.
—¿En serio quieres salir ahora, bebé? ¿No puedes esperarte hasta por lo menos las doce del mediodía así puedo dormir bien? —otra contracción más fuerte le dejó en claro que Daisy no estaba de humor para bromas, girándose hacia Chan empezó a sacudirle, intentando despertarlo—. Chan, despierta, Daisy quiere salir de su cómodo hogar ahora.
—Que Berry no come pizza —balbuceó Chan dándose la vuelta. Jeongin se preparó para gritar justo al mismo tiempo que otra contracción llegaba.
—¡Bang Chan, despierta ahora mismo! —gritó lo más fuerte que pudo, sintiendo el dolor de la nueva contracción. El mayor reaccionó de inmediato, sentándose en la cama—. Daisy dice que quiere salir ya.
—¿Qué? —rápidamente Chan se levantó de la cama, corriendo hacia el armario para poder sacar un pequeño bolso donde tenían todo preparado para el nacimiento de su hija. Luego de eso, solamente se cambió de ropa y salió corriendo de la habitación.
Jeongin suspiró, mientras odiaba tener un novio tan bobo, contó hasta tres en su cabeza. Terminando de contar, Chan volvió corriendo a la habitación para ayudarle a ponerse calzado y caminar.
Quince minutos fue lo que tardaron en llegar al famoso hospital, quince minutos de gritos de dolor por parte de Jeongin y gritos por parte de Chan, pues le daba miedo que algo le pasara a su novio. Al llegar simplemente corrieron a urgencias, siendo Jeongin rápidamente llevado a una sala apartada. Lo más probable era que le realizaran una cesárea en ese momento.
Chan miró como se llevaban a su novio y suspiró, sacando su celular de su bolsillo marcó el número de su madre, siendo contestado a los segundos.
—Soy tu madre y te dije que me hablaras para todo lo que necesitaras, ¿pero para qué me llamas a las cuatro de la madrugada, cielo? —habló su progenitora al otro lado de la línea, Chan suspiró nervioso.
—¿Recuerdas que te hablé de mi novio y que ibas a ser abuela? —preguntó, recibiendo un "el chiquillo que nunca me presentaste, sí" de su madre—. Pues creo que Daisy quiere salir ahora ya de su cómodo hogar.
—¿Ahora? ¿Ahora ya de verdad? —Somin preguntó del otro lado de la línea, Chan emitió un sonidito afirmativo—. Con tu padre iremos allá cuanto antes, queremos conocer al chico que logró robarse el corazón de nuestro hijo luego de tantos años.
Y sin decir más, la madre de Chan cortó, dejándolo bastante nervioso, pues tenía miedo de que a su madre no le agradara Jeongin. Pobre, Chan, si tan solo supiera que su madre ya amaba a Jeongin.
—¿Señor Bang? —un chico, que parecía de su edad, se le acercó. Chan asintió—. El paciente Yang Jeongin dijo que usted quería estar en el nacimiento de su bebé, ¿es cierto? Necesito que me siga para poder prepararlo a usted también.
Chan frunció su ceño y luego de murmurar un bajo "está bien" siguió al chico hacia una pequeña sala que tenía distintos trajes a la hora de entrar al quirófano. Agarrando todo lo necesario, el doctor se retiró de la habitación para poder dejar a Chan colocarse todo, claramente le tomó mucho tiempo pues realmente estaba temblando. Cuando finalmente salió el doctor estaba esperándolo allí.
—Tardas demasiado, ya deben haber comenzado con la cesárea —dijo el doctor empezando a caminar mientras le entregaba unos guantes de látex a Chan.
—¿Ya? ¿Mi hija de verdad quería salir ya? —preguntó Chan viendo los guantes de látex, intentando ponerse uno con nerviosismo.
—Sí, esa niña estaba realmente emocionada por salir, a la hora de hacerle la ecografía podíamos ver como lentamente se movía hacia abajo, le programaron una cesárea de urgencias a tu novio.
Los nervios de Chan aumentaron, su novio estaría bien, ¿verdad? Sabe que no puede morir porque técnicamente ya está muerto, pero, aun así, los malos pensamientos no dejan de llenar su cerebro, de pronto temiendo por la vida de su hija, aunque supiera que la bebé estaba en perfecto estado.
A la hora de salir de sus pensamientos ya se encontraba en el quirófano. Caminó hasta al lado de la camilla, del lado de la cabeza de su novio claramente, y se sentó en el pequeño banco que había allí.
—Hola, bonito —susurró con una sonrisa, agarrando la mano de Jeongin—. ¿Daisy te hizo sufrir mucho?
—Como no te imaginas, esto de sentir dolor ya no es lindo —se quejó el menor mientras hacia un pequeño pucherito—. Creo que nuestra cita de hoy no podrá ser.
—Así es, no podrá ser porque nuestra princesa dijo que quería nacer ahora —Chan rió y bajó un poco para dejar un beso en la frente de Jeongin.
—Wow, esta bebé se ve realmente saludable —dijo el doctor con una sonrisa, pronto el pequeño llanto de una bebé llegó a los oídos de la pareja—. ¿Quiere cortar el cordón umbilical? —preguntó el hombre y Chan tragando duro asintió.
Aún algo tembloroso se alejó de su novio, quien parecía querer llorar de la emoción, y agarrando las tijeras quirúrgicas, cortó justo donde se le indicaba. Aprovechó para mirar a su pequeña bebé, que en ese momento estaba con sangre, y no pudo evitar sonreír. ¡Era padre!
—¿Cómo se encuentra mi lindo novio? —preguntó Chan apenas Jeongin abrió sus ojos. Yang inspeccionó con su mirada toda la sala y frunció su ceño al ver, tanto a la madre como el padre de Chan allí parados, cargando a lo que parecía ser su dormida bebé—. Oh, Innie, olvidé presentarte a mis padres. Ellos son Bang Somin y Bang Joon. Mamá, papá, él es Yang Jeongin, mi novio.
—Es un gusto conocerlos —dijo mordiendo sus labios con nerviosismo, ambos adultos rieron suavemente, era una risa que carecía de felicidad—. ¿Es ella? ¿Ella es mi pequeña Daisy?
—Así es —Somin se le acercó y dejó a la pequeña bebé en sus brazos, antes de separarse subió a su oído y susurró algo—. Felicidades, Jeongin, después de ocho años finalmente puedes tener al bebé que en ese tiempo no se pudo.
Jeongin sonrió nostálgico y acarició las mejillas de la pequeña bebé, esa bebé era la prueba de que él había recuperado su vida como si fuera un humano, que había logrado cosas de las que pensaba antes de su muerte. Aunque lo más importante y en lo que más pensaba ya lo había hecho, por fin le había dicho "Te amo" una vez más a Chan.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top