🍭 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝘀𝗶𝗲𝘁𝗲 • ✦⁾

Taehyun no podía evitar sentirse nervioso.

Todavía no llegaba Beomgyu y él ya estaba temblando de nervios.

Miró a su alrededor y mordió su labio.

¿Por qué sus padres habían invitado a tanta gente? Ni siquiera estaban presentes.

En un mal momento, cuando tenía sus pensamientos divagando y probablemente se reflejaba en su cara, fue cuando la puerta se abrió y Beomgyu entró del brazo de Yeonjun.

Detrás de él iban Félix y el pequeño Jungkook tomados de las manos y siguiendo a Beomgyu el cual iba sonriendo de oreja a oreja.

Claro que Beomgyu tenía ventaja. Ya se había casado una vez, ya sabía cómo era. 

Beomgyu llegó junto a él y Kang no pudo ni devolverle la hermosa sonrisa que le estaba dedicando su prometido y futuro marido en cuestión de minutos.

Se veía tan hermoso. 

Llevaba el traje negro que contrastaba con su cabello claro y su piel pálida.

Como bien se sabía por todo el mundo "Choi Beomgyu era un hermoso contraste."

Su sonrisa, sus ojos. Su Dios existía entonces había sido demasiado generoso al ponerlo en su camino.

—Acepto —dijo Beomgyu. Kang ni siquiera había escuchado lo que iba antes, simplemente no podía apartar la mirada de Choi.

Prestó un poco más de atención y escuchó el momento en el que el juez le pidió que aceptara la mano de Beomgyu.

—Si acepto —dijo y por dentro se dio una auto bofetada.

¿Se había escuchado muy largo? ¿Estaba mal? ¿Debió haber dicho sólo Acepto?

Mal. Muy mal. Había empezado a divagar de nuevo.

Tomó aire y miró de nuevo a Beomgyu.

De verdad era tan bonito.

—Con este anillo, Yo, Choi Beomgyu, te tomo a ti, Kang Taehyun como mi esposo.

Kang tragó saliva.

—Con este Taehyun te tomo como anillo...

Taehyun dejó de hablar al escuchar risas.

No fue hasta después de unos segundos que el mismo se dio cuenta de lo que había dicho y se sonrojó de la vergüenza.

Kim Soobin no lo habría arruinado como él lo estaba haciendo.

Beomgyu le sonrió divertido y Kang no se pudo sentir peor.

A Beomgyu le daba risa.

—Cos este anillo, te tomó como esposo —fue lo único que dijo.

El juez los hizo firmar un contrato, como quien firma el contrato de un carro o de una casa.

Sin embargo Taehyun no necesitaba ese mugroso contrato. No necesitaba nada escrito para amar a Choi Beomgyu.

Se besaron. Frente a tanta gente. 

No conocía ni a la mitad pero estaba feliz.

Ya eran grandes. Ya eran adultos. Ya no estaban los padres de Beomgyu y el ya era dueño de poco más de la mitad de su empresa.

No necesitaba más en su vida.

……………………………

La fiesta había sido aburrida. Realmente no conocían a casi nadie.

Beomgyu en ese momento no estaba pensando en su boda. Si no en el chico frente a él, que lo dejaba delicadamente sobre su cama.

Taehyun lo besaba con dulzura. Con cuidado. Como si no quisiera romperlo.

Acarició la cintura de Choi mientras este enredaba sus dedos en su cabello.

—Taehyunnie…

—Recuerda que a la hora del sexo soy tu Oppa.

La voz de Taehyun sonó ronca sobre el oído de Beomgyu, haciendo la piel de el mayor erizarse.

Su cama del hotel donde estaban era tan blanda que parecía una nube, pero sólo los hombres que amaba lo llevaban al verdadero cielo.

Se fundieron en un acalorado beso hasta que Kang se colocó entre sus piernas con cuidado.

Esta vez uso lubricante, esta vez lo preparó bien y al momento de adentrarse en Beomgyu, preguntaba una y otra vez si estaba bien.

Comenzó a moverse sobre Beomgyu, besando cada rincón de él. 

Tantos años juntos habían vuelto a Taehyun un experto. Un experto de Beomgyu.

No había tema que Taehyun conociera mejor, que Beomgyu.

Sus cuerpos comenzaron a moverse en un vaivén más rápido. El sudor en la frente de Beomgyu, su aroma dulce. Beomgyu era melodía y Taehyun se sentía afortunado de ver las notas. 

Cada parte de él era hermosa.

Beomgyu se estremecía antes cada tacto que Taehyun le daba. Como un piano sonando cuando tocan sus teclas.

Taehyun estaba perdido. Realmente perdido. 

Se había enamorado de Choi Beomgyu tanto como alguna vez lo había odiado.

Sus caderas se movían juntas y sus corazones latían con rapidez.

No sólo era sexo, también era tal lleno de amor.

—Oppa...

Taehyun sonrió recargando su cabeza en el hombro de Beomgyu.

—Te amo Beomgyu —le dijo y lo beso gin fuerza. 

Un par de lágrimas salieron de los ojos de Choi.

Ambos acabaron al mismo tiempo, soltando un fuerte gemido.

Taehyun se salió de Beomgyu y lo abrazó con fuerza. 

—Incluso si es difícil, incluso si me siento solo. Viviré por ti.

Taehyun miró a su ahora esposo.

Recordó cuando Jungwon le marcó diciéndole que Beomgyu se había intentado suicidar.

¿De verdad había descuidado tanto a Beomgyu?

Tanto dolor no podía ser cargado por su pequeño esposo. 

Incluso si no le agradaba. Soobin y él cargarían aquel peso juntos. 

Los tres juntos. Ante todo si debían cargar un costal del dolor, el peso sería más ligero si iban los tres.

—Me alegra oír eso hyung.

Se besaron de nuevo. Con dulzura.

Se besaron, se acariciaron. Lo hicieron muchas veces más y jamás parecía ser suficiente.

—Taehyunnie, quiero pedirte algo —dijo Beomgyu mientras su dongsaeng acariciaba sus cabellos.

—Dime hyung.

—Yo...yo quiero hacerlo. Contigo…

—¿De nuevo?

—No me refiero a eso...yo quiero hacerlo contigo y Soobin yo...yo quiero un trío —dijo avergonzado.

Taehyun se sorprendió. Pero no más que Beomgyu cuando escuchó la respuesta.

—Esta bien. Aunque no creo que logres convencer a Soobin.

Fue lo único que dijo antes de volver a besar al mayor.

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