🍭 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗼𝗰𝗵𝗼 • ✦⁾
—¡¿Quién es ese idiota?!— preguntó Taehyun bastante molesto.
Beomgyu lo había visto pocas veces así.
Tenía la mandíbula tensa igual que sus manos apretadas.
Después de su boda no habían tenido tiempo ni de una simple luna de miel por los apretados horarios de Taehyun, sin embargo Beomgyu disfrutaba viendo a su ahora esposo en su trabajo.
Hacía poco tiempo las ventas en su empresa en el área de zapatos habían disminuido terriblemente y era por una nueva empresa llamada fancy shoes.
Y no era el único. Beomgyu había perdido a varios patrocinadores por un nuevo modelo que era justamente, copropietario de esa misma empresa. Sin embargo a Beomgyu no le importaba mucho. Tenía tanto dinero como para sobrevivir su vida entera en la realeza, pero parecía que Yeonjun y Taehyun no pensaban igual.
Taehyun como representante de los Kang y Yeonjun y Beomgyu como representantes de los Choi estaban en una pequeña junta para hablar sobre el tema.
—Calmate Taehyun —dijo Yeon. También estaba molesto pero no había sido tan explosivo como Kang—. Es cuestión de popularidad. Pronto cuando se pase la fiebre la gente volverá. Sin embargo hay que hacer algo rápido para que la fiebre pase rápido.
Kang tenia el ceño fruncido y Beomgyu seguía sin entender pues había llegado tarde.
—Pero ¿Qué pasa Taehyunnie? ¿Quién es él y por qué es tan popular?
Kang suspiró pues no podía gritarle a Beomgyu.
—Su nombre es Jung Ilhoon. Él y su mejor amigo Lee Minhyuk eran más pobres que nada pero tenían una gran visión. Un día cuando trabajaban en un bar para sobrevivir. Peniel ya sabes la competencia de tu empresa los vio y los hizo modelos por su físico y ahora resulta que sacaron su colección de zapatos. ¡Es una mierda! Ahora todos se creen muy altruistas y compran sus estúpidos zapatos a montón como si esos Mugrosos siguieran siendo pobres.
Beomgyu acarició su hombro para que se tranquilizara. Sabía lo diferente que era Taehyun de sus padres en cuestión social, pero en cuestiones financieras era igual de despiadado.
—Hace dos semanas yo ya tenia planeada una pasarela en Busan y Peniel los convenció de cancelarla para hacer la suya. Debemos hacer algo, nos están quitando a la gente— dijo Yeonjun.
La puerta se abrió y alguien entró con bastantes papeles en mano. Cayó al piso con todas las cosas y Beomgyu se levanto para ayudarlo.
—¡SungJae! No sólo llegas tarde, si no que también te caes —regañó Taehyun al chico. Este se levantó sonrojado con ayuda de Beomgyu entre agradecimientos al pálido y disculpas para Taehyun.
—¡Lo siento Tae, había bastante tráfico!
—SungJae, vienes en bicicleta.
—¡Los carros no me dejaban pasar!
El chico acomodo sus cosas en la mesa y sonrió a los presentes.
—Beomgyu, Yeonjun, él es Yook SungJae, es el encargado de finanzas y ventas. En realidad es mi mano derecha aunque es bastante idiota.
El chico les sonrió y Beomgyu le devolvió la sonrisa, sin embargo Yeonjun se veía estresado.
—Buenas tardes y mucho gusto.
—Bueno, ya que saben quien es, viene la parte importante. Necesitamos opciones.
Jae asintió y sacó uno de los planos que tenía para extenderlo. Beomgyu realmente no quería escuchar, le parecía bastante aburrido.
El chico habló y habló. Dio alternativas pero en todas había que arriesgar demasiado.
—En todas las opciones que das son demasiado arriesgadas —dijo Yeonjun desesperado de tanta plática.
—Si le apuestas a la vida un centavo, te regresará un centavo.
—Si, pero nosotros no estamos apostando un centavo, estamos apostando nuestro prestigio y ni siquiera ganaremos más.
Taehyun se quedó estático mirando a la nada. En esos momentos sabían todos que era una nueva idea.
—¿Y si nos unimos a ellos? —preguntó Kang—. Ya saben, como nosotros cuando unimos a los Choi y a los Kang. Podríamos hacer algo así. Imaginen cómo sería.
—¿Quieres unirte a esos ladrones? Nuestros únicos herederos posibles son Félix y Jungkook y aún son muy pequeños. No haré lo mismo que mis padres. Además ellos tampoco tienen herederos. Félix no se casará con Peniel.
—No digo que ellos. Podemos simplemente hacer un contrato de unión.
—¿Y si después se van? Taehyun los contratos se rompen. Es más seguro que alguien se casé con Peniel.
SungJae negó.
—Peniel está casado con Lim HyunSik. Sólo podría ser con Minhyuk o con Ilhoon.
Kang miro detenidamente a su amigo y este le devolvió la intensa mirada.
—SungJae, eres mi mano derecha. Tienes el cinco por ciento de la empresa y eres inteligente.
Jae pareció entender y negó de inmediato.
—Ni lo sueñes Taehyun. Una cosa es que a ti te hicieran casarte y otra cosa es que quieras casar a los demás.
Kang casi se inca a sus pies.
—Por favor. Sólo nosotros cuatro podemos saber de este plan. Habla con ellos y dales la oferta de unión. Enamora a cualquiera de esos dos idiotas y cásate con uno. Después de los tres años que dure la transición de propiedades te divorcias y así nos quedamos con la mitad de su empresa y ganamos lo que ellos ganen.
—Taehyun eso es despiadado…
—Por su culpa cerraron una de mis tiendas en una de las plazas más transitadas de Seúl. Por su culpa cancelaron la pasarela de Yeonjun. Ellos son iguales, sólo les pagamos con la misma moneda.
Beomgyu frunció el ceño.
No estaba de acuerdo con aquel trato, Taehyun no debía ser igual que sus padres pero lo estaba haciendo, actuaba igual. Sin embargo no dijo nada, por más que lo intentara quitarle un capricho a Kang Taehyun era imposible.
—Esta bien, pero quiero que me des el diez por ciento de la empresa y un aumento.
SungJae salió algo molesto de ahí dando por terminada la junta.
…………….
Jungwon miraba a Heeseung mientras dormía.
Quién lo diría, llevaban un año como pareja. Jungwon no recordaba haber tenido una relación tan duradera... A decir verdad era la única que había tenido, su falso compromiso con Park Jongseong no contaba.
Había visto en las noticias como su ex prometido estaba ahora casado con un influyente abogado. Y él solo era Yang Jungwon, la burla de la prensa, la mitad de Corea lo llamaba puta y salía con un simple chico que trabajaba para Kim Soobin. No era reconocido. Simplemente era normal para los demás.
Pero para Jungwon Heeseung era más que eso.
Todos los comentarios anteriores le habrían seguido afectando de no ser porque en ahora tenía a Heeseung.
Ya no importaba nada más porque para él siempre estaría su Hee.
Seguía teniendo roces con Choi Beomgyu. El chico nunca le había dado las gracias por salvarle la vida pero a Jungwon no le importaba. Estaba bien con eso.
Acariciaba la mano de Heeseung mientras este abría los ojos poco a poco. Jungwon prestó atención a su dedo índice en su mano izquierda. Tenía una pequeña cicatriz casi imperceptible.
—Hee, ¿Cómo te hiciste esto?
Su voz era dulce, solo Heeseung lo había escuchado hablar así.
—No lo se. La tengo desde que puedo recordar. Seguro me la hice de muy pequeño o no sé. La verdad nunca le pregunté a mamá.
Jungwon asintió.
—Aunque una vez mi ex compañera en el hospital me dijo que cuando tienes una cicatriz justo en este dedo, significa que el amor de tu vida anterior nunca pudo olvidarte cuando tu tiempo llegó, por eso en esta vida te buscará para siempre.
Jungwon sonrió. Era una linda historia.
—Le agradezco mucho a la señora. De no ser por ella tu y yo nunca habríamos sido novios.
Heeseung sonrió con melancolía.
—A ella le habría gustado vernos juntos. Lástima que no lo logró.
Jungwon acarició la cara de su amado.
Cuando la mujer había muerto, lo último que Heeseung había escuchado de sus labios había sido: Deja de ser tan cobarde Hee. Si sigues pensando en los demás jamás nadie pensara en ti.
Después de eso Lee se había declarado. Le había fallado a su amiga. A la que lo trató como si fuera su hijo, a la que confió en él.
No podía seguir perdiendo oportunidades por las opiniones. Así que lo hizo.
Y mientras ellos se abrazaban Heeseung sintió como si ella le estuviera sonriendo. Como si ella estuviera orgullosa.
Y eso lo hizo infinitamente feliz.
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