🍭 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝗶𝗻𝘁𝗮 𝘆 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 • ✦⁾
No se habían tomado siquiera la molestia de vestirse cuando corrían hacía el despacho Nakamoto.
Tenían dinero, eran ricos. Sin embargo parecían pordioseros a lado de la gran fortuna que su padre había ganado solo por ser el hijo favorito de su abuela. Aún así Félix no tenía la culpa. Quizá si le hubieran pedido los papeles bien, Beomgyu no hubiese revisado y los habría dejado pasar a la mansión.
Pero el hubiera no existía.
No estaba lejos de donde habían estacionado el carro, sin embargo no podían aparecer en la camioneta y estacionarse en frente si no querían problemas.
Cuando ya estaban frente al lugar no sabían qué hacer. Se miraron el uno al otro hasta que el lindo Jeep que le había regalado a su nonna de cumpleaños se estacionaba en frente, de este salió el esposo de su noona jalando el cabello de Somi y arrastrándola a la casa.
—¿Cómo es que se la lleva? Ellos no debían saber que...
Beomgyu miró a Soobin. Estaba cubriendo su boca y Beomgyu entendió lo que había hecho.
Pero no había tiempo de reclamar. Simplemente cuando cerró la puerta del lugar tras él se acercaron.
Tenía la misma seguridad que la vieja mansión Choi y la Kang. De gente que pensaba que todo el mundo les quería robar su fortuna.
Beomgyu había aprendido a saltarla para irse a jugar a los pateos.
—Antes que nada, debemos llamar a la policía. Adentro se perciben todas las llamadas que pueda haber de gente.
—También habla a Taehyun o a Kai. Jungkook no está en el Jeep, alguien debe cuidarlo.
Beomgyu sacó el celular de Soobin e hizo la primera llamada.
—¿Qué pasa, Soo? ¿Algo nuevo?— preguntó Yeonjun apagado.
—Hyung, soy Beomgyu. Antes de que me cuelgues, sabemos dónde está Félix.
Se hizo un pequeño silencio.
—¿Pero dónde? ¿Dónde están?
—No te estoy hablando para eso. Necesitamos que vayas al departamento de Somi y cuides a Jungkook. El bebé, está solo.
—¿Tuvo un bebé?
—Si estuvieras más al pendiente lo sabrías.
Dijo y colgó para seguido llamar a la policía. Dijo que había escuchado algo raro en el despacho Nakamoto y le dijeron que llegarían
Si sólo era una revisión no deberían llegar tan rápido.
Al final. Beomgyu llevó a Soobin a la parte trasera, donde las ventanas era frágiles y sin alarmas
Una vez dentro, el lugar era una serie de oficinas de dos pisos.
Pasaron por el largo pasillo oscuro. Apenas podían ver pero si encendían la lámpara del celular alguien podría verlos.
—¡Suéltame! —la voz de Somi se escuchó en uno de los cuartos.
Beomgyu y Soobin se acercaron a ver.
La puerta estaba abierta pero no podían simplemente entrar.
—¡Callate perra! —habló su supuesto esposo.
Beomgyu le tenía odio acumulado.
Los había hecho creer que realmente amaba a su nonna cuando en realidad solo estaba aliado con su familia para hacerlos cometer lo peor.
Si obtenían el portafolio, lo más seguro es que matarían a Félix para cobrar el seguro. Debían actuar con cuidado.
—¡Omma!
Los sollozos de Félix resonaban en la habitación.
—Es hora —dijo Soobin tomándolo desprevenido.
Abrió la puerta de golpe.
Divisó a Félix en una esquina y fue hacia él.
El hombre no sabía ni qué estaba pasando, sin embargo le apuntaba con una pistola a Somi.
Beomgyu llevaba el portafolio en su mano, simplemente miraba ya adentro.
Había otras dos personas en la sala que no conocía. No eran Nakamoto, más bien parecían coreanas.
El hombre apretó más el arma en el cabello de Somi.
—Deja al niño o le disparo.
—Si le dispara Beomgyu no te dará el portafolio.
El mayor miró a Choi con el portafolio.
—Quiero a Somi por el portafolio —dijo Beomgyu.
Soobin tenia a Félix. Los papeles ya no importaban. Ellos si.
—¿Cómo sé que es el real?
Beomgyu lo abrió, dejando ver las escrituras de su difunta abuela.
Cerró el maletín y se acercó con sigilo al señor.
Ambos se acercaron y se cambiaron los papeles.
Somi abrazó a Beomgyu y este la consoló.
—Solo falta una cosa.
Alzó la pistola en dirección a Félix.
—¡No! —gritaron Somi y Beomgyu al unisolo.
Un disparo.
Beomgyu vio aquellos ojos que tanto amaba abrirse de par en par como nunca mientras las sirenas de la policía sonaban, seguro por el disparo.
—¡Soobin! —gritó alarmado y se puso junto a su esposo que sangraba de un costado del estómago.
El hombre y las otras chicas huyeron mientras Choi y Somi se acercaban.
—Soo, amor, mírame, mírame, por favor.
Soobin aún parecía aturdido. Beomgyu se quitó su bata para dormir y la puso en el costado haciendo presión.
—¡Nonna, pide ayuda por favor!
Somi tomó la mano de Félix y lo sacó dirección a la policía, dejando solos a la pareja.
—Soo, amor por favor. Mírame.
Beomgyu lloraba mientras tomaba la cara de Soobin en sus manos.
—Soobinnie, amor, lo encontramos. Encontramos a Félix. Está aquí amor. Está con nosotros. Por favor no me dejes, Kim Soobin te prohíbo dejarme.
La respiración de Soobin se hacia más lenta cuando llegaron loa oficiales.
El sonido de la ambulancia era lejano.
—T-te amo —dijo Soobin cuando su pecho dejó ese vaivén que siempre sentía cada noche antes de dormir con él.
…….
—Joven Choi, ya le dije que su esposo está bien, por favor espere. Aún no puede verlo. Ahora por favor acompáñeme para revisarlo.
—Yo estoy bien, él está mal.
—Joven Choi por favor, está lleno de sangre y apenas trae ropa.
—No es mi sangre…
—Puede contraer una infección si no se limpia...
Alguien llegó tras Beomgyu y lo tomó de los hombros.
—Yo lo llevo —dijo Taehyun.
La enfermera pareció reconocerlo y lo dejó ahí.
—Taehyunnie…
—Ven Beomgyu. Vamos a limpiarte.
Taehyun lo llevó al baño de la mano como si de un bebé se tratara.
Al llegar le quitó la playera que llevaba y con la misma pero con agua caliente comenzó a pasarla por la piel de Beomgyu.
Choi estaba perceptivo y sumiso ante el tacto de Taehyun por la escena que había vivido momentos antes.
—Taehyunnie…
—Soobin está vivo pero delicado. Yeonjun está en casa de Somi cuidando a Jungkook, y Félix duerme como ángel en la sala de espera en los brazos de nonna. Lo hiciste bien amor.
Beomgyu no podía hablar.
No sentía que lo hubiera hecho bien.
Muchas cosas aún no estaba en su lugar.
—Ten, te traje algo de ropa.
Taehyun sacó de una mochila una muda.
Eran unos pantalones y una sudadera deportivas y un suéter de algodón bastante cómodos.
Beomgyu no se movió.
—Bien, parece que tendré que vestirte.
Lo metió a un cubículo y le quitó la ropa con cuidado.
Beomgyu seguía actuando sumiso bajo su tacto y se dejaba hacer.
Una vez vestido, salieron del baño, el cual seguía desierto.
Fueron a la sala de espera y Beomgyu se sentó en las piernas de Taehyun mientras recargaba su cabeza en el pecho de este.
Taehyun le dio en besito en los labios y lo comenzó a apapachar.
Lo abrazó con fuerza meciéndose para tranquilizarlo.
—Taehyunnie, ¿De verdad crees que lo hice bien?
Beomgyu hablaba como si de un niño pequeño se tratara y Taehyun le sonrió.
—No pudo haber sido mejor amor. Fefe podrá conocer a su hermanito y verás que Soobin se pondrá bien.
—¿Y el marido de Somi?
—Lo atraparon.
Beomgyu sintió un alivio en su pecho.
—Taehyunnie, ¿Me puedes dar otro besito?
Taehyun le volvió a sonreír enternecido y lo besó con delicadeza.
—Los que quieras amor.
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