🍭 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝗰𝗲 • ✦⁾

Beomgyu estaba muy nervioso.

La voz tranquilizadora de Heeseung no le ayudaba en nada.

Estaba parado, tras el gran escenario de la pasarela de verano Choi.

Hacía mucho tiempo no iba a una pasarela. Desde que sus padres lo habían dejado en otros hogares, Beomgyu se había dedicado a tomar clases particulares de lo que fuera.

Había tomado clases de baile que dejó a la semana, clases de japonés y francés.

Pero se sentía un inútil porque no había ido a la universidad.

No le quisieron reconocer sus clases particulares, por eso no podía ir a la universidad.

—Es tu turno, Gyu —su hermano Yeonjun estaba llegando de haber modelado un conjunto rosa muy lindo.

A Beomgyu lo habían vestido con unos pantalones negros y un suéter de lana amarillo mostaza. Una boina azul celeste y unos zapatos negros pulcros y caros.

Ropa Kang.

Tomó aire y caminó por la pasarela. Iba serio y miraba hacia el frente. 

Vio en primera fila a su madre y a su padre. Habían ido a verlo. Él mismo había dicho que quería estar en la pasarela y ganar dinero para no sentirse un inútil.

Al otro lado estaba Soobin sonriéndole. Beomgyu contuvo las ganas de sonreírle de vuelta porque era un modelo profesional.

Pasó, dio media vuelta y regresó en dirección hacia donde había llegado.

Cuando al fin estuvo fuera de la mirada de todos, vio a Taehyun. 

Lo estaban preparando para salir.

Beomgyu se acercó a él para darle ánimos, ya que como siempre, nadie más se los daba.

—Tú puedes Taehyunnie. Te ves muy guapo. Te amaran.

Taehyun estaba también nervioso. Kang había pedido estar en la pasarela con su prometido porque debía promocionar su propia ropa.

Además con toda la noticia de cuando Taehyun le había pedido matrimonio era buena publicidad.

Taehyun no se veía nervioso, pero Choi sabía que lo estaba.

—Gracias Beomgyu. Aunque ya sé que conquistaré la pista.

Tae dejó un casto beso en sus labios y caminó hacia la pasarela.

Beomgyu se sonrojó y lo vio caminar hacia la pista. La gente no tardó en aplaudir, incluso Soobin aplaudía. Sólo que Taehyun había recibido menos aplausos que Beomgyu, quien era la estrella del momento.

Se había pintado el cabello de castaño de nuevo. Y volvió a ser la sensación en Corea.

Los jóvenes solían imitar las tendencias que usaban los modelos Choi, ya que de esas agencias salían y entraban los idols más grandes de Corea.

Taehyun estaba de regreso. La pasarela acababa con ellos dos tomados de las manos, vestidos con ropa de pareja.

Se cambiaron de ropa y desfilaron de nuevo. Los aplausos no se hicieron esperar. 

Todos aplaudían menos Soobin, que resaltaba con el ceño fruncido entre gente alegre aplaudiéndoles.

A pesar de que no era como pensaba en un inicio, Taehyun y Soobin debían verse la cara más seguido.

. . . . . . . . . . . . . . . . ꒰ ☁︎ ꒱ ,,  ⌲ 

Cuando salió al fin de la pasarela, se despidió de un rápido beso con Taehyun y se fue a la camioneta de Soobin.

Iniciaba semana con él, además de que había pedido esa semana de vacaciones para pasar más tiempo con Beomgyu.

Subió a la camioneta Kim donde Soobin ya estaba esperándolo con una sonrisa en los labios.

Beomgyu se subió a la camioneta. Normalmente Soobin se transportaba ahí cuando iba por Beomgyu, ya que a Choi le daba pavor la alta velocidad de su auto deportivo.

Beomgyu se abrazó a Soobin y recargó la cabeza en su pecho.

—Gracias por venir. Realmente me sentía muy nervioso.

Soobin tomó el rostro de Beomgyu entre sus manos e impactó sus labios en un cálido beso.

La camioneta avanzó y el chofer se veía incómodo ante los besos tan acalorados que ambos jóvenes tenían en los asientos traseros.

Cuando llegaron a la mansión Kim, Soobin estaba con más energía de la que había tenido en meses.

Todo el fin de semana sin Beomgyu se la había pasado durmiendo ya que no tendría trabajos que entregar el lunes.

Ese día incluso llevó a Choi cargando hasta la habitación que compartían.

Lo acostó en la cama y se fue al baño a ponerse el pijama. Beomgyu también ya estaba vestido y listo para dormir. Pero cuando lo intentaron, ninguno tenía ganas de hacerlo.

Ambos tenían mucha energía aún para dormir.

—¿Quieres salir? —preguntó Soobin.

Sabía que Beomgyu no era muy amante de salir en la noche, así que se sorprendió cuando este aceptó sin rechistar.

—Quiero aprovechar todo el tiempo que tengamos juntos.

Se levantaron de nuevo y aunque a Beomgyu le molestaba vestirse de nuevo, lo hizo lo más rápido que pudo.

Soobin le abrió la puerta de su flamante deportivo rojo y algo inseguro, Beomgyu entró.

Soobin se controló y no fue demasiado rápido. Beomgyu era muy tranquilo y por lo tanto, le gustaba la tranquilidad en todos los aspectos.

Sin embargo había visto a ese Choi Beomgyu tranquilo y relajado esfumarse con ciertas personas.

Heeseung era el primero en esa lista. Beomgyu hacia demasiadas bromas y chistes con su amigo, además de que algunas veces saltaba de la emoción al ver al chico.

Por más que odiara admitirlo Taehyun era otra de esas personas. 

No tenía una idea clara sobre a donde ir, hasta que Beomgyu señaló un extraño callejón.

—¿Quieres que te secuestren o por qué quieres ir a ese callejón?

—¿Acaso no ves las luces al final? Parece un club divertido.

Soobin se maldijo por olvidar sus lentes de contacto. Su astigmatismo le estaba jugando una mala pasada.

—No voy a dejar el auto aquí.

Beomgyu le señaló al frente en un estacionamiento veinticuatro horas.

—Yo mismo te haré una cita con el oftalmólogo —le dijo Beomgyu y Soobin condujo hasta el lugar sin estar muy seguro de que era un oftalmólogo.

Caminaron por el callejón hasta ver un gran letrero neón.

DRUNK-DAZED BAR.

No había nadie en la puerta, pero el lugar tenía demasiada gente dentro. Sin embargo era tan grande que a Beomgyu le recordó la enorme mansión Kang.

Con el mismo piso de mármol negro y columnas enormes en las esquinas.

El techo era de cristal y había enormes candelabros sobre sus cabezas.

El lugar era iluminado simplemente por luces de colores que pasaban fugazmente por la estancia.

—Hyung, ¿Cómo es posible que de todos los bares de Corea hayas fijado tu atención al único clandestino? 

Beomgyu estaba fascinado con el lugar. 

Aunque le llegaba un olor extraño. 

—I smell sex and candy...

La letra de una canción de Maroon five le llegó a la cabeza ya que expresaba perfectamente el olor del lugar.

Sexo y dulce.

Algo tan contrastante.

Soobin le tomó la mano y fueron hacía la zona del bar man. Un chico de ojos grandes y labios en forma de corazón les miró sin expresión alguna.

—¿Qué les puedo servir? —para ser alguien de tan baja estatura, su voz era demasiado grave y Beomgyu se estremeció.

—U-una conga —pidió ya que era la única bebida alcohólica que conocía.

El chico asintió y miró a Soobin.

—¿Y tú?

—Sólo una cerveza. 

El chico asintió y le preparó su conga a Beomgyu y luego le dio una cerveza a Soobin.

Ambos chicos intercambiaron miradas y a lo lejos Beomgyu vio cómo cuatro chicos se acercaban a ellos.

Reconoció la sonrisa de Sunoo, el muchacho que básicamente le había dicho mierda a Taehyun.

También distinguió a la estrella de fútbol en la universidad de sus prometidos: Shim Jake.

Igualmente los otros dos chicos que había visto detrás de él apoyando a Jake.

—¡Choi Beomgyu! —gritó Sunoo con voz aguda—. Kim Soobin. Jamás me esperaría encontrarlos aquí.

El grupo de chicos se les unió y Soobin sonrió. Sin embargo Beomgyu no pudo evitar estar incómodo ante los amigos. Se sentía algo desplazado socializando.

Para Soobin era fácil. Tenía un gran sentido del humor. Además, sí había asistido a la escuela. Tenía amigos por montón.

Y Beomgyu le tenía envidia por eso.

Soobin no soltó su cintura en ningún momento. Había veces en las que se le inclinaba para besar su cuello mientras le susurraba cosas lindas que lo hacían sonrojar.

Sunoo les lanzaba sonrisas gatunas y les guiñaba el ojo.

Soobin llamó a Heeseung para que se les uniera sin importar las protestas de Beomgyu.

—El mañana tiene que ir a la universidad. No lo seduzcas para que falle a sus responsabilidades. 

—Le daré un justificante médico para que falte los días que quiera.

Beomgyu frunció el ceño.

—¿Además de magnate también eres mafioso ahora? Soobin, falsificar justificantes médicos es un delito.

—Hyung. Tranquilo. Es la única hora en la que Yuna lo deja salir solo. Además Heeseung también necesita un descanso ¿No crees?

Beomgyu acabo estando de acuerdo y le pidió otra conga a Sunghoon. O al menos así lo había llamado Sunoo, aunque el barman lo regaño diciendo que no eran amigos cuando trabajaba.

Para cuando Heeseung llegó, Beomgyu ya estaba algo pasado de copas pero no al punto de estar borracho. No como Soobin que empezó a bailar en medio de la pista con Sunoo.

Heeseung saludó a Beomgyu y comenzó a tomar desesperadamente. Escudándose con el hecho de tener muy poco tiempo para él y estar estresado.

Cuando menos se lo esperaban. Yang Jungwon estaba bailando muy pegado a un chico en la pista.

Beomgyu tomó a Soobin y lo llevó a unos asientos alejados de el chico. No quería que a Jungwon se le fuera la mano (el culo) y tratara de seducir al vulnerable Soobin.

—Hyung, ¡Quiero bailar!

Beomgyu no era para nada aguafiestas. Pero tampoco le gustaba arriesgarse, y menos si se trataba de Yang Jungwon.

El alcohol que estaba en su sistema lo incitó a que se sentara en el regazo de Soobin para iniciar un beso intenso y caliente. 

Soobin rodeó su pequeña cintura con sus grandes manos.

Era la única forma de retenerlo.

Y también lo único que quería hacer en ese momento.

. . . . . . . . . . . . . . . . ꒰ ☁︎ ꒱ ,,  ⌲ 

—Soobin, amor. Ven, ya llegamos al baño. Por favor no me vomites encima.

Beomgyu llevaba a Soobin a duras penas hacia el excusado.

A pesar de la situación desagradable en la que se encontraban, a Beomgyu le causaba una pizca de emoción hacer algo de jóvenes. 

¡Había salido de fiesta! Además de que esta vez sí lo recordaba. 

Acarició la espalda de Soobin mientras este vomitaba.

Le dio cierto asco pero estaba sólo. 

Todos sus "amigos" estaban extraviados y Beomgyu se estaba haciendo cargo de Kim.

Sentó a Soobin en su gran sillón junto a los lavabos y se fue a mojar la cara.

Se vio un momento al espejo. Con las mejillas sonrojadas por el calor de los besos con Soobin combinados con el cansancio de llevarlo hasta el baño.

Sus labios estaban hinchados y no pudo evitar hacer un puchero.

Dejó de verse al espejo cuando escuchó unos jadeos en uno de los cubículos al fondo.

Se sintió avergonzado y ya dispuesto a salir de ahí con Soobin, escuchó lo que nunca quiso escuchar.

—Heeseung —jadeo la voz ligeramente afeminada de Yang Jungwon.

¿Pero qué mierda? 

¿Qué jodida mierda? 

No. Seguro era otro Heeseung. 

Su mejor amigo. Su heterosexual mejor amigo con novia que odiaba a Yang Jungwon no podía estar besándose...

CON YANG JUNGWON.

La curiosidad venció y se metió al cubículo de al lado. Se subió al retrete y vio la peor escena de su vida.

Si era Heeseung.

Su Heeseung.

Se estaba besando (comiendo) a Jungwon en un cubículo de un bar clandestino.

Por un momento pensó que estaba alucinando por el alcohol hasta que vio la mirada de Yang Jungwon sobre él.

Jungwon se separó de Heeseung y Beomgyu salió del cubículo al mismo tiempo que la pareja de amantes salía del otro cubículo.

—Hyung, no es lo que crees.

Heeseung no se escuchaba extraño.

¡NO ESTABA BORRACHO JODER!

Beomgyu sintió decepción por su mejor amigo.

¿Cómo pudo engañar a su novia?

—¿Entonces qué es? —preguntó molesto. Y más cuando Yang y Lee intercambiaron miradas cómplices.

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"La soberbia sobre el autocontrol hace caer hasta el más fuerte. La seguridad, por más certera que sea puede ser minada por la tentación más oscura. Ni siquiera el amor más puro puede permanecer incorrupto, pues siempre habrá quien esté dispuesto a corromperlo por medio de la tentación. Y hacerlo pecar..."

Beomgyu apagó la radió del deportivo de Soobin. Quien se encontraba en los asientos de atrás dormido.

Heeseung estaba a su lado.

Y justamente cuando había prendido la radio para no sentir tan incómodo el silencio en el que estaban, comenzaba a pasar un especial de los pecados capitales.

Vaya mierda.

Heeseung estaba con la la mirada hacia abajo y sonrojado por sus acciones. Sin embargo cuando comenzaron a avanzar hacia la mansión Kim se dignó a mirar a su mejor amigo.

—Di algo, Hyung.

Beomgyu se quedó callado.

—Hyung, en serio lo siento. Te juro que.. Bueno está bien. No te voy a mentir. Estaba bailando en la pista muy animado y con unas cuantas copas de más. Pero no estaba borracho.

Se quedó en silenció un momento esperando una respuesta de Beomgyu, el cual tenía la vista al frente mientras manejaba.

—¿Y cómo llegamos al momento donde te estaba básicamente comiendo a Yang Jungwon?

Heeseung se sonrojó.

—Hyung —habló con una seriedad que Beomgyu nunca pensó de su amigo—. Yo creo… que no soy del todo heterosexual.

Choi frunció el ceño.

—¿A qué te refieres?

Heeseung se sonrojo. Algo que muy pocas veces pasaba.

—Es sólo que… sabes que creo que Yang Jungwon es un imbécil... Pero al mismo tiempo es… tan lindo.

Beomgyu tragó saliva. No sabía cómo lidiar con la aparente curiosidad de la sexualidad de su amigo.

—Cuando yo era niño, siempre jugaba con mi hermana a las muñecas. Mi padre se la pasaba tomando y aunque nunca nos pegó o fue agresivo, todo cambió cuando se enteró de que jugaba a las barbies con mi hermana.

Heeseung hablaba con melancolía en la voz y Beomgyu dejo de sentir enojo hacia el chico.

—Un día incluso me encontró vistiéndome con los vestidos de mi hermana. Lo gracioso es que no me gusta transvestirme, sólo estaba jugando con mi hermana, sólo quería hacerla reír. Pero ese día mi padre enloqueció. Me dio la paliza de mi vida y me dijo que eso era de maricones y su hijo no podía ser uno. Después de eso cayó en una depresión. Dejó su trabajo, y mi madre tuvo que salir a buscar empleo. Yo acabé trabajando en una reaccionaria para ayudarla. Y entonces mi padre pensó que ahora sí era un hombre. El reencontró su empleo, a costa de que yo dejara de ser quien era para hacerme un hombre. Así que he pasado el resto de mi vida desde los trece pensado que mi familia estaría feliz si soy un hombre. Con el tiempo me di cuenta que ser gay no te hace menos hombre y que la homofobia es una mierda. Pero también me di cuenta que entre más indicios de ser gay yo tenía, mi familia recaía poco a poco.

Lee soltó un largo suspiro y tomó fuerzas para seguir hablando.

—Cuando conocí a Yuna pensé que era la chica más hermosa que había conocido. Con esos dientes de castor y esos ojos de niña pequeña. Yo...realmente la amo, hyung. Cuando hice oficial mi relación mis padres parecían más felices que nunca. La verdad la amo...pero incluso cuando tratamos de tener relaciones ella...simplemente no me...ya sabes. Simplemente no puedo.

Beomgyu se sentía mareado con tantos golpes al mismo tiempo.

No podía creer que realmente estuviera escuchando eso de Heeseung.

Como le habría gustado que fuera un sueño.

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