🍭 ፧ 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 • ✦⁾

Cada año era lo mismo para Beomgyu.

Cada verano le tocaba pasar unas vacaciones con sus prometidos. 

Beomgyu ya tenía diecinueve años, y le dolía el hecho de que nunca había podido ser más alto que ninguno de sus prometidos.

Ese verano lo pasaría con Soobin, el cual a pesar de tener dieciséis años era más alto que él. 

Ese mismo verano Beomgyu lo había planeado con Yeonjun: Le daría su virginidad a Kim Soobin.

Estaba muy nervioso, pero debía hacerlo si no quería que Taehyun lo hiciera primero y con menos cuidado.

Ya habían estado cerca un par de veces, donde Taehyun y él se daban demasiadas caricias al momento de besarse y terminaban con muy poca ropa.

Al final Beomgyu se apartaba porque aún no estaba listo y Taehyun simplemente se enojaba y se iba.

Beomgyu suponía que a su propio cuarto.

Para evitar eso, decidió al fin darle lo único que no les había entregado a esos dos mocosos, y decidió que el indicando sería Soobin.

Sabía que a Kang no le haría gracia saberlo, pero no era asunto suyo.

—¿Estás emocionado hyung? —le preguntó Soobin en su avión privado— dicen que Hawai es uno de los lugares más hermosos del mundo, espero que lo disfrutes, le dije a papá que quería que este verano fuera especial para los dos.

Soobin le robó un beso rápido en los labios y Beomgyu sonrió.

—Gracias Soobinnie, yo también quiero que sea especial. Y-yo, te quiero dar un regalo.

—¿Un regalo? 

—Si, no me mires así que me da vergüenza. 

Apartó la vista sonriendo travieso a la ventana a lo que una mano se acercó a su abdomen para hacerle cosquillas.

—Vamos hyung, Soo quiere saber.

Beomgyu comenzó a reírse demasiado.

—¡Basta! Es una sorpresa, ten paciencia mocoso.

Beomgyu siguió carcajeándose hasta que Soo paró.

—Está bien hyung, solo espero que sea un buen regalo.

Beomgyu se sonrojo.

—S-si, espero que te guste.

Beomgyu tragó saliva.

Quizá Soobin aún era muy inocente, y tampoco quería asustarlo.

Sus inseguridades salieron a flote cuando se dio cuenta de lo que hacía, sabiendo que Yeonjun no estaba ahí para ayudarlo a calmarse.

"¿Y si se lo dice a sus padres? Entonces el contrato acabaría y los Kang también acabarían el contrato porque elegí primero a Soobin y entonces me quedaría sólo como Yang Jungwon y nadie me querría y... Y Yang Jungwon es una zorra, que cree que no sé cómo mira a mi Taehyun... ¿Mi Taehyun? ¿Desde cuando le digo así...? Ah claro, desde que estoy enamorado de ese imbécil."

Su mente divagaba en pensamientos sin sentido y poco prácticos.

Él mismo no se daba cuenta de todas las estupideces que se imaginaba hasta que la cálida voz de Soobin lo apartaba de esa oscuridad.

—Hyung, ¿Estás bien? —se escuchó algo preocupado a su dongsaeng— ¿Te mareaste? Podemos detener el avión si quieres.

Beomgyu rió.

—Soobin, es un avión, no podemos detenerlo así como si nada —dijo la Nonna de Soobin— Beommie, cariño, ¿Estás bien?

Beomgyu asintió.

—Es sólo que me impacta el hecho de que Soo crezca tanto, pronto me dejara atrás —recargó su cabeza en el hombro del menor mientras sonreía— apenas cumplirá dieciséis en diciembre y yo me siento demasiado viejo y enano.

Todos rieron.

—Hyung, no te sientas así, seguro aún te queda crecer unos centímetros más.

Soobin acarició su cabeza y Beomgyu se relajó, y comenzó a restregarse en Soobin como un gatito.

El pelinegro sabía los puntos débiles de Beomgyu y eso era lo que le encantaba al castaño y de lo que Taehyun carecía.

Para Taehyun, el complacerse mutuamente no existía, se dedicaba todo el rato a pensar en cómo hacer que Beomgyu le diera más placer.

Con Soobin era distinto.

Pasaban gran parte de sus días encerrados en su cuarto, besándose con delicadeza y dándose suaves caricias, conociendo cada rincón de su cuerpo con simples roces. 

—Hyung, te ves demasiado vulnerable en ese estado.

Beomgyu se apartó, siendo consciente de que sus acciones estaban fuera de lugar.

—¡Tonto! Sabes como me pongo cuando haces eso. ¡No lo hagas enfrente de tu nonna!

La mayor les sonrió mientras se levantaba.

—Bien, será mejor que lo hagas sin que esté frente a ustedes, iré a la cabina a ver...no sé a perder mi tiempo.

Les guiñó el ojo y desapareció en la cabina como había anunciado.

Soobin lo miró con una sonrisa.

—¡No me mires así! —dijo Beomgyu ocultando su sonrojo con una sonrisa coqueta. 

—Vamos hyung, siéntate aquí —Soobin palpó su regazo, y como si fuera un acto reflejo, Beomgyu se sentó sobre este, abrazándose al cuello contrario.

—Estoy tan feliz de pasar las vacaciones contigo —dijo Beomgyu dejando pequeños besos por toda la cara del menor.

Soobin sonrió y tomó las mejillas de Beomgyu para que este lo mirara a los ojos.

—Soy el hombre más afortunado por tenerte a mi lado Choi Beomgyu.

Se besaron con ganas.

Beomgyu se sentía culpable, porque Soobin no era el único que lo tenía a su lado, pero eso lo sabía y lo había aceptado.

. . . . . . . . . . . . . . . . ꒰ ☁︎ ꒱ ,,  ⌲ 

Cuándo llegaron a su destino, Beomgyu estaba que se moría, mientras estaba sentado en las piernas de Soobin el avión tuvo turbulencia y estampó el trasero en el terciopelo del avión.

Soobin lo había ayudado a sentarse de nuevo y a ponerse el cinturón, pero Beomgyu no podía contener su miedo cuando todo el avión se empezó a mover con descontrol.

Al llegar Beomgyu fue directo a dormir en su habitación de hotel, arruinando su primera noche en Hawai.

Al día siguiente estaba mejor, y al ver a Soobin a su lado no pudo evitar llenarlo de besitos.

Soobin se levantó sonriendo y acarició la mejilla contraria.

—Buenos días hyung, ¿Cómo estás hoy? 

—Mejor que ayer. Te juro que quería vomitar. 

Soobin lo besó con ganas y después fueron a desayunar.

La mañana pasó con tranquilidad, y a medio día fueron a pasear por el lugar.

Un paisaje los aguardaba en un recorrido guiado por un hombre de la zona y un traductor.

—Soobinnie, ya me canse de caminar —se quejó Choi sintiéndose tremendamente agotado.

No estaba acostumbrado a hacer tanto esfuerzo físico.

—Ven hyung, súbete en mi espalda.

Sin rechistar Beomgyu lo hizo, abrazado a la espalda de Soobin hasta que llegaron de nuevo al hotel.

Beomgyu no había pasado desapercibido los roces de Soobin hacia él, cuando el pelinegro apretujaba sus muslos o cuando acariciaba la parte de atrás de la rodilla de Beomgyu, lo hacían entrar en éxtasis.

Se perdía ante los "inocentes" toques de Soobin y disfrutaba todo.

Al llegar al hotel Beomgyu no perdió el tiempo y se lanzó hambriento a los labios de Kim.

Moviendo sus bocas a un compás seguido.

—Hyung, ¿Acaso no estabas cansado? —Soobin preguntó travieso, cargando a Beomgyu hasta la cama y sentándose con el mayor en su regazo.

—Tenerte así me quitó el cansancio.

La camisa de flores de Soobin estaba desabotonada y Beomgyu pudo pasar su blanca mano por todo el marcado abdomen de su dongsaeng con un deseo que Soobin no pensó ver en el inocente rostro de su hyung.

—Soobinnie...qu-uiero... Ser tuyo. De todas las formas posibles. Quiero que seas el primero en tocarme y...el primero con el que me hago uno. Quiero que seas tu.

Los ojos de Soobin se iluminaron con entusiasmo y fantasía, y a Beomgyu le llegó un poco al corazón ya que sentía que sólo estaba jugando con el chico.

Realmente amaba a Soobin pero...no estaban a punto de tener sexo porque Beomgyu quería que fuera el primero, si no más bien porque le convenía así.

Se sentía falso y manipulador como sus padres.

¿Cómo se atrevía a hablarle así a Soobin cuando en otras ocasiones se moría por sentir las grandes manos de Taehyun tomarlo y someterlo sin cuidado?

Incluso en esos momentos que Soobin lo desnudaba con delicadeza, la parte más fuerte de su ser extrañaba la rudeza con la que Taehyun reclamaba su piel.

—Otra vez ese imbécil te dejó hematomas hyung —hablo Soobin con clara molestia— no deberías dejar que te trate así.

Beomgyu se sonrojó.

—Ya sabes como es.

Es lo único que dijo acerca de Taehyun.

Soobin parecía enfadado, no le parecía que otro hombre le hiciera eso a Beomgyu pero no tenía opción de nada más.

Acercándose a su hyung y sin que este lo notara, tomó una botella pequeña de lubricante que sus padres le obligaban a cargar con la recomendación de que no lo usara hasta que realmente estuviera listo.

Besó con delicadeza todas las marcas que Taehyun había dejado en la blanca piel de SU hyung y distrayendo a Beomgyu con besos, fue adentrando sus dedos lubricados en él.

Lento pero seguro, Soobin parecía fuera de sí. Siendo arrastrado por su deseo más que por su sentido común.

Ambos completamente desnudos en la cama, era algo que sin duda su prometido no había planeado. Se sentía mal ya que seguramente Soobin quería dejar el sexo para el matrimonio. 

Entregarse a Soobin no fue tan fácil. Su virginidad era lo único que no le habían podido arrebatar esos dos mocosos. 

Y a pesar de que sabía que todo sólo era un movimiento más en el juego de sus padres, que él sólo era una pieza más para seguir haciéndose ricos sin importarles la propia felicidad de su hijo. Beomgyu no podía estar más agradecido.

Le habían dado la oportunidad de tener a dos personas totalmente diferentes, pero que sin duda amaba sin control.

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