La vida de Beomgyu dejó de ser perfecta comenzando con aquella llamada de madrugada.

Choi realmente tenía el sueño pesado, pero no fue hasta que Soobin lo despertó a besos cuando alzó el auricular.

—Bueno…

—¿Choi Beomgyu?

—Él habla.

—Buenos días, lamentamos llamar a esta hora pero estamos en la estación de policía noroeste y se necesita su presencia.

Beomgyu se levantó algo asustado.

—¿Para qué?

Soobin al notar el nerviosismo de su esposo se puso junto a él esperando que acabara la llamada para preguntar lo que pasaba.

—¿Usted conoce a Hwang Yeji?

—¿Hizo algo malo?

—Pues, lo suficientemente malo para que la asesinaran.

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Beomgyu aún estaba sin habla.

Había tirado el celular y comenzó a llorar.

Soobin preocupado le preguntó que sucedía y Beomgyu simplemente se levanto para vestirse.

Fue hasta que su esposo tomó su rostro obligándolo a verlo a los ojos.

—La asesinaron. Mataron a Yeji.

Soobin se quedó igual sorprendido. Pero tomó la compostura rápidamente y ayudó a un aturdido Beomgyu a vestirse.

Salieron en la camioneta.

Para cuando llegaron a la estación ya había amanecido. Un oficial los recibió y pasaron al interrogatorio.

—Sabemos que el departamento que Hwang Yeji ocupaba estaba a su nombre... — el oficial comenzó pero fue interrumpido por Soobin.

—¡Mi esposo es inocente! 

El oficial no pareció inmutarse. Simplemente le dedicó una seria mirada a Soobin.

—Su esposo, e incluso usted son los principales sospechosos dado a que son su única relación en Corea. Sin embargo aún no hay pruebas ni motivos así que es su oportunidad de demostrar su inocencia y darnos su versión de la historia.

Soobin volteó a ver a su esposo. 

Beomgyu miraba al piso. Sin expresión alguna. Parecía...roto.

—La conocí en Japón. Era una amiga de la infancia de mi esposo, la hija de su profesora de piano. Cuando despidieron a la madre de Yeji, viajaron a Japón en busca de oportunidades. Cuando yo la conocí estaba en una casa de citas en Japón. Beomgyu pensó que era un restaurante pero...bueno realmente parecía restaurante. Ella nos llevó a su departamento y Beomgyu se ofreció a pagar su departamento... Él se sentía culpable ya que le había comenzado a gustar Yeji de niño y por eso despidieron a su madre. Yeji claramente aceptó y...es lo que sé. Desde nuestra boda no la he vuelto a ver.

El oficial anotó algunas cosas en una pequeña libreta que tenía y miró a Kim de nuevo.

—Bien, ahora quiero que su esposo me diga que pasó.

—¡¿Acaso no lo ve?! ¡Él no puede responder!

—Si no se calma lo sacaré de mi oficina, joven Kim.

Soobin frunció el ceño.

Odiaba que lo hicieran callar pero no se podía arriesgar a dejar sólo a Beomgyu.

—Yo sé quién fue —dijo Beomgyu de repente.

El oficial lo miró con una ligera pizca de curiosidad que desapareció casi de inmediato.

—Antes de venir a Corea, Yeji me dijo que debía arreglar las cosas con su...con su jefe. Dijo que no estaba feliz con ella pero que no importaba y vendría...fue...fue mi culpa.

Las lágrimas no tardaron en salir.

Yeji.

Lo había arruinado y esta vez no podía intentar remediarlo.

Los brazos de Soobin lo consolaron. Abrazándolo con fuerza mientras Choi no podía parar las lágrimas.

Por su culpa Yeji no podría salir adelante, no podría graduarse, no podría... Nada...

Si tan sólo Hwang Yeji no lo hubiese conocido...

Le había arruinado la vida a ella y a su madre.

—Lo necesitamos en la morgue para reconocer el cuerpo joven Choi…

—No— la voz de Soobin interrumpió a la del policía— yo también la conozco. Yo reconoceré el cuerpo.

Beomgyu estuvo a punto de protestar.

Él había sido el culpable. Una pequeña parte del castigo que debía recibir era reconocer a Yeji.

Sin embargo la mirada seria de Soobin le indicó que no le iba a hacer caso.

El chico no iba a dejar que Beomgyu pasara por eso y mientras Choi esperaba fuera, el moreno entró a la morgue.

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—¿Hyung? 

La voz de Taehyun logró transmitir en Beomgyu un sentimiento de calma.

Hacía una hora que Soobin lo había dejado en la casa de Kang y hacía dos horas acababa de regresar del funeral de Hwang Yeji.

La muerte de Yeji lo había dejado en una terrible depresión. 

Soobin había sido una gran ayuda esos días pero Kang le había hecho muchísima falta.

—Taehyunie— Choi saltó a los brazos de su prometido y escondió la cara en su pecho.

Las lágrimas no tardaron en salir y los brazos de Kang tampoco tardaron en apretujarlo con fuerza.

—Me dijeron lo que pasó. Tranquilo hyung. Ella estará mejor.

Choi negó con la cabeza.

—Ella tenía tanto por vivir.

Taehyun beso su frente y lo tomó de las mejillas mientras lo miraba.

—Hyung. No te pongas tanta carga encima. Ella se había metido en cosas malas. No fue tu culpa...

Beomgyu asintió a pesar de que no creía en las palabras de Taehyun.

Todo había sido tan triste.

Los únicos presentes en el funeral habían sido Soobin, él y una chica que Yeji había conocido en la escuela.

Si no mal recordaba su nombre era JiSoo y se veía igual o más afectada que él.

Al parecer esa chica había sido lo único que Yeji tenía antes de morir.

Sin embargo por muy sólo que alguien se encuentre. La muerte de alguien siempre va a dejar muchos corazones rotos.

Taehyun se pasó toda la tarde consolándolo.

Se acostaron juntos en la cama y Kang no se apartó de él para nada. Incluso lo obligó a comer.

—Hyung, abre la boca— Kang estaba sentado frente a Beomgyu en la cama con un plato de caldo de pollo en una bandeja.

Choi negó con la cabeza y Kang se acercó a besar sus labios.

Beomgyu tardo en corresponder, pero cuando lo hizo, la mano de Taehyun apretó su mandíbula y le abrió la boca para hacerlo tragar.

Cuando quiso escupir, Taehyun le tapó la nariz y la boca y al final no tuvo otra alternativa más que pasar la comida.

—¡Taehyun, no hagas eso!

—Si te niegas a comer entonces lo haré. Nunca dejaría que el amor de mi vida muriera de hambre.

El corazón de Beomgyu se agitó.

En esos momentos de tragedia, Taehyun y Soobin eran lo que él más necesitaba para llenar su corazón de nuevo.

A la hora de dormir, Beomgyu soñó que volaba.

De esos sueños raros y sin sentido que uno tiene. 

No tenía alas, no era un ángel. Simplemente volaba.

Repentinamente comenzó a caer.

Dejó de sentirse ligero y cayó en el vacío, despertando antes de poder impactar contra el suelo.

Despertó agitado pero vio a Taehyun a su lado.

Recordó la explicación de Yeonjun para los sueños como esos.

Yeonjun había sido criado por su abuela y esta decía que cuando mueres los ángeles toman tu alma y la guían hacia el cielo, pero que algunas veces los ángeles eran torpes y te soltaban, dejándote caer y haciéndote despertar.

¿Por qué los ángeles no habían hecho eso con Yeji?