Severus Snape y Los Merodeadores (1ª Parte)
El lugar donde Los Merodeadores habían decidido reunirse esa noche era un pub del pequeño pueblo de Hogsmeade. El bar estaba repleto de gente, la mayoría magos con ganas de olvidarse de la mala época que estaban viviendo en eses momentos.
Después de terminar sus estudios en Hogwarts, Los Merodeadores querían celebrarlo por lo más alto.
- ¡No más TIMOS, ni EXTASIS o sapos o el maldito coro estúpido! ¡Somos libres! ¡Tenemos toda nuestra vida por delante! – dijo James
- El profesor Slughorn hizo una solución de encogimiento e hizo a Amelia tres pies más baja. – se reía Colagusano
Los cuatro decidieron sentarse en una de las pocas mesas que quedaban libres en aquel bar.
- Irás a la fiesta de esta noche entonces, Remus? – le pregunto James a su amigo que se encontraba sentando enfrente suya.
- Creo que, bueno...
- Deberías ir – le dijo Sirius
- Con Mary, ¿no?
- Cómo te enteraste de eso? – pregunto Remus riéndose
- No has visto las cartas? – le pregunto Sirius – Todos las hemos visto. Supusimos que tu también.
- No son cartas! – protesto Remus
- Ellas se deslizan bajo nuestra puerta – le dijo James
- No son cartas de amor – les repitio Remus
- Son vociferadores – continuo Peter
Todos rieron por su comentario
- Tu irás con Mary y tú irás con Regulus – dijo refiriéndose primero a Remus y luego a Sirius.
- No, Regulus tiene otra cita con Slughorn, estoy seguro.
- Y, Peter, a quien llevarás? – le pregunto James.
- Creo que por esta vez iré sin compañía.
- Oh wow – exclamo Sirius.
- Vas a llevar tu camiseta. Si te cambiaras de camiseta... - dijo James refiriéndose a la camiseta de rayas amarillas y rojas que Peter siempre llevaba.
Peter quiso defenderse
- Me gusta – aclaró Peter
- Estoy tratando de ser honesto: Es espantosa - le confeso James
- Me queda genial! – exclamo Peter
- Ponte un chaleco encima. Los chalecos están de moda – le dijo James
- He oído que las chicas son abrigadoras también, solo para que lo sepas – comento Sirius
- Sí, más abrigadoras que los chalecos. Casi – dijo James
Sirius y Peter rieron por el comentario de James. Sin embargo, James solo observo a su amigo Remus, el cual se encontraba con semblante pensativo en aquel momento.
- Estás bien, colega? – le pregunto James a Remus
Remus observo a su amigo con el semblante serio y intento cambiar de actitud
- Sí – contesto
- No te ves tan bien – dijo Sirius
- Mi momento favorito del mes está por llegar – dijo con tono burlón
- Vamos, aún faltan tres días más – comento Peter – Ya tenemos una rutina preparada
- Sí, no te preocupes por eso ahora - dijo James intentando que Remus se animara – Estamos aquí para celebrar!
- Celebrar! – repitió Sirius
- No más Hogwarts! – dijo James mientras levantaba su vaso de cerveza de mantequilla para brindar con sus amigos.
Sirius y Peter imitaron el gesto de James. Remus, no parecía muy convencido y sus amigos intentaron que imitara su gesto.
- Eso es, ¡salud! – dijo Peter mientras los tres hacían que Remus brindara con ellos.
Los cuatro Merodeadores bebieron y Sirius fue el primero en romper el silencio.
- Por fin podemos deshacernos de esas capas gastadas y llevar algo un poco más respetable para la Orden.
James rio por el comentario de su amigo.
- Solo un poco tedioso, nada más – comento Remus
- Sí, nosotros te cubrimos, amigo – lo animo James
Remus sonrió por el comentario de Cornamenta.
- Donde está Lily? – pregunto Sirius cambiando de tema – No es común que llegue tarde.
- Ya llegará – dijo James sin darle importancia al asunto – Es su pub favorito
- Por fin entrando en confianza contigo, ¿eh? – le pregunto Sirius
- Consideras sentar la cabeza con un mini Potter? – pregunto Peter
- No lo digas! – exclamo Sirius con tono ofendido
- No, no es probable – intento aclarar James – pero ella, mmm... - James guardo silencio durante unos segundos mostrándose pensativo y continuo – No sé, ella me hizo ver las cosas diferentes. Como que quizás hay más en la vida que el Quidditch y crear mapas, supongo.
- No, no hay! – exclamo Sirius – Lo mejor que hemos hecho ha sido crear ese mapa. Creo que nos hará leyendas
- Y ese mapa no sería nada sin mí – dijo Peter
- Sí, sino no dejará de decirlo – le dijo Remus – Imagino que las cosas cambiarán.
- Sí, claro, todos van a tomar sus rumbos y tendrán trabajos pero nos mantendremos unidos – comento James
- No hablo de eso. Me refiero a lo que se viene. – aclaro Remus. Guardo unos segundo de silencio mientras miraba a sus amigos y continúo – Algunos puede que luchen con nosotros. Algunos pueden terminar muertos. Algunos pueden pelear contra nosotros.
James iba a interrumpir a su amigo pero este siguió hablando
- Gente con la que fuimos a la escuela, enfrentándonos en un campo de batalla.
- Lo único que sé es que no iremos a ningún lado – dijo Sirius mientras levantaba su vaso y empezaba a hacer círculos con él.- Y ningún mortifago tendrá una pelea con nosotros mientras estemos unidos.
- Pero y qué pasa si es un amigo enfrentándonos? – pregunto Remus – Alguien bajo la maldición Imperius. O peor, alguien que quiere estar ahí. Alguien como...
- Snape – lo interrumpió Sirius
- Exactamente – dijo Remus
- No, quise decir que está ahí. – dijo Sirius señalando la puerta de entrada del pub.
Los tres Merodeadores miraron hacia el lugar que señalaba su amigo y, en efecto, Severus Snape entraba en el pub en aquel momento. Seguía teniendo ese pelo negro, grasoso y largo que lo caracterizaba, al igual que su ropa completamente negra. Snape miraba hacia todos lados como buscando algo o alguien.
- Qué crees que esté haciendo aquí? – le pregunto Sirius a James, el cual lo miraba muy fijamente.
- Creo que lo sé – contesto – Quieren meterse con él?
- ¿¡Qué?! – exclamo Remus
- No... - dijo Peter
- Es en serio? – pregunto Sirius riéndose
- No, tú eres Sirius – le dijo James riéndose – Vamos, no lo volveremos a ver de todos modos
- Estás loco?! ¿Aquí en el pub? – pregunto Remus exaltado
- No! Lo llevaremos a otro lado – aclaro James
- Vamos, James... - dijo Peter con expresión asustada
- Sí, estoy absolutamente de acuerdo con las peleas en la escuela pero no creo que tengan celdas compartidas en Azkaban – expresó Sirius
- Miren, ustedes mismos me dijeron: todos tomaremos nuestro rumbo, qué rumbo creen que tomará él? – preguntó James
- A ese bastardo le gusta ser compinche de mi prima – murmuró Sirius
- Sí, así que encarguémonos de él ahora – insistió James
- ¡No vamos a matarlo! – reprocho Remus – Y pegarle solo lo hará enojar peor. Mira, después de lo que hiciste...
- Oh, ¡¿lo que yo hice?! Oh, cuando lo salvé de ti después de que fue a colarse a escondidas...
- ¿No podemos simplemente disfrutar de nuestros tragos? - interrumpió Peter intentando calmar el ambiente que se estaba formando.
- No es por lo de Snape y Lily, no? – pregunto Remus
- No! Por supuesto que no. – dijo James
- Si es por eso que quieres iniciar un problema... - dijo Remus antes de ser interrumpido por un James bastante mosqueado
- Mira, tenemos que asegurarnos de que nos tema cuando el momento llegue - exclamo James
James esperaba una respuesta por parte de su amigo pero, como está no llegaba, continuo
- Voy a hacerlo – anunció James – Me entiendes? – le pregunto a su amigo pero este solo bajo la mirada. – Y qué hay del resto de ustedes?
- Tú sabes que estoy contigo, amigo – dijo Sirius finalmente
James asintió y miro hacia Peter
- Peter?
- Él ha sabido más maldiciones que ninguno de nosotros desde su primer año – comento Peter
- Estaremos bien mientras nos mantengamos juntos – insistió Sirius
- Bien – dijo Peter – Mientras todos estemos juntos.
Los tres Merodeadores miraron a Remus esperando una respuesta de su parte.
- Remus? – pregunto James
- En un verdadero riesgo, James
- Sí. Solíamos tomar riesgos reales.
- No le haremos daño. Solo lo asustaremos – aclaró Remus
- Por supuesto que lo haremos – dijo James golpeando la mesa entusiasmado – Vamos, vamos – dijo levantándose de la mesa
Sirius, Peter y Remus se levantaron y siguieron a James el cual caminaba en dirección a Snape, que en eses momentos se encontraba tomando una bebida en una de las mesas. Snape vio como Los Merodeadores se acercaban y su rostro se mostró más tenso de lo habitual.
- Bien, Quejicus, qué haces aquí? – le pregunto James cuando llego a su lado.
- Nada – contesto fríamente
- No se ve como nada ¿estas tratando de pedir un trago? – James miro hacia la camarera y le dijo – Hey, ha visto su identificación?
- Que quieres? – lo interrumpió Snape
- No eres bienvenido aquí
- Estoy ocupándome de mis propios asuntos – sentenció
- Es una pena que me interesen también.
- Déjame solo – insistió Snape
James, enfadado, empujo la silla donde Snape se encontraba sentado y este cayo al suelo. Snape se levantó rápidamente y apunto con su varita a James. Detrás de ellos, Sirius, Remus y Peter observaban tranquilamente la escena y Sirius, sin moverse prácticamente del sitio, saco su varita.
- Vamos, Snape. Dame una excusa – le dijo James – Vamos!
Snape solo miraba furioso a Potter
- Ven a este tipo? – dijo James a todos los que se encontraban en el pub – Es un Slytherin recientemente graduado. Será mejor que estén en guardia cerca de él
La camarera miro a los cuatro chicos y se dirigió hacia ellos
- ¡Lleven esto afuera o los despartiré a todos!
- Cuatro contra uno. Muy valiente – escupió Snape.
Snape se dio la vuelta y se dirigía hacia la puerta cuando fue interrumpido por la voz de Potter.
- Oh, no los necesito, solo están mirando – aclaro James – Ella nunca te perdonará, ¿lo sabes?
Snape al escuchar eso, se detuvo.
- Creo que por eso has venido. Intentar arreglar las cosas después de como la llamaste.
Peter, Remus y Sirius miraban la escena con las varitas en el aire.
- ¡Una sangre sucia! - increpo James
- Debi llamar hombre lobo a alguien más – grito Snape mirando furioso a James. – O quizás al Ministerio le gustaría saberlo – dijo dirigiéndose a todos los presentes
- James! – exclamo Remus – Esto está yendo muy lejos...
- Salgan de aquí todos ustedes, ¡ahora! – gritó la camarera
Snape camino hacia James con el rostro serio.
-Bien. Te daré lo que quieres. Pero no aquí.
- Sé del lugar perfecto – apuntó James -. ¿Caballeros?
Los tres merodeadores se acercaron a James y pusieron sus manos sobre el hombro de este. James le tendió la mano a Snape y este la miró con repugnancia. Justo en ese preciso momento, por la puerta principal, entraba una alegre y preciosa mujer pelirroja. Sin embargo su expresión cambio rápidamente al ver que era lo que iba a ocurrir en aquel preciso momento.
- Vamos ya – dijo James
Snape miro la mano que James le tendía y, finalmente, la cogió para ser trasportados a otro lugar.
Todos los que estaban presentes en el bar, estaban perprejos. Lily no le había dado tiempo de reacionar antes de que los cinco chicos se marcharán del lugar.
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