En el mundo hay muchos misterios, muchas incógnitas y sobre todo muchos peligros. En este mundo? Bueno hay distintas razas, distintas aventuras, todo tipo de misterios, diferentes obstáculos y enemigos, algunos pueden llegar a parecer imposibles pero eso no es así, eso me lo demostró el, aquel kitsune interesante.

Antes del inicio, había una vez un científico que estaba desesperado por qué su trabajo no daba frutos y se le estaba acabando los recursos, tenía que cuidar de su familia, así envuelto en sus pensamientos sin darse cuenta se adentro al espeso bosque nevado en medio de una espesa y gruesa neblina volviendo a casa.

Cuando el hombre se dio cuenta ya estaba en medio del espeso bosque, pero llegó a horientarze y a punto de irse escucho un llanto, cuando el hombre se dio cuenta fue impulsado por su curiosidad y coraje hacia la voz que lloraba, poco a poco se fue acercando hasta poder visualizar la fuente de aquellos llantos.

Era un bebe, con colas y orejas de zorro, de un color blanco y naranja dándole un toque combinado de invierno y verano, el hombre alzó al bebé y lo llevó consigo hasta su hogar.

Los años pasaron y con el tiempo el niño fue creciendo y aprendiendo a hablar, leer, escribir y aprender hasta tener 12 años, ahora permanecía sentado en medio de un salón de clase acompañado de su mejor amigo y compañero.

Cabe aclarar que el mundo en el que está este joven zorro de edad corta es un mundo donde todos los niños de edad entre 8 a 12 años desarrollan ahabilidades especiales, ya sea una mejora, curar heridas o controlar algún elemento, esto último también tiene sus categorías pues depende de que tantos elementos controla puede llegar a ser más, o menos fuertes, esto también varía según su afinidad con el elemento.