Seven Minutes More!

Después de mucha insistencia por parte de Minjeong, Jimin finalmente aceptó asistir a la fiesta que Ryujin había organizado.

Con la ayuda de Ning, Jimin se preparó para la ocasión. No era una chica de fiestas, y el solo pensar en asistir la ponía nerviosa, pero esta vez quería estar ahí por Minjeong. Mientras se miraba al espejo, todavía dudaba si había sido la mejor decisión, pero algo dentro de ella la empujaba a ir.

Cuando llegó a la casa donde se llevaba a cabo la fiesta, respiró hondo antes de tocar la puerta. A pesar de las palabras de Minjeong, quien le aseguró que sería una fiesta pequeña, Jimin seguía preocupada por el ruido y la multitud.

Después de unos segundos, la puerta se abrió y Ryujin apareció en el umbral con una sonrisa amplia y algo traviesa.

"¡Kari! Pensé que no vendrías. Pasa, pasa," dijo mientras se hacía a un lado para dejarla entrar.

Jimin sonrió tímidamente antes de cruzar la entrada. De inmediato, el olor a alcohol llegó a sus sentidos, aunque, para su alivio, la casa no estaba tan llena como temía. El ambiente era relajado, pero definitivamente festivo.

"¡Minjeong, tu chica está aquí!" gritó Ryujin, claramente ya afectada por el alcohol, con una risa divertida mientras señalaba a Jimin con un gesto exagerado.

Minjeong, estaba distraída con su teléfono cuando escuchó a Shin gritar su nombre. Al levantar la vista, su rostro se iluminó al instante al ver a Jimin de pie junto a la puerta. Sin pensarlo, se levantó y dejó al grupo con el que conversaba, caminando directamente hacia ella.

"Hey, no estaba segura de si vendrías."

Una sonrisa suave apareció en sus labios mientras la observaba de arriba a abajo, sin poder evitar admirar lo bien que lucía. Se acercó un poco más, deslizando un brazo por sus hombros, atrayéndola con delicadeza hacia sí.

"Bueno... no podía negarme cuando me lo pediste tan encarecidamente," respondió la rubia, soltando una leve risa tímida. Sonrió con las mejillas ligeramente sonrojadas.

La pelirroja no pudo evitar sonreír ante la respuesta de Jimin. Le dio un ligero apretón en el hombro, una sonrisa traviesa surgiendo al notar las mejillas sonrojadas de la chica. Se inclinó más cerca, sus labios casi rozando su oído mientras le susurraba con suavidad:

"Te ves realmente bien esta noche."

Jimin sintió que su piel se erizaba al escuchar esas palabras. Dirigió su mirada hacia la menor y sonrió tímidamente.

"Gracias, tú también te ves muy hermosa hoy," respondió, con un leve rubor en las mejillas.

Justo antes de que Minjeong pudiera contestar, Ryujin interrumpió con energía.

"Bueno... ¿no quieren unas bebidas? Ya saben, para relajarse." Alzó dos vasos llenos de bebida, haciendo que todos se giraran hacia ella.

Minjeong soltó una risita suave al ver aparecer a Ryujin nuevamente con dos bebidas en las manos, y rodó los ojos ligeramente. No le sorprendía que probablemente ya estuviera en su tercer trago, considerando su comportamiento actual.

Desvió la mirada de Ryujin para enfocarse en Jimin una vez más. Le dio un ligero apretón a su brazo, sonriendo con complicidad.

"¿Quieres una bebida? Ella va a intentar emborracharnos, así que podríamos aprovechar."

Jimin lo pensó por unos segundos. Rara vez bebía alcohol, y de hecho, aún le afectaba con facilidad. Sin embargo, en esta ocasión no creía que pasara nada, especialmente estando con Minjeong, quien seguramente no permitiría que se excediera.

Levantó la mirada hacia la pelirroja, quien ya la observaba, y asintió ligeramente.

Minjeong esbozó una ligera sonrisa al ver a Jimin asentir, interpretándolo como su aprobación. Tomó una de las bebidas que Ryujin había preparado y se giró hacia ella.

"No fue nada sutil con esto, así que mejor ten cuidado." Murmuró, consciente de que Ryujin tenía la costumbre de añadir alcohol fuerte como si no fuera gran cosa.

Le tendió uno de los vasos a Jimin y tomó un pequeño sorbo del suyo, observándola con atención, esperando su reacción.

Jimin dio un sorbo al vaso, siseando rápidamente al sentir lo fuerte y amargo de la bebida.

"Sí, definitivamente." Comentó con una risa suave, intentando disimular el leve escozor en su garganta.

Una risa suave escapó de los labios de Minjeong al ver a Jimin dar un sorbo y sisear. A pesar de su intento por disimularlo, Minjeong pudo notar que la bebida ya le estaba afectando. Mantuvo su brazo alrededor de sus hombros, acercándola más a ella.

"¿Ya es demasiado fuerte para ti? Te lo advertí."

Jimin arrugó ligeramente la nariz y le sacó la lengua de manera juguetona.

"Nada que no pueda manejar," bromeó.

Justo cuando Minjeong iba a responder, alguien se interpuso entre ellas, abrazándolas por los hombros.

"Hey... hermana, no me dijiste que mi linda cuñadita vendría," dijo Chaewon, la hermana mayor de Minjeong.

Jimin se sonrojó intensamente al escuchar el apodo 'cuñada'. Aunque ella y Minjeong eran solo amigas, su círculo social siempre bromeaba con que eran pareja.

La pelirroja rodó los ojos levemente.

"Chaewon..." Dijo su nombre como una advertencia suave, consciente de que podría avergonzar a ambas.

"¿Qué?" respondió con un tono inocente y fingido, soltando una leve risa al notar el ceño fruncido de Minjeong.

"Vamos, Jeong, deberías dejar de ser tan cascarrabias. No creo que a Jimin le guste mucho eso." Bromeó nuevamente, provocando que Jimin desvió la mirada, sonrojada.

"En fin, vamos a jugar a siete minutos en el paraíso con los demás. Deberían unirse; tal vez les toque juntas y finalmente se sacien esas ganas que tienen," dijo con su característico tono atrevido, guiñándole un ojo a su hermana.

Minjeong volvió a rodar los ojos al escuchar a su hermana mencionar "siete minutos en el paraíso". Sabía perfectamente sobre sus sentimientos secretos por Jimin y siempre disfrutaba de burlarse de ella, incluso en su presencia.

Al mirar a Jimin, notó el rubor en sus mejillas por las palabras de Chaewon. Le lanzó una mirada fulminante a su hermana por un momento y luego volvió a centrarse en Jimin, intentando encontrar una respuesta.

"No vamos a jugar ese juego tan tonto. Es estúpido."

La rubia alzó la mirada al escuchar el rechazo de Minjeong y sonrió tímidamente.

"Pero... a mí sí me gustaría jugar," respondió Jimin, con leve entusiasmo.

Chaewon soltó una risa burlona y abrazó a la rubia por los hombros.

"¿Ves? Eres una aguafiestas. ¡Jiminnie sí quiere jugar! Vamos, seguro que ya han comenzado la primera ronda," dijo, arrastrando a Jimin hacia la sala con una energía contagiosa.

Los ojos de la pelirroja se abren ligeramente al escuchar la entusiasta respuesta de Jimin sobre querer jugar. Sabía que su hermana podía ser persuasiva, pero no pensó que tendría tanto efecto en ella. «Maldita sea»

La sigue a ella y a su hermana, protestando un poco, aún sin querer participar en ese juego tonto. Cruza los brazos sobre el pecho al entrar en la sala, donde ya están los demás reunidos, comenzando la primera ronda.

Todos estaban sentados en el suelo, formando un círculo. Los lugares junto a Jimin ya estaban ocupados por Chaewon y Aeri, así que, sin más remedio, Minjeong se sentó en el único lugar que quedaba, enfrente.

La botella giró, y Minjeong sintió un nerviosismo creciente por dos razones: si le tocaba con Jimin, no sabría qué hacer; y si a Jimin le tocaba, pero no con ella, estaba segura de que perdería la cabeza.

Cuando la botella finalmente se detuvo, el círculo estalló en vítores y gritos.

Chaewon y Yunjin se sonrieron de manera juguetona y corrieron al clóset
sin dudarlo.

Minjeong rodó los ojos, consciente del evidente gusto de su hermana por la peli azul, y la idea de lo que podría suceder dentro de ese clóset le desagradaba.

Aburrida, su atención se desvió hacia la rubia, que charlaba animadamente con Aeri. Su ceño se frunció al notar la mano de la japonesa en el muslo de Jimin.

Se preguntaba por qué tenían que hablar tan de cerca; estaba segura de que podían sentir la respiración de la otra.

La gota que colmó el vaso fue cuando
Aeri tomó a Jimin del cuello y se acercó lentamente, susurrándole algo ininteligible. El intenso sonrojo de Jimin lo decía todo.

Minjeong estuvo a punto de levantarse e irse, pero justo en ese momento salieron Chaewon y Yunjin, con el cabello levemente despeinado y los labiales corridos.

"Bien, siguiente ronda," dijo Ryujin emocionada, mientras hacía rodar la botella.

Cuando la botella volvió a girar para la siguiente ronda, sus ojos se mantuvieron fijos en Jimin.

El pico de la botella apuntó hacia Jimin, mientras que la parte trasera se dirigía hacia Minjeong.

Esta vez, los gritos y vítores se intensificaron.

Jimin abrió ligeramente los ojos, sorprendida, sintiendo un cosquilleo recorrer su piel, resultado del alcohol y el nerviosismo.

Su corazón se aceleró al notarlo. Rápidamente, miró hacia Jimin, intentando leer su expresión y adivinar cómo se sentía.

La atmósfera a su alrededor se volvía cada vez más intensa, los gritos de sus amigos resonando con entusiasmo, claramente ansiosos por lo que podría ocurrir dentro del clóset.

Yeji, que estaba al lado de Minjeong, la empujó suavemente, susurrándole que era su oportunidad.

Jimin se levantó, observando a Minjeong con una pequeña sonrisa, esperándola con nervios y expectante.

Cuando Minjeong vio a Jimin de pie esperándola, no pudo evitar quedarse mirándola por un momento, sintiendo que su corazón latía con fuerza en su pecho.

Se levantó y caminó a su lado, manteniendo sus ojos fijos en los de Jimin. Respiró hondo, intentando calmar los nervios que la invadían.

"Vamos."

La rubia caminó detrás de ella, adentrándose en el clóset y cerrando la puerta con un suave clic. El espacio reducido era oscuro, pero algunos rayos de luz se filtraban a través de las rejillas, creando un ambiente tenue y un tanto íntimo.

Jimin inhaló suavemente, sin saber exactamente qué hacer en ese momento. La tensión en el aire era palpable, llenando el pequeño lugar de una anticipación nerviosa.

Minjeong, por su parte, se recostó contra la pared, evitando mirar a Jimin, centrando su atención en cualquier otro rincón del clóset. Jimin notó la seriedad en el rostro de la pelirroja y frunció el ceño, inquieta por la tensión que se había creado entre ellas.

Finalmente, Jimin se acercó a la menor, inclinándose ligeramente y preguntando en voz baja:

"¿Estás bien, Min?"

El punzón de celos aún persistía en el  pecho de Kim al recordar la escena anterior, con Aeri tan cerca de Jimin. Sin embargo, Minjeong trató de mantener la compostura, respondiendo con un ligero asentimiento.

"Sí, estoy bien."

Jimin frunció el ceño y se acercó más a Minjeong, sus manos cálidas posándose en su cuello, donde la piel de la joven aún vibraba con la energía del alcohol.

"No me mientas," dijo en voz baja, su tono impregnado de preocupación.

Minjeong continuó evitando su mirada, incapaz de enfrentar la intensidad de la rubia. Con determinación, Jimin llevó sus manos a las mejillas de Minjeong, forzándola suavemente a mirarla a los ojos.

"Mírame cuando te esté hablando," ordenó, su voz firme pero cargada de su suavidad característica.

No tenía intención de sonar dura, pero la mezcla de tensión, nervios y el efecto del alcohol hizo que su voz sonara más rasposa.

La calidez del toque de Jimin en la piel de Minjeong provocó un escalofrío que recorrió su cuerpo.

Con duda, levantó la vista para encontrarse con los ojos de Jimin, y le resultó difícil ocultar la culpa y los celos que brillaban en su mirada.

Cuando sus miradas se encontraron, Jimin esbozó una leve sonrisa, lo que hizo que la mirada de Minjeong se deslizara involuntariamente hacia sus labios, que brillaban con un tono rosado de gloss, dándoles un aire aún más tentador para la pelirroja.

Esa fue la gota que colmó el vaso. Minjeong cerró los ojos y murmuró en voz baja:

"Perdóname por lo que estoy a punto de hacer, pero... que se joda Aeri."

Con urgencia, Minjeong acercó a Jimin, sus cuerpos presionandose entre sí. Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Jimin, tirando de ella con fuerza, mientras sus labios se unían en un beso apasionado.

Jimin, estaba sorprendida por el repentino arrebato, pero no dudó en dejarse llevar.
Rodeó el cuello de Minjeong con sus brazos y sonrió en el beso, al notar la necesidad de Minjeong.

Mientras Jimin envolvía sus brazos alrededor de su cuello, el corazón de la pelirroja se aceleró con una mezcla de deseo y satisfacción. Ella profundizó el beso, su lengua deslizándose suavemente hacia la boca de Jimin, explorando con un toque de posesividad.

Cuando sus cálidas lenguas se acariciaron, Jimin soltó en pequeño jadeo, enredó sus dedos en el cabello de Kim, pasionalmente.

El suave jadeo de Jimin solo alimentó el hambre de Minjeong por más. Ella respondió apretando su agarre en la cintura de Jimin, acercándola más. Su mano libre viajó hasta la parte posterior del cuello de Jimin, manteniéndola en su lugar mientras su beso se hacía más hambriento y más profundo.

La otra mano de Minjeong, se deslizó lentamente hacia abajo, acariciando suavemente los muslos de Jimin, aprovechando que estaba usando una corta falda.

El toque de Minjeong en los muslos de Jimin, acariciando la tersa piel, envió una sacudida de electricidad a través de ambos. Sus dedos hojearon el borde de la falda corta de Jimin, provocando los límites de lo lejos que se atrevía a ir.

Los labios de Minjeong se arrastraron lentamente a través de la mandíbula de Jimin y por su cuello, dejando un rastro de besos calientes y húmedos que enviaron escalofríos por su columna vertebral. Cada toque enviaba punzadas de electricidad a través de su cuerpo, despertando un dolor de deseo dentro de ella.

La rubia se mordió el labio inferior, silenciando todos los sonidos obsenos que luchaban por salir, sin querer hacer más ruido del necesario.

Toda la situación hizo que sintiera que su cabeza daba vueltas, no sabía si concentrarse en los húmedos labios de Minjeong que marcaban su cuello, el fuerte agarre que tenía en su cintura o las caricias en su muslo que poco a poco la hacían delirar.

Sus piernas empezaron a temblar en necesidad, no sabía cuánto tiempo tendría hasta que estas fallaran y la dejaran caer.

Viendo a Jimin luchando por contenerse, la mano de Minjeong en su muslo se deslizó un poco más alto, burlándose del borde de lo que estaba oculto debajo de la tela de su falda.

"Minjeong..." Jadeó la rubia. Y sin poder ocultarlos, más jadeos se escaparon de sus labios.

Una pequeña y orgullosa sonrisa se tiró de la esquina de los labios de Minjeong mientras seguía dándole atención al cuello de Jimin, mordisqueando y besando la piel sensible. Los sonidos de los suaves jadeos y gemidos de Jimin solo alimentaron su deseo de burlarse más de la rubia.

Su mano continuó burlándose y explorando, arrastrándose cada vez más arriba por el muslo de Jimin debajo de su falda, el toque ligero como una pluma pero provocando.

Sin embargo, el momento fue abruptamente interrumpido por unos toques fuertes en la puerta.

"¡Oigan, les dimos siete minutos más! ¡Ya deberían estar afuera!" se escuchó la voz impaciente de Ryujin.

Sin embargo, Kim no despegó su boca de la piel de Jimin, pero si volvió a su labios, introdujendo su lengua rápidamente.

Luego se separó solo unos centímetros, mordiendo y jalando el labio inferior de la mayor.

"Creo qué olvidamos dónde estamos..." Pronunció en voz baja y ronca.

Jimin ignoró su comentario y se apoyó en su hombro, abrazando su cintura.

"No sé cómo vamos a salir de aquí, no creo poder dar un paso sin caerme," suspiró, intentando controlar su respiración agitada.

Minjeong soltó una pequeña risa, generándole escalofríos a Jimin.

"No me molestaría llevarte en mi espalda, ¿sabes?" dijo Minjeong, dándole un golpecito juguetón en el hombro.

"Eres una idiota," respondió, tratando de contener la sonrisa que amenazaba con aparecer.








Q hot, yo tmb quiero 💔💔💔

Den estrellita plis jejeje

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