Jimin llegó de nuevo a Busan con Jungkook pisándole los talones. Ok, vamos a resumir como fue la estadía, junto a la compañía de Jungkook.

Siempre estuvo a su lado, en verdad que era una piedra en su zapato, o más bien un chicle. Si algo lo había hecho enamorarse de Jungkook, era que, Jungkook era una persona espontánea, actuaba como un alma libre y lleno de felicidad. Actuaba como un niño, Jimin no iba a poner en duda eso, era una faceta que solo mostraba con él y sus más cercanos.
Montarse a un tren, poniendo su vida en peligro y exponiendo su propia imagen, eso solo Jungkook podía hacerlo.

Había amado mucho esos días que pasaron, Jungkook trataba de entablar una conversación hasta por lo más mínimo, si una mosca pasaba cerca, ya era un tema de conversación.

Pero claro, tampoco iba a decírselo en la cara.

Lo mando a su casa cuando llegaron a Busan, este protestando se fue, enserio que cuando decía iba a estar con él todo el tiempo no mentía.

De cierta forma a Jimin le gustaba la atención que estaba recibiendo por parte de Jungkook.

[🌻]

Lisa caminaba por los pasillos de Hybe, por supuesto que una bolsa de chetos iba en sus manos, una qué ya iba a la mitad.

Iba muy tranquila, pensando en todo lo sucedido, había llamado a la empresa de Kim JiSoo, pero estos no le habían respondido y eso ponía en dudas a Lisa.

Y lo peor, era que más fotos andaban rondando por las redes sociales. Todavía no tenía el valor para decirle a Jungkook, Lisa sabía que en la mente de Jungkook, ahora solo existía Park Jimin, no quería perturbarlo con más problemas. Pero mientras tanto, seguiría insistiendo o ella misma iría a hablar en persona con esas personas.

Paro en seco sus pensamientos cuando escucho algo que llamó su atención. Aunque no estaba segura al cien por ciento si en verdad había escuchado...un chasquido de besos.

Se quedó en el mismo lugar y cuando iba a volver a caminar y a reírse de qué ya escuchaba cosas demás, un chasquido más se escuchó.

Dos personas se estaban besando en la habitación de a la par. Lisa creyendo que quizás eran empleados, abrió la puerta para darles un buen sermón. Pero oh sorpresa, sus ojos se formaron en una "O" enorme al ver a los mismísimos Kim Namjoon y Kim SeokJin besándose. No. Comiéndose la boca. Lisa grito de sorpresa y los dos individuos se separaron.

- ¡P-perdon! ¡Ustedes sigan en lo suyo! - Dijo, empezó a alejarse de la escena- ¡Yo nunca estuve aquí!.

Y así corrió fuera del piso.

[🌷]

- ¡Jimin hijo!.

Esa fue la abuela de Jimin, quién le gritó desde la sala, Jimin bajo corriendo desde su cuarto.

- ¿Sucede algo abuela?.

- Tu madre dejo la cesta de ropa sucia, dijo que no debías olvidar de ir a la lavandería. La señora Choi cerrará a las cuatro hoy.

- Está bien abuela. Iré ahora mismo.

Subió otra vez a su habitación y tomo su teléfono y fue por la cesta de ropa sucia. Iría caminado, de igual forma no estaba tan lejos.

Se despidió de su abuela y se encaminó, esperaba no encontrarse a Jungkook. Por qué sin dudas este le seguiría y no le dejaría en paz.

Pero vaya qué su suerte había desaparecido desde que Jeon hizo presencia en Busan. Por qué Jungkook venía al frente y cuando se dio cuenta de su presencia, corrió hacia él.

- ¡Jimin! - Cuando llegó a él, le tomo por sorpresa qué este le diera un beso en la mejilla, ni tiempo de reaccionar le dio. - Buenos días amor. -.y como siempre le sonreía inocente.

- ¿Qué quieres Jungkook?. - Siguió su camino, con Jeon detrás de él.

- ¿Por qué tan amargado? Solo vine a saludarte, aunque en realidad iba a tu casa.- Jungkook viendo que no recibió respuesta, cambio de tema--¿Vas a la lavandería?.

- Sí.

- ¿La de la señora Choi? -

- Sí.

- Ok. Te acompaño.

Jimin no se negó. Por qué Aunque lo hiciera Jungkook no haría caso.

Una vez llegaron Jimin se dirigió a una lavadora, habían varias personas allí. Jungkook mientras tanto dio un pequeño tour por la lavandería, aún recordaba cuando su madre lo mandaba a lavar la ropa y siempre en compañía de Jimin. Por qué mientras la ropa se lavaba ellos se mataban tiempo besándose.

Qué tiempos. Jungkook sonrió ante eso, ¿Podía hacerlo ahora?... ¿Y si se arriesgaba? Bueno no perdía nada, pero quizá sí iba a ganar algo. Y eso sería la linda mano de Jimin marcada en su pómulo.

Se dio la vuelta y su sonrisa se borró al instante, un chico de camisa azul y unos pantalones de mezclilla estaba junto a Jimin, muy cerca de Jimin, parecía que la lavadora se había extraviado.

Y este le ayudaba con el problema, Pero... ¿Por qué se le acercaba tanto y por qué le sonreía?.

Jungkook sin perder más tiempo se acercó a ellos,

- Ujumm.- Musitó algo alto para llamar la atención de Jimin y el otro chico. - ¿Algún problema bebé?. - Se lo dijo a Jimin y este solo bufo, esas actitudes de Jungkook se las sabía de memoria.

- No Jungkook. JaeSo me está ayudando.

Él chico qué estaba intentando arreglar la lavadora, formó una pequeña sonrisa, una que molesto a Jungkook en gran manera.

- Dejame hacerlo a mi.

Quitó al chico siendo algo bruto con la fuerza.

- ¡Jungkook! ¿Qué te pasa, por qué lo empujas así?.

Jimin agarró de la camisa a Jungkook, pero este solo empezó a "arreglar" la lavadora.

- ¡Te estoy hablando Jungkook!

Pero este siguió haciendo su trabajo. Jimin iba a volver a protestar, pero la lavadora empezó menearse de una manera extraña. Jungkook se alejó un poco al igual que Jimin.

- ¿qué hiciste?. - Preguntó Jimin.

- No se. - Respondió el peli negro.

Cuando de pronto la lavadora se abrió y el agua salió mojando los a ellos.

Jimin empezó a contar del uno al diez. Intentando calmarse, pero se le era imposible si Jungkook hacia estas cosas.
Empezó a recoger la poca ropa que había votado y apagó la lavadora, saco la ropa dispuesto a ir a otra.

- Jimin....-

- ¡No! ¡Cállate! Ya hiciste mucho Jeon Jungkook. Esta claro que tú no sabes nada de esto. Te dije que JaeSo me estaba ayudando, pero tú no entiendes.

Jimin iba de aquí para allá, y Jungkook detrás de él para poder arreglar su desastre.

- Dijiste que ibas a hacer las cosas bien, Pero estás haciendo lo contrario. Si vas a seguir con este comportamiento entonces vete. Tu y tu sus celos no son bienvenidos.

Jungkook lo tomo de brazo antes de que se alejara otra vez.

- Está bien, perdón. Solo tengo miedo de perderte.

Confesó. Jimin hizo silencio ante esas palabras.

- Quiero hacer las cosas bien, quiero tenerte a mi lado otra vez y qué todo vuelva hacer como antes, incluso mucho mejor. Te lo prometo, se que haz dicho que te he prometido muchas cosas, pero ahora es diferente. Te amo y voy a luchar por lo nuestro... - Dejo un beso en su labios-

- Eres un tonto.

Dijo Jimin. Se alejó de él y siguió con su trabajo.

Sí, era un tonto, por qué a Park Jimin le encantaba cuando Jeon Jungkook le celaba.

Su entrecejo fruncido y un pequeño puchero se daba a relucir en sus labios. Una imagen tierna para Jimin y una que había extrañado.

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Hola.
Bueno decirles que se vendrá una pelea entre estos dos.