𝐞𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞

ּ۪   ⊹ epilogue ── ❛  goodbye, goodbye,
goodbye, you were bigger than the whole sky

El atardecer era igual que una pintura perfecta para admirar. Como la pintura anaranjada se mezclaba con el amarillo del sol y el celeste del mar. Era una pintura que deseaba que los demás anhelaran como ella lo hacía.

La sensación del atardecer siempre le provocó nostalgia a Augustine. Ya que, todos los días, el Sol se despedía a través de estos, para darle un comienzo a la noche.

Esto se asemejaba bastante a su situación. Ella tendría que despedirse de John B., el que ha sido el hermano que nunca tuvo, el que siempre le faltó.

¿Alguna vez han escuchado sobre las almas gemelas y el amor de tu vida?

Era distinto para cada persona. Para ella, JJ era el amor de su vida, su amor por el sería eterno. No importaba lo que pasara o lo que hiciera, ella siempre lo amaría.

En cambio, John B. era su alma gemela, era un verdadero hermano para ella. Desde pequeños siempre fueron muy unidos. El la defendía y ella le decía que se podía defender sola.

Aunque siempre estaba agradecida por lo que ha hecho por ella.

El amor que sentía por él es inexplicable, al igual que el de JJ. Ellos llenaban su corazón de dos manera totalmente diferentes.

De cierta manera, August siempre supo lo que sentía por JJ. Pero al estar en una relación y que esa persona sea Josh, se obligó a encerrar sus sentimientos en un cajón bajo llave y negarlos rotundamente.

Estaba al tanto que a lo largo de aquel camino había cometido muchos errores. Y de la mayoría se arrepentía, o bueno, al menos los que no incluían a la gente que amaba.

Todavía no podía asimilar la situación. Era tan irreal, como si fuera sacado de una película.

August no quería tener que despedirse de John B., no podía. Sería como despedirse de una parte de su corazón por tiempo indefinido. Era algo imposible para ella.

Sin embargo, sabía que se acercaba la hora. El Phantom estaba en el agua, atado al muelle, y en el, JJ y August terminaban de preparar lo que faltaba mientras Pope y Kiara esperaban en el muelle.

── ¿Dónde está? ── preguntó Kie desde el muelle. Los nervios de August habían subido desde la ultima hora.

Pues, el castaño no aparecía y ya había pasado la hora acordada para juntarse. Solo esperaba que todavía no lo hayan atrapado. Era lo único que pedía estos momentos.

── ¿Qué pasa si lo atraparon? ── preguntó esta vez August, observando a JJ con temor.

JJ, de inmediato le regaló una sonrisa a su novia, con intención de reconfortarla. Y acto seguido, su mano tocó la mejilla de Augustine para después besar su frente con aquella suavidad que siempre tenía.

── El vendrá, no te preocupes ── murmuró con seguridad. Pero en el fondo, estaba igual de preocupado que ella.

Antes de que alguna respuesta pudiera salir de los labios de la chica, las sirenas de un coche de policía resonaron por el basurero y en seguida los cuatro pogues se miraron con terror.

Estaba claro que ninguno quería terminar tras las rejas. Solo sería algo más para agregar a la lista de tragedias veraniegas que August había sufrido.

── Vuelvan al barco. Desátalo ── ordenó JJ mientras Augustine caminaba al muelle para desatar la soga y así marcharse lo antes posible.

Aunque era imposible, ya que la puerta del auto se abrió dejando ver a John B.

── No puede ser ── murmuró Pope mientras observaban am castaño con sorpresa y una gran sonrisa en sus labios.

── ¡John B.! ── exclamó antes de correr y lanzarse a sus brazos para abrazarlo lo más fuerte posible.

── Hola, Augs. Shoupe me permitió dar una vuelta, ¿qué les parece? ── habló haciéndola sonreír. Aún en esta situación seguía teniendo aquel humor malísimo, que de alguna manera siempre la hacía reír.

── Claro, lo que tú digas ── replicó con sarcasmo separándose del abrazo para dejar que Kiara lo abrazara.

── Tiene que ser un chiste ── dijo JJ bajando de la cabina del bote con una sonrisa ── No fue fácil, pero te conseguí el Phantom, y corre como si fuera nuevo.

JJ le lanzó las llaves, las cuales para su suerte, John B. atrapó con éxito. Pero de repente su sonrisa desapareció.

── ¿Y Sarah? ── preguntó desviando la mirada del barco hacia sus amigos.

── ¿No está contigo? ── preguntó Kiara.

── No, nos separamos en el pantano ── John B. explicó ── Dijo que me vería aquí. No me iré sin ella.

── John B., mírame. Sé que te sientes mal por irte, pero no hay tiempo. Tienes mucha comida y gasolina ── JJ comenzó a hablar mientras se acercaba al castaño ── Cuando llegues a ese punto, cruza por Sound hacia Dismal Swamp. Cuando llegues, ten perfil bajo. Quédate un par de semanas y, luego, ve por tierra y cruza la frontera en Brownsville, ¿si? Brownsville.

« ¿Debería preocuparme porque JJ sepa todo de cómo ser un fugitivo? No creo. »

── Si, Brownsville ── repitió John B. con la mirada perdida. Augustine sabía que estaba esperando a que Sarah llegara, y le dolía verlo así.

── Bien. Ensilla, vaquero de agua salada. Hagámoslo. Si ── dijo mientras John B. subía al barco.

Y de repente, no lo pudo evitar. Las lágrimas y el dolor se apoderaron de su cuerpo y comenzaron a salir silenciosamente.

── Oigan. Lamento habernos arrojado de un acantilado con esta búsqueda del tesoro ── él dijo con las lágrimas a punto de salir.

── Íbamos a caer de un acantilado en algún momento ── dijo JJ acercándose a ella para tomar su mano y acariciarla levemente. Amaba cuando hacía eso. Le generaba paz ── Al menos lo hicimos juntos.

Con su otro brazo abrazó a Kiara mientras que August tocó la mejilla de Pope con uno de sus dedos llamando su atención. Una vez que la obtuvo le dedicó una sonrisa, recibiendo una como respuesta. Y unos segundos después lo abrazó de lado. Sabía lo mucho que él lo necesitaba, aún intentando ser fuerte.

── Al estilo Pogue.

No podía creer que esta era la despedida. No podía despedirse así. Necesitaba abrazarlo y decirle lo mucho que lo extrañaría, lo mucho que lo necesitaría, lo mucho que lo amaría.

Con delicadeza se separó del abrazo y subió al bote para abrazar a su hermano con todas sus fuerzas. Supo que el sentía lo mismo porque el también lo hizo.

── No te puedes ir, no me puedes dejar. Eres mi familia, la familia no se abandona ── le susurró con dolor, y al notar que soltaba un sollozo su corazón se rompió.

── Volveré apenas pueda ── se separó del abrazo para limpiar sus lágrimas y dejar un beso en su cabeza ── August. Te voy a pedir, no, te voy a ordenar solo una cosa. Mientras no esté, te quedarás en el Chateau, no te quiero cerca de esa casa. Nunca más.

Asintió sabiendo que siempre tendría un hogar, estaba agradecida de ello.

August, estaba apunto de comenzar a bajar del barco, sin embargo, se detuvo en cuanto recordó la carta y el brazalete. Con rapidez, sacó de su mochila las dos cartas y el brazalete.

── Toma. La carta léela cuando pueda y el brazalete esta a juego con el mío ── explicó dejando las tres cosas en su mano ── El mío dice Taylor mientras que el tuyo dice Jack, supongo que ya sabes porqué.

── Lo sé ── tomó una pausa antes de volver a hablar ── Te quiero mucho, August.

── Yo también te quiero, Johnny.

Bajó rápidamente del barco cuando supo que era momento de que se marchara. Y se volvió a unir al abrazo, apoyando su cabeza con la de JJ.

── ¡Vete! Por favor ── pidió Kiara entre lágrimas.

── Oigan, un segundo. Díganle a Sarah que me despedí ── pidió y los cuatro asintieron en silencio. Ni siquiera tenía que pedirlo.

John B. encendió el bote y el cuarteto comenzó a empujar este, para que saliera con facilidad y rapidez. Y poco a poco, el se fue alejando. Poco a poco, fue desapareciendo, al igual que el atardecer.

Augustine y JJ se alejaron del muelle para darle privacidad a Kiara y Pope. Era perfecto para que ambos discutieran y solucionaran sus problemas.

Por otro lado, JJ estaba apoyado en el auto abrazando a la castaña. Acariciaba su espalda en círculos, mientras la chica soltaba algunas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.

A lo lejos notó como Kiara le daba un fuerte abrazo a Pope, para que después esté le sonriera y ella se alejara del muelle.

Antes de que alguna palabra abandonara los labios de Augustine, las sirenas de los policías resonaron nuevamente. Sin embargo, esta vez, no era solo un auto, sino tres.

── Muévete. ¡Manos arriba! ──  ordenó uno de los agentes de SBI, apuntando con un arma al cuarteto.

August se separó de JJ de inmediato para levantar ambas manos, al igual que el resto de sus amigos. El miedo se la estaba comiendo viva.

── Ya es tarde. Se fue. ¡Maldición! Bratcher, que tus chicos se retiren. Déjame hablar con estos chicos ── ordenó esta vez Shoupe antes de acercarse a casa uno ──Muy bien, ¿dónde está? ¿JJ? Veo que le haces honor a tu nombre.

Shoupe soltó aquellas palabras observando al rubio, para después llevar su mirada a August, quien lo miraba con odio.

── ¿August? Debo decir que me decepcionaste esperaba más de ti ── habló haciendo que la castaña soltara una risa sarcástica.

── Ni que fueras mi padre para poder esperar o decepcionarte de mi. Todo esto es tu culpa, porque no sabes hacer tu trabajo bien ── dijo la ojimiel sin filtros, esperando que la llevaran arrestada ese mismo segundo.

No se retractaría de sus palabras porque sino sería como si estuviera del lado de ellos. Y ella siempre le sería fiel a su familia, a los pogues.

Sin embargo, Shoupe mantuvo la mirada unos segundos antes de desviarla e ignorar por completo sus palabras. Llevando su atención a Pope.

── Pope, ¿y tú? Esto no es un puto juego, y puedes hacer lo correcto ahora. Lo preguntaré una última vez ¿Adónde fue? ── preguntó Shoupe una vez que su paciencia pero ninguno del grupo respondió.

La lluvia caía sin piedad luego de que el sol diera su despedida. Una fría noche abrasaba el lugar. Augustine estaba en uno de los asientos de la carpa de los policías junto a sus amigos.

Su mano se aferraba fuertemente a la de JJ, mientras apoyaba su cabeza en la de el. Unas lagrimas caían lentamente por sus mejillas cuando notó que la energía volvió.

Augustine esperaba que sus amigos ya estuviera lejos de ahí, que ya estuviera en Brownsville pasando desapercibido. Sin embargo, esa esperanza se esfumó cuando notó como los agente comenzaban a moverse de un lugar a otro con rapidez.

De inmediato sintió como JJ la miraba, y al conectar su mirada vio lágrimas cayendo por las mejillas del rubio y su mirada apagada.

── ¿Tú crees que...? ── preguntó JJ sin siquiera poder terminar la pregunta, August no dudó en abrazarlo.

En ese momento se sintió egoísta. Como solo había pensado en el dolor que sentía al tener que despedirse de su mejor amigo, cuando JJ estaba en la misma situación que ella.

── Escúchame. Él estará bien, estoy segura. Sobrevivirá igual como lo ha hecho todo este tiempo, ¿sí? ── murmuró para después separarse del abrazo y tomar su rostro con ambas manos, dejando un suave beso en la frente del ojiazul.

JJ asintió con una sonrisa triste y apoyó su cabeza en el hombro de la castaña, dejando que ella acariciara su cabello con una mano mientras jugaba con su gorra roja. Con su otra mano, August tomó la mano de Kiara y la apretó logrando que su amiga la observara por unos segundos antes de entrelazarla.

Ya habían pasado unos minutos y los nervios la estaban devorando lentamente. Solo quería saber que su amigo había escapado. Era lo único que deseaba en esos segundos.

Y cuando vio como Shoupe junto a dos oficiales más se acercaban, los cuatro se levantaron rápidamente para poder acercarse.

── ¿Los halló? ── preguntó Pope frente al sherif mientras Augustine entrelazaba su mano con la de JJ, apoyando su mentón en el hombro de este.

── No ── respondió tras una pausa con un aire triste. Fue ahí cuando August lo notó, aquel suspenso, esa mirada de lástima. Solo esperaba que sus pensamientos fueran erróneos.

── ¿Entonces escaparon? ── preguntó esta vez Kiara, con su voz aún con esperanza.

── Los...perdimos. Lo siento ── soltó Shoupe con delicadeza.

── ¿Qué quiere decir con eso? ¿Se fueron? ¿De qué habla? ── preguntó Pope cada vez con más desesperación.

── Llevaron un barco abierto a un ciclón tropical.

Aquellas palabras hicieron confirmar su teoría. Sintió como sus lágrimas de dolor se llenaban en sus ojos hasta el punto de explorar. Cómo su pecho comenzaba a subir y bajar con rapidez mientras su corazón latía sin control como si estuviera despidiéndose para dejar de latir. Como si aquella enorme parte de él se hubiera ido. Él se había ido.

── ¿Entonces están muertos? ── preguntó Kiara con cuidado, como si la palabra en cuestión fuera ilegal de decir.

── No lo sabemos ── fue lo único que salió de su boca. Sin embargo, fue lo suficiente para hacer estallar al grupo de diferentes maneras.

Enojo, tristeza, desesperación y dolor estaba ardiendo en cada uno de ellos. No fue difícil notar la ira que JJ irradiaba.

── ¡Los hicieron ir directo a la tormenta! ¿Es un chiste? ¡Ven aquí! ── exclamó JJ lleno de dolor y furia antes de lanzarse a Shoupe

── Él no mató a nadie, ¡y lo sabes!

Kiara rápidamente abrazó a Pope alejándolo del oficial, mientras que Augustine lo observaba fijamente, decepcionadas

Sus manos comenzaron a temblar y un fuerte dolor en el pecho se hizo presente. Su vista era borrosa. De repente todo se volvió ruidoso en su mente, sus lágrimas explotaron alertando a todo mundo. Y un leve grito desgarrador abandonó su boca, sorprendiendo a los oficiales.

Shoupe se acercó con intención de ayudarla, pero Augustine rápidamente puso su mano alejándolo.

── Son culpables, todos ustedes. ¡No saben hacer su trabajo! Dejan a gente privilegiada hacer lo que se les da la gana ── habló con dificultad debido a todos esos sentimientos mezclados ── ¡Me lo quitaron! ¡Me quitaron a mi hermano, a mi familia! ¿Qué les hizo? Sabes que no es su culpa, pero te empeñaste en arruinar todo lo que no te servía. ¡Dime! ¿Cuánto te pago Ward por arruinarle la vida a seis adolescentes?

Las palabras de Augustine salían con odio y sin parar, siendo totalmente tóxicas, venenosas. De inmediato una la seriedad de Shoupe se volvió tristeza, lástima.

── O a lo mejor no te pagó nada y eres un simple monstruo. ¡Ni siquiera se te ocurra mirarme con lástima! Porque recuerda que eres el que causó todo esto. John B. sintió que no tenía otra opción más que escapar, ¡y todo por tu culpa! Dices estar decepcionado de meterte en todo esto, en ayudarlo, como si fueras mi padre. Pero realmente yo estoy decepcionada de ti, por no poder hacer ni tu misero trabajo bien ── soltó sin más, para después acercarse a JJ y liberarlo del oficial, para poder aferrarse a él.

Sus brazos rodearon su torso, mientras que JJ mantenía un brazo alrededor de su cintura y la otra en su cabeza. Ambos lloraban dejando e dolor liberar sus cuerpos.

No tardaron mucho tiempo en notar como los padres de sus amigos entraban a la carpa para consolarlos, mientras que ellos dos solo se tenían al otro. Pero ambos estaban bien con eso. Siempre lo estuvieron.

Aquellos orbes color azul se encontraron con esos marrones, como el primer día de verano. Sin embargo, ahora no mostraban felicidad, emoción, solo mostraban un dolor incomparable. Pues no estaban en allanando propiedad privada en una construcción, estaba en una carpa de policías. Y no eran cinco, eran cuatro.

── Siento como si una parte de mi se hubiera muerto. No puedo encontrar mi pulso, siento que mi corazón no podrá latir nuevamente. No luego de esto ── susurró Augustine mientras JJ limpiaba sus lágrimas con su pulgar.

── Yo haré que esa parte vuelva a vivir. Necesito que lo intentes, ya lo perdí a él, no puedo perderte a ti también. Simplemente no puedo, no lo soportaría ── replicó mientras August imitaba su acción ahora limpiando las lágrimas del ojiazul.

Nadie me dijo que perdería a mis amigos por esta estúpida búsqueda. Si me hubieran dicho lo que pasaría, hubiera preferido no hacerla. No hay cantidad de dinero que remplace an mis amigos. No la hay y nunca podrá haber.

Me parecía irreal perder a John B. A lo mejor era porque cada vez que me imaginaba el futuro, siempre estaba el. Me era imposible pensar que no lo estaría.

Me rompía mi corazón, o bueno, ya no más. Porque este ya estaba hecho trizas, desde el segundo que me dijeron que Sarah y John B. se habían marchado, mi corazón se rompió.

Caminaba por la playa mientras la lluvia caía sin piedad. Observaba con odio el océano, el mismo que me arrebató a mis amigos. Y desde este momento, renunciaba a volver a pisar un pie en el agua.

Aquel miedo de perder a alguien más por culpa de esta perduraría por quien sabe cuánto. No me importaba no volver a surfear, no importaba cuánto calor tuviera. No pisaría nunca más el agua salada.

Me senté en la arena lejos del agua, en seguida mis pies se hundieron en la arena mientras el viento movía mi cabello desaliñado.

Luego de todas las horas que han pasado desde que nos dieron el aviso, sentía que debía despedirme de una manera correcta. Aunque me dolía el solo hecho de pensar despedirme dos veces. Era lo correcto.

Algunos dirían que estoy hablando sola. Otros me dirían que estoy loca de la cabeza. Y otros solo dirían que bebí mucho. Pero no me importaba en lo absoluto. Sé que John B. me estaba escuchando donde quiera que esté.

── Siempre estarás en cada brisa que sienta,
cada atardecer que vea, cada sonido de pájaros que escuche, cada lágrima que derrame, cada paso que de, cada sonrisa que regale, incluso en cada lluvia de medianoche que pase.

» Siempre estarás en mi corazón y en cada parte de mi alma. Te amé con todo mi ser hasta tus últimos días, fuiste el hermano que siempre quise, el que siempre estuvo, que siempre me protegió. Fuiste una maravillosa persona y espero que ahora te estés reuniendo con tu padre y con un pedazo de mi corazón, que se marchó contigo. Que descanse por siempre en paz, mi querido amigo, mi querido hermano, mi querido Johnny.

Mi voz salió en un susurro doloroso. Mi vista estaba en la brillante luna que estaba frente a mi, escuchándome, consolándome.

Mi mirada estaba hipnotizada en ella, como incluso cuando nadie la observaba y todos dormían, brillaba de esa manera única.

De repente sentí como alguien se sentaba a mi lado y lentamente me encontré con los únicos ojos que me hacen sentir en paz. JJ.

── Hey, ¿cómo estás? ── preguntó con esa delicadeza con la que siempre me hablaba mientras me rodeaba con uno de sus brazos.

── Mejor ahora que estás tú conmigo ── dije apoyándome en su pecho mientras mi cabeza estaba en su cuello ── Aún no puedo creer que el ya no está, es como estar en un sueño.

── Una pesadilla mejor dicho ── susurró en el tono perfecto para que yo lograra escuchar.

No podía estar más de acuerdo.

── Augie. Quiero hablar contigo sobre algo.

Me separé de él para observar su rostro y lo noté.

Sabía de que se trataba ese algo. Ese tono de voz. Terminaría conmigo. ¿A lo mejor no fui muy afectiva? ¿O fui muy intensa? Me pregunto que había hecho esta vez para espantarlo y que se marchara como todos los demás.

── ¿Vas a terminar conmigo? ── pregunté sin más rodeo. Enseguida noté confusión en su rostro y comenzó a negar rápidamente.

── No, no, ¿estás loca? Me tomó mucho tiempo siquiera estar contigo. No pienses eso ni un segundo ── me explicó causando que soltara una corta risa. Siempre me fue un problema sobre pensar las cosas ── De lo que quería hablar era sobre un trato. Si las cosas entre nosotros no llegan a funcionar, aunque sé con certeza que lo harán, quería saber que siempre estaremos para el otro. Ya perdí a JB, realmente no puedo perderte a ti.

── Siempre estaremos para el otro, pase lo que pase. Siempre ── repliqué con seguridad. Me pasaba lo mismo que él, no podía perderlo. Era demasiado importante para mi como para perderlo igual que John B.

── ¿Sabes que te amo? ── preguntó de repente mirándome fijamente a los ojos con una pequeña sonrisa en los labios.

── Bueno, lo sé ahora. Yo también te amo ── dije antes de besar sus labios.

Y finalmente esa noche, en aquella playa solitaria. JJ y yo nos dijimos 'Te amo' por primera vez, con sólo la Luna de testigo.

EDITADO: 28. 12. 24

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